Valientes jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano desafían a los ataques, continúan las protestas

22 de octubre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Este domingo, ante crecientes ataques, continuaron por la sexta semana consecutiva importantes protestas de parte de los jugadores de la Liga Nacional de Fútbol (NFL) durante el himno nacional.

Trump ha mandado por lo menos 22 tuits contra los jugadores de la NLF, pedido que los despidieran, y llamado a los que protestan “hijos de puta”. En YouTube han salido videos de personas quemando jerseys de los equipos de la NFL. Varios jugadores han recibido amenazas de muerte e insultos injuriosos y racistas. Jerry Jones, el dueño de los Cowboys de Dallas (“America’s Team” [el equipo de Estados Unidos]), dijo que los jugadores que “le faltan respeto a la bandera no jugarán el partido” (los Cowboys no tenían un partido programado esta semana). Cuando Jemele Hill, periodista de deportes del canal ESPN, posteó un tuit que dijo que los aficionados que no estaban de acuerdo con Jones deberían boicotear a empresas que les pagan a los Cowboys por anuncios comerciales, ESPN la suspendió.

Ante esta virulenta oposición supremacista blanca, muchos jugadores han perseverado. El domingo 15 de octubre, antes de que terminaran los primeros partidos, jugadores de por lo menos ocho equipos habían participado en una u otra forma de protesta, y quedaban otros partidos por jugarse en la tarde y el lunes. Una semana después de que Mike Pence abandonó un partido de los 49ers de San Francisco en Washington, D.C. cuando los jugadores protestaron, siete de los jugadores de San Francisco hincaron una rodilla. Otras protestas: Marshawn Lynch de los Raiders de Oakland se quedó sentado en la banca durante el himno nacional; dos jugadores de los Chiefs de Kansas City —Ukeme Eligwe se quedó sentado durante el himno, y Marcus Peters que hincó una rodilla; Kenny Stills, Mike Thomas y Julius Thomas de los Dolphins de Miami no entraron a la cancha hasta que terminó el himno; Russell Okung de los Chargers de Los Ángeles se levantó el puño. En el partido del jueves, Malcolm Jenkins y Rodney McLeod de los Eagles de Filadelfia se levantaron el puño y Chris Long, jugador blanco que creció en Charlottesville, colocó un brazo sobre los hombros de Jenkins en solidaridad. Mientras tanto, Okung redactó un llamamiento a los jugadores [en inglés] para que “Se organicen” en el Players Tribune.

Colin Kaepernick inició la protesta de hincarse una rodilla el año pasado cuando jugaba para los 49ers. Ahora Kaepernick se encuentra desempleado y ningún equipo lo ha seleccionado a pesar de tener un récord comprobado como jugador ganador y creativo y querido y respetado por sus compañeros. El domingo, Kaepernick entabló una demanda contra la NFL. La queja dice que los dueños de los equipos “se confabulan para privarle al señor Kaepernick del derecho a trabajar, en represalia por la dirección y defensa que el Sr. Kaepernick provee por la igualdad y la justicia social”.

Es muy significativo que estos atletas siguen protestando. Arriesgan mucho —la carrera, la vida misma— por tomar una posición sumamente pública en contra de la brutalidad policial y la opresión del pueblo negro.

Todos los que se oponen a la injusticia, y que quieren ver que cese la opresión del pueblo negro, tienen que apoyarlos, y oponerse a cualquier esfuerzo para callarlos.

 

 

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