Un acto sin precedente:
Detenida marcha antiaborto en Washington, D.C.
26 de enero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
Recibimos esta carta de Mary Lou Greenberg, quien fue una de los manifestantes detenidos el 22 de enero en la contra-protesta a los antiabortistas en Washington, D.C.
Lo de ayer de veras no tenía precedente, no ha ocurrido nada parecido antes. Tal como sabe la gente que lee revcom.us/Revolución, se han dado férreos ataques al aborto, de los fascistas cristianos, otros fundamentalistas religiosos, la iglesia católica, etc. Desde la despenalización del aborto en la decisión Roe v Wade en 1973, se han celebrado actos en Washington, D.C. contra dicha decisión. Dicen que es una "marcha por la vida", pero en efecto es una marcha por la esclavización femenina.
Fin al Patriarcado estaba decidido a dirigir a la gente a hacer una declaración muy poderosa acerca de lo que está en juego en esta batalla. Tiene que ver con la vida y el futuro de las mujeres. Y no tiene nada que ver con lo que las fuerzas antiaborto afirman, de que se trata de "salvar bebés". Se trata de si habrá ¡la liberación de la mujer o la esclavización de las mujeres! Se lanzó esta declaración en las narices de esta "marcha por la vida" anual que siempre se utiliza para azuzar a las fuerzas antiaborto, inculcarlos de una rectitud moral, de la que en realidad estas fuerzas no tienen nada.
Trajeron a miles de personas por autobús, entre ellas muchos jóvenes de escuelas católicas y de otras religiones. En el mitin de denuncias que celebramos poco antes de nuestra acción, en el que diversas personas hablaron, incluida la presidenta nacional de NOW (Organización Nacional para la Mujer), varios grupos de jóvenes en edad escolar pasaban por donde se iniciaba la marcha contra el aborto. Conversábamos con ellos acerca de la verdad, sobre lo que en efecto es el aborto y qué horror lo es la prohibición del aborto para las mujeres. Cuando sus maestros vieron eso, les dijeron a sus alumnos que siguieran su camino, pues no querían que los jóvenes hablaran con nosotros y se enteraran de la verdad. Esperemos que les hagan reflexionar lo que dijimos y las imágenes que teníamos de las mujeres que murieron por abortos ilegales.
Fin al Patriarcado había pedido que la gente acudiera a la Corte Suprema el 22 de enero e hiciera políticamente frente a los antiabortistas. Participaron personas que trabajan con Fin al Patriarcado, así como otras personas que habían venido a ponerse de pie por las mujeres, desde Cleveland, Detroit, diferentes partes de la costa este. Acudieron personas de la oficina de la NOW en Washington, D.C. que estaban allí con sus letreros, así como las personas que vinieron con pancartas hechas en casa porque querían estar en contra de las fuerzas antiaborto. Había estudiantes que habían oído de la acción.
La policía washingtoniana tenía una fuerte presencia para proteger a la marcha contra el aborto. Cuando la marcha di vuelta sobre la calle que separa los jardines del Capitolio de la Corte Suprema, vimos toda una falange de policías formados a lo largo de la calle, en sidecares motorizados y coches de policía. Detrás, a lo largo de varias cuadras, venía lo que los antiabortistas afirman que fue la "marcha por la vida" más grande que ha habido.
Activistas de Fin Al Patriarcado y otros se bajaron a la calle y la taparon con una manta de color anaranjado brillante, "Aborto al pedido y sin pedir disculpas", otros letreros y enormes retratos creados por artistas de las mujeres que habían sido asesinadas por los abortos ilegales y las restricciones al aborto. Los vehículos de la policía se acercaban hacia nosotros a un ritmo progresivo, hasta que estaban justo en frente de nosotros. Se acercaron muchísimo y uno de los sidecares se topó con mi pierna, y ahí se detuvieron, ante las decididas mujeres y hombres que rechazaron dejarse intimidar y respondieron con coros: "¡No más ‘chicas buenas’, nosotros estamos en pie de lucha!" "Sin este derecho básico, no puede haber libertad para las mujeres, ¡aborto a solicitud y sin pedir disculpas!" Durante 40 minutos, se impidió que progresara la marcha antimujer y anti-aborto, y sólo volvió a avanzar cuando la policía arrestó a unos activistas y los obligó a salirse de la calle.
Esta fue la primera vez que se ha puesto un alto a la marcha antiaborto anual de los antiabortistas, con un contundente mensaje y presentación, de que no sólo es necesario luchar contra estos ataques al aborto y a las mujeres, sino que nosotros efectivamente luchamos en contra de estos antiabortos. No tenía precedentes tanto el propio mensaje como la forma en que se dio: en las calles, una confrontación directa política a estas fuerzas fascistas que se han llevado el día de hoy, el aniversario de Roe v Wade, durante demasiado tiempo. Si bien se han celebrado protestas con motivo de este día cada año en el pasado, incluyendo unos actos de Fin al Patriarcado, y yo personalmente he participado, ha sido necesario que fuera más allá de los coros y pancartas, aunque los coros y pancartas que teníamos en esta ocasión eran muy poderosos, por ejemplo las enormes fotografías de mujeres que murieron a causa de abortos ilegales, por lo que esta lucha es por la vida de las mujeres.
De 75 a 100 personas se tomaron la calle. No contamos con un gran número de personas en comparación con la marcha de los antiaborto, pero sí tuvimos una gran determinación de hacer esta declaración política y de convocar a otras personas a ponerse en pie, llenas de corazón y valor. Después de unos 30 minutos, los policías entraron en acción para hacer arrestos. Arrestaron a ocho de nosotros. Nos metieron en un furgón policial, nos llevaron a la comisaría de policía cerca de la Corte Suprema y nos tuvieron encerrados varias horas. Nos tomaron las huellas digitales y nos acusaron de conducta desordenada. Volveremos el 11 de febrero para una vista de nuestro caso.
En el vehículo policial, coreamos: "Cada generación tiene una obligación para con la liberación de la mujer". En la furgoneta, había individuos de diferentes generaciones. Soy de la generación que se activó en los años 1960, y yo he sido una revolucionaria comunista muchos años. Me dio orgullo y gran alegría estar presente con las jóvenes mujeres que emprendían esta batalla: no sólo una batalla que es preciso emprender una generación tras otra, sino como parte de hacer la revolución en Estados Unidos y de crear un mundo completamente nuevo, siendo la liberación de la mujer una parte fundamental y crítica. Esta fue una gran experiencia para mí y todos los presentes. Todos se sentían una gran alegría de hacer lo que hace falta y de manifestar a las personas de todas partes que estamos en lucha por ganar esta batalla por la vida de las mujeres.
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