En los últimos meses, muchos estados han aprobado leyes extremas que prohíben el aborto.

Historiales de casos:

Cuando “Un feto es una persona” … Las MUJERES son esclavizadas, y su vida, sueños y cuerpos se convierten en daños colaterales

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En los últimos meses, muchos estados han aprobado leyes extremas que prohíben el aborto. Estas leyes tienen por objeto anular la decisión de la Suprema Corte Roe contra Wade que en 1973 despenalizó el aborto. Ahora que la Suprema Corte ha sido llenada con una mayoría de fascistas antiaborto, es totalmente posible que Roe sea anulada. Y, aunque esta Corte no revoque de plano el derecho al aborto de las mujeres, es casi seguro que restrinja cualitativamente más la posibilidad de que las mujeres ejerzan este derecho, y que criminalice más a las mujeres y a las personas que les ayudan a ejercer control sobre sus propios cuerpos.

Pero estas leyes no salen de la nada: durante décadas, impulsados por el poderoso movimiento fascista cristiano, los estados en muchas partes de Estados Unidos han estado promulgando leyes que tratan los óvulos fecundados, los embriones y los fetos como si fueran seres humanos. Estas leyes tratan a la mujer como una incubadora nada más, subordinando sus derechos básicos e incluso su propia vida a ese grupo de células que se desarrolla dentro de su cuerpo.

Los ejemplos que siguen —de entre cientos de casos— ilustran la crueldad y la misoginia (el odio a las mujeres) al estilo de la Edad de las Tinieblas que estas leyes ya han infligido, y de los horrores mucho mayores por venir a manos de este sistema cruel y misógino y sus comandantes fascistas actuales… si se les permite continuar reinando y dominando sobre la sociedad.

  • Laura Pemberton.1 En 1999 en Florida, Pemberton ya estaba en el trabajo de parto activo en su hogar. Algunos doctores creían que su decisión de tener un parto vaginal después de haber tenido una cesárea anterior pusiera en riesgo al feto, por lo tanto obtuvieron una orden judicial para obligarla a someterse a otra cesárea. Un alguacil fue a su casa, la detuvo, le cerró las piernas con una correa y la llevó forzosamente a un hospital, donde ya estaba en marcha una audiencia de emergencia para determinar “el interés del estado” en proteger al feto que ella aún tenía adentro. Los abogados hacían argumentos en nombre del feto, pero a Pemberton se le negó el acceso a un abogado, y le practicaron la cesárea en contra de su voluntad.
  • Esto no es un caso único: en 2003 la Universidad de Chicago estudió 42 programas de medicina maternal-fetal en Estados Unidos y encontró que un 14 por ciento de ellos reportaron haber usado órdenes judiciales para obligar a una mujer a someterse al parto en el quirófano en contra de su voluntad. La presidenta de Improving Birth (Mejorando el parto) informa que su organización recibe llamadas sobre esto “todos los días…”. Un abogado que trabaja sobre casos de cesáreas forzosas dijo: “Hemos oído muchas veces cuando mujeres han dicho: ‘Me obligaron a someterse a una cesárea’”2.
  • Regina McKnight.3 En 1999 en Carolina del Sur, McKnight sufrió un mortinato inesperado (su bebé nació muerto), debido a una infección, como se supo más tarde. La arrestaron y la acusaron de homicidio por abuso infantil porque había consumido cocaína durante su embarazo. (Según los doctores neonatales, la cocaína no es tan peligrosa para un feto que el cigarro o la desnutrición.4) El jurado la declaró culpable tras deliberar 15 minutos, y ella fue condenada a 12 años de prisión. En apelación, su condena original fue anulada, pero la volvieron a procesar por homicidio involuntario, del cual se declaró culpable, y luego salió libre después de cumplir ocho años de prisión.
  • Rachael Lowe.5 En Wisconsin en 2005, el esposo de Lowe la llevó al hospital para buscar tratamiento para su adicción a Oxycontin. Debido a que estaba embarazada, algún personal del hospital la reportó al estado bajo una ley que permite detener bajo custodia a una mujer embarazada si es adicta al alcohol o sustancias controladas. La metieron a fuerzas en un hospital psiquiátrico, le dieron Xanax y otras drogas pero no le dieron ningún cuidado prenatal. Se nombró un curador ad litem [un representante legal] para el feto, pero a Lowe le negaron el derecho a un abogado durante 12 días después de su detención. Tras más de dos semanas fue liberada, pero siguió bajo vigilancia y supervisión del estado durante todo el resto de su embarazo.
  • Bei Bei Shuai.6 En Indiana en 2010, Shuai trató de suicidarse con matarratas después de que su novio la abandonó. Los doctores lograron salvarle la vida, pero su feto de 33 semanas de gestación murió. Unos meses más tarde, Shuai fue arrestada y acusada de feticidio (“asesinato” de un feto), que lleva una posible condena de 45 años o cadena perpetua en prisión, y fue encerrada en la prisión de alta seguridad del Condado de Marion durante 435 días. Al final se declaró culpable de un delito menor de imprudencia criminal y la condenaron al tiempo cumplido.
  • Purvi Patel.7 En Indiana en 2013, Patel fue a un hospital porque estaba sangrando copiosamente y explicó que su bebé había nacido muerto. La arrestaron y la acusaron de feticidio. La “evidencia” contra ella incluía que ella le había texteado a una amiga de que no quería tener a un bebé y que ella había tomado medicamentos que inducen el aborto. (Estos medicamentos son legales pero requieren una receta, con la cual Patel no contaba.) El estado sostuvo que tratar de autoinducir el aborto constituía una tentativa de asesinato del feto. También dijo que el feto había sobrevivido a esta “tentativa de asesinato” y nació con vida pero que Patel lo había dejado morir, así que también la acusaron del delito grave de negligencia infantil. Patel insistió en que el bebé nació muerto, pero el estado utilizó la “prueba de flotación del pulmón” para insistir en que el bebé había respirado al menos una vez antes de morir, y por lo tanto Patel tenía la culpa. Esta prueba fue desarrollada en el siglo 17, y según un patólogo respetado, es “totalmente desacreditada… me asombra que en el siglo 21… aún confían en esta prueba”.8
  • Descartaron tanto la ciencia como la palabra de Patel: la declararon culpable y la condenaron a 20 años de prisión. Al último fue anulada la convicción por feticidio, pero le dieron una nueva condena de tres años por “negligencia infantil”. Cumplió casi dos años en prisión.

Los citados casos no son atípicos. El citado estudio de Paltrow y Flavin informa sobre 413 casos de 1973 a 2005 “en que el embarazo de una mujer fue un factor necesario que llevó a privarle o intentar privarle a una mujer de su libertad física”. También su estudio nota que las mujeres negras y de color son un objeto especial: al menos tres quintas partes de los casos que describimos arriba son de mujeres de color, y en general, ¡el 52 por ciento de los casos que Paltrow y Flavin examinaron eran de mujeres negras! Lo que es aún más alarmante, después de 2005 (y hasta 2014), han ocurrido al menos 380 arrestos adicionales o actos similares contra las mujeres: mujeres arrestadas por caerse por unas escaleras, por intentar suicidarse, por tardar en hacerse una cesárea, por tomar alcohol.9

Esta es una aceleración severa. Y, en el ambiente actual, es probable que se ponga peor esta persecución medieval —incluso por medio de la vigilancia oficial de alta tecnología, en que el estado tiene acceso cada vez más a los historiales médicos de toda persona— incluso sin que la Suprema Corte dicte más decisiones anti-mujeres.

Una y otra vez, tratan a la mujer como una simple incubadora para que el feto pueda desarrollarse y llegar a ser niño, la castigan cruelmente si algo sale mal y en muchos casos le permiten menos representación legal que al feto no nacido. Estos casos concentran la posición actual de las mujeres en la sociedad estadounidense (y en el mundo) como seres menos que humanos, cada vez más criminalizadas y satanizadas, y con sus vidas cada vez más restringidas. Esta escalada de crueldad clama por una resistencia feroz ahora, al nivel de los estados así como al nivel nacional, un rechazo decidido de parte de hombres y mujeres a permitir la imposición a la sociedad de esta pesadilla al estilo del Cuento de la criada. Y clama aún más por una revolución que derroque estos horrores y cree una sociedad en la que las mujeres sean respetadas y tratadas como plenos seres humanos, capaces de florecer en toda dimensión.


1. De Arrests of and Forced Interventions on Pregnant Women in the United States, 1973-2005: Implications for Women’s Legal Status and Public Health (Arrestos e intervenciones forzosas sobre mujeres embarazadas en Estados Unidos, 1973-2005: Implicaciones para el estatus jurídico de las mujeres y la salud pública), Lynne Paltrow y Jeanne Flavin, p. 306. [volver]

2. “Forced and Coerced Cesarean Sections in the United States” (Cesáreas forzadas y coaccionadas en Estados Unidos), Theresa Morris y Joan Robinson, SAGE Journals, 16 de junio de 2017. [volver]

3. Paltrow y Flavin, p. 306. [volver]

4. Paltrow y Flavin, p. 306. [volver]

5. Paltrow y Flavin, p. 307. [volver]

6. “Indiana prosecuting Chinese woman for suicide attempt that killed her foetus” (Indiana procesa a una mujer china por tentativa de suicidio que mató al feto”, Guardian, 30 de mayo de 2012. [volver]

7.Purvi Patel is released after feticide conviction is overturned (Purvi Patel es puesta en libertad tras la anulación de su convicción por feticidio), Associated Press, 1º de septiembre de 2016. [volver]

8. “False Certainty” (Seguridad falsa), Leon Neyfakh, Slate.com, 5 de febrero de 2015. [volver]

9. “Pregnant and No Civil Rights” (Embarazada y sin derechos civiles), Lynn M. Paltrow y Jeanne Flavin, New York Times, 7 de noviembre de 2014. [volver]

 

Phoenix, Arizona, 21 de mayo de 2019. Los letreros de las mujeres dicen "Guerra contra las mujeres". Foto: Twitter/@ShawnInArizona

Laura Pemberton habla en la Reunión Cumbre Nacional para Asegurar la Salud y la Humanidad de las Mujeres Embarazadas y Paridoras, Atlanta, Georgia, 2007.
Crédito: http://advocatesforpregnantwomen.org.

Regina McKnight en una audiencia post condena,
mayo de 2008
Crédito: http://advocatesforpregnantwomen.org

Purvi Patel

“El aborto es normal”. “Dejen de prohibir los abortos”. “El aborto a solicitud y sin pedir disculpas”. “El aborto gratuito a solicitud”. Ciudad de Nueva York, 21 de mayo de 2019. Foto:  AP

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