El frente más reciente en la guerra contra la mujer:

La nueva ley fascista de Kansas criminaliza la mayoría de los abortos del segundo trimestre

13 de abril de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 7 de abril, el gobernador del estado de Kansas firmó una ley que criminaliza la mayoría de los abortos del segundo trimestre de gestación. La ley “Unborn Child Protection from Dismemberment Abortion Act” [Ley de Protección del Niño No Nacido del Aborto por Desmembramiento] utiliza lenguaje deliberadamente falsa, no científico e incendiario para prohibir el procedimiento más seguro y médicamente aceptado para abortos durante el segundo trimestre. Los médicos en Kansas que ofrecen este procedimiento a sus pacientes ahora se enfrentarán a cargos de delito menor o grave.

Esta nueva ley, promovida activamente por el National Right to Life Committee [Comité Nacional pro Derecho a la Vida] como parte de su programa legislativa de 2015, constituye una nueva ofensiva importante en el asalto implacable y sistemático contra el derecho más fundamental de la mujer de controlar su propio cuerpo y determinar si y cuándo tener un niño. El 8 de abril, la legislatura de Oklahoma adoptó un proyecto de ley similar, y hay otros proyectos de ley similares en Misuri, Carolina del Sur y Dakota del Sur. Es preciso protestar y oponerse activamente a todas estas leyes y proyectos de ley.

Julie Burkhart de la Trust Women Foundation [Fundación Confiar en la Mujer] y el South Wind Women’s Center [Centro de la Mujer Viento del Sur] en Wichita, Kansas ha llamado la ley de Kansas “el acto para intimidar y criminalizar a los médicos”. Kansas ha venido siendo un centro de los ataques fascistas contra la mujer y los médicos que atienden a mujeres. En 2009, en Wichita, Kansas, un fascista anti-aborto asesinó a sangre fría al Dr. George Tiller, uno de los pocos heroicos proveedores de abortos tardíos en todo Estados Unidos. Y Kansas es uno de los estados que ya cuentan con algunas de las leyes más draconianas diseñadas para crear obstáculos insuperables para las mujeres que buscan abortos — la notificación a los padres, un período de espera de 24 horas, y el obligatorio ultrasonido fetal.

La nueva ley de Kansas prohíbe “el aborto con desmembramiento”, lo que define como “causar la muerte de un niño no nacido, desmembrar deliberadamente a un feto vivo y extraer a dicho niño no nacido del útero, pieza por pieza a través de la utilización de pinzas, pinzas de agarre, fórceps, abrazaderas de laboratorio, tijeras o instrumentos similares que, a través de la convergencia de dos palancas rígidas, cercena, aplasta o agarra una parte del cuerpo del niño no nacido con el fin de cortar o arrancarla”.

Esta descripción espeluznante y totalmente acientífico y no médico está deliberadamente diseñada para promover la mentira perjudicial de que el aborto sea un asesinato y que los fetos sean bebés — todo en aras de estigmatizar aún más un procedimiento que es absolutamente esencial para la capacidad de la mujer para controlar su vida y su salud. La verdad: ¡Un feto NO es un bebé! ¡Y el aborto NO es el asesinato!

Adentremos en la ciencia de esto. Un feto no es un “niño no nacido” — es tejido vivo que crece y se desarrolla pero que no es todavía un ser humano y no tiene ninguna vida separada de la vida de la mujer en cuyo útero está. Para más información sobre la ciencia de lo que es un aborto, lea “Qué es un aborto y por qué la mujer debe tener ese derecho; La vida no se puede y no se debe preservar siempre”.

El procedimiento que se prohíbe —el uso de fórceps— es una parte esencial del proceso de dilatación y evacuación (D y E), el método de aborto que se utiliza para los embarazos en el segundo trimestre de gestación, cuando el procedimiento fácil de aspiración por vacío ya no es posible. Aunque el aborto en el segundo trimestre es todavía un procedimiento muy seguro, es más complicado. El feto, aunque todavía lejos de ser capaz de sobrevivir por separado de la mujer (incluso al final del segundo trimestre) es más grande, y es necesario removerlo del útero de la mujer en pedazos. Se hace con una combinación de fórceps para remover las piezas grandes de tejido, el raspado en que se raspa suavemente la pared uterina para remover el tejido, y finalmente la succión para asegurarse de que se haya eliminado todo el tejido.

Prohibir el uso de fórceps prohíbe efectivamente el procedimiento de D y E y obliga a una mujer a recurrir a la única otra alternativa aún disponible: un aborto inducido por medicamentos, lo que utiliza una combinación de drogas que terminan el embarazo y provocan el parto. Este procedimiento implica dos o tres días de espera, y en el segundo trimestre a menudo se debe efectuarlo en un hospital debido al aumento del riesgo de complicaciones. Aunque ambos procedimientos son seguros con la atención médica adecuada, existe un riesgo de complicaciones significativamente mayor con el aborto inducido en el segundo trimestre.

Es totalmente inaceptable que se promulguen leyes que dictan a un médico cuales de los procedimientos médicos seguros y establecidos él/ella puede o no puede ofrecer a un paciente. Esta creciente ola de una nueva ronda de leyes —la que los fascistas en contra del aborto como el Comité Nacional del Derecho a la Vida promuevan y guían por las legislaturas estatales— es un mal presagio, llegando tras décadas de asesinato y terror dirigidos a los proveedores de aborto y su pacientes.

Es el último frente en una amplia guerra contra la mujer, una guerra que ha forzado que se clausuraran decenas de clínicas por todo Estados Unidos, haciendo que efectivamente a grandes sectores de la población el aborto no esté disponible, especialmente en las zonas rurales, lo que no dejan a las mujeres más remedio que tomar medidas drásticas y poco seguros para tratar de poner fin a sus embarazos. La vida de las mujeres está en juego. El movimiento anti-aborto nunca se ha tratado de los bebés, siempre se ha tratado de reducir a la mujer a ser una incubadora y robarle la capacidad para tomar decisiones sobre su vida y contribuir a la sociedad de la manera más completa.

¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas! ¡La mujer NO es una incubadora! ¡La maternidad obligatoria constituye la esclavización femenina!

 

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