Nueva York: Marcha a la Torre Trump, expulsarlos del poder

18 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

El mensaje del 15 de julio resonó entre los edificios en las calles de Manhattan, alcanzando, sacudiendo y retando a la gente. Los manifestantes eran de todo sector social, con una amplia gama de perspectivas e indignación, y una determinación en común de expulsar al régimen.

El día se arrancó con una docena de personas que había tomado parte en las 100 horas de ¡NO! En nombre de la humanidad, acusamos a NOTICIAS FOX FASCISTA. Marcharon a través de una feria de la calle, por la Sexta Avenida, coreando, “No a los que les agarran los genitales a las mujeres, no al patriarcado, no a un Estados Unidos fascista”, y “No a Trump, No al KKK, no a un Estados Unidos fascista”. Cerca de la Torre Trump se unieron a otros que vinieron de toda el área de la Ciudad de Nueva York. Al otro lado de la calle unas docenas de fascistas gritaron insultos y corearon “¡USA! ¡USA!” y “A construir ese muro”.

La Torre Trump fue el punto de partida donde la gente se congregaron con las pancartas de “¡NO! El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!”. Jay Walker de Gays against Guns [Gays en contra de las Armas], representando la organización Rise and Resist [Levantarse y Resistirse], habló mientras la gente se preparaba para marchar. Cuando la gente inició la marcha, el número de manifestantes creció hasta unas 500 personas. ¿Qué los obligó a estar presentes? Una mujer blanca de la tercera edad dijo: “Esto es fascismo — otro Hitler, lo que significa las deportaciones, no economía, la ley marcial, la Gestapo en todas partes. Mis amigos no lo consideran tan grave. Pero mi familia llegó aquí [desde Europa] antes de la Segunda Guerra Mundial y me describieron cómo era, lo que realmente sentó las bases para cómo veo las cosas ahora”.

Una veinteañera latina dijo: “Como mujer de color, nos afecta directamente este régimen a mí y a mi familia — las deportaciones en masa, los ataques contra los derechos de las mujeres y el acceso a la atención médica. Pero no es que mis problemas sean peores que los de las personas que son separadas de sus familias debido a la prohibición musulmana. ¡Todo sufrimiento es igual!”

Una mujer inmigrante habló de superar el miedo para participar: “Aunque no seamos ciudadanos, todavía tenemos el derecho de expresarnos, así que tenemos que hacerlo. Donald Trump se opone a todo lo que les enseño a mis hijos sobre lo que está bien y lo que está mal. Todo. Lo de hoy es pequeño, pero representamos a millones de personas que no podían asistir, o que tenían miedo de asistir”.

Un joven activista de ACT UP dijo que protestaba por los recortes a un programa que salva vidas al proporcionar medicamentos a las personas con VIH y atención médica a las personas que viven en el sur global. “Protestamos por la derogación de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio y los recortes a Medicaid que dejarían a un gran número de personas VIH-positivas sin acceso a medicamentos que salvan vidas”.

Un joven árabe-americano, que ha estado leyendo las obras de Bob Avakian (BA), dijo: “Trump representa el potencial del fascismo con todo lo que implica. La glorificación de la ignorancia, los ataques a la ciencia, la violencia y el odio mucho más prevalentes hacia los oprimidos. Y todo el progreso de las últimas décadas será borrado. Y todo lo que se necesita es que las personas no hagan nada — ni tienen que apoyar a Trump ni quererlo, sólo tienen que quedarse de brazos cruzados y SÍ se volverá fascista. Así que la gente tiene que organizarse bajo la dirección de un partido de vanguardia, que para mí es el PCR, porque el trabajo de BA ha hecho tanto para explicar cómo el mundo podría ser diferente, como lo demuestra la nueva Constitución. Es tan importante que la gente vea esa Constitución. Pero la inacción es el consentimiento implícito. Así que una vez que la gente se dé cuenta de lo que está en juego, podemos obtener los números para expulsarlo”.

Había estudiantes universitarios, parte de programas de verano en Nueva York. Había un representante del sindicato de trabajadores siderúrgicos de mediana edad de visita de Wisconsin con su familia, quien agarró una pancarta de ¡NO! y se unió al mitin. Sus preocupaciones se centraban en las condiciones de los trabajadores, condiciones que se empeoran. Se oponía a todo lo que Trump hace excepto... en torno al comercio — pensó que tal vez Trump tuviera una buena política en esa esfera.

Un hombre joven negro dijo que se había quedado atónito cuando se nombró a Jeff Sessions como procurador general, “¿Jeff Sessions? ¿Un hombre de esa calaña?” Hizo un gesto con la mano hacia la marcha: “¿Ves esto, todos los colores, todas las naciones y todas las edades? Esta es una sección transversal de Estados Unidos. Esta es nuestra fuerza”.

De la Torre Trump la marcha se dirigió a la cruz de Broadway y la Calle 48 en el borde de Times Square donde se celebró un mitin con oradores e presentaciones artísticas, entre estos: un representante de ACT UP Nueva York, las Raging Grannies [Abuelas Enfurecidas], Hawk Newsome de Black Lives Matter ofe Greater New York [La Vida de los Negros Importa de la Gran Nueva York], una lectura dramática de la declaración del 15 de julio, dirigiendo a la multitud a gritar “¡Tienen que marcharse!”. Noche Díaz del Club Revolución-Nueva York leyó una declaración del Partido Comunista Revolucionario. El discurso de Rechazar el Fascismo fue un punto culminante del mitin, dando a la gente un sentido de propósito mientras salían a las calles para llevar el mensaje a muchos otros. Luego, la marcha se dirigió al sur, deteniéndose en la intersección donde un racista blanco que había viajado a Nueva York para matar a personas negras asesinó a Timothy Caughman, un hombre negro, el 20 de marzo. Hawk habló de la importancia de ese asesinato y su conexión con Trump, y se realizó un momento de silencio de 10 segundos. Un grupo más pequeño continuó la marcha hasta Union Square, difundiendo el mensaje a otras partes de la ciudad de forma intensa, puños en el aire, y celebrando un mitin de clausura.

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