Dos cartas:

El Club Revolución sale a ver Romeo y Julieta

Actualizado el 14 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

4 de septiembre de 2017:

“Mi primera obra de teatro de Shakespeare. ¡Me encantó!”

La obra de teatro Romeo y Julieta fue increíble; no pude parar de sonreírme y pensar sobre ella después. ¡Me encantó totalmente!

Cuando me enteré de los planes de ver una obra de Shakespeare, me encogí de hombros. Nunca comprendí los escritos de Shakespeare. Siempre me alegraba de haber esquivado esta clase en la escuela secundaria porque la percibí como aburrida y dura. Vi este tema como sólo para personas “inteligentes” — ¡no para mí! Siempre tenía un sentimiento de vergüenza cuando la gente hablaba de Shakespeare porque nunca había leído nada de él. Además yo tenía una percepción negativa de los musicales, las obras de teatro y los museos como fastidiosos. Mientras crecía, no me introdujeron a las artes y la cultura — ¡ni siquiera un viaje a la biblioteca pública! La única cultura con que me bombardearon era la televisión y la radio.

Sin embargo, después de reconocer que los seres humanos no pueden vivir sólo de “pan”, y ya que luchamos por un mundo diferente con un enfoque diferente hacia el arte y la cultura, sentí una necesidad de asistir a esta obra. Pero tan pronto como comenzó, ¡me cautivó! Yo estaba pegado a los personajes de principio a fin. Me quedé queriendo más y me ponía una sonrisa enorme por el resto del día. Todavía pienso sobre la obra y deseo verla otra vez. No entendí parte de la terminología utilizada, pero pude seguir la historia. ¡Fue una experiencia maravillosa! Fue definitivamente mucho mejor que la película de Hollywood de Romeo y Julieta.

Esta experiencia me hizo pensar sobre el mundo por el que luchamos. “La esfera del arte y la cultura responde a una necesidad profunda de los seres humanos, quienes por cierto no sólo del ‘pan’ (las necesidades materiales básicas para la vida) vivan”, como está escrito en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte de Bob Avakian. Hay mucha gente entre los oprimidos que nunca ha salido de su comunidad ni ha pasado un rato en cafés, ni ha visitado un museo ni ha visto una obra de teatro.

La Constitución continúa: “[E]n la esfera del arte y la cultura en general, el gobierno… tiene el objetivo de satisfacer las necesidades intelectuales y culturales y servir a los mayores intereses de las masas populares, alentar y apoyar el desarrollo integral de las personas en toda la sociedad y contribuir al desarrollo de las personas en todo el mundo, cuya imaginación, creatividad, iniciativa, talentos y capacidades se inspiren y se desencadenen para crear nuevas relaciones entre las personas y un nuevo mundo en el que los seres humanos puedan florecer de maneras y en dimensiones nunca antes imaginadas, con un espíritu y vínculos de cooperación…”. Este es el mundo por el que luchamos. Este es el mundo que Bob Avakian, líder de la revolución, dirige para crear. Este es el mundo por el que todos debemos esforzarnos.


14 de agosto de 2017:

"Era una locura ver algunos pleitos y cotorreo similares..."

Hay montajes de Romeo y Julieta de Shakespeare en parques en todo Chicago. Una historia que más se atribuye y alude al amor es de hecho una de sus grandes tragedias, con una visión sombría sobre el ciclo de represalias y venganzas y cómo está impregnado en todos los aspectos de la vida de la gente. El Club Revolución salió a ver y experimentar la obra en el Barrio Sur, y para conocer y hablar con la gente que viene a verla. Una advertencia antes de que la obra comenzara explicaba que la obra iba a estar en el lenguaje original del inglés antiguo, pero alentó al público a no dejarse desconcertar sino luchar por entenderla en su contexto. Después de conversar con algunos actores y personas que dirigían la obra, reflexionaban sobre cierta renuencia inicial a montar una tragedia, pero descubrieron que era poderoso montar la obra en los parques de la ciudad y, sí, justo en medio de las comunidades desgarradas por una venganza similar que mata a la gente que no es muy diferente a los personajes de la obra.

Como un centenar de personas vieron la obra: una mezcla de personas que no siempre se ve en esta ciudad segregada: blancos y negros, estudiantes universitarios, familias, gente del barrio y de los suburbios. Para algunos fue la primera vez en ver la obra y otros eran super-entusiastas de Shakespeare. Era una locura ver algunos pleitos y cotorreo similares, así como el anhelo de los personajes en la obra y estar en los barrios con la gente que está atrapada en la misma mierda pero en otro sistema anticuado. Fue una gran actuación y todos estuvimos cautivados, al igual que el público en general.

 

 

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