Llevando “¡Revolución, y Nada Menos!” a la marcha que exigía justicia para Andrés Guardado, asesinado por la policía

| revcom.us

 

Del Club Revolución-Los Ángeles

Mientras las poderosas protestas por la vida de los negros sacuden a la sociedad con la demanda de un fin de los asesinatos racistas por parte de la policía, el 18 de junio el sherifato de Gardena, California, mató despiadadamente a Andrés Guardado, 18. Le pegaron al menos seis balas al estar en el taller de carrocería donde trabajaba como guardia de seguridad y luego arrancaron las cámaras de seguridad del taller. Tres días más tarde, el día después del discurso racista, violento y fascista de Trump en Tulsa, Oklahoma, unas 500 personas salieron a las calles de Gardena y Compton en una poderosa marcha y protesta para exigir justicia para Andrés.

Personas y organizaciones salieron a las calles que han sido parte del continuo levantamiento de lucha, y otros salieron a las calles desde el barrio por primera vez. Algunas personas viajaron desde zonas lejanas, llenas de indignación y decidiendo que no podían quedarse sentadas de brazos cruzados. La familia y los amigos de Andrés marcharon juntos con banderas salvadoreñas en un contingente con una pancarta en español que decía “Justicia para Andrés Guardado”. Participó una red de personas que se han unido a las protestas por la vida de los negros y que exigen “liberar a nuestros hijos” de las jaulas en las que este gobierno encierra a los inmigrantes. Los organizadores de la marcha expresaron explícitamente la unidad entre los negros y los latinos, y esto se manifestó hermosamente cuando la marcha, principalmente de latinos, recorría Compton y los negros salieron a observar y apoyar, algunos con los puños en alto.

Mientras los manifestantes se reunían en el sitio de la ofrenda, los miembros del Club Revolución hablaron de la necesidad de por fin ponerle UN COTO a esto, de no continuar con ciclos que lo mantienen en marcha, y luego le pasaron el micrófono al hermano de Anthony Weber, quien habló de su hermano de 16 años de edad que fue baleado por la espalda 16 veces hace dos años y dijo: Somos gente y exigimos que nos traten como tal.

Los Revcom llevaban una pancarta, “No es posible reformar este sistema, hay que derrocarlo”, y una cita ampliada de Bob Avakian (BA), “ El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente…” (Lo BAsico 1:24). Durante la marcha a veces formábamos una línea horizontal detrás de la manta, llamando la atención de todos sobre esta formación con camisetas “¡Revolución, y Nada Menos!”, la que incluía a gente nueva que se había unido a raíz de las protestas de los últimos dos días. En un momento dado empezamos a corear: “Trump ama a los policías, los policías aman a Trump, ¡NO! ¡TODOS TIENEN QUE LARGARSE YA!” No todos se le sumaron a este coro de inmediato, e incluso salió cierta oposición a él, mientras que a otros les encantó, incluida una joven mujer que se colgó de uno de los coches que iban con la protesta y que levantó su dedo medio al ritmo del coro. A lo largo de la marcha la gente llevaba carteles con “¡Decimos: No más! ¡Revolución, y Nada Menos!” y con cinta los colgaron en sus autos o cuerpos y agarraron los carteles que se estaban distribuyendo con la declaración de BA “¡Nada Menos!” y la historia y el significado de la violencia racista en Tulsa y el inicio de la campaña de Trump ahí. Algunas personas familiarizadas con los Revcom de diferentes maneras nos encontraron ahí, algunas de ellas se nos unieron en el acto para ayudar a sacar los materiales.

Cuando la marcha llegó a la comisaría de Compton, los sheriffs estaban formados con equipo antidisturbios detrás de una valla metálica y amenazaban a la gente. Una buena parte de la protesta de carácter juvenil se acercó desafiante a la valla, gritando y coreando en las narices de los sheriffs, y los danzantes aztecas se pusieron al frente y bailaron. El padre de Andrés Guardado se acopió de valor para hablar brevemente ante la multitud, expresando su pena y dolor y su aprecio por la gente que estaba ahí en bola y la necesidad de poner fin a esto. Esto abrió un mitin de agravios en que otras cuatro familias de personas asesinadas por la policía se subieron al micrófono y contaron sus historias, pintando además un panorama real de la naturaleza porcina de estos policías asesinos.

Mientras la manifestación llegaba a su fin, los sheriffs mostraron en toda su extensión su brutalidad e inhumanidad. Al otro lado del edificio, donde también estaban formados con equipo antidisturbios, comenzaron a disparar gas lacrimógeno, balas de goma y granadas aturdidoras a la gente que estaba en sus narices, rechazando retroceder. Una y otra vez disparaban algo, y la pequeña multitud retrocedía y se reunía de nuevo.

En cierto momento, un par de jóvenes latinos se acercaron y se pusieron de pie delante de los sheriffs, de espaldas y con las manos detrás de la cabeza. Ya les habían dado con el gas lacrimógeno y sus caras estaban rojizas e hinchadas. Algunas personas han dicho que, cuando asesinaron a Andrés, fue baleado por la espalda con las manos en alto de esta misma manera. Algunos nos unimos con ellos y juntamos a otros para hacer lo mismo y formamos una fila frente a los sheriffs, gritando el nombre de Andrés. Los sheriffs decidieron no seguir disparando a la gente en esta circunstancia. En cambio, comenzaron a hacer sobrevolar un helicóptero, amenazaban a la gente con más violencia y arrestos. Mientras esto ocurría, un segundo enfrentamiento se produjo al otro lado del edificio. Estos enfrentamientos continuaron durante una hora.

Mientras sucedían, había otras agrupaciones de personas que habían sido parte de la manifestación anterior, reunidas en la acera lejos del edificio, conversando y organizándose. Los integrantes de nuestro equipo que no estaban en medio del enfrentamiento pudieron conversar con la gente de ahí. Un estudiante que creció en Compton dijo que quería ser parte de una organización y le atraía la pancarta y preguntó cómo podía participar. De un informe de un camarada: “Le di la declaración de Tulsa y le pedí que leyera la declaración de BA. Dijo que estoy completamente de acuerdo, que estoy con esto. Preguntó cómo podría empezar a organizarse ahora y le devolví el problema de que no hay suficiente gente que conozca esta revolución y su dirección, así que difundir el mensaje es una forma importante de trabajar sobre eso. Se llevó un manojo de volantes y hablamos de la necesidad de que un número creciente de personas estén en representación de esta revolución y llamen a otros a organizarse en esta revolución como parte de acelerar el proceso de realmente hacer la revolución. Leímos el 5-2-6 y le dijimos que consiguiera una camiseta si estaba de acuerdo, para empezar a estar en representación... Terminó comprando tres camisas (una para él y para sus hermanos)”.

Muchas otras conversaciones importantes ocurrieron durante todo el día, y algunas de ellas continuaron en una reunión al día siguiente. Más al respecto pronto.


Andrés Guardado


“Los organizadores de la marcha expresaron explícitamente la unidad entre los negros y los latinos, y esto se manifestó hermosamente cuando la marcha, principalmente de latinos, recorría Compton y los negros salieron a observar y apoyar, algunos con los puños en alto”.

Pdf del volante

Cartel de cuatro cartas: español | inglés

 

 

Consiga una e-suscripción gratuita a revcom.us:



Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.