Nuevo informe de los científicos del clima y la lucha por salvar al planeta

Orpheus Reed | 8 de septiembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

La semana pasada, sonó fuerte otra alarma sobre la destrucción acelerada del planeta. Un filtrado proyecto de informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por las siglas en inglés), un grupo de los científicos climáticos más destacados del mundo, pronostica que “la continua emisión de gases de efecto invernadero provocará un mayor calentamiento y cambios a largo plazo en todos los componentes del sistema climático, aumentando la probabilidad de impactos graves, generalizados e irreversibles para el pueblo y los ecosistemas”. El informe dice: “El riesgo de cambios abruptos e irreversibles aumenta a medida que aumente la magnitud del calentamiento".

Los climatólogos informan que la fusión completa de la capa de hielo de Groenlandia elevaría los niveles del mar unos 7 metros,  sumergiendo terrenos costeros y naciones insulares donde viven cientos de millones de personas. Arriba: Bangladesh inundado durante la temporada de monzones. Foto: AP

Estas advertencias de los científicos del clima más importantes del mundo ponen de relieve la urgente necesidad de que la gente se movilice e intensifique la lucha para salvar el planeta. También subrayan la importancia de la Marcha Climática de los Pueblos que tendrá lugar el 21 de septiembre en la Ciudad de Nueva York. La marcha, y otros eventos y formas de resistencia, están programados para coincidir con una reunión de líderes mundiales en una cumbre climática de la ONU el 23 de septiembre.

Dos graves advertencias de los científicos del clima

El proyecto de informe de los científicos contiene dos advertencias graves. En primer lugar, señala el peligro de cambios irreversibles en el sistema climático y los ecosistemas si las cosas continúan en su rumbo actual. En segundo lugar, el informe dice que es muy posible que se avecine un punto de inflexión en el que esté garantizada e imparable la fusión completa de la capa de hielo de Groenlandia, cual fusión elevaría los niveles del mar unos siete metros.

La fusión de Groenlandia, junto con otras fusiones, sumergiría terrenos costeros y países insulares donde viven cientos de millones de personas. Es posible que esto tarde siglos, pero el ritmo de estos cambios está más rápido que las anteriores predicciones científicas. También puede influenciar el ritmo de la fusión, positiva o negativamente, el que la sociedad humana siga inyectando, o deje de inyectar, masivas cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera, cuales gases calientan el planeta. Pero sea lo que sea el tiempo que se requiera, una vez que se alcance este punto de inflexión, la fusión sería imparable. Además de sumergir vastas extensiones de tierras costeras, entre ellas algunas de las principales ciudades del mundo, la fusión de estas capas de hielo probablemente alterará aún más el sistema climático — lo que puede causar aún más cambios climáticos cualitativos.

He aquí la realidad de la situación que recalca el proyecto de informe del IPCC. De 1970 a 2000, las emisiones globales de gases de efecto invernadero se incrementaron en 1,3 por ciento al año. Pero de 2000 a 2010, ese ritmo saltó al 2,2 por ciento al año, y parece que el ritmo sigue acelerando esta década. Si continúa así, el calentamiento podría llegar a 8 grados (Fahrenheit) para el año 2100. Tal calentamiento daría lugar a “cambios catastróficos”. Frente a esto, los gobiernos imperialistas que dominan la economía y la política mundiales no han hecho nada real para lidiar con el problema del cambio climático global.

Los líderes imperialistas mundiales tocan el violín mientras el planeta arde

A pesar de lo que la ciencia pronostica y el daño que el calentamiento global ya está causando en el planeta — los “expertos climáticos” citados en el New York Times dicen que cuando los líderes pronuncien sus discursos en la cumbre climática de la ONU del 23 de septiembre en la Ciudad de Nueva York, que ni siquiera se espera que vayan a anunciar metas ambiciosas para la reducción de emisiones. Y todos los gobiernos saben que aunque establezcan metas, no hay ningún poder ni autoridad vinculante que podría obligarlos a cumplirlas.

Todo esto es completamente escandaloso y criminal. Frente a un inminente cataclismo global que amenaza la vida humana, la civilización y las especies y ecosistemas a nivel mundial, el capitalismo continúa y hasta acelera su dependencia de los combustibles fósiles como la base energética de las economías mundiales. Al mismo tiempo, las varias potencias capitalistas principales hacen declaraciones inútiles sobre la amenaza del cambio climático y emiten frases melosas sobre sus intenciones de tomar en serio la reducción de las emisiones — todo con el fin de engañar al pueblo. Mientras tanto el planeta arde, y están echando a un abismo el futuro de la vida en la tierra.

Ahora, los principales voceros del imperialismo estadounidense —y por desgracia algunos activistas sobre el clima también— nos están diciendo que “Estados Unidos debe asumir el liderazgo acerca del cambio climático”. Pero la verdad: bajo Obama, Estados Unidos ha expandido enormemente la perforación y producción de petróleo y gas de los nuevos yacimientos en el esquisto y en los océanos profundos, y al mismo tiempo ha incrementado la exportación de carbón a otros países para que lo quemen. (Véase, por ejemplo, un nuevo artículo del autor Michael Klare, “Global Warming President Presides Over Drill-Baby-Drill America” [El presidente del calentamiento global preside un Estados Unidos de perforar-a-toda-máquina]) El único “liderazgo” que pueden proveer Estados Unidos y Obama con respecto al cambio climático es seguir por el camino de perpetuar aún más la economía y la política que están destruyendo la vida en este planeta.

El capitalismo está destruyendo el planeta... Necesitamos la revolución, nada menos

Lo que impulsa este sistema capitalista —los gobiernos y las corporaciones— es la rentabilidad y la necesidad estratégica de vencer a los competidores para seguir encontrando y agarrando hasta la última onza de combustibles fósiles — mientras tratan de posicionarse para capear la catástrofe que se avecina, y en ciertos casos hasta beneficiarse de la misma. ¡Este sistema es completa y totalmente incapaz de hacer algo significativo para detener esta crisis! Al contrario, está encerrando todo el planeta en una tenaza mortal.

El único medio posible para arrancar un futuro diferente para la humanidad, las especies y todo el planeta es la revolución comunista. Solamente esta revolución —derrocando y eliminando completamente el capitalismo y desarrollando un sistema socialista en camino al comunismo— lleva alguna esperanza de abordar la inmensidad y urgencia de esta crisis. Este sistema radicalmente nuevo tendría como principio fundamental y rector la conservación y protección del mundo natural (ver “Algunos principios claves del desarrollo socialista sustentable”).

Existe una salida —un plan, una visión y una estrategia para la revolución— que está concentrada en la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian. Esta revolución está luchando por un mundo en la cual la humanidad esté emancipada y los ecosistemas naturales estén conservados y permitidos a recuperar.

Y no nos estamos aguardando. Estamos trabajando activamente y organizando para ello hoy. Estamos construyendo un movimiento para la revolución. Estamos poniéndonos de pie y luchando ya. La Marcha Climática de los Pueblos es un momento clave para avanzar la lucha para salvar el planeta. En este remolino, las personas deben conocer y conectarse con la solución revolucionaria a los horrores de este sistema y lo que el sistema está haciendo a la tierra. Únanse al contingente que estamos construyendo para la marcha del 21 de septiembre: El capitalismo está destruyendo el planeta... Necesitamos la revolución, nada menos.

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