Reposteado de RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo):

3 preguntas sobre la “resistencia” a la racha de represión federal en Portland

Coco Das

| revcom.us

 

1. ¿A qué demonios se refiere el teatro político y el “autoritarismo performativo”?

2. ¿Por qué estás esperando que esto llegue a la ciudad donde vives en vez de colmar las calles ahora para decir no a un estado policial fascista?

3. ¿Qué te hace pensar que puedes sacarlo por medio de votar?

El régimen de Trump y Pence ha enviado un ejército federal de ocupación a Portland para “apagar” las protestas en curso. Bajo el control del Departamento de Seguridad Nacional y organizados por varias dependencias federales, entre ellas la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y la Guardia Costera, estos golpeadores anónimos camuflados, con pinta de ser prácticamente indistinguibles a las milicias de derecha, se han atribuido la autoridad para secuestrar a los manifestantes.

Esta es la Gestapo y la policía secreta de Trump, pero el régimen no ha ocultado sus intenciones. El propio Trump, que una vez dijo que añora los días en que se lleven a los manifestantes en camillas, dijo: “Voy a hacer algo, eso, puedo decírselo. Porque no vamos a dejar que Nueva York, Chicago, Filadelfia, Detroit, Baltimore y todas estas ciudades... Oakland es un desastre. No vamos a dejar que esto suceda en nuestro país... Miren lo que está pasando, todas esas ciudades que están manejadas por demócratas muy liberales. Todas esas ciudades están manejadas, en realidad, por la izquierda radical. Si Biden lograra elegirse, eso sería cierto para el país. El país entero se iría al infierno. Y no vamos a dejar que se vaya al infierno”.

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, dijo: “Verán algo que se despliega esta semana cuando empecemos a entrar y aseguremos las comunidades, ya sea Chicago, Portland, Milwaukee o algún lugar en el corazón del país”.

Ken Cuccinelli, subsecretario en funciones del DHS, dijo: “Pueden esperar que si la violencia continúa en otras partes del país, el presidente no ha hecho ningún secreto del hecho de que espera que en los lugares donde podemos cooperar o tener jurisdicción, entremos y ampliemos nuestros esfuerzos policiales ahí para reducir el nivel de la violencia”.

Claramente el régimen sólo apoya los derechos de los estados cuando éstos están defendiendo la Confederación esclavista.

Utilizando cualquier alegación de “amenazas a las instalaciones y agentes federales”, o un “aumento de la delincuencia”, estas fuerzas fascistas del orden pueden ser “rápidamente desplegadas” a cualquier lugar que estimen adecuado. En su conferencia de prensa del 22 de julio, Trump dijo: “...Portland es un lugar muy diferente a Chicago, pero Chicago debería llamarnos. Y también deberían llamarnos Filadelfia y Detroit y otras ciudades para que acudan y les ayuden de verdad. Porque cuando se pierde a mucha gente un fin de semana, muchísima gente, ustedes ven las mismas cifras que yo. Cuando se pierde a estas personas, deberían llamarnos y deberían decir: “Que pasen”. Y es increíble para mí, pero no lo están haciendo. En cierto momento, lo harán. En cierto momento quizá no tengamos otra opción que entrar”.

De hecho, ya están entrando, enviando un “aumento” de 150 agentes federales a Chicago, 35 a Albuquerque, 200 a Kansas City. La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, dijo que cooperará con estos agentes siempre y cuando sea una “asociación real”, no una “dictadura”. Trump ha señalado a Chicago como el coco de la violencia urbana desde su campaña en 2016 y ha amenazado con apoderarse de ella durante años.

Es trágico que cantidades tan grandes de masas negras y latinas de esas ciudades se maten entre sí, pero un régimen supremacista blanco no tiene intención de arreglarlo de modo que esas comunidades ya no sigan sufriendo. Al igual que la “libertad de expresión” y la “libertad de religión”, la “seguridad pública” es un pretexto para impulsar su programa. Un régimen, que de rutina llama a la violencia para lidiar con sus enemigos, no se preocupa si las personas que odia se desquitan entre sí con su violencia. La ley y el orden fascista implican que el régimen y el “volk” [pueblo] que representan son la ley, y pueden legítimamente usar tanta violencia como estimen adecuada para hacer valer su poder.

Portland es distinta a las ciudades más diversas las que Trump tiene en la mira ahora, y mientras están secuestrando a los manifestantes, principalmente blancos, y están usando gas lacrimógeno contra las mamas y al alcalde de ahí, imaginen lo que pueden hacer a los miles de jóvenes negros y latinos por todo Estados Unidos, que ya se enfrentan a una severa represión de la policía local, bajo un régimen que ha desatado una supremacía blanca abierta y ha llamado a que los policías sean más brutales.

Y aunque el alcalde de Portland, Ted Wheeler, dijo con razón por la CNN que “enviar tropas federales a las ciudades según la afiliación política de las personas que las encabezan” es un “flagrante abuso del poder de la policía federal”, también concluyó otra entrevista con este mensaje a los manifestantes: “Ya se les ha escuchado... pero mantengámonos seguros y recordemos que nos encontramos en medio de una pandemia. Ya es hora de terminarlo”.

No. Ya no es hora de terminarlo, sino de hacer que crezca hasta llegar a ser un levantamiento nacional de millones de personas en las calles que se niegan a aceptar un estado policial fascista. Estas no son sólo algunas tropas federales comunes y corrientes. Son las tropas federales de Trump imbuidas del fervor y locura fascista de él. Como Jamelle Bouie escribió en el New York Times: “...Trump cultivó activamente tanto al liderazgo como a los agentes de base de la policía fronteriza y del ICE. A cambio, ellos le dieron su apoyo — los sindicatos de ambas dependencias apoyaron a Trump para la presidencia. Bajo su liderazgo, estos organismos han demostrado tener profundas simpatías con la orientación draconiana de la administración respecto de la inmigración en la frontera sur, con acciones agresivas contra los migrantes, los solicitantes de asilo y los inmigrantes no autorizados".

Considerando todo esto, tengo tres preguntas para aquellos que están alarmados por la racha represiva federal en Portland pero que no ven la necesidad de salir a las calles en todas partes ahora para exigir que se saque del poder a un régimen fascista que está consolidando su capacidad de utilizar todas las herramientas y palancas de poder a su disposición para matar el derecho a disentir y para eliminar toda oposición a su programa.

¿A qué demonios se refiere el teatro político y el “autoritarismo performativo”?

Para todos aquellos que dicen que esto es un artilugio político, teatro político, autoritarismo performativo y cualquier otra frase bonita que se les ocurra para ocultar el peligro de secuestros por parte de la policía secreta, ya basta. Estos no son actores, esto no es una obra de teatro, y esto no es un artilugio sólo para ver que Trump gane las elecciones o alentar más protestas a utilizarse como anuncios de campaña. Se están deslindando las cosas de manera muy concreta, con consecuencias catastróficas para toda la humanidad. Si perdiéramos el derecho de protestar —vía medios legales o extralegales—, todas las posibilidades quedarían en el aire. El fascismo no solo es lo peor de un columpio del péndulo. Es un cambio cualitativo en la forma en que se gobierna a la sociedad. Se penaliza el disentimiento paso a paso. Se aporrea la verdad. Se sataniza y pone en la mira a grupo tras grupo por una trayectoria que conduzca a horrores reales. Todo esto ya lleva más de tres años en marcha, pero, con los campos de concentración en la frontera, la absolución de Trump en una farsa de juicio de destitución y una orden ejecutiva para proteger monumentos mientras penaliza derechos bajo la Primera Enmienda con penas de cárcel de verdad, demasiadas personas todavía quieren vivir bajo el sol de cómodas ilusiones propias de que esto en realidad no está pasando. Este es el fascismo. Está ocurriendo, y se está acabando el tiempo para detenerlo.

Una nota especial para aquellos que dicen que seguro que Trump esté haciendo esto porque quiere que protestemos. Alguien que quiere que se proteste no ataca a los futbolistas que hincan la rodilla cuando se toque el himno nacional estadounidense, anima a sus seguidores a usar la violencia contra los manifestantes, llama a aplicar sanciones penales por protestar y dispersar a los manifestantes con helicópteros y fuerzas armadas. Están sacando la conclusión que desean sobre la base de un resultado no intencional —el “dilema del dictador”— de que en ciertas ocasiones el aumento de la represión crea más resistencia — sin que haya pruebas de la verdadera historia de Trump que apoyen esa afirmación. Dejen la pereza intelectual y empiecen a conectar algunos puntos reales.

¿Por qué estás esperando que esto llegue a la ciudad donde vives en vez de colmar las calles ahora para decir no a un estado policial fascista?

La gente de Portland ha respondido de forma apropiada. La resistencia ha crecido, en que el Muro de las Mamas y otros han adoptado una postura justa contra la calumnia de dividir para conquistar que dice que los agentes federales tienen que “ir y apoderarse” de las ciudades liberales para proteger a sus ciudadanos contra los “terroristas internos”. Demasiadas personas fuera de Portland, aunque se inspiran en todo esto, han dicho el equivalente de “Prepárense para cuando esto le pase a la ciudad donde vives”. Este constituye un martillo que cae sobre tu derecho a disentir, y el momento de detenerlo es ahora. Las fuerzas aglutinadas en torno a Trump han visto que él logra lo que han querido durante décadas: ratificar a un número récord de jueces pro-fascistas y expresar los “agravios” de una población que no puede soportar el progreso social de los últimos cincuenta años, y no renunciarán al poder fácilmente. Lo que está pasando en Portland debería decirte que ya han esperado bastante.

¿Qué te hace pensar que puedes sacarlo por medio de votar?

¿Cuántas pistas necesitas para ver que quizá Trump no deje el cargo si pierde las elecciones? Desde que ganó las últimas elecciones, el régimen ha estado sentando las bases para declarar la ilegitimidad de cualquier derrota. Acaba de hacerlo una vez más en su entrevista del Noticiero Fox con Chris Wallace. Y si se impugnan los resultados, ¿quién tendrá las manos en las palancas de poder para hacer que se retire? Te están mostrando ahora que no desplegarán esas palancas de poder para defender la Constitución o mantener la paz haciendo que Trump y Pence se marchen de la Casa Blanca, sino lo harán para sofocar brutalmente cualquier levantamiento del pueblo. No se puede confiar en que los demócratas detengan esto — incluso ahora, a medida que vayan cayendo bajo despiadados ataques políticos y se enfrentan a una constante erosión del estado de derecho, la dirigencia del Partido Demócrata no llamará a la dimisión de Trump y no llamará a su base a salir a las calles para exigir el fin de todo esto.

¿Y qué harás si Trump gana?

Nuestro poder está en las calles. Por todo el mundo, la gente ha sacado del poder a regímenes peligrosos, mediante protestas sostenidas no violentas que exigen que se largue el régimen y se niega a volver a casa hasta que se cumpla su demanda. Para detener un fascismo estadounidense que amenaza al futuro mismo de la humanidad y del planeta, la demanda necesaria es ¡Trump-Pence Fuera Ya! Estas protestas tienen que crecer hasta que participen millones de personas, y no debemos detenernos hasta que se gane nuestra demanda.


Fuerzas policiales federales fuertemente armadas, autorizadas y desplegadas por Trump, invadieron a Portland, Oregón. Han baleado y gaseado a los manifestantes y han llevado a cabo operativos al estilo militar en que policías sin identificación con furgonetas sin identificación levantan a los manifestantes en las calles. (Foto: Doug Brown, ACLU/Oregón)

RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) es un movimiento de personas con diversas perspectivas, unidas en nuestro reconocimiento de que el Régimen de Trump y Pence representa un peligro catastrófico para la humanidad y el planeta y que es nuestra responsabilidad sacarlos del poder por medio de protestas no violentas que crezcan a diario hasta que se cumpla nuestra demanda. Esto quiere decir trabajar y organizarnos con toda nuestra creatividad y determinación para movilizar a miles y, con el tiempo, a millones de personas en las calles de las ciudades y los pueblos, para exigir:

¡Esta pesadilla tiene que terminar:
El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) acoge a los individuos y las organizaciones con diversos puntos de vista que comparten nuestra determinación a no aceptar a un Estados Unidos fascista, los que se sumen a nosotros y/o sean socios con nosotros en esta gran causa.

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