Proyecto de ley da luz verde al terror policial: ¡Hay que detenerlo!
31 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Desde hace décadas, bajo administraciones demócratas y republicanas, la policía de todo el país ha perfilado, hostigado, golpeado, torturado y asesinado a millones de personas, especialmente a los negros, latinos e indígenas norteamericanos. En los últimos años se ha visto un repunte de protestas contra este terror que llevan a cabo los oficialmente autorizados asesinos de uniforme azul, desde Ferguson hasta muchas otras ciudades, grandes y pequeñas, en todo el país. También se ha visto otras expresiones de justa resistencia, como los miles que luchan contra el oleoducto Dakota Access y en defensa de los derechos de los pueblos indígenas y en desafío a las fuertemente armadas fuerzas policiales, y los millones que se han lanzado a las calles, como durante la Marcha de las Mujeres y otras protestas contra Trump.
Ante esto, desde el principio el régimen de Trump y Pence ha dejado en claro su determinación fascista de “restaurar el orden público” — dar luz verde a los puercos policías vestidos de azul e intensificar a un nivel mayor la brutalidad y los asesinatos de la policía. Trump, Pence y el resto del régimen ponen la realidad patas arriba cuando acusan a los que protestan contra los asesinatos policiales de instigar la violencia, y solo falta que criminalicen abiertamente a quienes condenan, o simplemente critican a la policía o se niegan a colaborar con ella. Ahora, las fuerzas republicanas del régimen en el Senado y la Cámara de Representantes han presentado un proyecto de ley tóxico que se llama “Acta Respalda el Azul de 2017” que incrementaría de manera dramática los poderes de la policía.
Revcom.us seguirá informando sobre este proyecto de ley, pero por ahora estos son algunos de sus puntos clave:
El régimen de Trump y Pence tendría facultades para desestimar a los fiscales locales si el régimen considera que no se han portado de forma suficientemente agresiva o draconiana en la persecución de los que se oponen a la policía, incluyendo a las víctimas de la brutalidad policial y a quienes la denuncian, así como otros que protestan contra el régimen y el sistema entero. El proyecto de ley crearía nuevos delitos federales por agredir o matar a un policía local o estatal. Esto se aplicaría a todos los organismos del orden público que reciben ayuda federal —y como casi todos los organismos policiales reciben ayuda federal, el proyecto de ley sería aplicable a casi todos los policías locales. Esto quiere decir que, bajo el régimen de Trump y Pence, los fiscales federales podrían intervenir y ponerse a cargo de casos locales para acusar a una víctima de la brutalidad policial de graves delitos federales que conllevan años de prisión como pena. Esto no sería difícil de hacer, ya que hoy mismo, de rutina, a las personas que la policía brutaliza, incluso en las protestas contra la violencia policial así como en las protestas de otro tipo, los arrestan y acusan falsamente de “agredir” al mismo puerco policía que los agredió.
Sería casi imposible para las víctimas de la brutalidad policial y los familiares de las personas asesinadas por la policía presentar demandas civiles contra los policías. Los policías que matan a personas inocentes —aunque la víctima no tenga arma y haya un vídeo del asesinato— casi nunca son acusados de un delito, ni mucho menos son condenados. Unas cuantas víctimas de la brutalidad policial han logrado ganar demandas civiles contra la policía y obtener compensaciones monetarias. Bajo el nuevo proyecto de ley, aunque los policías claramente violen la ley cuando están brutalizando o matando a alguien, no serán responsables de los gastos del entierro si se logra comprobar que actuaron de la manera que lo hicieron porque la víctima, “más probablemente que no”, había participado en algún delito. Por ejemplo, si unos policías invaden una residencia con el pretexto de tener una orden de registro por drogas, y matan a alguien a balazos, la familia de la víctima no podrá demandar, aunque sí pueda demostrar que los policías cometieron actos ilícitos — porque la policía podría alegar que la víctima vendía mota o en alguna ocasión tenía suficiente como para merecerse un cargo de delito grave. Las autoridades ya no tendrían que presentar pruebas judiciales contundentes sino simplemente decir que es “más probable que no” que sus alegaciones sean ciertas.
Las víctimas de la brutalidad policial podrían estar sometidas a cargos injustos inventados adicionales. Como para conseguir que las víctimas de la violencia policial, como los que son agredidos durante protestas, no levanten demandas, la policía podría amenazar con entablarles cargos federales graves inventados como el de “agredir” a un policía mientras “resistía a la autoridad”. Un bloguero del Washington Post que se dedica a asuntos judiciales señaló: “La policía y la fiscalía ya están acusados de entablar cargos indebidos en casos de abuso, para luego palanquear esos cargos, diciendo que los retirarían a cambio de que la víctima prometiera no levantar demandas. Y dado que la policía solo tendría que demostrar alguna conexión a un delito grave o acto violento con el peso de la prueba, el mero hecho de entablar cargos graves probablemente disuadiría a la mayoría de abogados de aceptar el caso de una víctima”.
El “Acta Respalda el Azul” es parte de las maniobras del régimen de Trump y Pence para consolidar el fascismo en el gobierno y en la sociedad. Trump, Pence, Sessions y el régimen entero han dejado en claro que están empecinados en robustecer los poderes de la policía, incluida la eliminación de los límites simbólicos, así como la crítica a crueles puercos policías asesinos. El nuevo proyecto de ley amenaza con intensificar esto a nuevas alturas fascistas, draconianas y tenebrosas. Y va de la mano con una oleada de proyectos de ley a nivel estatal que aplican o amenazan con aplicar castigos graves contra quienes protestan contra los asesinatos y el terror de la policía y que luchan contra otras injusticias del sistema.
Hay que denunciar, combatir y derrotar… todas estas indignantes leyes. Mucha, pero mucha gente —toda persona de conciencia y quienquiera que se angustia ante el estado del mundo y del planeta— tiene que unirse en esta lucha, como parte de la lucha urgente para expulsar a todo el régimen fascista de Trump y Pence.
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