El embajador de Trump ante Israel:
Un indicio de una mano de hierro en el Oriente Medio

1° de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 16 de diciembre, Donald Trump anunció el nombramiento de David Friedman como embajador estadounidense ante Israel.

Un periódico israelí describió a Friedman como “más duro en sus puntos de vista que el primer ministro Benjamin Netanyahu”, el actual líder de Israel y bien conocido por invadir la Franja de Gaza y masacrar a miles de civiles palestinos. Un comentarista israelí dijo que Friedman “podría encajar” en uno de los partidos extremistas de Israel, “pero sólo en su periferia derechista”. El historiador militar Andrew Bacevich dijo que si lo que quiere es la estabilidad en el Oriente Medio, esto indica cambios que “nos llevarán exactamente en el sentido contrario... aumentarán la posibilidad de violencia” y “extenderán los conflictos que han abrumado esa parte de el mundo”.

Friedman es un partidario fanático de Israel y un fascista empedernido. Su orientación es dar apoyo total a las posiciones más derechistas y las fuerzas más rabiosas de la sociedad israelí, y atacar y satanizar al pueblo palestino y a todo aquel que apoye o siquiera compadezca a ellos, lo que incluye a un gran número de judíos tanto en Israel como en Estados Unidos

Friedman dice que espera con anticipación hacer su nuevo trabajo “desde la Embajada de Estados Unidos en la eterna capital de Israel, Jerusalén”. Le dijo a Noticias ABC que despedirá a los empleados del Departamento de Estado que se niegan a aceptar esta medida provocativa.

Hacer de Jerusalén la capital de Israel —una ciudad que tres religiones consideran sagrada, y la probable capital de cualquier estado palestino del futuro— rompe con la política estadounidense anterior que ha combinado el respaldo económico, militar y diplomático a los crímenes de Israel contra los palestinos con intentos de dar la impresión de ser un “intermediario honesto” neutral entre Israel y los palestinos. Hacer de Jerusalén la capital de Israel constituye acabar con aun la pretensión de respetar los derechos nacionales y humanos del pueblo palestino.

Y la frase “capital eterno” representa el apoyo oficial del gobierno estadounidense al fanatismo religioso sionista — la idea de que dios les dio “la tierra de Israel” a los judíos hace miles de años, y que este “don” permanece vigente, a pesar de que los palestinos han sido los habitantes de la tierra durante muchos siglos. En otras palabras: “nuestro dios es más grande que el tuyo, y tenemos las armas nucleares para respaldar nuestra posición”.

Friedman es un partidario rabioso del movimiento de los colonos, un movimiento armado de rufianes sionistas que se apoderan violentamente de tierras palestinas en ciudades y pueblos, expulsan a los residentes y construyen “asentamientos” restringidos a judíos como bases cuasi militares para suprimir a los palestinos en las áreas vecinas. Estos colonos son la vanguardia de la limpieza étnica de los palestinos por parte de Israel, e incluyen una fuerte tendencia genocida.

Friedman ha declarado repetidas veces que cualquier judío estadounidense que critique el trato de Israel a los palestinos (incluso judíos que apoyan a Israel en general) son “mucho peores que los kapos — los judíos que denunciaron a sus compañeros judíos en los campos de exterminio nazis... es difícil de imaginar a una persona peor”.

Los embajadores no formulan política, sino que la implementan. Pero al seleccionar a David Friedman, Trump señala que su plan es respaldar sin cuestionar a Israel y sus crímenes, y dar rienda suelta a los elementos racistas y anti-palestinos más rabiosos de la sociedad israelí. Este nombramiento no sólo significará aún más sufrimiento y privación para el pueblo palestino, sino que señala claramente una política de mano de hierro en todo el Oriente Medio.

 

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