¿Qué tiene de genial la OTAN? ¡Ni una maldita cosa!
(A menos que uno luche por conservar un mundo de explotación, dominación y horrores)
12 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Donald Trump está recibiendo elogios casi universales de parte de la estructura de poder estadounidense, incluso en boca de algunos críticos vociferantes, por expresar algunas palabras de apoyo más firme para la OTAN. En su discurso en Polonia, Trump alabó esta alianza militar estadounidense-europea, reafirmó el Artículo 5 que vincula a todos los integrantes a ir a la guerra en caso de un ataque contra cualquiera de ellos y criticó a Rusia por sus actividades “desestabilizadoras” en Ucrania y su apoyo para los gobiernos de Irán y Siria.
¿Por qué tantos elogios? Las críticas a la OTAN de parte de Trump y su apoyo tibio para esa alianza, mientras duda en criticar a Rusia, sí han sido un punto álgido en las riñas al interior de la clase dominante estadounidense entre los fascistas del régimen de Trump y Pence emperrados con reconfigurar radicalmente a Estados Unidos, incluidos algunos aspectos de su relación con el resto del mundo, y por el otro lado aquellos imperialistas que quieren conservar las estructuras y el orden mundial existentes, incluida la OTAN porque ésta ha sido una herramienta clave estadounidense para su dominación sobre el orden mundial de la post Segunda Guerra Mundial.
Expresa esa última perspectiva el ex presentador de la CBS Dan Rather, que ha escrito críticas mordaces a Trump por atacar a la prensa y pisotear el estado de derecho; tuiteó: “El discurso del presidente Trump en Polonia en pro de OTAN es el mejor de su presidencia” y “Discurso de Trump en Polonia revierte declaraciones anteriores que cuestionaban el valor de la OTAN. Y por primera vez critica tanto a Rusia”. Como si Trump por fin hubiera “entrado en razón” y fuera a convertirse en un merodeador imperialista más “normal”. Ni en sueños, Dan.
¿Qué tiene de bueno la OTAN para la humanidad?
¿Elogios para la OTAN? Esta alianza militar de 29 países, dominada por Estados Unidos, se formó tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de rodear y amenazar al campo socialista, encabezado en ese entonces por la Unión Soviética y China 1. ¡Desde el principio, la OTAN siempre se ha reservado para sí misma el “derecho” de usar armas nucleares de manera ofensiva a fin de promover sus intereses imperialistas! La formación de la OTAN fue parte de forjar la “alianza europea” encabezada por Estados Unidos, fraguada mediante el trabajo de gobernantes estadounidenses y la CIA con una camarilla de ex nazis, fascistas y otros reaccionarios, muchos de los cuales llegaron a ser importantes funcionarios en la Europa de la posguerra. En uno de sus primeros actos, esta alianza lanzó ataques muy pesados y despiadados contra los partidos comunistas en Europa, a los que consideraban obstáculos a la dominación estadounidense en el continente europeo, aunque dichos partidos ya estaban muy agobiados por el revisionismo.
Hoy, los países de la OTAN, con Estados Unidos a la cabeza, erogan un total de casi millón de millones de dólares al año, o sea, más de la mitad de todos los gastos militares a nivel mundial, para instrumentos de muerte y destrucción al servicio del imperialismo occidental.
Bajo el mando de Estados Unidos, la OTAN pregona “mantener la paz” y “obras humanitarias”, pero, ¿qué hace en realidad?
Durante décadas, el bloque estadounidense se enfrentaba con la antigua Unión Soviética (que ya para los mediados de los años 1950, era un estado imperialista) y su bloque de países del Pacto de Varsovia —cara a cara, arma nuclear contra arma nuclear— en Europa. Los dos bandos se armaron hasta los dientes y ponían a la humanidad en peligro de un holocausto nuclear. La OTAN estaba al centro de la refriega, y las armas nucleares siguen siendo su “componente central” y su garante “supremo”.
Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, ¿la OTAN volvió de sus espadas en rejas de arado? Al contrario. Se engulló a los países del antiguo Pacto de Varsovia y trasladó sus armas hasta la mera frontera de Rusia, lo que agravó las tensiones y la rivalidad entre los bloques imperialistas de Estados Unidos y la OTAN, y de Rusia. Ahora la OTAN hace “misiones de patrulla aérea” y emplaza misiles de “defensa” estadounidenses Patriota en Europa Oriental, lo que pone en peligro al mundo de nuevo.
La OTAN no ha limitado sus crímenes a Europa, para nada. La OTAN desplegó aviones a Turquía en 1990 y 1991 en apoyo a la invasión masiva estadounidense a Irak, la guerra del golfo Pérsico y matanza imperialista que mató de 100 mil a 200 mil iraquíes. En los años 1990, mientras la antigua Yugoslavia se escindía, las fuerzas armadas de Estados Unidos y de la OTAN, desplegadas en nombre del humanitarismo, bombardeaban indiscriminadamente a los agricultores, habitantes de las zonas suburbanas, habitantes de las ciudades, obreros fabriles, periodistas, diplomáticos, personas que iban en autos, autobuses y trenes, pacientes hospitalizados, personas de la tercera edad y niños, con el fin de extender el control del imperialismo occidental. A la fecha, las fuerzas de la OTAN permanecen en Kosovo.
Cuando Estados Unidos invadió y ocupó a Afganistán en 2001, la OTAN estaba a su lado, y sigue ahí a casi 16 años y después de miles y miles de muertes directas e indirectas, habiendo bombardeado y destruido a bodas, aldeas campesinas y gente que iba de visita a sus vecinos o parientes.
En 2011, la campaña de bombardeos de la OTAN de siete meses de duración para derrocar al gobierno del líder libio Muamar Qadafi condujo a un reaccionario baño de sangre que dejó de diez a cincuenta mil muertos y transformó a Libia en un infernal campo de batalla entre las fuerzas yihadistas, los señores de la guerra y los imperialistas, lo que hizo de la vida un infierno para millones de libios.
En 2016, mientras miles de migrantes huían por el mar Mediterráneo para dejar atrás la hambruna, la guerra, la pobreza y la persecución, la OTAN mandó buques de guerra al mar Egeo entre Grecia y Turquía, pero no lo hizo para rescatarlos sino para desalentar más inmigración y quizás para posicionar fuerzas militares más cerca a Rusia y al Medio Oriente.
Todas las actividades bélicas de la OTAN, y su “mantenimiento de la paz”, han tenido el objetivo de mantener la explotación y dominación mundial del imperialismo occidental, especialmente el imperialismo estadounidense, que atrapa a miles de millones de seres en una vida de degradación, brutalidad y pobreza sin fin, en defensa de un sistema que ahora está triturando las membranas frágiles que mantienen la vida sobre la Tierra.
¿A poco a estos crímenes y crímenes de guerra les resta criminalidad, a estos horrores les resta horrores, simplemente porque Estados Unidos los comete en equipo con unos aliados en vez de “hacerlo a solas”? ¿Desde cuándo una banda de criminales es menos amenazadora que un solo esbirro? ¿No se llama ese “equipo” una asociación delictiva?
¿Qué tiene de bueno la OTAN? ¡Ni una maldita cosa! ¡Es una sanguinaria pesadilla para la humanidad!
¡La gente debe odiar a Trump porque él es un fascista, y no porque no apoya lo suficiente a la alianza empapada de sangre de la OTAN! Tenemos que sacar del poder al régimen fascista de Trump y Pence en su conjunto, ¡pero no debemos volver al mundo “normal” del pillaje y matanza en masa del imperialismo! Los elogios a Trump por apoyar a la OTAN y por enfrentarse a los imperialistas rivales en Rusia significan luchar para mantener un orden mundial depredador que NUNCA HA TENIDO GRANDEZA el que ahora se está deshilachando. Tenemos que ir hacia adelante para luchar por un mundo sin el capitalismo-imperialismo y sin las pesadillas que su funcionamiento “normal” inflige a miles de millones de personas y al planeta.
Ninguna persona que tenga corazón por la gente debe querer conservar eso. ¡Dejen de pensar como estadounidenses, y empiecen a pensar en la humanidad!
1. Lea más al respecto en la entrevista a Raymond Lotta, “No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro”. [back]
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