Dos escenas de la respuesta de los estudiantes a la nueva película en el South Loop

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Columbia College

Un equipo fue a una universidad en el centro de Chicago para promocionar el preestreno del próximo fin de semana de la nueva película de un discurso de Bob Avakian, Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución.

Al mismo tiempo que hacemos el trabajo de organizar y publicitar este preestreno, está teniendo lugar el juicio de Jason Van Dyke, el cerdo policía que asesinó a Laquan McDonald en 2014, cual asesinato fue encubierto tanto por los policías que presenciaron el asesinato como por los mandamases del Departamento de Policía de Chicago (DPC) y el alcalde Rahm Emanuel durante más de un año hasta que se hiciera público el video de Van Dyke disparando a Laquan 16 veces en menos de un minuto, lo que provocó semanas de protestas contra el asesinato y brutalidad policial.

El equipo tenía un cartel grande que anunciaba los preestrenos (hay dos en Chicago) y también un cartel que denunciaba el asesinato de Laquan: ¡Justicia para Laquan! ¡Condenan a Van Dyke! ¡Todo el maldito sistema es culpable! De los cazadores de esclavos fugados, a las turbas de linchamiento del Ku Klux Klan, a los policías fuertemente armados de hoy, este sistema siempre ha aterrorizado a las masas negras en su conjunto.

Unos ejemplos del impacto de impulsar los preestrenos en el contexto del juicio contra Jason Van Dyke

Una persona, un chico blanco de una familia militar, dijo que podía ver algunos de las barbaridades cometidos por algunos de los asesinatos policiales, pero no estaba de acuerdo con todo lo que decíamos. Mientras conversábamos, una estudiante y su compañero de clase se acercaron y dijeron: “En octubre de 2014, escribí un poema sobre el asesinato de Laquan McDonald: ‘Dieciséis disparos’”.

Ella comenzó a explicarles al chico blanco y al chico negro sobre Laquan. “Lo encubrieron por un año, incluido Rahm Emanuel. Realizamos grandes protestas durante días. Todos sabían de Laquan. Importaba mucho que un famoso rapero como Vic Mensa hubiera escrito un rap sobre ello”. Dijo que esta película es muy oportuna. Ella y su compañero de clase tomaron volantes para distribuir en la escuela y se fueron corriendo.

En otra esquina, se nos acercó otra estudiante de la misma escuela. Ella había obtenido el volante para la película y el volante sobre Laquan y nos dijo: “Quiero agradecerles por esto. Asistiré a la película este fin de semana. Lo que ustedes están haciendo y diciendo sobre Laquan McDonald es tan cierto y realmente bueno, y realmente positivo y realmente importante. Quiero ser parte de esto. Sí, creo que hace falta una revolución. No solo por Laquan. Hay todo este terror contra la gente negra. Y las personas matándose las unas a las otras. Y nadie sabe qué hacer. Ustedes tienen una solución. Me enojo con las personas que se quejan y luego no hacen lo que pueden para resolverlo. Odian esto pero no votaron. No puedes quejarte si no votas. Pero seré parte de esto y tomaré parte en organizar para esta película”.

En South Loop

Me era llamativo el porcentaje de estudiantes que se detuvieran para hablar sobre esta película y en varios niveles se sintieron atraídos por su mensaje. 11 personas me dieron sus datos de contacto, pero no tuve que distribuir cientos de volantes para conocerlas. No creo que repartiera 100 volantes en total durante toda la tarde. Y había un sentido de seriedad entre los que se detuvieron. Una y otra vez, cuando les preguntamos qué tan grave es la situación ante nosotros, dirían algo así como “15 en una escala de 10”, o el estudiante que dijo: “Mis padres dicen que esto es lo peor de toda su vida”.

Y el sentido de extrema seriedad por lo general iba acompañado de una actitud receptiva, una búsqueda, de soluciones grandes y radicales, como la revolución. Varias personas con las que hablé dijeron directamente que la votación no iba a resolver esto, que el problema era todo el sistema. Una joven que al principio dijo que iba a votar se sorprendió cuando le pregunté “¿por qué?”, como si votar fuera algo natural. Pero cuando ella trató de explicar por qué, comenzó a decir cosas como “Sé que en realidad esto no ha cambiado las cosas durante siglos” y muy pronto se había convencido de lo equivocado de lo que había dicho al principio. Hablamos sobre cómo esta sociedad llena la cabeza de la gente con tonterías infundadas que todo el mundo repite como si fueran ciertas.

Hablando con profesores. Fui a la clase de una profesora que yo conocía del pasado y la encontré justo antes de que comenzara la clase. Ella había sido muy simpatizante de BA en el pasado, pero luego dejó la escuela. Pero me alegré de que ella hubiera regresado. Ella tomó materiales sobre la película y dijo que la anunciaría a su clase. Solo tuvimos unos minutos y voy a dar seguimiento con ella: le envié un correo electrónico anoche para animarla de nuevo a que asistiera al preestreno.

Conocí a un profesor de inglés enfrente de la escuela que está muy preocupado por el asesinato policial de personas negras (él es negro). Él también estaba interesado en la película y dijo que ayudaría a promoverla en la escuela. Le envié un mensaje de texto anoche para volver a animarlo a asistir. También envié correos electrónicos a otros cinco profes que eran amigos de una persona que enseñaba allí en el pasado. Y tengo un contacto por seguir en la escuela de cine. Estos podrían ser cimientos importantes para organizar una proyección de la película en Columbia después del preestreno de este fin de semana.

Recibí un mensaje de texto de una estudiante en respuesta diciendo que ya había mandado su confirmación de asistir al preestreno del domingo.

Un punto final sobre Columbia. Varias personas me han dicho que las organizaciones estudiantiles allí no son políticas, sino que son clubes sociales de varios tipos. Este otoño hay una excepción nueva: un grupo socialista en el campus (tenemos que saber más sobre éste). Pero para una escuela que en la superficie no es “política”, es claro que había muchos estudiantes que tenían bastante conocimiento político.


Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución
Un discurso de Bob Avakian
Estreno virtual el 19 de octubre. Nunca antes se ha pronunciado semejante discurso sobre este tema - hasta ahora

Tráiler de Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

Un discurso de Bob Avakian

Difunda el tráiler, en inglés, hoy. Déjenles saber a las personas que tendrán una oportunidad de estar entre los primeros en ver este discurso.

 

 

Luego, súmense al movimiento para poner esto ante la sociedad en su conjunto, impulsando el estreno virtual el 19 de octubre.

El Club Revolución-Chicago, organizando para la revolución, invitando a la gente a los preestrenos de este fin de semana en Chicago

 

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