La Marcha por la Ciencia del 22 de abril —
Por qué importa

3 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Los científicos y otros que defienden la ciencia tienen programada una marcha para el 22 de abril en protesta por los ataques a la ciencia y la verdad, y en apoyo del papel de la ciencia en el gobierno y la política pública, y por la misma integridad del propio proceso científico. Además de una gran marcha en Washington, D.C., habrá más de 400 marchas satélite sobre el tema en ciudades por todo Estados Unidos y el mundo. La mayoría de las principales organizaciones científicas respaldan la marcha, convocando a sus miembros a manifestarse. Se anticipa la participación de decenas de miles, si no cientos de miles, de personas el 22 en todo Estados Unidos — y en todo el mundo.

La marcha se originó y ha cobrado ímpetu y apoyo en respuesta a los ataques del régimen de Trump y Pence a la ciencia, ataques generalizados y con blancos específicos, impulsados por una agenda ideológica y política y al servicio de tal agenda.

En este artículo, analizamos algunos de los frentes clave de estos ataques a la ciencia, por qué importa defender la ciencia, cómo se originó la marcha, cuáles lecciones podemos sacar de esta experiencia, y cómo esto puede contribuir a la lucha más grande que se necesita. Vamos a seguir cubriendo esto, e invitamos a las y los lectores a enviarnos sus ideas y percepciones, y déjennos saber si quieren ofrecerse de voluntarios para ayudar a cubrir las marchas, o de otras formas.

I. Los ataques del régimen a la ciencia, por qué importan — y la lucha en su contra

Poco después de la toma de posesión, el equipo de transición de Trump pidió listas de empleados y contratistas del Departamento de Energía que habían asistido a reuniones sobre el calentamiento global. Bien pareció una recabación de nombres para una caza de brujas, en el contexto más amplio de la negación del calentamiento global por Trump durante toda su campaña, los ataques a la Agencia de Protección Ambiental (EPA por las siglas en inglés) y las amenazas de recortar sus fondos y una campaña intensificada de las fuerzas derechistas fascistas contra los científicos climáticos. Los científicos empezaron a hacer copias de respaldo de sus datos y a tomar otras medidas para conservar las investigaciones y hallazgos importantes acumulados durante décadas, al mismo tiempo que el régimen se inició el amordazamiento oficial de los científicos gubernamentales. Aunque la desproporcionada parte del impacto del calentamiento global afectará a las masas de la humanidad en las naciones oprimidas, conocidas como el tercer mundo, una parte importante de la investigación al respecto cuenta con financiación y se realiza en Estados Unidos, el país, hasta hace poco, que ha sido la fuente más grande de las emisiones de los gases de efecto invernadero, los que causan el calentamiento global. Se trata de una amenaza catastrófica con consecuencias planetarias para miles de millones de personas potencialmente afectadas por la elevación del nivel del mar, el aumento del número y la intensidad de las hambrunas, sequías y huracanes, y el agotamiento general de los recursos de agua dulce como el deshielo de los glaciares. Basado en una ideología profundamente anti-ciencia y anti-medio ambiente, el régimen ha vuelto a otorgar permisos para que los oleoductos Dakota Access y Keystone vuelvan a emprender la construcción —ambos oleoductos se había perfilado como centros de la batalla para proteger el medio ambiente y el planeta— al mismo tiempo que está recortando el presupuesto de la EPA y ha nombrado como su jefe a alguien que rechaza el mero hecho de que el planeta se está calentando debido a los gases de efecto invernadero. Por limitadas que fueran las medidas del acuerdo de Paris de 2015 sobre el calentamiento global en la restricción y reducción de los factores que contribuyen al calentamiento global, este régimen está amenazando con salirse del mismo, lo que suscita incertidumbre y la posibilidad del colapso total del tratado y el marco sobre el clima.

El régimen de Trump y Pence también ha recortado dramáticamente los presupuestos de importantes instituciones científicas y de salud pública, como los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y otros organismos de investigación científica que no tienen que ver de forma directa con la producción de armas. El enfoque profundamente anti-ciencia de este régimen se manifestará en aún más censura de los hallazgos, el amordazamiento de los científicos, la supresión de fondos y la restricción del papel de la ciencia en la política pública cuando entre en contradicción con su agenda o los intereses corporativos. Y lo anterior es solo un vistazo de los ataques generalizados a la ciencia que el régimen ya ha iniciado. Su prohibición de los musulmanes y sus ataques a los inmigrantes también han afectado a la comunidad científica, la cual en Estados Unidos consta de manera desproporcionada de personas nacidas en el extranjero — y además los científicos han emprendido una resistencia a estos ataques, haciendo declaraciones públicas contra estos ataques y pidiendo más inclusión y diversidad en general. Revolución/revcom.us ha venido cubriendo y seguirá cubriendo estos ataques, y alentamos a nuestros lectores a comunicarse con nosotros sobre el tema, informándonos de tales ataques.

Junto con los ataques a la ciencia en ámbitos como la salud pública y el medio ambiente, el dominio de la extremadamente anti-científica agenda ideológica fascista cristiana es profundamente peligroso. Uno de los frentes principales del ataque fascista a la ciencia va contra el hecho de la evolución —de que toda la vida en el planeta Tierra ha evolucionado de ancestros comunes durante al menos 3.5 mil millones de años— porque contradice directamente su interpretación textual de la Biblia. Estos fascistas cristianos promotores de la interpretación textual de la Biblia han librado campañas bien financiadas y engañosas para socavar e incluso prohibir la enseñanza de la evolución en las escuelas, a pesar de que la evolución es uno de los hechos más bien establecidos y comprobados en la historia de la ciencia, y han convocado a fuerzas políticas para promover el creacionismo bíblico como una ciencia. Betsy DeVos, la nueva secretaria de Educación de Trump, es una fascista cristiana que ha estado profundamente comprometida a imponer esta concepción del mundo a la sociedad. Ahora, con sus manos en las palancas de la educación, estas fuerzas pueden hacer un gran daño, negándoles a generaciones de niños la ciencia de la evolución y el método científico.

¿Por qué es que esto importa, no sólo para la educación científica sino para la emancipación de la humanidad? Todos necesitan entender los hechos básicos de la evolución, así como los elementos esenciales del método científico. Ardea Skybreak captura esto en su libro La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo: Saber qué es real y por qué importa:

Cuando privan a los individuos de un enfoque científico de la realidad en su conjunto, les quitan una apreciación completa de la belleza y riqueza del mundo natural, así como de los medios para conocer la dinámica del cambio no solamente de la naturaleza, sino también de la sociedad humana.

Los ataques de este régimen a la ciencia se dan en el contexto más amplio de un asalto generalizado contra la noción misma de la verdad como la correspondencia con la realidad (vea “Los ‘hechos alternativos’ de Donald Trump contra la verdad”). Trump se ha vuelto infame por simplemente inventar tonterías, alegar cosas que sirven a sus intereses y agenda cuando le conviene. Ha calificado de “noticias falsas” cualquier realidad o hechos opuestos a su agenda o que critican a él, y sus secuaces como Kellyanne Conway han calificado su ficción y narrativas de “hechos alternativos”. ¡NO! Aquello, por definición, es un oxímoron. Si bien este asalto total contra la realidad y la verdad tiene precedentes en la trayectoria fascista y la base social que los republicanos representan —como por ejemplo los medios de comunicación como Noticias Fox o la anterior administración republicana de George W. Bush— Trump representa un salto cualitativo más allá de todo que ha pasado anteriormente.

Marchas programas para todo Estados Unidos al 27 de marzo de 2017. (Para agrandar el mapa, haga clic el mapa) Mapa de La Marcha por la Ciencia

 

Todo esto constituye el telón de fondo, contexto, objetivo y factor impulsor para la Marcha por la Ciencia del 22 de abril. Al poner en primer plano la “celebración de la ciencia”, al romper las barreras para que la gente pueda hacer ciencia y acceder a la ciencia, la misión de la marcha incluye un claro llamado a actuar (nuestra traducción):

Frente a una tendencia alarmante a descreditar el consenso científico y restringir el descubrimiento científico, podríamos preguntar: ¿podemos darnos el lujo de no alzar la voz en su defensa?

Las personas que valoran la ciencia han permanecido en silencio durante demasiado tiempo frente a las políticas que ignoran la evidencia científica y ponen en peligro tanto la vida humana como el futuro de nuestro mundo. Las nuevas políticas amenazan con restringir aún más la capacidad de los científicos de investigar y comunicar sus hallazgos. Nos enfrentamos a un futuro posible en que la gente no sólo ignora la evidencia científica, sino que trata de eliminarla por completo. Permanecer en silencio es un lujo el que ya no podemos darnos. Debemos mantenernos unidos y apoyar la ciencia.

Esta postura es positiva y, a pesar de que no menciona explícitamente el régimen de Trump y Pence en la declaración de misión, todos entienden de qué se trata esta marcha. En este sentido se parece a la Marcha de las Mujeres del día después de la toma de posesión de Trump. Asimismo, un elemento muy positivo de la misión de la marcha es su orientación aguda general sobre la epistemología científica (cómo las personas adquieren el conocimiento y cómo saben que algo es verdad, y el método científico que se necesita para hacerlo), en términos básicos procede de acuerdo a la perspectiva del mundo y del dominio público del conocimiento humano, en lugar del estrecho interés nacional de Estados Unidos de “hacer que Estados Unidos tenga grandeza”. La misión de esta marcha, que ya es mundial, termina con: “Debemos sacar la ciencia de los laboratorios y revistas y compartirla con el mundo” (énfasis añadido).

Este es un sentimiento positivo. ¡La ciencia importa!

La entrevista a Ardea Skybreak, Ciencia y revolución: Sobre la importancia de la ciencia y la aplicación de la ciencia a la sociedad, la nueva síntesis del comunismo y la dirección de Bob Avakian, desmitifica y le da vida a la importancia de la ciencia, mostrando por qué la ciencia se aplica a toda la realidad natural y social. En la entrevista, Skybreak declara que la ciencia es “...una herramienta muy poderosa. Es un método y un enfoque que nos permite poder decir qué es la verdad, qué corresponde a la realidad tal como en realidad es.... La ciencia es un proceso basado en la evidencia.... La ciencia nos permite confrontar e identificar los problemas, reconocerlos y encontrar la manera de solucionarlos, en lugar de huir de ellos…. Sin ciencia estamos a la merced de ser manipulados, o de tener nuestra forma de pensar manipulada y de no ser capaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo cierto y lo falso”.

II. Una breve nota sobre los orígenes de la Marcha por la Ciencia — y las lecciones que hay que sacar

Los orígenes de esta marcha revelan tanto los amplios sectores de personas que detestan lo que representa este régimen — como la rápida movilización que puede materializarse, si se actúa de manera decisiva sobre las contradicciones sociales y la necesidad sentida, de modo científico y de acuerdo con los intereses de las masas populares.

Según informes de prensa, Jonathan Berman, investigador postdoctoral de la Universidad de Texas, estaba cada vez más horrorizado por los ataques de este régimen a la ciencia, especialmente los informes iniciales sobre el amordazamiento de los científicos del clima gubernamentales, y comenzaba a considerar la situación como inadmisible a medida que iba conociendo más. Las protestas de masas del día después de la toma de posesión, la Marcha de las Mujeres, lo inspiraron. Al confrontar la necesidad de algo similar con relación a los ataques a la ciencia, la tomó de corazón y actuó al respecto. Aquí se ve lo que se hace posible —la iniciativa, la creatividad y el desafío de las personas— una vez que se convenzan de la necesidad de actuar. Como señala la declaración del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, “Algunos puntos de orientación estratégica para el período entrante”: “Esto es lo que se necesita, a una escala masiva y creciente”.

Berman estableció una página de Facebook, y pronto se le unió otra co-iniciadora de la marcha, la investigadora de salud pública, Caroline Weinberg. Según las noticias, la membrecía de la página de Facebook creció de 200 la primera noche a 300.000 la noche siguiente. Un factor positivo fue la certeza del llamamiento inicial que emitieron (nuestra traducción):

Aunque esto se iniciará con una marcha, esperamos utilizar esto como punto de partida para tomar una posición por la ciencia en la política. Recortar fuertemente los fondos y restringir el que los científicos comuniquen sus hallazgos (¡de investigaciones financiadas con impuestos!) al público es absurdo y no se puede permitir como política. Esta es una cuestión no partidista que va mucho más allá de las personas en los campos de STEM y debe preocupar a cualquier persona que valora la investigación empírica y la ciencia.

Hay ciertas cosas que aceptamos como hechos sin alternativas. La Tierra se está calentando más debido a la acción humana. La diversidad de vida surgió por medio de la evolución. Los políticos que desvalorizan la erudición se arriesgan a tomar decisiones que no reflejen la realidad y hay que hacer que rindan cuentas. Un gobierno estadounidense que ignora la ciencia a fin de perseguir agendas ideológicas pone en peligro al mundo. (énfasis añadido)

Esto es un ejemplo de cómo fuerzas pequeñas que actúan en torno a contradicciones profundas con la certeza científica pueden hacer algo con gran impacto y hacer que se materialicen las fuerzas necesarias para hacer lo que se necesita.

III. La importancia de la marcha — para la crucial batalla política para expulsar a este régimen fascista, y para crear un mundo mejor

Políticamente en este momento, esta marcha de los científicos y de aquellos que defienden la ciencia es significativa. Si bien no se presenta esta protesta, ni explícita ni oficialmente, como una protesta anti-Trump, esto es el sentimiento que impulsa su entusiasmo y organización. Al recalcar la necesidad de ACTUAR y de manifestarse en las calles, y de proceder, como orientación general, de acuerdo a los intereses del mundo, este sector de la población que está actuando de modo que rompa con las normas convencionales —“los científicos en las calles”—, tiene el potencial de contribuir a inspirar a otros, y a la resistencia de masas que se necesita para expulsar a este régimen.

Desde muy temprano se ha brotado un debate sobre si esta marcha es algo bueno o no — y este debate continúa.

En un artículo de opinión del New York Times, Robert Young dice que la marcha es una mala idea, que “…tratar de recrear la Marcha de las Mujeres claramente política solo serviría para reforzar la narrativa de los conservadores escépticos de que los científicos son un grupo de presión que politiza sus datos, investigaciones y hallazgos para sus propios fines”. Young es un profesor de geología costera de la Universidad de Carolina Occidental, y contó su experiencia de estar bajo ataque de los escépticos del calentamiento global, empresarios de bienes raíces y otros por sus investigaciones que consideraban desfavorables, a pesar de ser meticulosas, y que él teme la creciente polarización.

Varios científicos respondieron casi inmediatamente, lo cual causó mayor interés y le dio más ímpetu a la marcha, a la vez que reforzaba el argumento de que esta marcha SÍ es una muy buena idea.

Por ejemplo, sin referirse directamente a Young, Rush Holt, el presidente de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por las siglas en inglés), respondió a esta controversia en un poderoso editorial en la revista Science. Después de criticar la prohibición a los musulmanes por impedir lo que se necesita para que florezca la ciencia, agrega que “lo más perturbador” es “que se tomen decisiones políticas sobre la base de aseveraciones ideológicas en vez de basarse en los hechos que se pueden verificar. Ver a funcionarios públicos citar ‘hechos alternativos’ deja pasmados a los científicos” (énfasis añadido). Esto es importante porque la ciencia es un proceso que se basa en la evidencia. Además, al tratar las inquietudes de los científicos ante su entrada al terreno político, Holt dice:

Tomar acción es el mejor camino cuando la ciencia está bajo amenaza o cuando la ciencia puede iluminar asuntos públicos. Los científicos no se deben engañar con la idea errónea de que la política es sucia en comparación con la empresa científica, y que por lo tanto deben evitar la lucha. Los científicos tampoco deben pensar que al quedarse al margen y al dejar que los hechos hablen por sí mismos, permiten que la razón prevalezca y que se marchiten los proponentes de políticas erróneas.

Un científico debe hacer grandes esfuerzos para evitar que la ideología, el sesgo o el pensamiento ilusorio contaminen la recabación o análisis de la evidencia — es decir, uno debe evitar la politización de la ciencia. Pero decir que lo contrario es cierto es una falacia. Uno no necesita evitar —de hecho, no debe evitar— la aplicación de la ciencia pertinente en las situaciones políticas o sociales donde puede ayudar a resolver problemas. La necesidad de mantener la pureza de la majestuosa empresa científica no debería utilizarse como un pretexto para la inacción. (énfasis añadido)

Por lo general, este llamamiento a la acción de entre los científicos y de aquellos que defienden la ciencia puede contribuir al movimiento que se necesita para expulsar a este régimen. Es algo que hay que apoyar y fortalecer por lo que es, y aquellos que participan en la batalla política para expulsar a este régimen fascista deben popularizar con osadía la posición de ¡NO! ¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!, planteando el argumento de que es urgente y NECESARIO expulsar a este régimen, ayudando a la gente a sacar conclusiones sobre el carácter cualitativo de que es parte de una forma específica de gobernar (el fascismo) que lo mantiene unido — recalcando la naturaleza global de todo esto, y la necesidad de derrotarlo como un régimen. La proyección de las acciones de los científicos a otros sectores sociales también puede contribuir a activar y movilizar a la gente hacia la NECESIDAD/POSIBILIDAD de expulsar a este régimen, es un factor que cambia el estado de ánimo.

Otros científicos, en respuesta al artículo de Young, tomaron de la historia de otros científicos en la vida pública —como Albert Einstein que alzó la voz contra las armas nucleares— y llamaron a un ambiente como el de los años 1960 cuando los científicos estaban mucho más en el ojo del público y en la plaza pública.

Al considerar el más amplio panorama, se ve que este fermento político e intelectual entre los científicos y aquellos que defienden la ciencia es algo muy bueno — con el potencial de contribuir a que se abra una brecha y cree un buen ambiente en el cual florezcan muchos interrogantes más profundos de que la gente necesita la ciencia para evaluar: por ejemplo: ¿cómo es que nos encontramos en esta situación con un régimen fascista que está librando una embestida total contra la ciencia y el pueblo?; ¿qué es lo que esto tiene que ver con el sistema del capitalismo-imperialismo bajo el cual vivimos?; ¿se puede aplicar la ciencia a la sociedad para determinar eso?; ¿qué clase de cambio —y hasta qué clase de revolución— se necesita para crear un mundo digno de la humanidad y en el que la humanidad misma podría ser un guardián digno de la Tierra?; ¿y qué se requerirá en la ciencia y la dirección?

 

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