Cuidado de salud en manos de los fascistas: “Si no tienen para pagarlo, no deben tenerlo”.

26 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En el principio de mayo, la Cámara de Representantes de Estados Unidos, empujado por Trump, aprobó la Ley del Cuidado de Salud Estadounidense (AHCA, por sus siglas en inglés) — para reemplazar la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), de Obama, que entró en vigor en 2010. Reemplazar la palabra “Asequible” con la palabra “Estadounidense” es completamente apropiado. Si la propuesta AHCA se convierta en ley, le quitará $880 mil millones a Medicaid en los próximos 10 años — un cuarto del presupuesto de Medicaid. Se calcula que ya para 2026, 14 millones de personas perderán sus servicios de salud.

Ahora el Senado está formulando su propia versión de la ley del cuidado de salud, que probablemente la cambiará de maneras importantes antes de que finalicen esa ley. Pero la propuesta de la Cámara de Representantes estableció el marco básico, por lo que hay que llamarlo por lo que es. Lo que estos monstruos están haciendo, en la manera más escalofriante y grotesca, es decidir quién vive y quién muere. Decidir quién perderá su cuidado de salud, y condenar de muerte a un número aún desconocido de personas que ya no podrán pagar el costo de seguro médico. Esto afectará de manera desproporcionada a gente negra, latina, indígena y otra gente oprimida, y también amenazará de muerte a sectores mucho más amplios de los pobres de todas las nacionalidades; los enfermos con condiciones preexistentes, mujeres, y una población creciente de personas de la tercera edad.

Un desastre para las mujeres

Esta propuesta es un desastre para las mujeres. Prohíbe que fondos federales financien a cualquier servicio que provee Planned Parenthood (la mitad de sus 2.5 millones de pacientes dependen de Medicaid), perjudicando aún más a mujeres negras y latinas. En 105 condados, especialmente condados rurales, Planned Parenthood es la única clínica que presta una gama completa de servicios de salud reproductiva. Esto negará a las mujeres servicios básicos como el chequeo para cánceres del cérvix y de los senos, que podrían salvarles la vida, y el acceso a métodos anticonceptivos. Esta propuesta podría permitir que las compañías de seguros definan como condiciones preexistentes a cosas como el tratamiento por asalto sexual, la violencia doméstica, la depresión posparto, el embarazo, y la cesárea — por lo que podrían cobrarles primas más altas a mujeres con esas “condiciones preexistentes”. Además, amenaza con quitar toda cobertura a los servicios de aborto — al prohibir subsidios federales para toda póliza de seguro que cubra el aborto. 

“Si no tienen para pagarlo, no deben tenerlo”.

Un congresista liberal recientemente contó la historia de un votante en su distrito que comentó que no estaba bien que el “Obamacare” proveyera el cuidado médico a algunas personas a las que no les alcanza para pagar, diciendo, “Si no tienen para pagarlo, no deben tenerlo”. Vaya manera de concentrar la lógica fea y reaccionaria al centro del capitalismo, que convierte en mercancía a una necesidad tan básica para la humanidad como la es el cuidado médico, al cual lo “merecen” los que pueden pagar, y los que no pueden, no lo merecen. ¡Qué tipo de sistema y qué tipo de sociedad fomenta semejante mentalidad!

Y ¿a quiénes se refieren este maldito y otros de su estirpe al decir que “no deben tenerlo”? Claramente, se refieren a los inmigrantes, la gente negra, latina, e indígena, y otras nacionalidades oprimidas en Estados Unidos. La realidad es que subsidios oficiales de todo tipo son dirigidos a los blancos de manera desproporcionada — y entre más alto se encuentran en la escala económica, mejor el seguro médico pagado por la compañía y mayores los beneficios oficiales surgidos de cosas como exenciones tributarias, con los beneficios más generosos destinados a los que menos los necesitan. (Vean “Unspeakable Realities Block Universal Health Coverage In America,” Chris Ladd, Forbes, 13 de marzo de 2017, en inglés.)

Cuidado médico para “Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza”

La lógica y el rumbo de la nueva Ley de Cuidado Médico Estadounidense que la Cámara de Representantes aprobó, y a la cual Trump aplaudió, están en completa consonancia con lo que el régimen de Trump y Pence quiere decir con “Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza”. Una piedra angular de la ideología de estos fascistas y el programa al cual están rápidamente implementando, es el argumento de que una importante causa del “debilitamiento” de Estados Unidos es que —en respuesta a los levantamientos de los años sesenta, especialmente los movimientos revolucionarios del pueblo negro y otros pueblos oprimidos— el gobierno ha interferido con el funcionamiento “natural” de la despiadada “sobrevivencia del más fuerte” del sistema capitalista-imperialista al crear e imponer un “estado benefactor”. A su parecer, las imaginarias “limosnas oficiales” destinadas a esos “parásitos” de piel oscura causaron las condiciones deterioradas que afectan a sectores numerosos de blancos de clase media baja y pobres. De hecho, la causa es el funcionamiento del sistema capitalista-imperialista, y las consecuencias de su carrera global por las ganancias. Este es un país que tiene la supremacía blanca racista y la xenofobia anti inmigrante profundamente arraigadas en su historia y su realidad actual.

Para reconocer de lleno la magnitud del crimen de convertir en ley la propuesta republicana/trumpista sobre el cuidado médico, miren las desigualdades despiadadas que ya existen ahora en el acceso al tratamiento médico que los de abajo en esta sociedad desesperadamente necesitan. (Vean, en inglés, “Inequality and the health-care system in the USA,” Samuel L. Himmelstein, MD, The Lancet, 8 de abril de 2017.) Para los 27 millones de personas sin seguro, no hay visitas rutinarias al doctor, ni estudios, tratamientos, o medicamentos rutinarios, debido al costo; en vez de tratar condiciones crónicas, tienen que esperar hasta que éstas se conviertan en emergencia antes de solicitar ayuda. Personas que sufren enfermedades psiquiátricas serias no pueden buscar tratamiento. Por encima de eso, para los negros y otras personas oprimidas, todo esto es magnificado por el lente de un racismo generalizado dentro del campo médico. Junto con la falta de una dieta saludable y los estreses que surgen de sobrevivir día a día en las zonas marginadas, las implicaciones de esta situación se vuelven genocidas para los oprimidos. 

Hoy día en Estados Unidos, las expectativas de vida de los estadounidenses más ricos son de 10-15 años más que las de los más pobres. En el período en que se debatía la ACA, había 45 mil muertes innecesarias al año en Estados Unidos debido a la falta de cuidado médico adecuado. El régimen de Trump y Pence y sus compinches fascistas en el congreso saben perfectamente bien que su ley del “descuido médico” para la grandeza estadounidense resultaría en la muerte para muchos — con los pobres y oprimidos en el primer lugar de la lista. ¡No podemos permitir que salgan con lo suyo en esto!

 

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