“Con esta venida de nuestro salvador, prepárense para la cruzada — ¡Heil Mein Trumpf!”

El espectáculo fascista caga en la Casa Blanca

| revcom.us

 

28 de agosto de 2020. El Día 4 del Espectáculo Nacional Republicano integró todo el conjunto del paquete fascista: un enemigo extranjero para temer y culpar del sufrimiento de “Nuestra gloriosa nación” … un “enemigo interno” para odiar y aplastar… un universo alternativo de mentiras sobre una “grandeza” tipo “érase-una-vez-que-pronto-se-recuperará” en que creer — y para que morir… y un mesías caído del cielo para encabezar a sus secuaces dementes para imponer ese universo con sangre y fuego.

Para desmenuzarlo más:

Trump, y toda su convención, conjuraron un Estados Unidos que nunca existió. En los últimos meses, decenas de millones de personas han estado ante el reto de reconocer la verdad profunda y básica de que los cimientos de Estados Unidos fueron echados con la esclavitud y el genocidio, y que estos cimientos persisten y deforman todo aspecto de la sociedad estadounidense de hoy. Pero Trump insiste en la mentirota sobre “los valientes pioneros (blancos) que trabajaban duro”.

Trump, y toda su convención, señalaron —y adrede satanizaron— a un “enemigo extranjero” (China) para explicar cada fracaso de la administración trumpista y del sistema capitalista en conjunto durante los últimos 30 años. Esto, también, es una mentira. La verdad es que el funcionamiento normal de este sistema capitalista-imperialista al cual Trump ama tanto ha causado caos en Estados Unidos durante las últimas décadas — y principal y no accidentalmente contra los negros y latinos y otra gente de color, incluidos muchos inmigrantes, así como grandes sectores de los blancos de la clase media y la clase obrera. Pero Trump quiere que sus secuaces le echen la culpa a China, que es simplemente otro país imperialista. Incluso acusa a China de imponer al mundo el coronavirus — ese mismo virus que ha hecho estragos en Estados Unidos, gracias al anticientífico e ignorante Trump. Si bien no se dijo en voz alta, se entendía perfectamente en una convención en la cual el vicepresidente dio su discurso en el Fuerte McHenry y echó todo un gran rollo baboso sobre los ex combatientes de guerra lisiados y se ensalzó la expansión militar descabellada que Trump ha supervisado — es China a la cual tenemos que prepararnos a combatir.

Trump, y toda su convención, conjuraron un “enemigo interno” al cual hay que vencer. Un enemigo malvado que supuestamente quiere invadir a tu suburbio clasemediero blanco, saquear tu tienda, quemar tu casa y tumbar tus cruces. Esta es otra mentira.

La verdad es que aquellos que Trump califica de “enemigo” son los millones de personas que se levantaron para manifestar la dura verdad de que el asesinato policial y el racismo institucionalizado son REALES. El “enemigo” según Trump son los millones de personas que insistían en que Estados Unidos le hiciera frente a la verdad sobre su sociedad y una parte muy grande de su pasado repugnante. Este “enemigo” al cual Trump acusa de violencia son aquellos que se mantuvieron de pie con gran valentía ante la extrema violencia de la policía, la guardia nacional, el ejército y las turbas trumpistas armadas que los atacaron con gas lacrimógeno, balas de goma, armas de fuego, automóviles y lo demás, que los apalearon y los secuestraron y los aventaron al bote y los acusaron de cargos serios… e incluso los mataron. Este “enemigo”, por supuesto, también incluye a los millones de personas adicionales que simpatizaban con aquellos que se levantaron. Este enemigo eres TÚ… somos NOSOTROS… son las personas del planeta entero que se regocijan al ver este levantamiento y, en muchos países, se envalentonaron para hacer lo mismo. Trump está convocando a sus seguidores a aplastar a estas personas amantes de la justicia, y a la causa por la cual luchan.

El hecho de que Trump no solamente puso en la palestra a la pareja racista que amenazó, con armas semiautomáticas, a los manifestantes pacíficos, principalmente negros, sino que no condenó los asesinatos en Kenosha por los cuales es acusado uno de sus seguidores tipo “gente de la Segunda Enmienda” … el hecho de que no solamente Trump sino un orador tras otro alabó a la policía sin decir ni una palabra sobre el atroz intento de asesinato de Jacob Blake, Jr. por los policías puercos en Kenosha justo antes de la convención … esto lo dice todo sobre CÓMO él tiene planeado reforzar su mentira de un Estados Unidos donde “la inmensa mayoría” de los policías son héroes y la gente (negra y otra gente oprimida) debe ser “agradecida” y no expresar sus “quejas” (sí, esas palabras entrecomilladas son de los oradores en la convención).

Pero no son solamente estas personas y estos principios los que él se propone destruir. El régimen de Trump y Pence tiene por objetivo poner las cadenas de nuevo a las mujeres que exigen controlar sus cuerpos y sus vidas… a la gente gay y lesbiana y transgénera y a todo tipo de otras personas que desean amar a quién prefiera… a aquellas personas que eligen no subordinarse a la versión trumpista de la religión o que se atrevan a negarse a tener religión alguna… a aquellos que quemaran la bandera nacional estadounidense en desafío del patriotismo de Trump, acto que ahora él quiere castigar con cárcel… y a todos aquellos que se nieguen a aceptar todo ese universo patas-arriba de mentiras, mentiras, y más mentiras, en que Trump insiste todos los días que es la pura verdad.

Durante toda la convención, presentaron a una persona tras otra para dar fe de la “grandeza especial” de Trump. Éste selló todo eso al final de su discurso con un espectáculo al estilo Vegas-con-Núremburg (el lugar de los mítines de Hitler) con fuegos pirotécnicos y una vista panorámica del césped de la Casa Blanca — un espectáculo que hubiera sido ridículo si no fuera tan gravemente peligroso. Pues, semejante mierda inspira a los tontos, los racistas, los misóginos y los odiadores que conforman la base fascista trumpista. Y él está movilizando y desatando a semejante gente para imponer su voluntad violentamente, ahora y a un grado aún mayor si pierde las elecciones — y Trump, acuérdense, abrió la convención diciendo que “solamente podría perder si se amañaran las elecciones”.

Ahora nos toca asumir el reto. ¿Enfrentaremos la realidad de lo que han implicado los últimos cuatro años y los últimos cuatro días… y lo que implicarían? ¿Nos pondremos de pie y nos pondremos los zapatos de marchar, y nos reuniremos con los cientos de personas, entre ellos Rechazar el Fascismo y los revcom, así como con muchos otros, que despejaron el hechizo y protestaron contra Trump en frente de la Casa Blanca con motivo de la noche final de la convención, e hicieron tanto escándalo fuera del espectáculo trumpista que la realidad se interpuso? ¿Estarás presente, e impulsarás el 5 de septiembre, y las semanas que tendrán que seguirle… y hasta el final, por más que dure y hasta dónde lleve?

Concluimos con lo siguiente de Bob Avakian:

Plenamente conocedores de lo que este régimen fascista representa, y de todo lo que implica que Trump no sólo está buscando suprimir el voto de las personas que votarán en su contra sino que también se está preparando para utilizar una represión violenta forzosa para permanecer en funciones de no ser declarado ganador en las elecciones, es de importancia urgente y crítica construir ahora una movilización sostenida y verdaderamente masiva en torno a la demanda unificadora de que este régimen tiene que estar ¡FUERA YA! — con una orientación de estar preparados para continuarla incluso más allá de las elecciones, si la situación así lo requiriera. (de SOBRE LA SITUACIÓN CRÍTICA INMEDIATA, LA URGENTE NECESIDAD DE EXPULSAR AL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP Y PENCE, VOTANDO EN ESTAS ELECCIONES, Y LA NECESIDAD FUNDAMENTAL DE LA REVOLUCIÓN

Hay una narrativa semi-oficial sobre la historia y la “grandeza” de Estados Unidos, que dice que dicha grandeza radica en la libertad y el ingenio de su pueblo, y sobre todo en un sistema que da aliento y recompensa a estas cualidades. Ahora, en oposición a esa narrativa semi-oficial acerca de la grandeza de Estados Unidos, la realidad es que —para volver a un aspecto fundamental de todo esto— la esclavitud ha sido una parte indispensable de la fundación de “la libertad y la prosperidad” de Estados Unidos. La combinación de la libertad y la prosperidad es, como sabemos, aún hoy y en cierto modo hoy más que nunca, proclamada como la cualidad única y el destino y misión especiales de Estados Unidos y su papel en el mundo. Y esto está en aguda contradicción con el hecho de que sin la esclavitud, nada de esto —ni siquiera las libertades democrático-burguesas, por no hablar de la prosperidad— hubiera sido posible, no sólo en el Sur de Estados Unidos sino tampoco en el Norte, ni en el país en su conjunto ni en su desarrollo y surgimiento como potencia global económica y militar.

—Bob Avakian, Lo BAsico 1:8

Si este régimen logra consolidar más su poder y dar saltos adicionales en la ejecución de sus objetivos horrorosos, eso resultará en un revés devastador para cualquier iniciativa de oponerse a la injusticia y la opresión, y muy probablemente conducirá a la brutal represión, e incluso la aniquilación, de los defensores de los derechos democráticos y los proponentes de toda reforma progresista con sentido, así como toda fuerza organizada que lucha por el cambio revolucionario fundamental.

(de Bob Avakian, SOBRE LA SITUACIÓN CRÍTICA INMEDIATA, LA URGENTE NECESIDAD DE EXPULSAR AL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP Y PENCE, VOTANDO EN ESTAS ELECCIONES, Y LA NECESIDAD FUNDAMENTAL DE LA REVOLUCIÓN.)

 

 

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