En la Marcha de Chicago en contra de los ataques del régimen fascista a las familias
de refugiados / inmigrantes...

Agitación y organización PARA LA REVOLUCIÓN
en medio de una efusión

4 de julio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un miembro del Club Revolución-Chicago:

A las 10:30 a.m. del 30 de junio, marchamos bajo nuestra gran pancarta de “No es posible reformar este sistema. Hay que derrocarlo” coreando, “¡Necesitamos un mundo mejor! ¡Chinga tus fronteras!” con lo que se deleitaron los manifestantes que esperaban que comenzara el mitin. Mucha gente sacó sus celulares para filmar nuestra “entrada”.

Colocamos nuestra pancarta y una escalera de tijera en una esquina al lado de una mesa, que otros habían montado, que estaba llena de literatura, camisetas, pancartas (100 de estas con carteles de los dos memes “No tenemos un problema de inmigración — Tenemos un problema de imperialismo” y “No es posible reformar este sistema. Hay que derrocarlo”), cubos para donaciones, y estaba adornada con los carteles de los 5 Altos.

¡Nuestro “escenario” se veía genial! Noche Díaz del Club Revolución comenzó a hacer agitación mientras otros sacaban pancartas y literatura. Maya sostenía un enorme letrero con una foto de ella en el momento que la arrastraba la policía, y las palabras: “¿Cargos graves, 7 años de prisión por una protesta SILENCIOSA? ¡Yo, Maya, me quedé de pie en silencio durante 11 minutos por los 11 millones de inmigrantes indocumentados, en el comedor de la Universidad de Chicago! Los revolucionarios están bajo ataque por este sistema. Únanse, den apoyo. Donen para los gastos legales”. Ella también hizo agitación ante la multitud. (Para más sobre el caso de Maya, lea esto, en inglés).

Nos quedamos en este lugar durante dos horas, hasta que la marcha se arrancó. Todo el tiempo, los miembros del Club estaban agitando, distribuyendo materiales (el volante para el picnic del 4 de julio, el folleto del Club para las marchas en todo el país y CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución — otras personas repartían entre la multitud miles de tarjetas de mano sobre el discurso de BA habla) y reclutando gente en la revolución. Había una multitud constante que nos escuchaba y respondía en voz alta a las llamadas del agitador, mientras que la protesta crecía hasta muchos miles de participantes.

Muchas personas dejaron dinero en nuestro gran cubo para donaciones frente al agitador (una lección que sacamos del artículo en revcom sobre organizarse, en inglés). Esto incluyó al menos cuatro billetes de $ 20 y un billete de $ 100 así como muchos billetes más pequeños. Recibimos otro billete de $ 100 de un hombre que compró cuatro camisetas de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!

Poco después de nuestra llegada, Noche me presentó a una mujer joven que buscaba una camiseta del club, la cual ella se puso inmediatamente. Ella estaba con nosotros todo el día. Resultó que ella había trabajado con nosotros en la March for Our Lives (Marcha por Nuestras Vidas) y estaba muy contenta de encontrarnos aquí. Otra mujer joven consiguió una camiseta y me dio su información de contacto. Ella nos perdió la pista pero se reunió con nosotros al final de la marcha con su camiseta puesta. Ella nos dijo que esta fue su primera manifestación. Acababa de mudarse a la ciudad desde los suburbios.

Justo antes de que la marcha se pusiera en marcha, se llevó de la mesa nuestra segunda pancarta grande, “No tenemos un problema de inmigración, tenemos un problema de imperialismo”. Cuando salimos a la calle, personas nuevas que habían escuchado la agitación ayudaron a sostener nuestras pancartas grandes.

Toda la marcha estaba muy animada, pero nuestro contingente estaba aún más animado. Dirigimos los gritos (“Estamos aquí para mostrar rabia, no más niños en una jaula”, “No es posible reformar este sistema, hay que derrocarlo”, y otros) que muchos en la multitud participaron en corear. Pude acercarme a unas personas que coreaban con mucho vigor, darles materiales, y obtener su información de contacto. Cuando pasamos por ICE, la multitud que nos rodeaba lanzó un rugido “Que se joda ICE, que se joda ICE”.

Volvimos y la marcha regresó a su punto de partida. El Club se instaló en la calle, haciendo agitación, repartiendo materiales. Varias de las personas que se habían unido a nosotros desde la multitud durante la marcha se pusieron camisetas del Club y obtuvieron materiales para distribuir.

Unos fascistas cristianos que sostenían feas imágenes antiaborto se colocaron al otro lado de la calle protegidos por una línea de policía. La gente los rodeaba coreando “vergüenza, vergüenza, vergüenza”. Los miembros del Club se lanzaron a la refriega, haciendo agitación y dirigiendo el corear por el derecho al aborto (en el que muchas pero muchas mujeres de todas las edades participaron).

Una mujer joven y su madre me dijeron que habían escuchado a Maya hablar sobre su caso y querían saber cuáles eran la corte y el juez. La joven dijo que quería ser abogada de defensa pública y me dio su número de teléfono y correo electrónico para mantenerse al tanto del caso de Maya.

El calor todo el día había hecho al nivel de lo que los informes del clima llamaban “peligrosamente alto”, y me estaba afectando, así que tenía que irme antes que los demás en el Club. Mientras me alejaba, me llamó una joven que me había dado su número mientras marchábamos. La llevé al lugar donde todavía estaba el Club para que ella consiguiera una camiseta y formara parte de la reunión de recapitulación que los miembros del Club estaban organizando.

Ella y como media docena de otros que habíamos conocido en la protesta, con sus camisetas del Club puestas, fueron a un restaurante cercano con los miembros del Club para hacer un resumen y aprender más sobre el Club. Otro equipo del Club se quedó en la multitud, que estaba menguando pero aún no se había dispersado, para distribuir camisetas y reclutar a más personas en el Club.

Bajé las escaleras debajo de la plaza para tomar el tren y encontré una multitud de personas de la protesta que estaban bailando y cantando junto con un músico callejero ciego que cantaba canciones en español en la estación del tren subterráneo.


Club Revolución-Chicago
Foto: Especial para revcom.us


Club Revolución-Chicago
Foto: Especial para revcom.us

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