Puntos de orientación acerca de Berkeley y Ann Coulter:

La cuestión NO es la “libertad de expresión” — La cuestión es el FASCISMO

29 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 26 de abril, Ann Coulter anunció la cancelación del discurso que estaba programado para el día siguiente en la Universidad de California-Berkeley. La controversia sobre su discurso ha suscitado todo tipo de confusión, y los siguientes puntos de orientación siguen siendo válidos. Continuaremos cubriendo esta controversia.

 

1) Ann Coulter es una descarada fascista y defensora de la horrenda violencia contra los oprimidos, así como la supresión de quienes ella considera como sus oponentes en la estructura de poder. Ha escrito 12 libros, aparece constantemente en las principales televisoras imperialistas y es un brazo intelectual del régimen fascista en la Casa Blanca. El veneno que vomita no sólo es profundamente falso, sino que es una expresión extrema de las ideas que el sector fascista de la clase dominante que ha tomado el poder está tratando de imponer sobre toda la sociedad. Lo hacen mediante el poder del estado y el uso de los medios de comunicación que controla, y al desatar y permitir que sus turbas fascistas aterroricen a los oprimidos, mediante ell aliento abierto así como la aprobación tácita. Ann Coulter ha tenido mucha oportunidad de propagar su veneno peligroso, mientras a aquellos que se le oponen cabalmente les niegan una plataforma.

2) El gobierno en nada está suprimiendo a Ann Coulter, así que toda la cuestión de la Primera Enmienda es un embuste, pues no tiene nada que ver con el tema en cuestión y sólo sirve para confundir y desorientar a la gente. Pero el líder de Ann Coulter, Donald Trump, no sólo promueve la represión violenta de la expresión con la que no está de acuerdo, sino que ha pedido la encarcelación y la privación de la ciudadanía a aquellos que queman la bandera estadounidense, la que es una forma de expresión que la Corte Suprema ha determinado que es protegida por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense. La “Primera Enmienda” y la “libertad de expresión” no tienen nada que ver en absoluto con el intento de Coulter de regar su veneno y para nada se puede dejar que lleguen a ser los términos de esta batalla.

3) Los fascistas han puesto en la mira a Berkeley como una manera de intimidar a los que se oponen a Trump y de hacer que se sometan. Han desatado a unas fuerzas que obviamente están entrenadas en la violencia y que se proponen convertirse en la milicia callejera del régimen en caso de que el régimen enfrente más manifestaciones y otras formas de resistencia en las calles cuando eso ocurra. La formación y desarrollo de escuadras de combate fascistas y el señalamiento de Berkeley es un paso sumamente ominoso.

4) Es absolutamente erróneo que cualquier persona que diga que reconoce la amenaza que representa el régimen de Trump y Pence y el daño real que están haciendo haga una comparación entre las fuerzas fascistas violentas organizadas con el respaldo del el régimen en el poder y el estado, por un lado, y aquellos que están decididos a oponerles resistencia, por el otro. Las expresiones de “imparcialidad” en este período constituyen manifestaciones de bancarrota moral. Es preciso que no ayudemos a aquellos que están en el poder, dividiendo al movimiento contra Trump en “manifestantes buenos” y “manifestantes malos”.

5) Hay un régimen fascista en el poder que está actuando rápidamente para reconfigurar radicalmente a esta sociedad sobre una base fascista: eviscerando la separación de poderes y la separación entre la religión y el estado, amenaza con una guerra nuclear en el mundo y sataniza y criminaliza a pueblos enteros mientras cambia las leyes y normas en Estados Unidos en una dirección fascista. Ya se puede decir que “Primero vinieron para los musulmanes y los inmigrantes…”. Los líderes fascistas como Ann Coulter, Milo Yiannopoulos, David Horowitz, etc., le ponen un delgado barniz intelectual a este programa fascista. Y millones de nosotros tenemos que ponernos de pie con claridad y firmeza y decir ¡NO! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a vivir en un Estados Unidos fascista.

Es imperativo que todas las personas que se oponen al régimen fascista de Trump y Pence salgan a manifestarse contra Ann Coulter y a los fascistas que la respaldan. Hay que deslindar los campos. Importa lo que ocurra en Berkeley en los días venideros.

 

       

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