Una discusión sobre "Por qué es imprescindible tener un partido de vanguardia para hacer la revolución” y la responsabilidad acompañante

24 de enero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector:

Dirigí una discusión esta semana con varias personas del núcleo de un Club Revolución y cerca del movimiento para la revolución, sobre una de las cuestiones más esenciales de la revolución, partiendo del artículo de Lenny Wolff: "¿Por qué es imprescindible tener un partido de vanguardia para hacer la revolución?"

De esa muy rica discusión, quisiera compartir una parte de lo que tratamos. (Esta carta es un poco larga, pero quería compartir unas partes de los materiales que contribuyeron a establecer el marco de la discusión para que otras personas puedan sostener discusiones similares en otras partes de Estados Unidos.)

En primer lugar, pedí que todos leyeran el corto artículo de Lenny Wolff pero también tuve a la mano varios documentos esenciales (los que por adelantado les di a algunos participantes)*.

Dividimos la discusión en tres partes.

Primero, ¿es cierto que es imprescindible tener un partido de vanguardia para hacer la revolución? Si eso es cierto, ¿por qué? Y si no, ¿por qué no?

Segundo, ¿qué diferencia hay entre un partido revolucionario de vanguardia, en particular, el Partido Comunista Revolucionario, y algo como el Club Revolución, una forma muy importante de organización de masas para todos aquellos que consideran que "la humanidad necesita la revolución y el comunismo" y quieren ser parte de "luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución"? (para hacer uso de sus dos lemas unificadores). Además, una pregunta relacionada: ¿Qué diferencia hay entre ser un miembro dedicado del Club Revolución y estar en el partido de vanguardia, el Revolucionario Partido Comunista, Estados Unidos?

Tercero y último, hablé de la necesidad urgente en este momento de tener a nuevos iniciadores de una nueva etapa del comunismo y pedí que los participantes hablaran de cómo veían ese reto y lo que consideran que sean los obstáculos para que aquellos que vienen bregando con estas preguntas den un serio el salto necesario.

La conversación en sí era muy divertida, y los participantes agradecían mucho la oportunidad de tener una discusión colectiva, de convivir con comida, payasear pero también adentrarse en serio en tal cuestión tan urgente de la revolución. (Pondré algunos comentarios de la gente entre comillas para dar mayor claridad, pero estas no son citas exactas pues las retomo de mis apuntes hechos a la carrera.)

Empecé por leer en voz alta el ensayo de Lenny Wolff y de ahí leí una parte de un discurso de Bob Avakian publicado en el verano de 2014: "El enfoque estratégico de revolución y su relación a las cuestiones básicas de epistemología y método". Es de una sección en la que BA habla sobre el lema, y la orientación, "Nosotros ESTAMOS construyendo un movimiento para la revolución y estamos construyendo el Partido como su núcleo dirigente".

La consigna publicada durante varios años era, “ESTAMOS construyendo un movimiento para la revolución”. Pero se le ha cambiado de “ESTAMOS construyendo un movimiento para la revolución”, agregando “y estamos construyendo el Partido como su núcleo dirigente”. ¿Por qué? Por lo que yo recalcaba anteriormente — de todas las expresiones organizadas de acumular fuerzas, la más importante es el mismo partido — que sin un partido basado en la ciencia del comunismo como se ha desarrollado por medio de la nueva síntesis del comunismo, sin un partido basado en el método y enfoque científico del materialismo dialéctico, nada de eso, nada de los despertares, nada del cuestionamiento, ninguno de los levantamientos, ni tampoco de las convulsiones en la sociedad, puede llegar hasta donde tiene que llegar. Si no se construye el partido activamente por todo el camino, en relación dialéctica con la construcción del movimiento revolucionario más amplio, pues aunque surja una situación revolucionaria o al menos el potencial inmediato de que surja —aunque sacuda a la sociedad una crisis de la cual la clase dominante no tenga una salida fácil y a la cual la empeore cada maniobra de la clase dominante— aunque tal crisis surja, no habrá ninguna posibilidad de resolverla al servicio de los intereses fundamentales de las masas del pueblo, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo, y en última instancia toda la humanidad.

Señalé que esas palabras representan una declaración muy audaz por parte de BA, en particular, "sin un partido basado en el método y enfoque científico del materialismo dialéctico, nada de eso, nada de los despertares, nada del cuestionamiento, ninguno de los levantamientos, ni tampoco de las convulsiones en la sociedad, puede llegar hasta donde tiene que llegar”. Por lo que, ¿eso es cierto?

Los participantes lo comentaron desde diversos ángulos: "El objetivo del comunismo se basa en un análisis científico de lo que es posible, pero dicho conocimiento científico no sólo se aplica en sí, es necesario que las personas lo hagan suyo de una manera organizada". Alguien que viene leyendo un importante discurso de Avakian, "Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte”, retomó lo que viene aprendiendo de ese discurso: "Marx señaló que los derechos no pueden ser nunca superiores a la estructura económica ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado. Todas las maneras en que la gente piensa acerca de lo que sus derechos deben ser es parte de esa cultura y es dominado por esa cultura. Y eso impide entender las cosas científicamente. Por ejemplo, la idea de la ‘democracia absoluta’ da por sentado que todos estamos en igualdad de condiciones. Pero no lo estamos, pues hay diversos tipos de lo disparejo y para repetir, a su modo de pensar lo moldea el actual sistema económico. Por lo que hace falta un núcleo sólido de dirección para dirigir a las personas a romper con la forma jodida general de pensar que surge de este sistema".

Un poco más adelante, esa misma persona señaló que en la sociedad actual, de todos modos las personas van a estar sujetas a cierta dirección, pero en lo fundamental, sin un enfoque científico del objetivo del rumbo por el que va esa dirección y cómo, esa dirección las va a llevar por el camino equivocado. Eso surgió en la parte de la discusión sobre la división entre los que trabajan con la mente y tienen el tiempo y espacio para emprender diversas actividades intelectuales, y aquellos que en líneas generales están excluidos de la esfera de trabajar con las ideas, la brecha entre lo intelectual y lo manual. Dicha división no es algo innato en los seres humanos, más bien surge de la opresiva división entre explotadores y explotados y es posible eliminarla mediante una revolución. Una parte de una gran contradicción en el proceso de hacer una revolución es que la propia columna vertebral para hacer la revolución, aquellos que más están en la mira del infierno en nuestra sociedad, son aquellos que han estado excluidos del trabajo con las ideas. Es posible que los individuos rompan con esa exclusión de diversas maneras, y participó en la discusión alguien que se había capacitado a sí mismo para hacer suya la teoría revolucionaria en condiciones muy difíciles. Pero para que eso ocurra en gran escala, hace falta la dirección: llevar la teoría a dichas personas, desmenuzarla y bregar con dichas personas para que la hagan suya, tanto el conocimiento científico como de aún más importancia, el método científico... y en última instancia, para despejar esta división a una escala de toda la sociedad, se necesita deshacerse del sistema que refuerza esta situación.

Ese punto está relacionado con algo que no recalca tanto el ensayo de Lenny Wolff, pero sí se encuentra en la Constitución del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos: que es necesario llevar la comprensión científica de la necesidad y del potencial de la revolución y el comunismo a las personas desde fuera de su experiencia cotidiana y hasta de la lucha contra los ultrajes de esta sociedad. El que alguien sufra opresión o se ponga de pie justamente contra ésta no implica que automáticamente entiende de donde surge dicha opresión, la manera en que está conectada a otras formas de opresión y lo que hace falta para eliminarla. Para muchas personas del Club Revolución que se han activado en la lucha contra la estrechez de la política de identidad y del relativismo filosófico (que afirma que uno sólo tiene el derecho de hablar si experimenta directamente algo o que diferentes personas tienen diferentes verdades y que no existe la verdad objetiva), este punto tuvo muy buena resonancia.

Otro ángulo que comentaron los participantes era la importancia de la dirección y, en particular, de un partido de vanguardia disciplinado, para dirigir todo lo que sería necesario para hacer una revolución en concreto que tenga una buena oportunidad de ganar. Una persona dijo que hace falta una vanguardia para dirigir la lucha de la gente de modo que no salga aplastada. Otra persona retomó por qué hace falta una revolución concreta y habló de la importancia de tener un partido en relación al proceso de ir hasta el final o solamente hacer que las personas se activen. Además, los revolucionarios tienen que hacerle frente a un sistema poderoso y sería necesario tener una organización muy fuerte y sólida para dirigir el proceso que se requiere para derrotar y desmantelar la fuerza represiva violenta de este sistema cuando se presenten las condiciones para que sea posible hacer eso. Eso no ocurrirá con un grupo de personas afiliadas de manera difusa. También habló de que en el momento de una situación revolucionaria, habrá diferentes grupos que luchan por diferentes resultados. Habrá mucha complejidad por la que atravesar: unirse con fuerzas clave, pero no hacerlo de modo que se pierda de vista el objetivo final... en ese momento muy intenso, seguir desenmascarando por qué el proceso tiene que desenvolverse por todo el camino hacia la revolución y que no pare a medias con programas reformistas... por medio de todo ello, alcanzar una repolarización en toda la sociedad.

Otro participante retomó el punto del ensayo de Lenny Wolff de que la clase de organización que uno considera que hace falta está relacionada con la dirección en que trata de llevar las cosas. A veces se dice que el partido impone sus ideas sobre la realidad. Eso es un entendimiento erróneo. Si uno ve el mundo tal como es, y el horror total que la gente tiene que experimentar, y que no tiene que ser así, se puede ver la necesidad de hacer la revolución. El partido es un equipo de científicos que analiza esa realidad y trabaja para cambiarla, y no impone sus ideas preconcebidas sobre dicha realidad.

En respuesta, una joven habló de luchar con algunas personas en su familia acerca de por qué hace falta una revolución y por qué es necesario tener seriedad acerca de lo que en concreto se necesitaría para hacer una revolución. Pero tenían claridad en que sus familiares no solo estaban en desacuerdo sobre la estrategia, sino que tenían una valoración diferente del problema y de la solución. Para repetir: un partido revolucionario de vanguardia tiene que seguir retomando ¿cuál es el problema y cuál es la solución?, y dirigir a las personas a ver, ¿cuál es el problema y cuál es la solución? Además, es necesario dirigir a las personas para que actúen para plasmar esa solución.

Al continuar sobre la importancia de que un partido de vanguardia sea científico y cómo las personas entienden esto de manera errónea, un participante dijo que un amigo suyo expresó una preocupación acerca de los partidos, de la posibilidad de que dicho partido utilice un mapa de carreteras, pero ¿qué pasa si el mapa ya no es vigente? ¿Quedarán tan atrapados en el mapa que pierdan de vista el camino en que se encuentran en el mundo real? ¿O simplemente intentarán abrir paso en medio de los obstáculos en el camino que se han levantado desde que se elaboró el mapa? Al comentarlo, la joven revolucionaria dijo que hay que seguir actualizando el mapa, y que un enfoque científico de la teoría, y la capacidad de aprender de las masas populares y de los cambios en el mundo y de sintetizar todo eso, capacitarán que uno lo haga. Un método científico y la línea política que surgen de su aplicación capacitan que uno se mantenga más conectado a las masas y a la realidad cambiante, y no menos.

Antes de pasar a otro tema, alguien repitió algo que dijo en una reciente discusión un estudiante que no tiene tanto tiempo en el club: "Anteriormente yo creía que éstas eran las teorías que nada más salían en los libros, pero es increíble conocer a un partido que aplica todo esto a la realidad". Al resumir eso, la persona en la discusión habló sobre lo que representa en concreto el que BA haya rescatado el proyecto comunista. Por un lado, la realidad de que nosotros no tenemos que vivir así y que BA ha puesto el análisis general de cómo alcanzarlo sobre una base científica mucho más profunda, y que este partido lucha por TODO ESO en el mundo.

De ahí, pasamos a la segunda pregunta: ¿qué diferencia hay entre un partido revolucionario de vanguardia, y una organización de masas, aunque sea una organización revolucionaria de masas?

Una persona habló de la necesidad de la disciplina, de que una organización de masas con afiliación difusa no tendrá la clase de disciplina que un partido revolucionario necesita. Otra persona habló de que la resistencia de masas ayuda a las personas elevar su vista, pero eso no es lo mismo que una base científica en la revolución y en el comunismo, de entender a fondo el problema y la solución. Para repetir, hace falta una organización disciplinada para aplicar la línea y promover la dirección de la vanguardia. Además, una coalición u organización de masas no tendrá la misma unidad acerca del método científico. Otra persona dijo que es necesario valorar de manera constante si el partido sigue en el camino revolucionario, y no es posible determinar eso al encontrarse nada más "sobre el terreno" por así decirlo. Por lo que hace falta que haya algunas personas, en particular una dirección, que valora eso en el contexto más amplio y sirve de dirigir un vehículo para la revolución, un vehículo que se organice para hacer la revolución en el primer momento que sea posible, y que dé dirección concreta para hacer la ruptura más radical con la dinámica y la lógica de este sistema.

Tratamos esos puntos muy importantes, pero no entraba en escena plenamente la esencia de lo que es un partido y cómo funciona. Lo más importante acerca de un partido es su línea, y que se aplique su línea por medio del centralismo democrático. Todos los participantes en la discusión habían escuchado esa expresión y muchos habían participado en alguna discusión al respecto, pero no había un conocimiento básico de lo que es y cómo funciona... por qué el centralismo democrático capacita a un partido revolucionario para ser "el mejor instrumento para conocer y cambiar el mundo", tal como un amigo mío una vez lo expresó en términos sencillos.

Para adentrarnos en este tema, leí una parte de la Constitución del PCR, Estados Unidos sobre lo que representa el centralismo democrático. Esta parte se encuentra en la sección "Principios de organización", los que incluyen: "La línea del partido es decisiva", "Orientación básica — 'La colectividad es nuestra fuerza'” y "Centralismo democrático".

Nuestra colectividad se expresa y se lleva a cabo mediante el funcionamiento colectivo de las unidades y otros organismos del partido a varios niveles. El partido entero está unificado como una cadena de conocimiento y una cadena de mando sobre la base del centralismo democrático.

La dirección del partido expone los principios y análisis básicos, llama la atención sobre los problemas claves ante la revolución y guía al partido por medio de un proceso de rigurosa investigación y vigoroso debate de todo esto, haciendo posible que se dé un rico proceso de forcejeo y debate en las bases del partido sobre cimientos científicos. Una vez establecida la línea, todos la llevan a la práctica con entusiasmo. Los dos aspectos del centralismo democrático —el forcejeo sobre la línea y su aplicación unificada— son esenciales para todo el proceso de conocer y cambiar el mundo sobre la base más correcta y más profunda posible. Con los principios del centralismo democrático, el partido es capaz, de manera colectiva, no solo de aprender de las ideas de los camaradas del partido y de sintetizarlas sobre una base científica… sino también de aprender de lo que piensan las masas populares fuera del partido y desarrollar y fortalecer los lazos con ellas, como parte importante de hacer avanzar el proceso dialéctico de profundizar su conocimiento de la realidad en interpenetración con su capacidad de dirigir a las masas populares a transformar la realidad de forma revolucionaria, hacia la meta del comunismo.

Un aspecto importante del centralismo democrático es el funcionamiento unificado y disciplinado del partido, que se sustenta en su unidad fundamental en torno a la línea política e ideológica. El carácter disciplinado del partido también se refleja en las siguientes reglas de funcionamiento: el individuo está subordinado a la colectividad; la minoría está subordinada a la mayoría; los niveles inferiores están subordinados a los niveles superiores; y todo el partido está subordinado al Congreso Nacional del Partido, o al Comité Central seleccionado por el Congreso del Partido cuando este no esté en sesión.

En la discusión, desmenuzamos más este tema y nos adentramos en la analogía de un equipo de científicos. Si todos estamos de acuerdo acerca de cierto experimento y el enfoque y luego alguien del equipo sale a llevar a cabo algo totalmente diferente, eso desbaratará los resultados: No aprenderemos lo que nos propusimos aprender y no haremos avanzar nuestra capacidad de cambiar las cosas. Con el centralismo democrático, uno está comprometido con un proceso científico general y se sujeta a sí mismo de manera consciente a dicho proceso y a lo que se necesita para alcanzar concretamente la emancipación de la humanidad.

Otra persona hizo una pregunta acerca de la democracia y se sorprendió al conocer el papel de la "democracia" en un partido comunista, porque éste representa la eliminación del dominio de clase, y por lo tanto la necesidad de la democracia y la dictadura. Otra persona respondió, diciendo que es necesario ver lo que es el contenido de la democracia y la necesidad de tener esa clase de debate y discusión auténtica y plena sobre la línea, en interrelación con el aspecto centralizado, su aplicación unificada... para dirigir el proceso al momento en que sea posible en concreto deshacerse de las clases y por lo tanto de la necesidad de la dirección y la necesidad de dictaduras y democracias. (Este tema encierra muchísima complejidad, la que no trataré en esta carta, si bien era una parte importante de la discusión. Además, los participantes no sabían que BA ha sido elegido como el presidente del partido por el Comité Central desde su formación, y no se auto-designa a sí mismo, y hablé un poco de la parte de la Constitución que dice que responsabilizarse de la selección de la dirección en el partido es similar a responsabilizarse de la línea del Partido.)

Sobre este tema, los participantes empezaron a hablar de su forcejeo al respecto. Una joven mujer habló muy honestamente sobre las dificultades de salir de su espacio de comodidad y seguridad. "El trabajo, la flojera y en general contentarme con seguir con mi vida. No he estado tan dispuesta a aceptar lo que he llegado a conocer acerca de la realidad, que todo esto, o sea, una revolución concreta, es lo que se requerirá. Supongo que se puede decir que, en ciertos sentidos, la ignorancia es felicidad. Pero, no obstante, se puede ver qué tanto importa, y qué importancia ha tenido para mí y mi vida, adentrarme en todo esto, aprender tanto sobre el mundo y lo que se requiere. Por lo que en realidad no sé muy bien lo que me refrena. Es como que hay una parte de mi cerebro que impide que yo me meta de lleno. Quizás se trate de ese individualismo y de no querer subordinarme a mí mismo a los intereses de la humanidad. Tal vez yo quiera aferrarme a lo que es cómodo. Pero no obstante, me fijo en eso, y ¡¿qué es lo que eso tiene de cómodo, pues sé que el mundo está tan jodido?!"

Otra joven mujer habló de esto, retomando una discusión en la que había participado durante el verano sobre el artículo que llamamos "el articulo sobre la pasión", el que se escribió 2004, en las primeras etapas de la Revolución Cultural al interior del Partido Comunista Revolucionario, pero apenas se publicó en el periódico Revolución en la primavera de 2014: "Lo que el mundo necesita ahora, más que otra cosa, son comunistas: Algunas reflexiones sobre la pasión individual, el yo y el proceso revolucionario”. Esta joven dijo que, "para algunas personas, se les dice que lo más importante es buscar sus sueños. Pero me di cuenta de que yo buscaba mis sueños en un mundo jodido, en el que la mayoría de las personas no pueden seguir sus sueños. Y una vez enterada de eso, su sueño y su contexto no tienen el mismo atractivo".

La mujer que venía hablando de salir de su espacio de comodidad y seguridad también mencionó la cuestión del miedo. Que uno sabe que se encuentran ante una fuerza poderosa la que tiene una historia de perseguir a los revolucionarios.

Al hablar de este tema, alguien dijo que su propio miedo se vino a pedazos por medio de un proceso. Uno empieza a entender que lo único que este sistema tiene es su violencia represiva y además que este sistema es totalmente ilegítimo. Citó a Cornel West del reciente Diálogo con Bob Avakian: "Si lo único que ellos pueden hacer es matarme, pues ellos tienen un programa débil". Dijo que anteriormente tenía miedo del arresto, pero al empezar a ver que eso es lo único que ellos tienen y de ahí ver por qué tendríamos que arriesgarnos todo para algo mucho mejor, ya dejó de tener miedo.

Al retomar la cuestión del centralismo democrático y de subordinar el individuo a la colectividad, alguien le preguntó cómo deshacerse de "sus ideas". "Por ejemplo, cuando uno no está de acuerdo con una parte de la línea, inclusive después de desmenuzarla en una discusión, y uno tiene que dejar de sostener la idea de que lo que uno cree es lo más importante. En esta sociedad, nosotros comemos el individualismo para el desayuno, el almuerzo y la cena. ¿Cómo se puede dejar de sostener el individualismo? ¿Cómo transformar su modo de pensar al respecto?"

Alguien que había llevado mucha lucha para romper con todo ese individualismo y que anteriormente se basaba en "lo que le hacía sentir bien, y al carajo los demás", habló sobre el proceso que experimentó. "Si uno empieza a entender que este sistema es lo que lo jode todo y que hace falta una revolución, pues uno tiene que comenzar a valorar las cosas desde esa perspectiva. ¿Contribuyo a eso, o impido eso? Pues, uno tiene que examinar el contenido de lo que defiende. ¿Qué importa el que me haga sentir bien? Si me impide en el camino de estar libre, pues tengo que romper con ello".

Sobre esta cuestión, otra persona notó la relación entre la ciencia y la moral. Habló de la necesidad y la base de la certeza científica en la línea del partido: que hay una base para el comunismo en el mundo de hoy y tiene que plasmarse por medio de la revolución. Eso es científico y, al igual que con cualquier ciencia, es falseable (lo que significa que es posible demostrar que es incorrecta, pero hasta ahora no se ha demostrado que es incorrecta). "Tenemos que basarnos en lo que sabemos y luchamos por ello, y a la vez estar abiertos a que se demuestre lo contrario. Por lo que una vez que uno empiece a entender que objetivamente se necesita esta revolución, y que lo de aferrarse a las maneras equivocadas de pensar que uno tiene o a las cosas que uno ha considerado como partes importantes de sí mismo pero que no contribuirán a hacer nacer esa revolución, no es tan difícil dejarlo todo. Eso se debe, además, a que uno sabe objetivamente que el mundo está tan jodido y no tiene que ser así, y que uno no es más importante que la humanidad".

También hablamos de la manera en que el capitalismo entrena a las personas de modo que consideren a sus ideas como propiedad, pero tal como BA ha dicho, ¿qué tiene importancia?: el contenido de la idea o que la idea es suya (de uno)? Nos adentramos en el concepto de la propiedad intelectual, el daño concreto que hace en el mundo de hoy (lo que implica el que ciertos medicamentos que salvan vidas están protegidos por patentes y millones de personas han sufrido o muerto innecesariamente), y además cómo dicha propiedad impide la búsqueda general de la verdad. Las personas caen en el subjetivismo cuando "sus" ideas son objeto de críticas o se sienten bien cuando "sus" ideas se respetan cuando en realidad lo importante no debería ser si se trata de "su" idea o no, sino de lo que es cierto y la importancia de luchar por lo que es cierto. Aquí vuelve a entrar en juego la analogía al partido como un equipo de científicos: que lucha por conocer y cambiar el mundo.

Al mismo tiempo, hay y debe haber mucha individualidad (que es distinta al individualismo). Esta individualidad, o sea, el hecho de que las personas tienen diferentes características, diferentes puntos fuertes y débiles, diferentes formas de abordar las cosas... es decir todas esas cosas, cuando se combinen en un sentido unificado común, es una gran parte de nuestra fuerza. Hablé un poco del ejemplo de Clyde Young, el miembro del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, fallecido hace poco. Ese aprecio de quién era él como individuo, la persona tal singular y maravillosa que era, es manifiesto en el hermoso obituario del Partido: su humor y picardía, su amor por la música y el ajedrez, su fiereza y determinación en la lucha revolucionaria. Lo extrañamos muchísimo y su muerte es una pérdida muy concreta y dolorosa. Al mismo tiempo, debido a su papel de dirigente, queda el reto muy grande de tomar su lugar. En primer lugar, nadie puede reemplazarlo. Al mismo tiempo, hace falta que muchas personas se activen para tomar su lugar y hacer suyo lo que representaba su vida. Les dije a los participantes que eso era también algo que era importante que contemplaran profundamente.

Al llevar la discusión a su conclusión, leí la parte final de un discurso del PCR dado en la primavera de 2014, "Dónde nos encontramos en la revolución". Es un pasaje muy largo, pero lanza muy fuertemente el reto ideológico, a la vez que da una importante orientación sobre la manera de responderle y no responderle:

…quiero terminar mencionando a este partido. Volvamos a las cuestiones planteadas al principio: que los gobernantes son demasiado fuertes... que la gente está hecha un desastre... y las fuerzas revolucionarias son muy débiles. Hemos hablado de dónde nos encontramos con las primeras dos cuestiones, y cómo las cosas pueden cambiar. Pero sin un partido —sin ESTE partido—, la gente no tiene ninguna oportunidad real. Así que, de nuevo, veamos de frente la realidad. Este partido tiene una gran línea, y tiene a un gran líder en BA, y sus miembros tienen mucha dedicación. Es muy genial y muy valioso tener a este partido — es sumamente importante que los avances, las lecciones, de toda una etapa de revolución comunista, incluyendo las grandes luchas de la década de 1960 en el mundo, no sólo no se han perdido sino que se han desarrollado en la nueva síntesis del comunismo Y ADEMÁS que existe una organización decidida a aplicar esa nueva síntesis, esa línea a la realidad, a fin de llevarla a cabo y hacer una revolución.

Pero aparte de no estar ni de lejos un partido tan grande como tenemos que ser y podríamos ser en concreto, inclusive en las condiciones de hoy, nos enfrentamos a otros problemas. Durante la última década hemos estado pasando por una Revolución Cultural al interior de nuestro propio partido — una que va directamente contra la forma en que todas las tendencias que mencioné que surgieron después de la derrota de la década de 1960 y luego, de aún más importancia, después de la revocación del socialismo en China, habían estado afectando al mundo en su conjunto y también a nuestro partido —un partido que después de todo, no podía y no debe ser herméticamente separado del mundo— lo que ha hecho que algunas personas le dieran la espalda a la revolución, pensaran que no es posible y ni siquiera deseable. Esta Revolución Cultural, liderada por BA, ha sido abrumadoramente algo positivo y rejuvenecedor —en un sentido muy concreto, salvó a nuestro partido como un partido de la revolución— a la vez que continúa la lucha en nuevas formas. Pero también nos ha costado — algunos individuos lo han abandonado y algunos se han metido en el Internet y se han dedicado a una misión para justificar dicho abandono mediante ataques en nuestra contra —y en contra de BA en particular—, ataques en formas que sirven objetivamente al enemigo.

Al mismo tiempo, si bien tenemos a personas jóvenes a todos los niveles de nuestra dirección, una gran parte de nuestro núcleo dirigente son veteranos de la década de 1960 — y no nos estamos volviendo más jóvenes; la edad está cobrando un saldo.

Para decirlo sin rodeos —para decir las cosas muy directamente—, nos encontramos en una etapa en la que o vamos a reascender los picos de la revolución, vamos a emprender una trayectoria en la que esta línea y este partido vayan cobrando influencia en la sociedad y vayan cobrando fuerzas, a la vez que vaya luchando contra la represión, los ataques y las dificultades de diverso tipo... o vamos a salir con los huesos rotos y vamos a dejar de existir; y de ocurrir lo último, eso tendrá consecuencias negativas y dolorosas de inestimable valor para el mundo.

Y sin embargo, ¡hay un mundo por conquistar! Piense en Egipto, donde hace tres años aparentemente de la nada —pero NO de la nada—, millones de personas se levantaron contra el régimen gobernante. ¿Qué hubiera implicado eso si, por ejemplo, en 2006 o hasta en 2008 alguien en Egipto hubiera dado un discurso similar al que di hoy — un discurso que expusiera las posibles formas en que esa sociedad —que en ese momento, recuérdense, parecía MUY estable si solo se considerara la superficie— posiblemente pudiera venirse a pedazos, donde las fuentes de estabilidad de la noche a la mañana se convirtieran en fuentes de desafíos y cambios? Piense en los retos que se presentaban en 2011 y desde ese entonces para el pueblo de Egipto que durante décadas había anhelado un cambio real. Piense en qué tanto hubiera importado la presencia de una vanguardia como éste, con una base de apoyo y una orientación activa, una vanguardia que pudiera dar dirección en esa situación... piense en qué tanto hubiera importado eso.

No hubiera comenzado con una mayoría, ni siquiera cerca de eso; y sí, hubiera tenido que luchar contra diversas ilusiones acerca de “movimientos sin líderes” y “revoluciones en Facebook” y “el ejército y el pueblo son una mano”, y que hubiera tenido que ir directamente contra el fundamentalismo religioso violento y la misoginia violenta y todo eso. Como mínimo, hubiera implicado un camino muy difícil. Pero eso ha ocurrido en todas las revoluciones — ninguna revolución comunista auténtica nunca tuvo un camino fácil, las auténticas revoluciones comunistas van en contra de la tradición y en contra de los cauces espontáneos en los que el pensar y la actividad de la gente tienden a fluir; las revoluciones triunfan mediante la superación y transformación de esos obstáculos y no mediante retoques.

Pero ¿qué hubiera implicado el que algunas personas hubieran dicho, hace cinco, seis o hasta dos años antes de que la situación hiciera erupción, “hagamos esto — pongámonos a forjar la dirección que en realidad podría liderar a una revolución y utilicemos el tiempo que tenemos ahora para sentar las bases y acumular fuerzas PARA esa revolución”? Sin embargo, en parte debido a todo lo que he descrito, incluyendo la debilidad internacional del comunismo, nadie lo hizo, y ahora veamos el espectáculo de horrores que se produjo — que casi se ha empeorado porque las esperanzas de la gente, después de haber crecido, terminaron por desvanecerse. Eso es lo que ocurre —ya sea por la represión o por el caos— cuando NO haya una vanguardia que puede liderar a las personas a llevar las cosas hasta el final. No es una elección entre tener trastornos y no tener trastornos. No es una elección entre sufrir y no sufrir. Es una elección acerca de lo que podría resultar del trastorno y el sufrimiento.

Y no se trata de si los imperios caerán; todos los imperios en la historia han caído. Se trata de qué reemplaza a ese imperio. Si nada más se reemplaza por una nueva forma de opresión, levemente embellecida, con otros rostros… según lo dicho por BA, pues no nos interesa. Necesitamos que se difunda este método y este marco en todo el mundo, y en Estados Unidos tenemos que fortalecer al único instrumento que puede hacer eso — el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos.

Por lo tanto, el partido es muy crucial — por eso hemos introducido en nuestra consigna “NOSOTROS estamos construyendo un movimiento para la revolución”, una frase que abarca al partido, de modo que ahora nuestra consigna es:

“Nosotros ESTAMOS construyendo un movimiento para la revolución y estamos construyendo el Partido como su núcleo dirigente”.

Esto es algo en lo que todos pueden pensar — si conociste a nuestro partido hoy por primera vez, que lo conozcas; si lo apoyas, profundices ese apoyo; si trabajas con él, que fortalezcamos ese vínculo; si ya eres un miembro, ponte a tomar mayor responsabilidad e iniciativa y a contribuir todo lo que puedas; y si te estás acercando a él, como en el caso de algunos de los presentes, pues forcejees activamente con lo de ingresar en él.

Algunas personas están haciendo esto hoy. Estas personas, a medida que comiencen a ingresar al partido y a contribuir a ese nivel al proceso de la revolución y a fortalecerlo, pueden desempeñar un papel que va más allá de unos pocos individuos. Son, en un sentido concreto, parte de los nuevos iniciadores de una nueva etapa del comunismo, a escala internacional.

Ahora, tenemos que dejar muy en claro: que nadie deba ingresar a este partido de no estar convencido de los principios básicos del comunismo. Todos tienen dudas, y todos tienen que hacer rupturas en su modo de pensar para que estén en condiciones de considerar seriamente hacer el compromiso de por vida de ingresar a este partido. Yo lo sé porque lo hice. Además, lo que me condujo a cambiar mi pensar y a hacer esas rupturas era entender más a fondo, estar más convencido y tener un mayor sentido de urgencia de que nada menos que una revolución iba a ocuparse de lo que descubrí que es y era indignante acerca de la sociedad y que iba a ser necesario tener algún tipo de fuerza organizada.

Para aquellos que están bregando ahora con esta posibilidad, sabemos que ésta para nada es una decisión que se tome a la ligera. Pero dos cosas: una, que forcejees con estas cuestiones, no dejes que estas cuestiones nada más ronden por ahí; y dos, evites la perspectiva de “no cuenten conmigo” — que trates esta posibilidad desde la perspectiva de lo que la humanidad enfrenta en estos momentos, y lo que necesita en concreto, y luego a ver tu vida en ese contexto.

Dónde nos encontramos en la revolución es que EXISTE un partido que tiene la línea, la dirección y la determinación de derrotar concretamente a estos opresores... una estrategia que puede preparar mentes y organizar fuerzas PARA la revolución, para activar la participación de los miles hoy que encabezarían a los millones de personas de mañana... que estén dispuestas a asumir la responsabilidad de hacer lo que hay que hacer... pero en que hay una necesidad objetiva para que aquellos que quieran ver una nueva etapa de la revolución comunista den un paso adelante para asumir la mayor responsabilidad que puedan por este partido y para fortalecerlo.

Esto no es necesariamente una vida fácil —no recibirás mucha aceptación social o “aprobación”— existe la posibilidad constante de la represión y muchas veces la realidad de la misma, y eso sólo se intensificará... pero tampoco tienes que encogerte los hombros y alejarte de las duras verdades, y “decirte a ti mismo una historia que te permite aguantar el día”... no tienes que adormecerte a ti mismo hasta que toda tu pasión se haya ido... Pero, además, contarás con la alegría y el regocijo que acompañan los momentos en los que las masas populares EFECTIVAMENTE rompan las cadenas y la porquería de este sistema y muestren su potencial y en los momentos en que se hagan avances, avances concretos, hacia la solución de los problemas de la revolución, tanto en la teoría como en la práctica. Y contarás con la alegría general, tal como BA dijo en la Declaración del Año Nuevo, de “luchar por un mundo donde habrán desaparecido el sufrimiento y la locura que ahora expresan la vida cotidiana de las masas de la humanidad, y se abrirán dimensiones totalmente nuevas de la libertad y el potencial humano para las personas en todas partes, ya sin las divisiones entre rico y pobre, amo y esclavo, gobernante y gobernado. Ya no se pelearán y se matarán entre sí, pero sí trabajarán juntos por el bien común. Ya no destruirán la tierra, pero sí actuarán como los dignos guardianes de la misma. Eso es el comunismo, la meta de nuestra revolución, un futuro —para la juventud, para toda la humanidad— al cual en verdad vale la pena dedicar nuestra vida…. Ahí está el reto. Ahí está la dirección. Lo que hace falta... es usted”.

Pesaba una especie de fuerte ambiente en la sala mientras los participantes palpaban todo eso. Un par de personas traían una sonrisa muy amplia, profundamente conmovidas por la realidad y la posibilidad. Otro par de personas claramente contemplaban la responsabilidad. Era muy tarde en ese momento y nos preparábamos para levantar la sesión, pero alguien hizo una pregunta adicional la que no habíamos tratado lo suficiente: "¿Qué diferencia hay entre estar en el partido y ser un activista revolucionario?" Se trata de una pregunta muy importante y de algo sobre lo que las personas a menudo se confunden.

Una joven mujer del Club Revolución que es una estudiante y ha estado haciendo mucho trabajo en su escuela para construir la resistencia de masas y propagar la revolución, habló de una experiencia reciente la que le dio una idea más profunda de este tema. Dijo que ha pensado mucho acerca de su escuela, de los obstáculos, lo que nos hace falta para abrir paso, etc. Pero fue a una reunión reciente que trataba un tema distinto, de luchar por hacer un gran avance en una esfera particular y eso le dio una perspectiva mucho más amplia; de que ella ha estado centrándose en su escuela, pero tenemos que ver a toda la sociedad. Utilizó el ejemplo de ser un actor en el escenario, que tenga su personaje, memoriza el diálogo, etc. Pero el partido ve la manera en que todo se desarrolla, se responsabiliza de todos los personajes, de la dirección de la obra, etc. El Partido es el responsable de toda la revolución, y no sólo de una parte de ella.

Aunque no se trate de una analogía perfecta (entre otras cosas, porque es necesario que todo aquel que trabaja con el movimiento para la revolución vea todo el proceso), había algo muy importante en lo que ella comentaba. Estar en el Partido no es una cuestión cuantitativa, o sea, no implica que uno nada más tenga que trabajar más duro. Se trata de algo cualitativo que implica que uno se responsabilice de la línea del Partido y se responsabilice de la revolución en su conjunto. Me referí a lo que leí anteriormente sobre lo que eso implica, sobre todo en este momento: que hacen falta nuevos iniciadores de una nueva etapa de la revolución comunista. En un momento en que nos encontramos en una situación objetiva que cambia rápidamente con un enorme potencial, urge en este momento que "organícense para una revolución concreta". Esto no traerá ninguna consecuencia sin un Partido Comunista Revolucionario creciente en el núcleo dirigente. Todos aquellos que entienden eso tienen la responsabilidad de luchar por él, de manera activa y profunda.

*He aquí los artículos suplementarios que les di a los participantes para leer:

Viendo Fruitvale Station con Bob Avakian

Lo que el mundo necesita ahora, más que otra cosa, son comunistas: Algunas reflexiones sobre la pasión individual, el yo y el proceso revolucionario

Responsabilizarse por la línea del partido, al más alto nivel

Egipto 2011: Millones se han puesto de pie con heroísmo… El futuro está por escribirse, Una declaración de Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

• “Resoluciones de 1995 sobre dirección: Sobre líderes y dirección”: Primera parte: El partido no tiene más razón de ser que servir al pueblo, hacer la revolución y Segunda parte: Algunos puntos acerca de la cuestión de la dirección revolucionaria y los individuos que la desempeñan

 

Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

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