Cuatro observaciones sobre el “libro que cuenta todo” sobre Trump

11 de enero de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Esta semana, la publicación de pasajes del libro de Michael Wolff Fire and Fury (Fuego y furia) retrató una Casa Blanca llena de caos y desdén para Donald Trump. He aquí unos comentarios sobre el libro y lo que ha desatado:

1. “Libros que cuentan todo” —que pretenden dar un vistazo “revelador, tras bambalinas” sobre las intrigas en la cúpula— por lo general se centran en el chismorreo y los rumores, y tienen la fama de citar conversaciones sin atribuírselas a ninguna fuente o que la fuente se las niega. Los que son citados a menudo tratan de maniobrar y manipular al interior de las riñas por el poder, casi siempre echándole más chile a la verdad y a veces simplemente inventando. Por lo general, estos libros no son confiables ni objetivos, y no se les debe tomar al pie de la letra — aunque pueden iluminar las luchas por el poder al interior de una administración.

2. Este libro no revela nada nuevo. No es noticia que Trump es un hombre extremadamente ignorante y arrogante que se rodea de lambiscones y traidores. Por otro lado, podría prestarse para subestimar el daño que plantea Trump en particular. De hecho, Trump ha mostrado una capacidad táctica en las trifulcas que suelen ocurrir al interior de la clase gobernante. Atinó que se necesitaba la visión e imagen abiertamente fascista que él proyecta para cohesionar la base para el fascismo en Estados Unidos y ascendió al poder sobre esa base. Es peligroso imaginar que Trump es simplemente un tonto nada más o que la presidencia está por implosionarse. Regímenes fascistas por lo general se originan en facciones de la clase dominante que no han sido parte del núcleo establecido, y toman el poder con la necesidad y la voluntad de triturar normas previas y arreglos para gobernar. Por tanto, tienden a proceder por medio de cierto caos, incoherencia, escisiones, e improvisación. Este régimen hace lo mismo.

3. Algunas personas ahora dicen que es hora de invocar la Enmienda 25, que permite que el vice presidente, con la mayoría del gabinete, declare incapacitado al presidente. Algunos políticos demócratas y anfitriones de noticieros de cable están promoviendo esto con más afán. Pero en primero lugar, ¿quién exactamente la invocaría? ¿Pence? ¿O los fascistas cristianos (de donde Pence proviene y en los cuales estriba su fuerza) que han dejado muy claro su apoyo intenso al Trump? Estos fanáticos religiosos apostaron todo en la campaña de Trump con toda su profanidad y obscenidad, porque creían que él iba a triturar audaz y descaradamente las normas y sistemas del gobierno democrático burgués y facilitarles lograr sus objetivos fascistas. Y tenían razón — Trump está llenando las cortes federales con fascistas cristianos (y otros fascistas), maniobrando para atacar los derechos al aborto, persiguiendo gente LGBTQ, atacando al islam y a los musulmanes, borrando la separación entre iglesia y estado, y más. Para los fascistas cristianos, ¡Trump es un “milagro”! (A propósito de los fascistas cristianos, puede tener importancia el hecho de que, al parecer, el libro no los critica ni los causa vergüenza.) Incluso si en cierto momento Pence (y las fuerzas las que él representa) se voltearan contra Trump, ¿realmente sería mejor que un teócrata creyente en el rapto y el fin de los tiempos tenga el dedo encima del disparador nuclear y la maquinaria estatal en sus manos, que un puerco demente que nunca pide disculpas, descaradamente racista y descaradamente misógino? En segundo lugar, aún si de alguna forma se invocara esta enmienda por medio de acción del congreso, al impugnarla Trump sólo necesitaría el apoyo de un tercio del Senado o de la Cámara de Representantes para quedar en el poder. Pero más que esto: es claro, una vez más, incluso al posarse el polvo después de la histeria inicial en torno al libro, que la clase dominante —incluso los que tienen desacuerdos serios con los fascistas— ahorita no se proponen a hacer nada más que maniobrar dentro de un mundo en que ese régimen tiene las riendas agarradas y avanza hacia un régimen plenamente fascista.

4. En resumidas cuentas: Todos saben desde hace tiempo que Trump, el jefe de toda una camarilla fascista que incluye Pence, es totalmente ignorante, demente, y sin duda cruelmente arrogante, y que —como él recordó al mundo tan crudamente apenas esta semana— tiene “el disparador nuclear” en las manos. La cuestión que confronta a las personas que saben esto y lo experimentan como una pesadilla es: ¿Actuaremos de acuerdo con este conocimiento, o continuaremos tratando de negar sus implicaciones? ¿Nos quedaremos a la espera de elecciones, un juego inútil y francamente perjudicial, o actuaremos de una manera proporcional al peligro que este régimen representa para la propia existencia de la humanidad, cada día que siga en el poder?

 

 

 

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