El ataque mundial de Trump al aborto = Privar a millones de personas de atención médica

24 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Un distintivo esencial del régimen fascista de Trump y Pence es su ofensiva acelerada contra mujeres, especialmente la embestida contra el aborto. Inmediatamente después de tomar el mandato, Trump adelantó esto con creces al reinstituir y expandir la orden de mordaza global, la cual Obama había cancelado. La orden de mordaza global es una política antiaborto que afecta a mujeres a nivel mundial. Ahora, el 15 de mayo promulgaron oficialmente una actualización trumpista aún más peligrosa de la orden de mordaza en un paquete de medidas llamado “Protegiendo la Vida en la Asistencia de Salud Global” (PLGHA por sus siglas en inglés).

La orden de mordaza, originalmente puesta en vigor por el presidente Reagan en 1984, prohibió fondos estadounidenses para organizaciones no gubernamentales (ONG) que “practican o activamente promueven abortos como método de planificación familiar en otras naciones” (énfasis añadido). Por causa de esta regla draconiana, los grupos que reciben fondos de Estados Unidos ni siquiera podían hablar sobre el aborto. Por eso la política es conocida como la orden de mordaza global.

Cuando la orden de mordaza global entró en vigor por primera vez, ya existía una prohibición del uso de la ayuda externa estadounidense para abortos, y esta prohibición continúa. Pero la orden de mordaza  global impone un control estadounidense sobre cómo las ONG que utilizan fondos de fuentes distintas a la ayuda estadounidense. Obligó a organizaciones de salud pública y planificación familiar que dependen de fondos estadounidenses, a hacer una elección: dejar de proveer ni abogar por el aborto, que es crucial para la salud de la mujer y para su vida en general — o seguir ofreciendo este servicio vital y perder fondos cruciales para sus otros servicios médicos importantes. La orden de mordaza global anteriormente se aplicó a las ONG que solicitaban fondos de dos fuentes: la Agencia de Estados Unidos por el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), que es la agencia principal que provee ayuda extranjera civil, y, después de 2003, el Departamento de Estado de Estados Unidos. Además, exentó algunos programas, como los relacionados con el V.I.H./SIDA.

Ahora el PLGHA del régimen de Trump y Pence extiende la orden de mordaza para eliminar los fondos que las ONG reciben de todos los departamentos y agencias gubernamentales estadounidenses — sin excepción. Anteriormente, la orden de mordaza retenía cerca de $600 millones al año. Ahora, el PLGHA, que afecta toda la asistencia médica global, retendría $8.8 mil millones al año – y afecta a un número mucho mayor de ONG. Incluyen ONG dedicadas a la prevención de VIH/SIDA (que representan $6 mil millones de los recortes), tratamiento del paludismo, la respuesta a Zika, y programas de salud infantil – además de programas de la salud reproductiva y la planificación familiar.

Se predice que muchos de los centros críticos de atención médica por todo el mundo ahora se verán obligados a cerrar. La falta de servicios de planificación familiar resultará en la muerte de aún más mujeres que recurren a medidas desesperadas como tomar ácido de batería o usar el alambre del gancho para terminar un embarazo.

La orden de mordaza global con esteroides del régimen de Trump y Pence sirve como grito de guerra para los fascistas cristianos que han batallado durante décadas por abolir el derecho al aborto y reforzar el control patriarcal, en Estados Unidos y el mundo, en aras de imponer su moralidad de la Edad de las Tinieblas. Los fascistas cristianos dicen que se trata de “proteger la vida”, pero es mentira. El feto NO es un bebé. La mujer NO es una incubadora. Negar el derecho al aborto impone a la mujer el estado de la esclavitud. Tony Perkins, jefe del Consejo de Investigación sobre la Familia, aplaudió el nuevo PLGHA y dijo, “Hoy, el presidente Trump cumplió otra promesa de campaña… el presidente Trump está manteniendo el compromiso que tiene con los casi 60 por ciento de los votantes por Trump que apoyaron a él y al vicepresidente Pence debido a su apoyo al programa del partido republicano respecto la vida y la libertad religiosa”.

Estos monstruos fascistas cristianos celebran una política que resultará en la aceleración de muertes y del sufrimiento indecible de incontables millones de personas por todo el mundo: Mujeres cuyas vidas quedarán destruidas por embarazos no deseados y que morirán de abortos inseguros; personas que ya no podrán conseguir medicina para el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades mortíferas; infantes y niños a los cuales se les negarán asistencia médica que les hubiera salvado la vida. Los abortos inseguros ya representan más o menos 13 por ciento de la mortandad materna a nivel mundial; aproximadamente 68 mil mujeres mueren como resultado de abortos inseguros y 97 por ciento de los abortos inseguros ocurren en países del Tercer Mundo. Ahora, aún más mujeres morirán.

La reinstauración y la fuerte intensificación de una política antiaborto que la administración demócrata anterior había cancelado no es simplemente una “oscilación del péndulo”. Avanzar con aún mayor velocidad y crueldad hacia la abolición del aborto es una importante pieza del reordenamiento fascista de la sociedad y del dominio político por el régimen de Trump y Pence. La nueva embestida del régimen contra el derecho de la mujer al aborto, la orden de mordaza global sobrealimentado, hará muchísimo daño a millones y millones de personas de todas las edades por todo el mundo. Hay que denunciarlo y resistirlo como parte de la lucha en conjunto por expulsar el régimen de Trump y Pence.

 

       

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