De un lector:

Por qué Indonesia es el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero

26 de mayo de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

He estado siguiendo el documental sobre la crisis climática en Showtime, Years of Living Dangerously [Años de vivir peligrosamente]. Aquí, no voy a ofrecer una evaluación global de esta serie. Pero sí quería escribir sobre algo en el primer segmento que habla de la deforestación y algunos de sus consecuencias.

El documental revela que están quemando los bosques tropicales de Indonesia deliberadamente para dar paso a las plantaciones de aceite de palma. Y dice que esto es una fuente importante de emisiones de carbono y la contaminación.

Pero lo que esta discusión no trata es por qué ocurre esto. De ese segmento, no se aprende acerca de las causas subyacentes.

Las selvas tropicales de Indonesia —juntas la tercera más grande del mundo después de la selva amazónica y la cuenca del Congo en África— contienen unos de los niveles más altos de la diversidad biológica en la Tierra. Arriba: Una vasta sección de la selva tropical en la isla indonesia de Sumatra que ha sido talada para cultivar palmas para producir el aceite de palma. Además de crear enormes cantidades de dióxido de carbono, la destrucción de selvas tropicales amenaza la existencia de especies raras como el tigre de Sumatra y el orangután (recuadro) que vive en Borneo, otro sitio de deforestación.

El número especial de Revolución sobre el medio ambiente, ¡Estado de emergencia!, trata concretamente lo que ha ocurrido en Indonesia y por qué. El aceite de palma se utiliza para la producción comercial de alimentos, las industrias cosmética y química, y los agrocombustibles. La producción de aceite de palma requiere el desarrollo de enormes plantaciones de monocultivos —ningún otro cultivo, todo orientado a este único producto comercial, con la enorme aplicación de agroquímicos— sin tener en cuenta la naturaleza.

¿Cómo sucedió esto? ¿Decidió el pueblo de Indonesia, “Que bueno, desarrollemos la producción del aceite de palma”? ¿Estaban pidiendo eso los pueblos indígenas de la selva? No, importantes agencias imperialistas como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional les han endilgado estos monocultivos de aceite de palma. Las grandes corporaciones transnacionales como Unilever, Nestlé y Procter and Gamble, y los bancos de Suiza, Gran Bretaña y EE.UU., junto con otros, están financiando directamente y sacando ganancias de la venta de productos basados ​​en la destrucción de la selva tropical.

La agricultura del aceite de palma basada en la plantación se inició en serio en Indonesia a finales de los 1960. Esto fue después de que EE.UU. ayudó a instigar un golpe de estado genocida allí en 1965 que provocó la muerte de hasta un millón de personas, incluidos cientos de miles de comunistas y sus simpatizantes y partidarios, llevando al poder el gobierno del general Suharto. Y luego, después de la crisis financiera asiática de 1997, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) —instituciones dominadas por EE.UU.— insistieron en que Indonesia incrementara su producción de aceite de palma y otros cultivos de exportación, como la madera, para generar ingresos de exportación.

Hoy en día, Europa Occidental está “reduciendo” ciertas emisiones de carbono, gobiernos del Tercer Mundo se ven obligados a pagar los préstamos, y los inversionistas imperialistas se están beneficiando de los biocombustibles. ¿Cómo? Por la “quema” de los bosques tropicales para la producción de aceite de palma, la destrucción de los medios de subsistencia a millones de pequeños agricultores, pueblos indígenas y otras comunidades, y la emisión de enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera.

Debido a esto, Indonesia es actualmente el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero — después de China y EE.UU. Y debido a esto, el tigre de Sumatra y el orangután de Borneo se enfrentan a la extinción.

Ese es el funcionamiento del sistema imperialista criminal e irracional.

 

 

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