Comunicado #4 de los Revcom

Necesitamos un mundo completamente diferente
Cómo la revolución lidiaría con las epidemias

| revcom.us

 

En este momento, escenas horribles están ocurriendo por todas partes.

En Nueva York, los enfermos se amontonan en las salas de emergencia. Muchos mueren porque no hay ventiladores que les ayuden a respirar cuando sus pulmones no pueden funcionar. Los médic@s, enfermer@s y trabajadores hospitalarios se enferman e incluso mueren porque no tienen el equipo protector básico que necesitan. En las prisiones mazmorras y en los centros de detención de inmigrantes, donde la gente está amontonada como sardinas, el virus se cierne como un huracán. Millones en Estados Unidos han perdido sus trabajos y los niños pasan hambre.

Miles de millones más, en todo el mundo, se enfrentan a una elección entre el hambre o la represión, con muy poca protección contra la enfermedad o acceso a la atención médica si la contraen.

Los gobernantes del mundo, y de Estados Unidos, luchan entre sí, sin respuestas reales — mientras las masas sufren horriblemente.

¡Pero no tiene por qué ser así! Nos estamos organizando ahora para una revolución real —un derrocamiento de este sistema, no un cambio de fachada. Estamos luchando por un nuevo poder estatal — la Nueva República Socialista en América del Norte. Y aquí va lo que ESA sociedad socialista haría:

Uno. El poder revolucionario se prepararía para desastres como este, no dejaría a la sociedad indefensa.

La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian, establece lo siguiente:

Se harán investigaciones y otro trabajo para anticipar en la mayor medida que sea posible, y para prevenir en el mayor grado posible, los brotes de enfermedades y epidemias, y detectar y tratar tales brotes y epidemias tan rápida y eficazmente como sea posible en los casos en que no sea posible prevenirlos.

Comparemos eso con lo que hizo el sistema actual. El gobierno supo durante años que un virus como este podía azotar fácilmente. Incluso hicieron estudios que les dijeron lo que necesitarían: camas de hospital adicionales para emergencias. Investigación para preparar nuevas vacunas. Equipo protector como máscaras y máquinas de emergencia como ventiladores. Planear de antemano cómo ayudar a la gente en emergencias sin que millones pasen hambre o algo peor. Pero se hizo muy poco de eso.

¿Por qué? Porque el sistema bajo el que vivimos —el capitalismo-imperialismo— NO está organizado para satisfacer las necesidades de la gente. Es un sistema de competencia despiadada entre aquellos que poseen los medios para crear riqueza, un sistema en el que nada ocurre a menos que alguien pueda sacar ganancias. La planeación para emergencias, el almacenamiento de insumos críticos y la producción de vacunas que quizá se necesiten en el futuro no son “rentables” a corto plazo. Y en lugar de que Trump y los gobernadores demócratas compitan por los recursos como vemos hoy, el estado socialista coordinaría los recursos y la respuesta a nivel nacional — con una economía orientada a las necesidades de la gente, y NO las ganancias.

Dos. El nuevo estado socialista aprendería de los conocimientos de los científicos y de la gente del común de todo el mundo para derrotar la epidemia. Para citar de nuevo la Constitución de la Nueva República Socialista en América del Norte:

En concordancia con un enfoque científico así como una orientación internacionalista, se compartirán tan completamente como sea posible la investigación y el desarrollo y los avances prácticos en el campo de la medicina con las personas en este campo (y otros campos relacionados) en otras partes del mundo y se promoverá y se llevará a cabo la cooperación en la detección, el combate y la prevención de brotes de enfermedades y epidemias…

Pero veamos lo que este sistema bajo el cual vivimos está haciendo: las empresas acaparan conocimientos para usarlos con sacar ganancias, las potencias imperialistas luchan por conseguir una nueva vacuna primero y usarla en contra de sus rivales... y mientras tanto la gente morirá por falta de una vacuna.

Tres: las masas de personas no sólo recibirán informes veraces de la situación general, sino que se movilizarán su inteligencia, creatividad y espíritu de auto-sacrificio. De nuevo, de la futura Constitución:

En el tratamiento de enfermedades y en otros aspectos de la medicina, se tomará en cuenta y se aprovechará plenamente las susceptibilidades así como las experiencias y los conocimientos de los pacientes y del pueblo en general como un requerimiento básico y un recurso básico en la práctica de la medicina y en el desarrollo y aplicación de la ciencia médica.

Comparemos eso con el sistema bajo el que vivimos ahora, donde se mantiene a la mayoría de la gente ignorante de la ciencia y se le mantiene pasiva durante una crisis como la actual.

Por último, pero no menos importante — porque la producción social estaría orientada a satisfacer las necesidades de la gente, y no para las ganancias de tal o cual capitalista, las necesidades se podrían almacenar de antemano y repartir de manera equitativa cuando SÍ ocurriera un desastre como éste. Comparemos eso con este sistema, cuando millones de personas no tienen el dinero para el alquiler, o incluso para los comestibles, y se quedarán sin hogar o pasarán hambre.

El mundo previsto en esta Constitución es posible. Pero para crear ese mundo, necesitamos una revolución real. Contamos con la dirección para esa revolución, en Bob Avakian, BA. Y hay una estrategia que él ha desarrollado que, mediante dura lucha, puede llevarnos a esa revolución.

El hecho de que tengamos un líder así y la visión y la estrategia es una gran ventaja. ¡Lo que se necesita, ahora más que nunca, es USTED!

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La cola para entrar al hospital Elmhurst, Queens, Nueva York, la semana pasada. Los gobernantes de este sistema sabían de antemano que algo como la pandemia de coronavirus podría ocurrir en cualquier momento, pero no hicieron nada debido a la naturaleza de su sistema. (Foto: AP)

CONSTITUCIÓN Para La Nueva República Socialista En América Del Norte

CONSTITUCIÓN Para La Nueva República Socialista En América Del Norte

De la autoría de Bob Avakian, y adoptada por el Comité Central del Partido Comunista Revolucionario

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