Sobre la movida del Partido Demócrata para iniciar una indagatoria de juicio político de destitución

| revcom.us

 

25 de septiembre de 2019. Anoche, la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy “Puercalosi” Pelosi, inició la indagatoria de juicio político de destitución contra Donald “Mein Trumpf” Trump. Esto señala un nuevo acontecimiento importante en la lucha contra el régimen de Trump y Pence. Representa una división mucho más aguda entre los gobernantes sobre las maniobras del régimen de Trump y Pence para instituir el fascismo en toda su extensión y como tal, es una brecha potencial por la cual las masas podrían irrumpir “desde abajo”. Todo aquel que quiere ver un fin a este régimen fascista debe ir aprovechando lo que es una brecha potencial para movilizar a las masas y organizar, lo más pronto posible, una lucha sostenida no violenta de masas en las calles, con el objeto de expulsar al régimen fascista en su conjunto. Serían extremadamente destructivas todas las ilusiones sobre “ya se terminó”, todas las ideas de que “podemos dejarlo en manos de los demócratas, sólo es cuestión de tiempo” — por las razones que explicaremos a continuación. Ya es hora de redoblar nuestros esfuerzos — y ¡NO de relajarnos!

Esta movida conlleva grandes riesgos para el sector de los gobernantes al cual Puercalosi representa. Por eso ella lleva mucho tiempo oponiéndose a esta maniobra. Aún existen los temores de los cuales habla Bob Avakian. Pero ella está emprendiendo esta movida de alto riesgo en este momento únicamente porque continuar sin hacer nada ante los desmanes de Trump conllevaría riesgos aún mayores para los intereses de la clase dominante imperialista, según ella los entiende, y para la estabilidad del sistema.

Puercalosi se cuidó mucho de describir esto en términos de los intereses de la “seguridad nacional” de Estados Unidos — es decir, los intereses del imperio estadounidense de seguir dominando y explotando a las masas y devastando al planeta. Pero, estos NO son los intereses de las masas de personas en el mundo o en Estados Unidos. Los intereses fundamentales de las masas corresponden al derrocamiento de todas formas del dominio imperialista, en una revolución para eliminar toda explotación y opresión; una revolución con el objeto de emancipar a toda la humanidad.

Al mismo tiempo, la imposición de la grotesca forma fascista del gobierno imperialista burgués —con los riesgos mucho más realzados de la guerra y la destrucción ambiental total que conlleva, la opresión extremadamente intensificada que implica para las masas de personas y la represión mucho mayor que implica para todas las fuerzas que trabajan por un mundo mejor, entre ellas los revolucionarios— se opone totalmente a los intereses de la humanidad, y hay que derrotarla. La consigna que popularizamos originalmente a raíz de la elección de Trump sigue siendo correcta y extremadamente importante: “En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista”.

Puercalosi también se refirió a la violación de normas de la Constitución y del estado de derecho. De hecho, Trump ha violado esas normas durante todo su mandato. El sector de la clase dominante al cual Trump representa cree fuertemente que la imposición de un régimen fascista total corresponde a los intereses de Estados Unidos. Esto requiere la imposición de métodos abiertamente dictatoriales contra las masas, y también requiere la supresión de otras fuerzas en la clase dominante.

Tal vez las fuerzas a las que Puercalosi representa crean que Trumpf se haya “pasado de la raya” a ese respecto con su más reciente intento de utilizar al gobierno de Ucrania para hacer caer a Joe Biden; y/o también tal vez también crean que este paso viola con demasiado descaro lo que han sido normas legitimadoras del dominio imperialista hasta ahora. No podemos leer la mente de ellos. Pero es casi seguro que están calculando que si continuaran sin hacer nada ante esta situación, perderían demasiada “credibilidad” entre las masas cuya furia y resistencia ellos están “encargados” de acorralar y domesticar.

Tal como hemos posteado en nuestro sitio web desde el ascenso de Trump a la presidencia:

El fascismo es cuando la clase burguesa (capitalista-imperialista) ejerza una dictadura abierta, la que gobierna por medio del uso del abierto terror y la violencia, pisotea lo que se supone son derechos civiles y legales, utiliza el poder del estado y moviliza a grupos organizados de golpeadores fanáticos para cometer atrocidades contra las masas populares, particularmente contra los grupos de personas que identifica como “enemigos”, “indeseables” o “peligros para la sociedad”.

Al mismo tiempo, si bien es probable que se movilice rápidamente para hacer cumplir ciertas medidas represivas para consolidar su gobierno, lo que es posible ver estudiando los ejemplos de la Alemania nazi y de la Italia bajo Mussolini, también es probable que un régimen fascista implemente su programa general por etapas y además, trabaje en varios momentos de asegurar a la población o a ciertos sectores de la población de que evitarán los horrores, siempre que aceptan calladamente y no protestan ni se resisten cuando la situación siembre terror entre otros y los pone en la mira de la represión, la deportación, la “conversión”, la prisión o la ejecución.

¿A poco esto no describe el proceso que hoy está en marcha? No obstante, Puercalosi y la inmensa mayoría de políticos demócratas, incluso hoy, todavía se niegan a denunciar al régimen de Trump y Pence por lo que es: fascista.  Durante tres años han sido cómplices con el régimen, y su negativa de llamarlo lo que es muestra que aún piensan conciliarse con él. Si los demócratas lo calificaran de fascista, sin tapujos, las implicaciones serían enormes: que todos tengan que hacer todo lo que esté a su alcance para movilizar a millones de masas para PONER FIN y EXPULSAR a tal régimen, y que sin lograr eso, la actividad como de costumbre no puede seguir su camino. Eso ilustra una vez más por qué no se puede permitir que el Partido Demócrata defina los parámetros y las metas de la lucha para expulsar a este régimen y por qué hay que luchar fuerte y consecuentemente contra los esfuerzos de los demócratas por desviar la lucha.

Pero sería un terrible error el que todos los que SÍ quieran un mundo mejor se quedaran al margen de la crisis ya realzada. Como también llevamos señalando los últimos dos años:

Los demócratas, junto con el New York Times y el Washington Post, etc., están buscando resolver la crisis con la presidencia de Trump de acuerdo a los términos del sistema actual y al servicio de los intereses de la clase dominante del sistema actual, que representan. Nosotros, las masas de personas, debemos avanzar a todo vapor y millones de nosotros debemos movilizarnos para resolver esto al servicio de nuestros intereses, al servicio de los intereses de la humanidad, los que son fundamentalmente diferentes y contrarios a los intereses de la clase dominante.

Esto, por supuesto, no significa que la lucha entre los de arriba es irrelevante o no tiene importancia; más bien, la manera de entender y abordar esto (lo que hay que explicar repetidamente a la gente, incluido por medio de la lucha que se necesita y se lleva bien), está en términos de cómo se relaciona con “la lucha desde abajo” y cuáles oportunidades puede ofrecer, para la movilización de masas de personas en torno a la exigencia de que el régimen en su conjunto tiene que largarse, por su naturaleza y acciones fascistas y por lo que está en juego para la humanidad.

YA ES HORA de aprehender y ampliar esta oportunidad potencial, de convencer y movilizar a las masas para que reconozcan la necesidad Y la posibilidad de expulsar a este régimen. Con esfuerzos redoblados, hay que difundir en todas partes el llamamiento de Rechazar el Fascismo a que ola tras ola de las masas se tomen las calles, que crezcan a millones y más, y que expulsen a este régimen. Hay que impulsar y preparar en todas partes las reuniones de masas que Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) ha convocado para este fin de semana con el fin de desarrollar planes para lanzar estas protestas sostenidas no violentas de masas que no se detengan hasta que se saque del poder al régimen, y incluso antes de estas reuniones las personas deben ir emprendiendo acciones con sentido para reunir a las masas para que se pongan de pie.

Entérese más y busque una venidera reunión en su localidad.

Los revolucionarios debemos trabajar con todo para convencer e incorporar a las personas en esta lucha, explicando los vínculos a las profundas contradicciones que definen este sistema —los 5 ALTOS— y la necesidad de hacer la revolución, y a la vez forjar una amplia unidad en torno a la necesidad de expulsar al régimen. Es más oportuno que nunca el discurso filmado de Bob Avakian, ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista, Un mundo mejor ES posible; y no solamente hay que programar proyecciones, sino que hay que buscar las formas para presentar los cortos de la película y la película misma en las calles durante los días que llevan a estas reuniones este fin de semana y después. Al mismo tiempo, los revolucionarios debemos vincular esta lucha con el muy importante auge de lucha en marcha contra la destrucción del medio ambiente, participando en esta lucha y también esforzándonos por darle dirección, desarrollando y convirtiendo a los luchadores en un frente en luchadores en todos los frentes, y haciéndolo todo desde la perspectiva de los intereses más fundamentales de las masas: la revolución, y nada menos.

El Partido Demócrata es parte del problema, y no es la solución

A continuación presentamos un pasaje de un discurso que pronunció Bob Avakian [BA] en la primavera y verano de 2019. Debido a las maniobras que los demócratas están llevando a cabo para iniciar una indagatoria de un juicio político de destitución contra Trump, en algunos sentidos importantes la situación ha cambiado. Pero no se ha borrado ni trascendido de manera alguna el historial de la traición de los demócratas en torno a esta cuestión — esto se deriva de la naturaleza esencial del Partido Demócrata como un instrumento de la clase dominante imperialista. Y los “tres temores” que describe BA en esta sección del discurso siguen siendo sumamente relevantes y pertinentes para entender los cálculos de Nancy “Puercalosi” Pelosi y el Partido Demócrata en su conjunto y la manera en que actuarán en todo el período entrante. Su principal interés es conservar la estabilidad y la viabilidad del imperio, y lo que hagan y lo que no hagan, y de ello surgirán los términos en los cuales se esfuercen por limitar y desviar la lucha. Pero esos tres temores descritos por BA también dan una idea del terreno por delante y de la necesidad, y de los posibles caminos de libertad, que enfrentan los revolucionarios, y toda esta sección del discurso sigue siendo sumamente relevante.

El Partido Demócrata es parte del problema, y no es la solución.

Aquí hay que poner un reto ante todos aquellos que insisten en la posición de que “los demócratas son la única alternativa realista”: en la página web revcom.us, sale la serie “Crimen Yanqui”, que cuenta y detalla muchos de los más destacados crímenes horrorosos de la clase dominante de Estados Unidos, que se remontan a los inicios de Estados Unidos hasta el presente, cometidos bajo las administraciones republicanas y demócratas. Aquí va el reto: vaya a leer la serie “Crimen Yanqui” y luego regrese y trate de explicar por qué dejarse llevar en apoyar a los demócratas es algo digno que hacer.

Léalo aquí

 

Consiga una e-suscripción gratuita a revcom.us:



Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.