Pete Buttigieg: ¡Al carajo sus servicios!

Sobre las elecciones: Audiciones para ser el siguiente “Lincoln”

De un miembro del Club Revolución-Los Ángeles

3 de abril de 2019 | revcom.us

 

Nota de la redacción: Recibimos esta carta de un miembro del Club Revolución. Particularmente dada la actual promoción de Buttigieg, el lector plantea algunas observaciones e interrogantes aptos para este momento.

Durante una reunión pública que celebró CNN el 10 de marzo con el alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, se vio un aluvión de veneración para con el ejército y una justificación total de los masivos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que este sistema, y el ejército que sirve a este sistema, lleva a cabo en todo el mundo, así como una demostración de la bancarrota de la política de identidad y la incapacidad de los demócratas para mencionar, ni mucho menos enfrentar, el fascismo.

Buttigieg, quien anunció en enero su entrada en las elecciones presidenciales de 2020, es un veterano de la guerra imperialista de Estados Unidos en Afganistán y vende una forma inane de homonacionalismo que, a diferencia del fenómeno fascista de “Gays a favor de Trump”, tiene un atractivo más generalizado. La idea, en esencia, es esta: apoyen al imperio de Estados Unidos y protegeremos sus derechos mientras el sistema pulveriza a personas como usted aquí y en todo el mundo.

A las masas de personas LGBTQ+: No se dejen engañar por los tiburones imperialistas que les dicen que el imperio estadounidense avanzará los intereses de ustedes. Las masas de la humanidad solo pueden liberarse, y el patriarcado opresivo y sus innumerables formas de opresión de género solo pueden abolirse, mediante una revolución real contra esta bestia imperialista, la derrota y desmantelamiento de sus fuerzas armadas de represión y el establecimiento de un nuevo poder estatal socialista que hará cumplir plenamente en la ley la igualdad completa de las mujeres y todas las personas LGBTQ+ en todos los ámbitos de la vida. No podemos ganar nuestra libertad, ni la de nadie, por medio del voto. Tenemos que organizarnos para una revolución real.

A Pete Buttigieg: VETE AL CARAJO POR TU SERVICIO. No hay nada de “honorable” en servir, promover, y celebrar como “grandeza” un sistema de terror, masacre en masa y degradación del medio ambiente. Como dijo Bob Avakian el verano pasado,

...no tiene nada de heroico participar en la maquinaria mecanizada y digitalizada de muerte, devastación y degradación la que son las fuerzas armadas estadounidenses, ni las misiones que llevan a cabo para imponer con lujo de violencia los mandatos del sistema al cual sirven estas fuerzas armadas. Lo que es verdaderamente heroico, y lo que representará un gran servicio a la humanidad, es ponerse de pie contra este sistema y sus interminables crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad — y, cuando llegue el momento, enfrentar y derrotar a la fuerza violenta que se usa para mantener a flote este sistema.(De Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución).

El tema que no se plantea: la realidad de un Estados Unidos fascista

Es llamativo que Buttigieg se negó a abogar por la destitución de Trump ahora, manteniendo la postura del Partido Demócrata de que hay que destituir a Trump por medio de las elecciones, y que los canales normales del sistema deben ser la única forma de resistencia. “Me gustaría ver a este presidente y el estilo de política que representa expulsados por medio del proceso electoral, derrotado decisivamente en las urnas.... Porque no creo que eso es lo que es Estados Unidos. Entiendo cómo sucedió”, dijo.

Nunca se mencionó el fascismo en la reunión pública, aunque es claro que vivimos en una República de Weimar moderna, con un impenitente régimen fascista avanzando implacablemente y haciendo progresos en implementar con saña su programa imperialista gansteril de supremacía blanca, supremacía masculina, anti-LGBTQ+ y anti-inmigrante. Dicho esto, no podemos limitarnos a defender “la Weimar”, la que en sí misma es una pesadilla diaria para las masas de la humanidad. La realidad del imperialismo en tiempos “normales” es completamente intolerable, y el fascismo en sí es otra forma (abiertamente dictatorial) de gobierno del mismo sistema. Como revcom.us publicó recientemente, “[El fascismo es] una forma de gobernar —una opción— a la que las clases dominantes capitalistas (o unos sectores de esos gobernantes) quizá se vean impelidos a recurrir cuando se encuentren ante contradicciones extremos, tal como ocurre hoy”. Trabajar dentro de los límites del sistema capitalista-imperialista, incluso con las mejores intenciones, sólo da por asegurado que continúen los horrores que resultan de la existencia de este sistema (los que se concentran en los Cinco Altos), y con ella la posibilidad de que los movimientos y regímenes fascistas intensifiquen estas atrocidades.

Las audiciones para ser el siguiente “Lincoln”

Cuando se le preguntó cuál ex presidente de Estados Unidos él más admiraba, Buttigieg dio una respuesta que, bajo otras circunstancias, podría ser nada especial. “Cuando me preocupo por nuestro país, recuerdo que hubo un momento cuando parte de nuestro país se separó y declaró la guerra a la otra parte. Y el presidente Lincoln nos guió a través de eso; nos unió, y creo que lo hizo con un espíritu de servicio y empatía que ciertamente aspiro a emular”. Esta invocación de la Guerra Civil no fue un accidente, sino una postura deliberada en torno a la cual los otros contendientes imperialistas tendrán que orientarse: ¿Cómo vamos a liderar durante lo que podría estar por venir?

El sector fascista de la clase dominante y las masas bajo su ala han venido hablando de una guerra civil durante décadas, y la tienen en mente con gran frecuencia estos días. El sábado 16 de marzo, el congresista supremacista blanco Steve King del estado de Iowa publicó un meme en Facebook que invocó abiertamente una guerra civil que se perfila. Según el Los Ángeles Times, en el meme se vieron “dos figuras en lucha, una roja y otra azul, cada una de ellas una amalgama de estados por sus inclinaciones políticas”. El texto del meme: “La gente sigue hablando de otra guerra civil. Un lado tiene cerca de ocho mil millones de balas, mientras que el otro lado no sabe cuál baño que usar”. Desde entonces se ha retirado ese posteo, pero el hecho de que un representante imperialista en funciones lo haya expresado en términos tan flagrantes no debe tomarse a la ligera. A pesar de su tono y su “broma” antitransgénera, el meme refleja la polarización actual muy negativa: por un lado los reaccionarios, los fascistas y los fascistas cristianos manteniendo y buscando ampliar su control del poder, por la fuerza de la violencia si sea necesaria (es decir, el uso de la fuerza contra el “lado liberal” de “la pirámide del poder” que Bob Avakian ha analizado, además de la violencia cotidiana que el sistema emplea contra las masas y cualquiera que desafíe su legitimidad), y por el otro lado el sector no-fascista de la clase dominante que se opone a los fascistas hasta cierto punto mientras que busca mantener a las masas bajo su ala en una posición de debilidad, transigencia y capitulación ante los fascistas.

Que no olvidemos: Los sectores de la población que son fascistas de hueso colorado sí tienen muchas armas, muchos de ellos siendo militares y ex-militares. Estos fascistas, envalentonados y desencadenadas por el régimen de Trump y Pence, constituyen una amenaza mortal muy grave — mortal y punto. Hacerles caso omiso no va a hacer que se vayan. No va a impedirles organizar en línea, aprovecharse de los jóvenes, los vulnerables, los enajenados. No va a impedirles formar milicias, aterrorizar a inmigrantes y gente negra, latina y otros de color, o atacar con armas sinagogas e iglesias, dejando a su paso la carnicería y el terror. Todo esto está sucediendo ahora mismo.

La pregunta sigue siendo: ¿Podrán los revolucionarios arrancar algo positivo de todo esto,o se limitará esta lucha a elegir entre diferentes formas de dominación imperialista?

Teniendo esto en cuenta, y dado que el fascismo ha ensombrecido este ciclo electoral, en cierto sentido estas son audiciones entre los imperialistas para decidir quién puede ser el próximo “Lincoln”, un proceso para ver quién podrá liderar en la lucha entre los dos sectores marcadamente opuestos, tanto entre los gobernantes como entre la población en general, y al mismo tiempo mantener su sistema monstruoso, irreformable y criminal. Buttigieg cree que puede ser el próximo “Lincoln” (y cabe señalar que en las semanas después de su reunión pública su popularidad ha crecido), y en esta primera etapa de “Estados Unidos tiene talento imperialista y de los que aspiran ser imperialistas” de 2020, ¿quién sabe a cuál BEB la clase dominante favorecerá como el ganador? En medio de todo esto, y penetrando toda la basura, cada vez más gente tiene que luchar por nuestros intereses más altos, es decir, los intereses de la humanidad. Tienen que ver que este sistema no tiene ningún futuro para ellos, ya sea una marcha lenta y ordenada hacia el olvido o una rápida y caótica, y que un futuro comunista es el único camino hacia un mundo donde dejen de existir el sufrimiento y la degradación innecesarios que ahora son la vida cotidiana de miles de millones de personas.

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