Tienen las manos empapadas de sangre:
Diez formas en que el régimen fascista de Trump y Pence tiene las manos empapadas de sangre del coronavirus
| revcom.us
El funcionamiento “normal” del capitalismo significa que las demandas del capital de obtener cada vez más ganancias siempre distorsionarán los preparativos para los desastres y que las crueles desigualdades de la sociedad capitalista se manifestarán con creces. Pero el régimen fascista de Trump y Pence ha hecho que la muerte y el sufrimiento de la gente sean mucho peores de lo que tenían que ser, “amplificando y fortificando”, como dijo Bob Avakian, las barreras “normales” del capitalismo (véase “La asesina ilusión de la ‘normalidad’ y el camino revolucionario hacia adelante”, en www.revcom.us).
Aquí van las formas:
- Ignoró las advertencias previas en el propio gobierno de que una pandemia como la actual era una posibilidad concreta para la que había que prepararse.
- Se disolvió un grupo de trabajo del gobierno que se suponía que se ocuparía de la respuesta a las pandemias.
- Minimizó repetidamente el peligro de la pandemia del coronavirus, aunque ya asolaba a otros países y claramente comenzaba a propagarse en el propio Estados Unidos.
- Aceleró los ataques a los inmigrantes, que se encuentran entre los más vulnerables, lo que regó odio contra esas masas y causó su sufrimiento, y además significa que los inmigrantes, por temor a la encarcelación y deportación, no podrán recibir tratamiento y sufrirán de manera desproporcionada la muerte y la enfermedad, y que la enfermedad se propagará más de lo que pasaría en otros casos.
- Declaró que se opone, e incluso intentará parar, la liberación de presos debido al coronavirus. Hay 2.3 millones de personas encarceladas en Estados Unidos, hacinadas en condiciones de salud precarias y sin posibilidad de practicar el distanciamiento social y otras medidas preventivas. Por lo tanto, básicamente Trump ha dictado una pena de muerte para miles y miles de presos.
- Tardó mucho en aumentar las pruebas para el coronavirus, que amplios números de expertos en enfermedades infecciosas señalan que es lo esencial en combatir la propagación de infecciones, y al día de hoy sigue mintiendo sobre su disponibilidad.
- Ha agravado mucho más el funcionamiento irracional del capitalismo en que diferentes hospitales y localidades, cada quien con sus propios esfuerzos, buscan conseguir insumos a las corporaciones las que buscan las mayores ganancias.
- Ignoró e incluso atacó a los expertos médicos y científicos, cuando sus recomendaciones iban en contra de sus propios intereses percibidos, lo que promueve el pensamiento ignorante anti-científico tan inherente al fascismo y al fascismo cristiano del régimen de Trump y Pence en particular.
- Ha seguido regando un chovinismo fascista a ultranza, supremacía blanca y el veneno “Estados Unidos ante todo”, azuzando tensiones internacionales y racismo, en un momento en que la cooperación mundial es una necesidad de vida o muerte.
- No ha aflojado los ataques al seguro médico y a los programas de ayuda social, lo que significa que muchas personas que de otra manera recibirían tratamiento o ayuda no la tendrán, ¡así provocando muertes innecesarias!
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