Escalada de ataques de Trump y Sessions al santuario para los inmigrantes:
¡Esto es intolerable! Hay que detenerlo

17 de marzo de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Hace poco, tuvo lugar un enorme rastrillaje de inmigrantes en el norte de California en que arrestaron y deportaron a cientos de ellos. Mientras se daba esa pesadilla, Libby Schaaf, alcaldesa de Oakland, alertó a través de los medios de comunicación del pendiente asalto de la Gestapo (perdón, quería decir la migra) contra esa ciudad.

Donald Trump, su Procurador General Jeff Sessions y otros altos funcionarios del régimen fascista amenazaron a Schaaf y la acusaron de auxiliar a criminales y de poner en peligro a agentes de ICE (Inmigración y Control de Aduanas). Trump dijo que Schaaf es “una vergüenza” y “Es algo que estamos averiguando con respecto a ella personalmente. Lo que ella hizo es muy peligroso desde el punto de vista de ICE y la Patrulla Fronteriza. Muy peligroso. Ella hizo que la tarea policial fuera mucho más peligrosa de lo que tenía que ser. Así que estamos analizando esa situación con cuidado”. La vocera de Trump dijo que es “indignante el que una alcaldesa burlara a las autoridades federales, que las pusiera en peligro con una maniobra así. El Departamento de Justicia está investigando, y no tengo nada más que agregar”. En un discurso en Sacramento, California, el Procurador General Sessions denunció a Schaaf: “¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve a poner en peligro innecesariamente a nuestras agentes policiales para promover una agenda radical de fronteras abiertas?”

Buena idea sonar la alarma

Alertar sobre redadas de ICE es algo bueno. Hay que defender actos como el de Schaaf, y los ataques contra ella tienen que parar. Estas redadas tipo Gestapo (de ICE) les arruinan la vida a cientos de personas y destruyen sus familias. Siembran terror en comunidades de cientos de miles de personas. Y sirven para preparar el terreno para mayores proyectos de limpieza étnica.

Hay que oponerse y derrotar a los ataques completamente indignantes contra Schaaf de parte de funcionarios de este gobierno fascista. Si los fascistas se salen con la suya con sus amenazas, o silenciándola o procesándola, entonces habrán dado un gran paso hacia el fascismo. Primero, eso aceleraría toda la campaña de limpieza étnica contra los inmigrantes. Segundo, indicaría que las amenazas de encarcelación o la prisión misma es algo que aplicarán ampliamente, incluso a funcionarios de los niveles más altos de la clase dominante y ciertamente a muchos más, a quienquiera que se oponga activa o pasivamente a esta embestida.

Graves consecuencias, un futuro no escrito

California es el estado de Estados Unidos que más inmigrantes tiene. El 1º de enero de este año, California se declaró “estado santuario”* y entraron en vigor varias leyes del año pasado. Una impide que las autoridades municipales y estatales informen a ICE de la salida en libertad de inmigrantes acusados de delitos no violentos, o que se los entreguen directamente a la custodia federal. Otra ley impide que empleadores le den a ICE información sobre sus empleados sin una orden de comparecencia o la orden de un juez. Una tercera ley autoriza a funcionarios estatales de California inspeccionar centros de detención federales para asegurarse de que cumplen con los estándares de salud y seguridad que requiere el estado.

Sessions fue a Sacramento, la capital de California, para anunciar que el fascista Departamento de Justicia que él encabeza había entablado una demanda contra California para revocar esas leyes. Con las amenazas contra Schaaf, están también amenazando con arrestar y procesar a funcionarios estatales que hacen cumplir las medidas santuario en la ley estatal.

El régimen fascista de Trump y Pence está implementando un plan de limpieza étnica, de veras. Ha estado promulgando e implementando medidas y leyes antiinmigrantes represivas que permiten a policías en todo Estados Unidos arrestar a inmigrantes, y le ha estado dando cuerda a una base social rabiosa y racista para que llevara a cabo ataques, todo con el fin de expulsar a millones de inmigrantes. Se propone eliminar todo obstáculo en su camino, sea legal, político o lo que sea, y tenemos que asegurarnos de que no tengan éxito.

Hay que defender tenazmente TODA medida de santuario, y se deben establecer más.  Hay que sonar la alarma antes de toda redada de ICE, y la resistencia debe profundizarse y extenderse.

Funcionarios como Schaaf (que no están al mismo nivel de poder ni están jugando el mismo papel que el cínico y sonriente Chuck Schumer o Nancy Puerca-losi) se oponen a los ataques contra los inmigrantes y sus santuarios sobre la base de su idea de la mejor manera de promover y mantener el orden en esta sociedad. Necesitamos un mundo que va mucho más allá de toda la locura y los horrores de este sistema capitalista-imperialista y el sufrimiento que lo alimenta. Esa es una importante contradicción que hay que tener muy presente a medida que libremos esta batalla, y puede afectar y tener consecuencias con respecto a cuestiones de estrategia y tácticas — por ejemplo, hasta dónde irían ciertas fuerzas para convocar a las masas populares a lanzarse a las calles, para oponerse plenamente al régimen, y para decidir a exigir su expulsión política.

Pero el choque entre el régimen fascista de Trump y Pence y los defensores de los santuarios como Libby Schaaf es real, sumamente serio y preñado de profundas consecuencias. Los fascistas se proponen abatir las normas que hasta ahora han cohesionado esta sociedad y reemplazarlas con normas fascistas impuestas a la fuerza. El fascismo ataca a quienes que se le oponen al fascismo y a todo el sistema capitalista-imperialista del cual el fascismo es una concentración, pero una de sus principales necesidades al consolidarse es atacar, hacer trizas y reemplazar las normas de la democracia burguesa liberal, y atacar a sus principales defensores. En este caso, hablando de Trump y Pence, los atacados incluyen la prensa grande, los demócratas y otros. En Alemania, al asumir el poder, los nazis reemplazaron y abolieron a la fuerza a la burguesía liberal de la República de Weimar que los precedió. (Vea “Los fascistas y la destrucción de la ‘República de Weimar’... y qué la va a reemplazar” de Bob Avakian).

Los fascistas hoy en el poder en Estados Unidos han llevado a nuevas alturas los ya feroces ataques contra los inmigrantes. Han iniciado una política de expulsar a masas de gente de Estados Unidos, una política de limpieza étnica. Incluye el uso de la jerga nazi — como llamarles a unas personas “culebras” y a países enteros “pozos de mierda”. Incluye atacar a los funcionarios que se oponen a los fascistas, así como intensificar la amplia gama de ataques e incorporarlos en leyes. Los dos lados en este conflicto no van a poder “resolver sus diferencias”.

Estos malditos ataques contra los inmigrantes son intolerables. Los malditos ataques legales contra las jurisdicciones santuario son asimismo intolerables. Millones de personas están de acuerdo de que son intolerables. Los ataques fascistas para desmantelar las jurisdicciones santuario y amenazar a líderes políticos que los defienden podrían crear una apertura por medio de la cual se desenmarañen las cosas en esta sociedad. Podría darse un proceso a través del cual las cosas se salgan de las manos de los fascistas, así como de los líderes del partido Demócrata que intentan contener la lucha dentro de los límites “aceptables”. Una verdadera y poderosa lucha para parar los ataques fascistas contra los inmigrantes puede inspirar a la gente a luchar por algo mayor, y es algo que hay que desarrollar como parte del colosal esfuerzo que se necesita para expulsar a todo el régimen de Trump y Pence. Nos corresponde a nosotros aprehender el momento, poner manos a la obra e impulsar las cosas hasta donde sea posible.


* ¿Qué son las jurisdicciones santuario? Muchos estados, condados y ciudades tienen leyes y políticas que ofrecen a inmigrantes indocumentados algunos derechos legales y acceso a servicios que les permiten desenvolverse y sobrevivir. En 12 estados y el Distrito de Colombia, personas sin documentos pueden obtener licencias de manejo. Muchas ciudades giran sus propias identificaciones gubernamentales que permiten a personas sin documentos de inmigración obtener ciertos servicios, ya sea médicos o escolares o tarjetas de biblioteca. Hay estados, condados y ciudades así como escuelas, agencias de servicios sociales y otras instituciones que tienen políticas que dictan que no les pregunten sobre su situación migratoria a las personas que solicitan sus servicios. Además, una amplia gama de instituciones públicas y privadas —universidades, iglesias, mezquitas, sinagogas— ofrecen varios grados y formas de santuario, incluso que desobedecerán y se resistirán a todo intento de detener o deportar a personas que no tienen documentos.

Estas medidas no han impedido que el gobierno federal lleve a cabo redadas y una cruel represión contra los inmigrantes en el interior de Estados Unidos así como en la frontera. Pero han permitido a muchos inmigrantes desarrollar una forma de habilidad de desenvolverse, trabajar, estudiar y mantener a una familia sin el temor constante de ser detenidos.  [regresa]

 

 

 

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