Redadas del ICE en Misisipí dejan a niños varados en las calles y llorando por sus padres…
Masivas redadas en Misisipí señalan gran avance en el FASCISMO

13 de agosto de 2019 | revcom.us

 

El 7 de agosto, el ICE (Oficina de Inmigración y Aduanas) realizó redadas en siete procesadoras de alimentos y arrestó a unas 680 personas en varios pueblos de Misisipí. Las redadas abrieron grietas en estas comunidades con el propósito de sembrar terror por todo Estados Unidos. Según BuzzFeedNews, un pastor de uno de los pueblos donde ocurrieron las redadas dijo: “La gente está aterrada. Se muere de miedo”.

En la alborada, una manada de 600 agentes del ICE se fueron bajando de autobuses en diferentes partes de Misisipí y empezaron a cercar las fábricas. Los agentes, con pistola en mano, empezaron a esposar a las personas en pleno trabajo y llevárselas, paseándolas en frente de las cámaras, en lo que el que funge de director del ICE dijo que era “una operación digna de un manual”. Un fiscal federal se jactó de que “fue la mayor acción de aplicación de la ley registrada en un lugar de trabajo en la historia del país”.

Los niños que regresaban de su primer día de escuela encontraron que sus padres no estaban. Un canal de TV de Jackson informó que “los vecinos, incluso desconocidos” fueron por los niños que los autobuses escolares habían dejado frente a casas vacías y se los llevaron a los gimnasios de la localidad que convirtieron en albergues improvisados. Una mujer que fue al gimnasio le dijo a un reportero que conocía a la madre de unos de los niños ahí. Le dijo: “Su mamá lleva 15 años aquí y no tiene antecedentes penales”. Magdalena Gómez Gregorio, de 11 años de edad, le dijo a un reportero entre llantos: “Gobierno, por favor tenga misericordia. Por favor, dejen a mis padres en libertad con los demás… Me hacen falta mí papá y mi mamá. Mi papá no hizo nada, no es un criminal”.

De inmediato, muchos de los arrestados fueron trasladados a un almacén donde “los agentes del ICE les hicieron entrevistas, les tomaron las huellas digitales y fotos, los procesaron a fin de sacarlos de Estados Unidos y trasladarlos a un centro del ICE en Jena, Luisiana” (declaración de la fiscalía del Distrito Sur de Misisipí). Para fines del día, el ICE ya había puesto en libertad a unos 300 de los detenidos. Algunos de ellos eran menores de edad, de tan sólo 14 años.

¿De qué lado estás?

El ICE alega que dejó en libertad a algunas personas por razones “humanitarias”, para reunificar a los hijos con sus padres. Esta mentira descarada es cruel incluso según los estándares del ICE. La declaración oficial del ICE dice: “En todos los casos, todos los ilegales que hemos encontrado como parte de este operativo o están en procedimientos de deportación ante un tribunal federal de inmigración, o en el caso de los que ya tuvieron su debido proceso legal y se ha ordenado su deportación, ha empezado el proceso de sacarlos de Estados Unidos”. Mejor dicho, el ICE se propone deportar a todos los que detuvo.

Las redadas se llevaron a cabo durante una semana que presenció una masacre de mexicanos y chicanos en El Paso, el mismo día que Trump se encontraba de visita en El Paso, una ciudad que ha estado al centro de sus ataques rabiosos y racistas contra mexicanos desde el momento en que emprendió su campaña presidencial. Estos acontecimientos son parte de un proceso de limpieza étnica, por parte del estado, por parte de justicieros supremacistas blancas y chusmas racistas.

Luego el viernes 9 de agosto, el día después de las redadas de Misisipí, Trump prometió más de lo mismo: “Quiero que las personas sepan que, si vienen a Estados Unidos ilegalmente, se van a ir; se les va a sacar. Y esto [las redadas y las imágenes de niños que lloraban] sirve de muy buen factor disuasorio… Pues, espero que esto continúe”.

Escuchen lo que estos fascistas nos están diciendo. Las redadas y los arrestos van a intensificarse. Se proponen deportar a todos los que detengan en ellas. No les importan un carajo los niños ni sus familias.

Estos horrores continuarán a una escala aún mayor a menos que se les contrarreste una feroz resistencia de masas de personas de todas las nacionalidades, migrantes y no migrantes. Un reportero del New York Times citó a un abogado chicano en Texas que dijo que después de El Paso, “Muchos clientes me dicen: ‘Somos los nuevos judíos, somos igual que los judíos’”. Y recuerden que durante todo este tiempo Trump ha estado usando expresiones tomadas directamente del vocabulario de Hitler para referirse a las comunidades oprimidas donde se obliga a las masas de negros a vivir, al hablar de “infestación” y “plagas”.

Este no es el momento de cifrar sus esperanzas en el engaño de que por fin los demócratas llamarán a emprender la clase de resistencia que se necesita para frenar esta embestida fascista. No lo harán — y no lo pueden hacer, y no lo van a hacer. Los demócratas, al igual que los republicanos, representan al mismo sistema del capitalismo-imperialismo. Es un sistema cuyo corazón de vampiro se nutre de la explotación cada vez más implacable de literalmente miles de millones de personas por todo el planeta, respaldada por la cruel represión y violencia que se exhibió en Misisipí, El Paso y a lo largo de la frontera. Si hay algo que clama por una revolución real para derrocar este sistema, pues, es la deshumanización, criminalización y la deportación en masa de los migrantes: la intensificación de la violenta limpieza étnica con una lógica genocida definida en su núcleo.

Hay poco tiempo, y hay que tomar decisiones. Como dice la Gira Nacional “Revolución” en una declaración sobre la masacre en El Paso: “La pregunta que pende es: ¿DE QUÉ LADO ESTAS? ¿Del lado de la supremacía blanca y el fascismo? O, ¿del lado de poner fin a esta opresión?”

Ahora, ¿qué vas a hacer?

 

Magdalena Gómez Gregorio, de 11 años de edad, suplica que le devuelvan su padre. (vídeo en inglés)

Foto: ICE

La Migra llevó a cabo redadas en varias procesadoras de alimentos de Misisipí, incluida esta planta de Koch Foods, Inc. en Morton, Misisipí, el miércoles 7 de agosto de 2019. Las redadas por la madrugada fueron parte de un operativo en gran escala contra empleados presuntamente indocumentados.

Foto: AP