La artimaña del regimen de Trump para evadir los amparos judiciales e imponer una prohibición a los musulmanes

29 de marzo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Al mismo tiempo que el régimen de Trump / Pence impugna en los tribunales los interdictos temporales contra su prohibición de viajar a los musulmanes, y a la vez que Trump declara “Vamos a ganar”, el régimen está implementando políticas que ya han impuesto restricciones severas a los viajes a Estados Unidos no sólo a personas de los seis países de mayoría musulmana de la prohibición musulmana 2.0, sino en la mayor parte del mundo. Al hacerlo, han implementado silenciosamente mucho, si no toda, su prohibición musulmana.

El 23 de marzo, el New York Times informó: “Los cables diplomáticos enviados la semana pasada por el secretario de Estado Rex W. Tillerson a todas las embajadas estadounidenses instruyeron a los funcionarios consulares a intensificar ampliamente el escrutinio. Fue la primera evidencia de la ‘revisión extrema’ que el señor Trump prometió durante la campaña presidencial”.

Exentos de esta “revisión extrema” son 38 países. Casi todos estos están en Europa, además de algunos otros como Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Japón (desde hace algún tiempo, los visitantes a corto plazo a Estados Unidos de estos 38 países están exentos de tener que solicitar visas en las embajadas de Estados Unidos, pero los de todo el resto del mundo están obligados a hacerlo antes de visitar los Estados Unidos). Incluidas en las nuevas políticas: el resto del mundo, lo que incluye toda África y el Medio Oriente, y casi toda América Latina y Asia.

En lugar de documentar instrucciones explícitas a las embajadas para perseguir a los musulmanes, los cables de Tillerson emplean palabras como “los funcionarios consulares no deben dudar en rechazar cualquier caso que presente preocupaciones de seguridad”. E instruyen a los consulados de Estados Unidos a designar “grupos de poblaciones de personas que han hecho solicitudes que justifiquen un mayor escrutinio”.

A las personas señaladas para este escrutinio hay que interrogarlas sobre no sólo su historia de viaje, sino todas sus direcciones durante 15 años; y todos los números de teléfono, direcciones de correo electrónico y nombres que han utilizado en las redes sociales en los últimos cinco años. Greg Siskind, un abogado de inmigración, dijo al Washington Post que los médicos, profesores universitarios e investigadores encontrarán retrasos o rechazos si son de “ciertos países, o religiones” [note bien: religiones]. Y Siskind dijo al Washington Post que piensa que parte de la investigación a la que someterán la población tiene el fin de crear bases de datos de relaciones entre personas basadas en sus amigos en Facebook y seguidores en Twitter.

En referencia a estas directivas, Stephen Legomsky, el abogado principal de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía Estadounidense bajo la administración de Obama, le dijo al Washington Post: “A mi parecer, es una artimaña para evadir los amparos judiciales... Los amparos [de los tribunales federales, contra la prohibición a los musulmanes] bloquean la ejecución de una prohibición de viajar bajo orden ejecutiva. Pero no contienen nada que prohíba específicamente las nuevas reglas sobre la denegación de visas en el extranjero”.

       

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