A 50 años de Selma:

Recortes a los derechos civiles, la encarcelación en masa, el asesinato policial desenfrenado... Nos hace falta una REVOLUCIÓN CONCRETA

2 de marzo de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Estados Unidos, 1965: Los policías y el Ku Klux Klan atacan con saña a los negros en Selma, Alabama por buscar el derecho al voto, los golpean con bates de béisbol y porras, gases lacrimógenos y látigos... Los policías brutales, justicieros vigilantes racistas los matan… la segregación "sólo para blancos" del Jim Crow todavía prevalece en todo el Sur y en el Norte… los negros están hacinados en ghettos desmoronados; obligados a asistir a escuelas saturadas en los barrios pobres de las ciudades con presupuesto insuficiente; detenciones, golpes y asesinatos por parte de la policía; mantenidos en los trabajos peor pagados, más peligrosos, si es que encuentran trabajo...

Estados Unidos, 2015: A medio siglo más tarde, un Nuevo Jim Crow de criminalización y encarcelación en masa de hombres negros y latinos ha generado una situación en la que más hombres negros están en las prisiones hoy que fueron esclavos en 1850; el desempleo galopante para los negros en ciudades de todo Estados Unidos; a 60 años desde que la Corte Suprema de Estados Unidos puso fin a la odiosa "doctrina de separados pero iguales", las escuelas públicas están más segregadas ahora que en los años 1960; la policía mata a los jóvenes y hombres negros en todas las ciudades de Estados Unidos: por estrangulamiento en una acera en Nueva York, a balazos al caminar por la calle en Ferguson, Misuri, en un parque de Cleveland, en el metro en Oakland; los justicieros vigilantes racistas matan con saña a jóvenes negros y los tribunales de todas las instancias los dejan en la impunidad. Y en efecto, con mayor frecuencia, privan a los negros del derecho al voto, supuestamente el derecho más "sagrado" de la ciudadanía estadounidense, a una tasa de 7 veces mayor que la de los blancos.

De veras nos hace falta una revolución.

La poderosa y hermosa efusión de protesta contra la brutalidad y asesinato policial, la que arrancó en Ferguson en el verano de 2014, y que pronto floreció de costa a costa, sacudió a Estados Unidos de una manera que no se había presenciado desde los años 1960 y principios de los 1970. Quedaron al desnudo ante el mundo la realidad actual y la larga historia de opresión aplicada con saña a los negros. Decenas de miles de personas se han adentrado en las grandes preguntas, vitales e importantes, y las han debatido y estudiado. ¿Por qué están tantos negros y latinos en las prisiones? ¿Por qué es que la policía sigue aterrorizando y matando a los jóvenes negros? ¿Qué se requerirá para detener, por fin, este asesino espectáculo de horrores que ha durado décadas... y siglos?

Diferentes personas y grupos vienen desarrollando diferentes análisis de los problemas que viven los negros en esta sociedad y sacan conclusiones diferentes acerca de la solución a estos problemas. Sólo un enfoque va a la raíz del problema. En efecto, no es posible hacer que sea “más justa” esta sociedad estadounidense, este sistema del capitalismo-imperialismo. La opresión brutal del pueblo negro es un componente esencial del "estilo de vida estadounidense", y no es posible eliminarla dentro de este sistema.

1965: Police use dogs to attack civil rights marchers in Birmingham, Alabama.

1965: La policía utiliza perros policiales para atacar a manifestantes de derechos civiles en Birmingham, Alabama.

2013: Police attack protest against cop murder of Kimani Gray in Brooklyn, NY.
2013: La policía ataca a una protesta contra el asesinato policial de Kimani Gray en Brooklyn, Nueva York. Fotos: AP

Es necesario que las personas reconozcan la realidad. Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, expresó un punto de partida esencial para entender la historia y la realidad actual de Estados Unidos: “Sin la esclavitud, Estados Unidos no existiría tal como lo conocemos hoy. Eso es una verdad simple y básica” (Lo BAsico 1:1).

No es posible solucionar el problema que tenemos ante nosotros en el marco de lo que pidió Martin Luther King, Jr. Tampoco se puede resolverlo con un nuevo movimiento de derechos civiles. Por manera tan radical en que uno intente interpretar estas visiones, el resultado conducirá a alguna forma de lo que existe hoy. El "sueño estadounidense" ha sido una pesadilla de siglos para los negros y otros oprimidos. En esta sociedad capitalista, ése es un sueño de “salir adelanté” como individuo… sobre el lomo de otras personas, lo que incluye a otras personas en todo el mundo; dejar que unas cuantas personas que han estado excluidas de ese sueño le saquen una tajada a este sueño, no puede cambiar su repugnante y aborrecible esencia.

Las "promesas de la democracia" en realidad se han construido sobre la base del látigo del capataz de esclavos, el dogal de la turba de linchamiento, las granjas de trabajo de la penitenciaria, los fusiles, llaves de estrangulamiento, porras y cámaras de tortura en el confinamiento solitario de la policía. Dichas “promesas” se han construido sobre la base del genocidio de los amerindios y el robo de sus tierras, las invasiones en todos los rincones del mundo, los aviones no tripulados, los torturadores, las maquiladoras y las ciudades miseria. Que nadie quiera sacar una tajada de “salir adelante” o estar incluido en esa versión de la democracia.

La esclavización, el terror de las turbas de linchamiento y la encarcelación en masa de los negros; el genocidio contra los amerindios; el robo de territorio a México; la profundamente arraigada y continua brutalidad y asesinato por parte de la policía contra los negros y latinos no son lamentables aberraciones ajenas a la manera en que se podría hacer que funcionara el sistema del capitalismo-imperialismo. Así funciona dicho sistema; esas cosas se hallan en toda cadena de su “ADN”, son manifestaciones de su esencia opresora y explotadora. Y no hay más posibilidades de cambiarlo que la de transformar a un león en vegetariano. El problema es el sistema del capitalismo-imperialismo que tiene a la opresión de los negros empotrada profundamente en todos los aspectos de su funcionamiento. Por eso, no solucionarán los horrores que agobian a las personas ni el sueño de Martin Luther King ni un nuevo movimiento de derechos civiles, pues en el mejor de los casos, ambas propuestas representarían intentos de reforma y no arrancarían de raíz y eliminarían el capitalismo.

Pero una revolución sí lo podría hacer: una revolución comunista concreta hasta el final que se deshaga de este sistema de punta a punta y de ahí luche por un mundo libre de toda explotación y opresión, en todas partes; un mundo en el que la mayoría de los seres humanos querrían vivir. Algo menos, todo el que quede corto de tal revolución, dejará intacta la maquinaria de opresión que ya ha causado tantísimo dolor y sufrimiento.

Constitución para la Nueva República  Socialista en América del Norte (Proyecto de texto)La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) del PCR fue escrita con el futuro en mente. Tiene la intención de plantear un modelo básico, y los principios y las pautas fundamentales, para el carácter y el funcionamiento de una sociedad y un gobierno radicalmente diferentes a los ya existentes: la Nueva República Socialista en América del Norte, un estado socialista que encarnaría, institucionalizaría y fomentaría relaciones y valores radicalmente diferentes entre las personas; un estado socialista cuyo objetivo final y fundamental sería lograr, junto con la lucha revolucionaria por todo el mundo, la emancipación de toda la humanidad y el inicio de una época completamente nueva en la historia humana —el comunismo— mediante la abolición final de todas las relaciones explotadoras y opresivas entre los seres humanos y de los conflictos antagónicos destructivos que surgen de esas relaciones.

Lea la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), del PCR, en revcom.us/pcr.

La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) expone un marco político-jurídico de una futura sociedad verdaderamente emancipadora, que derroque y arranque de raíz toda opresión. Esta Constitución no es una utopía; se basa en cuatro décadas de trabajo de parte de Bob Avakian (BA), el presidente de nuestro partido, de adentrarse profunda y científicamente en la experiencia de las anteriores revoluciones, y en otros acontecimientos de la sociedad humana. Representa la aplicación de la nueva síntesis del comunismo de BA para determinar concretamente cómo un poder estatal revolucionario nuevo podría transformar esta sociedad por el camino de eliminar la explotación y superar todas las divisiones opresivas entre las personas… la forma en que haría todo eso a la vez que apoyara la revolución en todo el mundo, como parte de la misma, y satisficiera las necesidades materiales y culturales de las personas de una manera que costaría trabajo concebir hoy… ¡hasta que usted lea este documento!

Veamos un ultraje escandaloso y típico, pero totalmente innecesario, de la vida cotidiana del capitalismo: En una sociedad revolucionaria, con la toma del poder se habría disuelto las fuerzas del orden de la vieja sociedad que maltrataban y denigraban a los jóvenes negros y latinos, que operaban como un ejército de ocupación, que lisiaban y mataban bajo el pretexto de la seguridad. ¡Y se haría eso solamente en el primer día! Se crearían nuevas fuerzas del orden público, las que protegerían los triunfos de la revolución. Asegurarían la seguridad y los derechos de la población, como el derecho de responsabilizarse del rumbo de la sociedad. Estas nuevas fuerzas del orden público ayudarían a las personas a resolver de maneras no antagónicas las disputas y problemas entre sí.

Por lo que se refiere a la opresión de los negros y otros oprimidos, la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) estipula, entre otras cosas:

En vista de los atroces crímenes, la opresión y las injusticias perpetrados por la antigua clase dominante y gobierno de los Estados Unidos de América contra las diversas nacionalidades minoritarias, para plasmar la unión voluntaria y unidad creciente de los diversos pueblos en la Nueva República Socialista en América del Norte y para propiciar que los principios y objetivos establecidos en la presente Constitución tengan el efecto más poderoso, se proscribirá y se prohibirá la discriminación contra las nacionalidades minoritarias en todas las esferas de la sociedad, incluida la segregación en la vivienda, educación y otras áreas, y el gobierno central y el de otros niveles adoptarán y concretarán medidas y pasos para superar los efectos de la discriminación y segregación y el legado general de la opresión a la cual estos pueblos han estado sometidos.

Eso no es una quimera. Se trata del mundo que podría existir. He aquí lo que se halla entre el sistema bajo el cual vivimos ahora y ese futuro mundo: UNA REVOLUCIÓN CONCRETA. Hablamos en serio. Somos plenamente conscientes de que tal revolución traería mucho sacrificio y dificultad. Pero ya se ha hecho el trabajo, de nuevo por parte de BA, de trazar el camino desde donde nos encontramos hoy, a medida que se desenvuelvan las cosas, hasta que se pudiera movilizar en concreto a millones de personas para una toma del poder total, y la forma en que, cuando eso se ponga a la orden del día, se podría derrotar a las fuerzas de represión violenta desplegadas por los explotadores. Todo eso rebasa el ámbito de lo que podemos comentar aquí, pero he aquí lo importante: existe el marco esencial en la “Declaración del Partido Comunista Revolucionario, SOBRE LA ESTRATEGIA PARA LA REVOLUCIÓN”, y en “Sobre la posibilidad de la revolución”.

Con el levantamiento de Ferguson y todo lo que brotó posteriormente en todo Estados Unidos, la gente se puso de pie de una manera que no lo había hecho en décadas. Y por eso, las posibilidades de la revolución se abrieron de una manera que no se había hecho durante muchísimo tiempo. No hay garantías, pero existe la posibilidad de que una revolución pudiera desarrollarse a partir del mayor desenvolvimiento de lo que estalló en Ferguson y más allá, junto con la agudización de otras contradicciones y conflictos en la sociedad y en el mundo, y el trabajo de la vanguardia, el Partido Comunista Revolucionario.

Si usted quiere luchar contra la opresión y ponerle FIN... si anhela el cambio... si ve que tenemos que ir más allá de los programas arraigados en el sueño estadounidense o de las fantasías de una "revolución" sin líderes y sin programas claros..., pues le urge conocer a este partido y luchar codo a codo con él.

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