De un lector

Reflexiones sobre el discurso de apertura de las conferencias de Rechazar el Fascismo: ¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

4 de enero de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

He estado reflexionando sobre lo que se señala en el discurso de apertura de las reuniones de Rechazar el Fascismo del 10 de diciembre acerca de la estabilidad relativa “que se deriva de vivir en un país que no ha experimentado una guerra importante en su propio territorio en 160 años ni ninguna gran agitación en más de medio siglo” donde se ha entrenado a la gente a dejar los asuntos políticos al cargo de otros.

Estoy empezando a comprender qué tan profunda es esta barrera y cómo se ha entrenado a la gente a considerar como algo opcional su participación en el rumbo general de la sociedad mediante la política. Es cierto que estas mismas personas con estas ilusiones sobre trabajar por medio de los canales normales también han estado hablando más fuertemente en sus protestas y oposición al régimen de Trump y Pence. El análisis en ese discurso es correcto cuando dice que tenemos que hacer que la sociedad enfrente la necesidad de expulsar a este régimen, que reconozca que la vida tal como la conocemos se está transformando y se transformará más hacia la sociedad infernal que los fascistas están tratando de crear.

Veía un vídeo sobre los juicios de los acusados del 20 de enero que habla de un tipo que enfrenta cargos pero que ni siquiera asistió a la protesta sino que simplemente ayudó a planear una de las reuniones iniciales. Leí la sección de comentarios sobre esto y muchos fascistas estaban argumentando que los cargos son justos, que estaban contentos de ver que el gobierno abordara los “problemas con los manifestantes violentos” y que hay que poner de ejemplo a algunas personas. Pienso en lo desvergonzados que son estos fascistas al hacer estos argumentos y que había comentarios menos extremos que también justificaban esto. Simplemente deja en claro hasta qué extremo esto se ha vuelto aceptable y la posibilidad de que sea la nueva normalidad, ya que, por escandalosos que sean estos juicios, parece que poca gente está siguiéndolos ni reconoce su importancia e implicaciones.

Tenemos que esforzarnos mucho en explicar de modo amplio las deficiencias de los caminos a los que las personas están aferradas como formas de resistencia que no podrán lidiar con la situación o, lo que es peor, que dirigen a la gente a aceptar la consolidación del fascismo.

También he estado pensando sobre la cuestión de la necesidad de tener una masa crítica de personas y de ser un ejemplo del tipo de resistencia audaz y decidida requerida para expulsar al régimen. Muchas personas que hemos conocido nos han dicho que han visto los letreros de Rechazar el Fascismo en todas partes y pienso sobre el impacto positivo que esto ha tenido, pero no se conoce RF tan ampliamente como debe de ser. En la medida de que la gente esté enterada de la existencia de RF, el carácter de la resistencia también importa. Tenemos que poner el ejemplo de lo que se necesitará para atraer a aquellos que reconocen que únicamente este carácter de resistencia —la protesta independiente, masiva, sostenida y no violenta en las calles— está a la altura del problema ante nosotros. Necesitamos tener una presencia conocida tanto por estar en todas partes como por nuestro mensaje y la forma en que impactamos a la sociedad por medio de presentar la necesidad.

Unas pocas palabras más sobre los estudiantes

Hay muchos estudiantes que se han apuntado con Rechazar el Fascismo, algunos han participado de diferentes maneras pero no de forma muy cohesionada ni con una buena orientación ideológica. Sigo pensando que existe la necesidad y el gran potencial de que las universidades se prendan políticamente. Muchos estudiantes se están angustiando sobre la situación aunque no vean todas las conexiones sobre el peligro grave que representa este régimen, y los estudiantes tienen una responsabilidad particular de oponerse a estos fascistas y reconocer la batalla epistemológica que se está librando y su importancia estratégica en la consolidación del fascismo. Además de los paneles y reuniones en masa, creo que debería haber discusiones en salones con pequeños grupos, especialmente de profesores y académicos, para aprender de la gente y exponerles el argumento sobre la realidad del fascismo y la necesidad de expulsar a este régimen.

 

 

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