¡A hacerle frente a los fascistas odiamujeres anti-aborto e ir a todas partes para ganar a otros a hacer lo mismo!

Ideas estratégicas sobre la construcción del movimiento para una revolución concreta que rompa TODAS las cadenas

12 de enero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En eso de dos semanas, cientos de miles de personas marcharán en desfiles cristianos fascistas del odio a la mujer en las dos costas de Estados Unidos en oposición al derecho al aborto e incluso al control de la natalidad. Esa gente se moviliza para avanzar aún más su embestida para obligar a la mujer a volver a la subordinación abierta al hombre y a la posición en la que la mujer no tiene acceso al aborto ni el control de la natalidad siquiera. Pugnan para imponer una situación en la que la mujer no tiene más alternativa que tener hijos en contra de su voluntad, o arriesgarse a que se muera o se vaya a la prisión por provocar un aborto.

Ya es hora —desde cuándo— que la gente se ponga de pie poderosamente en las narices de estos fascistas y movilice y rete a muchas más personas a hacerlo también. Se ha demostrado que todo ese programa de ilusionarse de que los odiamujeres se desaparezcan solos, de no criticarlos y hacerles frente tajantemente, no tiene validez ni da resultados. Hay que plantar un polo poderoso que atraiga a los que intuyen eso y que rete tajantemente a los que todavía no quieren admitirlo. Cuando esos fascistas marchen, es importante oponérseles con protestas poderosas que rompan el silencio y se oigan por todo Estados Unidos y que PONGAN UN ALTO a que estos fascistas celebren sus festivales de odio sin oposición.

Que quede claro: obligar a la mujer a parir contra su voluntad es una forma de esclavización. Es más, todo eso es una parte integral de una guerra mucho más grande y aún más universal contra la mujer, que abarca la epidemia de violación, la cultura generalizada de pornografía violenta, el tráfico y venta de mujeres y niñas, la cruel explotación de mujeres en los sectores más desesperados y peor remunerados de la economía global, y más.

Eso no es tolerable. La mujer no es perra, ni puta, ni saco de boxeo, ni paridera, ni juguete sexual. ¡La mujer es un pleno ser humano! Combatir este asalto contra la mujer es una gran necesidad urgente.

Es muy bueno que Fin al Patriarcado haya convocado a resistir, hacerles frente y protestar contra esas marchas fascistas. Hay que difundir y promover amplia y audazmente por toda la sociedad la demanda por “¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas!”, su llamado a “PARAR la guerra contra la mujer”, y su espíritu de hacerles frente directa y desafiantemente a los odiamujeres. Toda persona que se enfurezca por todo aquel programa de odio a la mujer y de la maternidad obligatoria, y toda persona a la que se pueda ganar a enfurecerse por eso, debe participar en hacer que estas contra-protestas sean lo más poderosas posibles. Representan una coyuntura clave ahora mismo para fortalecer la lucha de gran envergadura por la plena liberación de la mujer. (Vean el cuadro con información sobre las protestas.)

Si bien es posible y necesario ganar a muchas personas a participar desde una gama muy amplia de perspectivas, de nuestra parte el movimiento para la revolución debe hacerlo suyo como una parte clave de preparar el terreno, preparar al pueblo y preparar a la vanguardia —prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, a toda máquina, con una posibilidad concreta de ganar.

Eso es cierto por dos razones fundamentales y entrelazadas:

Primero, si no luchamos —y dirigimos a que luchen enormes sectores de la sociedad, que incluyen los que viven a diario el peor infierno de este sistema — por la plena liberación de la mujer como una parte clave de la mencionada preparación, no haremos el tipo de revolución capaz de lograr una emancipación duradera para nadie. Todos deben captar: no es posible lograr la liberación duradera para nadie, al mantener al mismo tiempo a una mitad de la humanidad (la mujer) esclavizada a la otra mitad (el hombre).

Segundo, existe una profunda indignación contra la opresión de la mujer que se debe canalizar y activar como un importante impulso para la revolución que necesitamos. El potencial para hacerlo era palpable en la respuesta estruendosa y profunda a Bob Avakian en la Iglesia Riverside cuando invocó al público a imaginar un mundo donde las mujeres puedan alzar la frente y caminar por la calle sin tener miedo a mirar en los ojos a cualquier hombre, donde nunca más se les maltrate, se les degrade o se les desprecie. Desencadenar esta furia es una tarea estratégica ahora al luchar para posicionarnos para hacer una revolución, y sigue siendo estratégico aún después de la toma del poder, cuando hay que continuar la lucha bajo el socialismo para arrancar de raíz todo vestigio de opresión, no sólo en un país sino en todo el mundo.

Estas dos dimensiones son tratadas poderosamente en la siguiente cita de Bob Avakian:

No se pueden romper todas las cadenas menos una. No se puede decir que uno quiere eliminar la explotación y la opresión, pero quiere que persista la opresión de la mujer por el hombre. No se puede decir que uno quiere liberar a la humanidad, pero mantener a una mitad esclavizada por la otra. La opresión de la mujer está íntimamente ligada a la división de la sociedad en amos y esclavos, explotadores y explotados, y acabar con todo esto es imposible sin liberar completamente a la mujer. Por eso la mujer desempeñará un enorme papel en el proceso de hacer la revolución y garantizar que esta no pare a medias. Es posible e imprescindible desencadenar plenamente la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución proletaria. (Lo BAsico 3:22)

Teniendo en cuenta todo eso, he aquí unas ideas sobre los sectores sociales claves y cómo deben los revolucionarios movilizar para estas protestas.

Llévelo a los que este sistema ha desechado. Los revolucionarios deben llevar eso con osadía a los que viven a diario el peor infierno de este sistema. Cada vez que lo hemos hecho en el pasado hemos encontrado un apoyo tremendo — y también mucha confusión con la cual hay que bregar y resolver. Enormes cantidades de mujeres negras y latinas han sido hostigadas y avergonzadas por buscar hacerse un aborto. Los sueños de muchas han sido destrozados por tener que cargarse de niños cuando no estaban listas para tenerlos o no los querían. Todo eso es un enorme peso al cual se les debe que quitar de encima, y tenemos que trabajar para buscar las formas para permitir que se exprese su indignación en estas protestas y de aquí en adelante. Hay que luchar también con los hombres para que hagan suya esta lucha como una parte integral de lograr una liberación de verdad. Firmar banderas en pro del derecho al aborto y contra todas las formas de esclavitud, declaraciones grabadas en video de estas masas, la participación en las protestas de contingentes de personas que se visten la playera ¡Revolución — Nada Menos!: esas son unas ideas concretas sobre cómo movilizar a este sector social para ser parte de hacerles frente en las narices a estos odiamujeres cuando los ojos del mundo sean fijados en ellos.

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Llévelo a los estudiantes. Hay que librar una lucha férrea para atraer y entrenar a una nueva generación dispuesta a LUCHAR por la emancipación de la mujer, entendiendo que HACE FALTA LUCHAR por dicha emancipación, que nunca se logrará por medio de votación, “progreso incremental”, “superación individual”, ni nada de eso. Los Clubes Revolución y otros deben hacer un trabajo de divulgación de manera muy agresiva en secundarias y universidades, con volantes, teatro callejero dramático, presentaciones en clases, activando la participación en el acto, y mediante muchas otras formas creativas ganando a cada vez más estudiantes a participar —y movilizar a otros— en estas protestas. Hay que unirnos con, y avivar más, el espíritu de los estudiantes que están poniéndose de pie contra el asesinato policial, contra la violación y el asalto sexual, contra la intolerancia anti-LGBT y otros recientes inicios de resistencia. Movilicemos días del afiche —en que cientos de estudiantes se peguen afiches del Aborto a Solicitud y Sin Pedir Disculpas en el mismo día— para animar la discusión, romper el aislamiento, y establecer nuevos términos sobre el derecho al aborto y sobre la liberación completa de la mujer. Hay que movilizar poderosos contingentes estudiantiles para hacerles frente a los fascistas cristianos en las calles, y eso debe marcar un salto importante en la lucha estratégica por esta nueva generación.

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Llévelo a todos que han estado en las calles y a los millones más que son como ellos. Piensen en las decenas de miles de personas que se han tomado las calles, tan bella y audazmente, contra el asesinato policial y todo el genocidio lento contra la gente negra y latina a manos del estado. Han roto con la rutina sofocante y mortífera en su comportamiento y en su pensar están abiertos a muchas cosas nuevas que anteriormente no habían considerado ni siquiera. Este es el momento para llevárselo con osadía a todos aquellos —y a los millones más que son como ellos— a los que se les pueda ganar a reconocer que debemos oponernos a toda forma de la esclavitud. Cuando hemos llevado a estas personas la cuestión de la liberación de la mujer —y de estas protestas en enero en particular— muchas han respondido con entusiasmo. Hay que llevar el reto más ampliamente, a los artistas, los jóvenes profesionales, poetas, gente de los años sesenta, y los demás, para traer ese mismo espíritu de desafío y determinación a la lucha contra toda forma de opresión, inclusive en este momento contra la esclavización de la maternidad obligatoria.

Adéntrense en el compendio ¡A romper TODAS las cadenas! Bob Avakian sobre la emancipación de la mujer y la revolución comunista, distribúyanlo ampliamente. Al mismo tiempo que hacemos todo aquello, todos —especialmente los Clubes Revolución, pero no sólo ellos— debemos estar adentrándonos y difundiendo ampliamente tanto la cita mencionada arriba de Bob Avakian (“No se pueden romper todas las cadenas menos una...”) como el compendio completo sobre la liberación de la mujer que incluye esa cita. En dicho compendio, Bob Avakian combina un gran odio visceral por la opresión de la mujer y adelantos teóricos profundos respecto a las raíces de esa opresión y su abolición, que es esencial para lograr la emancipación humana. Examina críticamente lo mejor del entendimiento comunista anterior y lo sintetiza con lo que se puede y se debe aprender de otras fuerzas que han luchado por la liberación de la mujer, y establece un marco aún más radical para una lucha renovada en este frente y también para más trabajo teórico que se necesita. Explica las cosas de una manera muy básica para que todos puedan entender y plantea un profundo reto al cual todo el que anhele la liberación debe asumir. Adentrarnos en todo eso nosotros mismos y popularizarlo muy ampliamente es una parte clave de plasmar la revolución y la dirección revolucionaria necesaria para elevar la vista del pueblo y preparar para una revolución concreta.

A unir a todos los que se pueda unir para hacerles frente a los odiamujeres. Al mismo tiempo que hacemos todo eso, unámonos y luchemos con otros que toman posición —o los que se les pueden ganar a tomar posición— desde diferentes perspectivas para hacer suya esta lucha para la liberación de la mujer y para estas contra-protestas en particular. Se debe alentarles a que planteen sus propios puntos de vista y movilicen a otros, al mismo tiempo que planteamos el nuestro y entramos juntos en lucha con principios sobre la raíz del problema y su solución en última instancia.

A construir organización. Una meta clave en todo eso es la construcción de la organización necesaria para TERMINAR concretamente toda esa opresión y degradación de una vez por todas.

Acción de Fin al Patriarcado en la estación del metro, Union Square, Nueva York, 11 de enero de 2014. Foto: @StopPatriarchy.

Es preciso que se construya Fin al Patriarcado sistemáticamente como un sitio verdadero donde se juntan las personas que quieren que SE TERMINE esta degradación y opresión, para trabajar y luchar para realizar esa meta. Este movimiento tiene que crecer y volverse atrayente, un lugar para todos, jóvenes y mayores pero especialmente los que sean jóvenes de espíritu, que no pueden tolerar las relaciones y la moralidad de esta sociedad y arden por ser parte de generar algo diferente.

Además, es preciso que los Clubes Revolución crezcan por medio de todo eso. Al mismo tiempo que estos Clubes continúan difundiendo la obra de BA y su reciente diálogo con Cornel West en particular, y al mismo tiempo que les hacen frente a las autoridades por el asesinato policial y otros ultrajes, deben estar movilizándose para estas protestas en enero y también representando por los Clubes Revolución durante estas acciones. Deben convocar y retar a otros a ser parte de prepararse para una revolución concreta, planteando la necesidad de que se sumen al Club en el acto y que trabajen en serio para hacer una revolución con la meta de romper TODA cadena que la humanidad carga.

* * * *

No hay mucho tiempo antes de esas marchas fascistas anti-aborto, pero estos no son tiempos normales. Millones de personas han empezado a cuestionar cosas que antes solían aceptar porque sí. Un espíritu desafiante de resistencia ha nacido, y hace falta ampliarlo y difundirlo. Miles de personas han sintetizado y oído la más radical y liberadora visión de la revolución auténtica y la emancipación total en la presentación de Bob Avakian y su diálogo con Cornel West hace apenas unas semanas en la Iglesia Riverside. Y millones tras millones de personas se ven día tras día ante los terribles estragos de la guerra continua contra la mujer. Aprovechemos el momento y salgamos con mucha osadía para movilizar estas protestas de una manera que prepare el terreno, prepare al pueblo y prepare a la vanguardia y otras formas de organización revolucionaria para la revolución la que urge tanto para la humanidad.

¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas!
¡FIN a la guerra contra la mujer!
¡Romper las cadenas! ¡Desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución!
¡NO A TODA FORMA DE LA ESCLAVITUD!

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