Masacran a hombres, mujeres y niños en Yemen…
Bajo el pretexto de salvar vidas estadounidenses

16 de febrero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Yemen mapMapa: revcom.us

 

Nawar al-Awlaki, de 8 años de edad, una de las nueve criaturas menores de 13 años que murieron en el ataque del 29 de enero, 2017.
Nawar al-Awlaki, de 8 años de edad, una de las nueve criaturas menores de 13 años que murieron en el ataque del 29 de enero, 2017.

El 29 de enero, en la oscuridad del pre-amanecer, fuerzas especiales del Navy Seal Team 6 y comandos de los Emiratos Árabes Unidos fueron helitransportados al centro de Yemen, el pequeño país empobrecido en la extremidad de la península Arábiga. Aterrizaron cerca de una pequeña aldea agrícola en el distrito Yakla de la provincia de al-Bayda. El plan de ataque fue elaborado bajo el presidente Obama, y llevado a cabo por el régimen de Trump yPence. Se dice que fue la primera operación militar del régimen.

Los militares estadounidenses habían “visitado” este pueblo antes. En el 2013, bajo Obama, un avión no tripulado atacó una celebración de una boda, dejando muertos a 12 civiles.

El 29 de enero, con aviones no tripulados volando por encima, 50 soldados estadounidenses y sus perros militares caminaron hacia el pueblo, supuestamente en una misión para capturar a un miembro de “alto valor” de Al Qaeda de la Península Arábiga e importante información. La matanza comenzó cuando el hijo de 11 años del Sheikh Abdelilah Ahmed al Dahab oyó algo y miró por una ventana para ver qué era. Le dispararon instantáneamente. “A quién se le hubiera ocurrido que los infantes de marina nos atacarían en nuestras propias casas para matarnos, matar a nuestros hijos y matar a nuestras mujeres”, le dijo al Dahab a la Oficina de Periodismo de Investigación (BIJ), que detalló lo que sucedió durante este ataque por sorpresa estadounidense.

Dos líderes tribales y un hombre de 80 años también salieron a averiguar lo que estaba sucediendo, y a ellos también los mataron. Los Seals rodearon una de las casuchas de ladrillo que es parte de la aldea, y abrieron fuego indiscriminadamente, incluso disparando a los que intentaban escapar. “Los aldeanos dicen que la madre de siete hijos de 38 años, Fatim Saleh al Ameri, fue asesinada por fuerzas especiales cuando trataba de huir con su hijo de dos años, Mohammed. “Lo arrancamos de los brazos de su madre. Estaba cubierto con su sangre”, dijo Basil Ahmed Abad al Zouba, de 11 años, cuyo hermano de 17 años fue asesinado”. (BIJ)

Los aldeanos comenzaron a devolver el fuego. Pronto helicópteros estadounidenses llegaron y dispararon contra todo, incluyendo casas y gente huyendo, informa BIJ. Un misil golpeó la casa de Fahad Ali al Ameri, matando a su hija de tres meses su cuna. Miembros del reaccionario yihadista Al Qaeda de la Península Arábiga que acamparaban cerca se unieron a la batalla, que duró dos horas más.

Cuando terminó el combate, 25 civiles yemeníes estaban muertos. Nueve eran niños, de tres meses a 13 años. Al parecer, 14 miembros de Al Qaeda murieron así como un Seal de la Marina.

Entre los muertos, en lo que el periodista de investigación Glenn Greenwald describió como “un horrible símbolo de la continuidad bipartidista de la barbarie estadounidense”, estaban:

Abdallah Mabkhout al Ameri, un agricultor de subsistencia que era demasiado viejo para trabajar. Había sobrevivido a la masacre de la boda del 2013 que dejó muerto a su hijo mayor. El 29 de enero fue asesinado “junto a su hija de 25 años, Fatima, y su hijo de 38 años, Mohammed. Tres de los cuatro hijos de Mohammed también murieron — Aisha, 4, Khadija, 7, y Hussein, 5”, informó BIJ. “Otros nueve miembros de la familia ampliada también murieron”.

       

Otra víctima inocente, cuyos parientes habían sido ejecutados por Estados Unidos, fue Nawar al-Awlaki, de ocho años de edad. Su padre, el islamista Anwar al-Awlaki, ciudadano estadounidense, fue asesinado en 2011 en un ataque de un avión no tripulado que Obama había aprobado, y dos semanas más tarde otro avion no tripulado estadounidense mató a su hermanastro de 16 años, Abdulrahman al-Awlaki, también ciudadano estadounidense. Nawar estaba escondida en el interior cuando una bala le pegó en el cuello. Nadie podía darle asistencia médica debido a la agresión estadounidense, y se desangró y murió dos horas después.

“Es verdad que su objetivo fue [al-Qaida], pero ¿por qué tuvieron que matar a niños y mujeres y ancianos?”, dijo Zabnallah Saif al-Ameri a BIJ. “Si una matanza así hubiera ocurrido en su país, habría muchos gritos sobre los derechos humanos. Cuando matan a nuestros hijos, se callan”.

¿Por qué le desearía alguien “éxito” al imperialismo estadounidense?

Trump y sus secuaces fascistas declararon inmediatamente que la masacre en Yemen fue un “éxito”. ¿Por qué? Porque, según el portavoz de prensa de Trump, Sean Spicer, “impidió futuras pérdidas de vidas aquí en Estados Unidos”. Trump, quien prometió durante la campaña matar a las familias de sospechosos de “terrorismo”, emitió una declaración lamentando la pérdida de vida... de un estadounidense, un asesino en masa del Seal Team 6: “Los estadounidenses están entristecidos esta mañana con noticias de que la vida de un miembro del servicio heroico haya sido tomada en nuestra lucha contra el mal del terrorismo islámico radical”.

Nadie con sentimientos y una conciencia debe aceptar la lógica enfermiza y putrefacta de justificar el asesinato en masa en aras del imperio en nombre de salvar vidas estadounidenses, ya sea que el crimen sea cometido por los republicanos más “tradicionales” o por los demócratas como Obama o por los fascistas como Trump.

¿A dónde lleva tal lógica? A justificar los cientos de ataques con aviones no tripulados en Yemen desde 2002 que probablemente hayan matado a más de 1.000 personas, incluyendo civiles... al apoyo estadounidense (bajo Obama y Trump) a la campaña de terror de los salvaje bombardeos contra mercados, escuelas y barrios residenciales por parte de Arabia Saudita — una campaña de bombardeos que ha causado la mayor parte de las 10.000 víctimas civiles en la guerra en Yemen... y al apoyo estadounidense al bloqueo terrestre y marítimo impuesto por los saudíes con el fin de someter a los yemeníes con la hambruna, privándoles de alimentos, un bloqueo que ya ha llevado a 12 millones de personas al borde del hambre.

Es la lógica de cometer genocidio e incendiar el mundo para salvar a Estados Unidos — en realidad, intentar “salvar” al imperialismo yanqui.

Nadie con una pizca de preocupación por la humanidad debería querer que nada de esto tenga éxito. El deseo de que Estados Unidos tenga éxito es el deseo de que tenga “éxito” un imperio asesino de esclavitud y opresión mundial que amenaza al planeta y al futuro de la humanidad.

No. Debemos acoger los fracasos y derrotas de nuestros gobernantes, porque las acciones que llevan a cabo son para el imperialismo y son totalmente injustas, totalmente inmorales y totalmente ilegítimas. Los fracasos y derrotas de los gobernantes pueden debilitar su dominio del poder y su dominación sobre las masas, y hacer más difícil que cometan más crímenes. Y aumentan las posibilidades de una revolución comunista que podría reemplazar a este sistema criminal y anticuado con algo radicalmente diferente y mucho mejor.

(Para una discusión más profunda de la centralidad del internacionalismo y del derrotismo revolucionario, los lectores deben leer “El internacionalismo — El derrotismo revolucionario”, “El internacionalismo y una dimensión internacional”, y “El internacionalismo — Forjar otro camino”, en español, en EL COMUNISMO NUEVO de Bob Avakian).

Como parte de preparar el terreno para una verdadera revolución, hay una necesidad urgente de una oposición mucho más masiva (o “oposición vehemente”, como Glenn Greenwald dice, escribiendo para The Intercept) a los crímenes estadounidenses en todo el mundo — crímenes que el régimen Trump-Pence ya amenaza y se prepara para escalar como una parte clave de su agenda fascista. Muchos miles de personas están justamente indignadas por las mentiras de Trump, sus deportaciones, sus prohibiciones a los musulmanes y los refugiados, sus ataques a la prensa y mucho más. Una pregunta para usted: ¿Por qué no deben estar igualmente indignados y protestar con igual vigor por los crímenes y abusos de Trump dirigidos a millones y potencialmente miles de millones de personas que viven fuera de las fronteras de Estados Unidos?

 

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