Un fotoensayo:

“Jamás he conocido este nivel de inhumanidad”.

¿Cuándo será hora de decir, ya basta?

| revcom.us

 

Hace poco, un equipo de abogados que hace trabajo con los hijos de migrantes examinó las condiciones en que viven los niños detenidos en dos centros de detención de la Patrulla Fronteriza en Texas. Entrevistaron a 60 niños migrantes detenidos. Lo que encontraron fue horripilante e intolerable: cientos de niños detenidos en centros de procesamiento atiborrados, asquerosos, en condiciones sumamente peligrosas, en Clint, al suroeste de El Paso, y en Úrsula, cerca de McAllen, Texas.

La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (OAPF) fue obligada a concederle esta inspección porque el equipo está vigilando el cumplimiento por parte del gobierno mediante un acuerdo de 1997 (el acuerdo Flores, el que los abogados de Trump están tratando de revocar) el que obliga al gobierno a poner en libertad a los niños a 72 horas de que han sido detenidos. Sin embargo, muchos de estos niños han sido obligados a permanecer en estas condiciones carcelarias por semanas, en un caso 26 días.

La conclusión de la co directora de Immigration Law Clinic (Clínica sobre la Ley Migratoria) de la Universidad de California-Davis, que representa a los jóvenes detenidos: “En mis 22 años de visitar a los niños en detención, jamás he conocido este nivel de inhumanidad”.

Ahora, pregúntese: ¿Cuándo será hora de decir, ya basta?

Warren Binford, profesor de derecho de la Universidad Willamette, entrevistó a algunos de los menores en el centro de detención de la OAPF en Clint, Texas, al sudeste de El Paso:

“Lo que vimos son niños que está sucios y desnutridos, que están severamente descuidados. Los están manteniendo en condiciones infrahumanas. Están prácticamente en un almacén, hasta 300 menores en una celda con casi ninguna supervisión de adultos. Tenemos a menores cuidando a menores… los menores no pueden cuidar a menores… y no obstante, así es la manera en que están haciendo funcionar a este centro. Casi no les dan nada nutritivo a los niños, los están descuidando en términos médicos. Estamos presenciando un brote de la gripe, y una infestación de piojos. Unos niños están durmiendo en el suelo. Son las peores condiciones que jamás he observado…”.

Había niños cuidando a niños: En Clint, el equipo de abogados encontró a tres infantes con sus mamás adolescentes, y otros cuatro entre de 1 a 3 años de edad, y docenas más menores de 12. Tres muchachas les dijeron a los abogados que ya tenían días cuidando a un chico de dos años de edad que les llegó con los pantalones mojados, sin pañal, y una playera cubierta de mocos: “Un agente de la Patrulla Fronteriza entró en nuestro cuarto con un niño de 2 años de edad y nos preguntó: ‘¿Quién quiere cuidar a este niñito?’”. Una niña de ocho años de edad estaba cuidando a un niñito de cuatro años de edad con el cabello enmarañado que no quería ducharse.

En el centro de McAllen, las autoridades tenían en custodia a una joven guatemalteca de 17 años de edad que acababa de dar a luz prematuramente y su bebé de un mes de edad fue descrito como letárgico, frío al tocar y no comía. El bebé estaba envuelto en una toalla sucia. La mamá estaba en silla de ruedas recuperándose de una cesaría. Habían pasado siete días en el centro sin recibir atención médica adecuada. “El bebé debería estar en la unidad neonatal de un hospital”, dijeron los abogados.

El Departamento de Justicia trumpista dice que los niños de los migrantes no necesitan de cuidados básicos. Vídeo en inglés.

Condiciones horripilantes, y una emergencia sanitaria: Una de los abogados le dijo a VICE News: “No puedo dar una opinión médica… pero todos los niños que yo vi están padeciendo alguna enfermedad respiratoria”, y varios niños necesitaban de atención médica de urgencia. Quince tienen gripe, diez están en cuarentena, sin jabón para lavarse. “Vimos a muchísimos niños enfermos que estaban tosiendo, mocosos, con ropa cubierta de mocos”. Otro abogado describió una “crisis de salud generalizada” en el centro en Úrsula. “Todos están enfermos. Todos. Los encargados están usando la ropa de los niños para quitárseles los mocos, y limpiar el vómito que los cubre. La mayoría de los niñitos no tiene suficiente ropa”. Estas atroces condiciones de higiene y de vivir están propagando enfermedades infecciosas, y creando una emergencia de salud pública.

Encontraron a los niños durmiendo en condiciones heladas, sin cobijas, con solo trozos de papel de aluminio. Debido al hacinamiento, muchos niños están durmiendo en el suelo, algunos tienen colchones. Para el desayuno por la mañana les dan avena, una galleta y una bebida azucarada, para el almuerzo tallarines instantáneos y para la cena un burrito y una galleta. Ni fruta ni verdura. La misma comida todos los días. Casi todos los niños dijeron que tenían hambre. Muchos dijeron que tenían semanas sin bañarse, ni tampoco una muda de ropa limpia. Un psicoanalista de San Francisco que ha examinado a 50 niños dijo que la situación está causando un daño permanente.

“Casi ninguno de los niños que entrevistamos cruzó la frontera a solas. En esencia, cruzaron con familiares. Y quieren que los vuelvan a juntarse con sus familiares que están viviendo en Estados Unidos. Casi todos los niños que yo entrevisté tienen familia, parientes, tíos, tías, abuelos, hermanos en Estados Unidos que los están esperando y están listos para cuidarlos….

“Lo que estamos haciendo es quitarles los niños a las familias en la frontera, y los estamos poniendo en condiciones infrahumanas en centros de la Patrulla Fronteriza donde para nada deberían encontrarse, ni siquiera por unas pocas horas… lo máximo que se supone que deban detener a alguien ahí es de 72 horas…”. (Warren Binford)

La CNN obtuvo las fotos de esta página de una persona no identificada..

 

 

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