Sobre los varones, bienintencionados o no

30 de noviembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

¿Tienen los hombres un papel que jugar en la lucha que ha estallado en contra del hostigamiento y el abuso de las mujeres? Si, en absoluto. Para los muchos hombres que se han visto estremecidos al ver vistazos de la realidad cotidiana de la mayoría de las mujeres, y a todos aquellos que han confrontado las implicaciones de lo que han hecho o que han “dejado soslayar”, pero que realmente no quieren eso y quieren saber cómo ponerle fin — hay mucho por hacer. Para empezar, pues, ¡tratando a la mitad femenina de la humanidad como plenos seres humanos! Hay que escuchar y aprender y reflexionar, hay que estudiar y hay que investigar para llegar al meollo del problema y explorar las soluciones, se puede participar y apoyar acciones y foros, denuncias y marchas, para enfrentar a todo esto. Necesitamos un mundo mejor, y todos los que lo quieren tienen que participar en la lucha y el trabajo para construirlo.

Al mismo tiempo, entre algunos hombres se está fomentando mucho misticismo: “Es que esto es tan, pero tan, tan, complicado, no se sabe lo que es correcto y lo que no es correcto”. Se escuchan tonterías pseudocientíficas sobre “el incontrolable impulso sexual masculino” que quizás solo la terapia y la introspección puedan domar. Esto se confunde con palabrería sobre la “naturaleza humana”.

Pero seamos científicos de veras, y no pseudocientíficos. Cuando se estudia la historia de las sociedades humanas y la gran variación entre ellas, cuando se aplica la ciencia para entender tanto los valores en los que esas sociedades se arraigan y cómo es que esas sociedades cambian, se aprende algo. Se ve que la “naturaleza humana” ha variado de sociedad en sociedad, a partir de las diferentes maneras que se ha organizado la producción, las relaciones humanas que surgen de eso, y los consecuentes valores de la sociedad. Así que, si bien eso de que los “hombres son así” —o sea, asecharán a las mujeres— pueda que cuadre con y surja de la cultura que las estructuras y relaciones del sistema promueven y refuerzan, no surge de una supuesta “naturaleza humana” incambiable. Los hombres tienen que decidir si van a participar en que se aprieten esas cadenas o que se las rompan.1

Luego tenemos las ideas religiosas de que la “naturaleza del hombre es de pecar y caer de la gracia” y señalan las restricciones religiosas de la mujer como manera de controlar esto. Luego se usa esa mistificación para privar a las mujeres de acceso a espacios sociales y profesionales que ocupan hombres y de ahí asumen el código de Mike Pence basado en la biblia para, en efecto, aislar a las mujeres y en últimas privarlas de participar en la vida pública, mientras que las que quedan son sujetos al machismo estilo Trump.2

No. Lo que necesitamos es una revuelta radical contra una cultura que revuelve el estómago. Mire la sección de ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! que hemos destacado en este portal. Mire lo que BA extrae de eso, y pregúntese de qué lado quiere estar.

Mire, hay una manera mucho mejor de ser y de tratar a los demás. ¿Quiere de veras ser un explotador, un dominador, un “mini-me” de Trump o de Pence o de Bill Clinton, si vamos al caso? Los fascistas ven con desdén a los “guerreros de la justicia social”, pero ¿qué tiene de malo luchar por un mundo mejor?, ¿qué tiene de malo la justicia? Hoy mismo se está dando una lucha sobre si esta sociedad se va a precipitar más hacia un capitalismo aún más repugnante, y cada lado de esa lucha tiene su propia moral. Más allá de eso, y repetimos, la única manera de zafarse plenamente de esta trampa, hay una moral revolucionaria que parte de ser emancipadores de la humanidad; una moral que se basa en la edificación de un mundo mejor y de hacer todo lo posible por vivir conforme al mundo por el cual estamos luchando por crear.

Lo que uno debe preguntar, y contestar, es esto: ¿De qué lado está USTED?

 


1. Sobre la variación de la “naturaleza humana”: en los tiempos de la esclavitud la clase dominante decía que la naturaleza humana dictaba que unos nacieran esclavos y otros amos; en Estados Unidos se inventaron la pseudociencia del racismo para justificarlo. Hoy, bajo el capitalismo, nos dicen que la naturaleza humana dicta que cada persona trate de aprovecharse de los demás, que emprenda una competencia incansable, y cosas por el estilo, ya que eso refleja y sirve a las relaciones de producción. Con respecto a las mujeres, y la posición de la mujer y la idea de lo que es “natural” ha variado muchísima entre las sociedades de cazadores-recolectores, las sociedades feudales y las sociedades capitalistas. Ver Ardea Skybreak, Pasos primitivos y saltos futuros. [regresa]

2. Por más que los fascistas cristianos excitan a la gente en contra del fundamentalismo islámico yijadista, la verdad es que tienen mucho en común con sus contrarios fundamentalistas respecto a sus puntos de vista sobre la mujer y el hombre…y la posición de privilegio y dominación masculina que cada uno afirma que santifica. [regresa]

 

Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.