El embate fascista

El 2 de septiembre, Donald Trump emitió un memorándum que declara que “hace poco la anarquía ha afligido a algunos de nuestros estados y ciudades”. Mencionó a Portland, Seattle y Nueva York en particular, como asediadas por “la violencia y la destrucción”. Trump amenazó con que su régimen “no permitirá que el dinero de los impuestos federales financie a los municipios que permitan que se deterioren en zonas sin ley”.

El 21 de septiembre, el procurador general de Trump, William Barr, anunció que, después de una “investigación” ordenada por el memorándum de Trump, el Departamento de “Justicia” (DOJ) que él encabeza está designando esos tres municipios como “jurisdicciones que permiten la violencia y la destrucción de propiedad ajena”. Amenazó con quitarles el financiamiento federal. La cantidad que Barr amenaza con retener no está clara, pero tan sólo la Ciudad de Nueva York recibe unos 7.000 millones de dólares de ayuda federal cada año. Barr dijo: “Espero que las ciudades identificadas hoy por el Departamento de Justicia cambien de rumbo y se tomen en serio la función básica del gobierno y empiecen a proteger a sus propios ciudadanos”.

De hecho, las fuerzas policiales de estas ciudades, al igual que las de otras ciudades y pueblos de todo el país, han estado brutalizando y arrestando a cientos de personas. Las amenazas a estas ciudades por parte de Trump y Barr son esenciales para infligir una represión aún más feroz a las protestas y levantamientos de masas contra el asesinato y brutalidad policial y otras atrocidades del régimen fascista.

Castigar, silenciar y desempoderar a los oponentes demócratas que se interponen en el camino de la consolidación del fascismo es también uno de los principales objetivos del régimen de Trump y Pence. Los tres municipios objetivo de Barr están encabezados por alcaldes demócratas. El envío de tropas federales de asalto a esas ciudades, como hizo Trump en Portland, y la amenaza de recortar fondos federales no son “juegos políticos baratos”, como declararon los alcaldes de los tres municipios en una carta conjunta a Trump. Forman parte de un esfuerzo mortalmente serio y en rápida escalada del régimen fascista para aplastar y suprimir toda oposición, incluida la de las filas de la clase dominante y sus representantes políticos.

El tiempo está limitado y la necesidad es urgente. Hay que sacar del poder al régimen de Trump y Pence antes de que consolide totalmente el fascismo.

El envío de tropas federales de asalto a los municipios controlados por los demócratas, como hizo Trump en Portland (en la imagen), y la amenaza de recortar fondos federales son parte de un esfuerzo mortalmente serio y en rápida escalada del régimen fascista para aplastar y suprimir toda oposición, incluida la de las filas de la clase dominante y sus representantes políticos. Foto: AP

Fuentes

“Department of Justice Identifies New York City, Portland And Seattle As Jurisdictions Permitting Violence And Destruction Of Property,” September 21, 2020, U.S. Department of Justice

“Memorandum on Reviewing Funding to State and Local Government Recipients That Are Permitting Anarchy, Violence, and Destruction in American Cities,” 2 de septiembre de 2020, White House.gov [Casa Blanca]

“DoJ labels New York, Portland and Seattle ‘anarchist jurisdictions’,” the Guardian, 21 de septiembre de 2020

“DOJ names New York, Portland, and Seattle ‘anarchist jurisdictions’ that could lose federal funding,” USA Today, 21 de septiembre de 2020

“Has the Amount of Federal Aid to New York Changed Over the Past Five Years?” New York City Independent Budget Office

El 21 de septiembre, el gobernador fascista de Florida, Ron DeSantis, íntimo aliado del régimen de Trump y Pence, anunció una propuesta de una serie de leyes altamente represivas y punitivas contra protestas. DeSantis, rodeado por una pandilla de una docena de policías de alto rango de todo el estado, dijo: “Si miro lo que pasa en Portland y tendrán gente, la arrestarán”. Estos son tipos del Antifa de aspecto desaliñado. Les toman una foto de identificación policial y luego los liberan. Y es como un carrusel que da vueltas una y otra vez. Este es un paquete muy robusto. Creo que lo que dice es que no vamos a dejar que Florida siga el camino que algunos de estos otros lugares han tomado”.

La propuesta de DeSantis, entre otras cosas, haría delitos por “participación” en una asamblea que supuestamente causa daños a propiedad ajena o lesiones a personas, o “destruye(n) o derriba(n) monumentos”. Hace que “obstruir las vías” sea un delito de tercer grado, pero dice que los automovilistas que conducen contra una protesta “NO son responsables de las lesiones o la muerte que causan si huyen de una multitud por cuestiones de seguridad”. Dice que cualquier persona condenada por “organizar o financiar una asamblea violenta o desordenada” se arriesgaría a incurrir en responsabilidad en virtud de la ley RICO (crimen organizado) de Florida, que podría convertirla en un delito grave de primer grado punible con hasta 30 años en la prisión estatal. Otras medidas impondrían penas mínimas y “ofensas realzadas” a las personas detenidas en las protestas e impedirían que las personas condenadas por participar en lo que, bajo esta ley fascista, se determina que sea una “asamblea violenta o desordenada”, recibieran beneficios estatales como seguro de desempleo y cupones de alimentos.

Las propuestas de DeSantis tienen como objetivo intimidar a la gente para que no monte una protesta con sentido en contra de la policía asesina desbocada y otros ultrajes del fascismo en desarrollo. Darán luz verde y exonerarán por adelantado a los vigilantes justicieros que asalten a los manifestantes con sus vehículos. Proporcionarán a los fiscales y a la policía la capacidad de infligir un castigo mucho más severo que el actual a cualquier persona detenida en una protesta que ellos dicen que es “violenta”. Todavía no son ley, pero DeSantis quiere enviarlos a la legislatura de Florida en noviembre. Y si se convierten en ley, serán parte de los esfuerzos acelerados del régimen de Trump y Pence y sus adherentes en los gobiernos estatales y locales de todo el país para consolidar el fascismo.

Content warning. Protesters get struck by car during Hollywood march/protest #losangeles #protest #hollywood pic.twitter.com/MJfParkHsS

— jessicarayerogers (@jessicarayerog1) September 25, 2020

jessicarayerogers @jessicarayerog1: Advertencia sobre el contenido: Automóvil atropella a manifestantes durante marcha/protesta en Hollywood #losangeles [Los Ángeles] #protest [Protesta] #hollywood

Si el gobernador DeSantis se sale con la suya, los vigilantes justicieros que asalten a los manifestantes con sus vehículos, como el que se muestra en esta imagen en Los Ángeles el 25 de septiembre, serían exonerados por adelantado.

Mucha gente en Florida ha expresado indignación y oposición a la propuesta nazi de DeSantis. Esta indignación debe manifestarse como una protesta en las calles que son parte de un desbordamiento nacional de lucha masiva, sostenida y no violenta a partir del 3 de octubre, unidos por la demanda “¡Trump-Pence FUERA YA!”

Fuentes

“Combatting Violence, Disorder and Looting and Law Enforcement Protection Act,” Estado de Florida

“Florida’s RICO Act,” Sammis Law Firm

“Florida Gov. Ron DeSantis calls for legislation aimed at cracking down on disorderly protests,” CNN, 21 de septiembre de 2020

“Florida protest laws could be harshest in nation under DeSantis proposal,” Orlando Sentinel, 23 de septiembre de 2020

La apertura de Reserva Nacional Ártica de Vida Silvestre a perforar pozos y minar representa una amenaza a muchas especies como el oso polar, caribú de Grant (en la imagen) y cientos de aves migratorias.

La Reserva Nacional Ártica de Vida Silvestre (ANWR) es la zona silvestre más grande y más prístina que queda en Estados Unidos. Sus 7.7 millones de hectáreas son un lugar de indescriptible belleza y biodiversidad. Durante 10.000 años ha sido el hogar de los pueblos originarios. Zonas silvestres como la ANWR están desapareciendo rápidamente, en Estados Unidos y en todo el mundo.

El 17 de agosto, Trump dio el último paso para autorizar el arrendamiento de petróleo y gas en 631 mil hectáreas de llanuras costeras de la ANWR, un cambio que transformaría la región y supondría una amenaza para muchas de sus especies únicas y pondría en la atmósfera enormes cantidades de carbono que calientan el planeta. Dentro de unos meses, camiones que pesan hasta 41 mil k podrían realizar pruebas a través de la tundra para tratar de identificar reservas de petróleo. Una vez que las tierras sean arrendadas a las compañías petroleras, será muy difícil legalmente devolverlas a su estado de protección anterior.

La ANWR no es la única zona silvestre de Alaska en la mira. Una de las primeras acciones cuando Trump asumió el cargo fue anular la prohibición de perforar en la costa norte de Alaska. Actualmente, Trump está presionando para que se permita la explotación de la Mina Pebble —una enorme mina a cielo abierto de oro, molibdeno y cobre— en la Bahía de Bristol, una de las pesquerías de salmón salvaje más importantes del planeta.

La apertura de la ANWR representa una amenaza para muchas especies, incluidos los osos polares, el caribú de Grant y las aves migratorias. Dado que el mundo natural está formado de ecosistemas, redes de vida que se interactúan entre sí y con su entorno físico, la pérdida de cualquiera de estas especies amenaza con perturbar todo el sistema de manera impredecible.

Los osos polares, por ejemplo, son una especie en peligro que migra a la ANWR cada año. El cambio climático ya ha afectado drásticamente su vida. El derretimiento del hielo marino ha hecho que sea mucho más difícil para los osos polares, que hacen la mayor parte de su caza desde bloques de hielo para encontrar comida. Perforar en la ANWR hará que esto sea mucho peor. Las osas polares embarazadas cavan madrigueras de invierno en la nieve de la llanura costera. Las madres y sus cachorros recién nacidos podrían ser molestados o puestos en peligro por los camiones pesados o el sonar que el gobierno y las compañías petroleras usarán en las zonas donde los osos hibernan. Un derrame de petróleo tendría un efecto devastador en los osos. Si el petróleo se mete en su pelaje, disminuye su capacidad del oso de conservar su calor corporal. El oso necesitaría comer más para compensar la energía perdida, y los osos ya están teniendo dificultades para conseguir la comida que necesitan.

El caribú de Grant viaja más de 800 km, la migración más larga de cualquier mamífero terrestre, a la llanura costera de la ANWR, donde dan a luz. Sus zonas de parto están en la zona meta de la perforación. Si el caribú se ve obligado a cambiar de lugar, las madres y sus crías serán mucho más vulnerables a los depredadores.

El caribú de Grant es un elemento central de la identidad cultural y espiritual de la nación gwich’in. Sus 300 aldeas trazan la ruta del caribú. Dependen del caribú para alimentarse, su ropa está hecha de pieles de caribú, el jabón está hecho de grasa de caribú y los tambores están hechos de sus pieles. Para la nación gwich’in, la lucha para detener la perforación en la ANWR es una lucha por su forma de vida, su cultura y su existencia, y han estado al frente de la resistencia a la perforación en la ANWR.

Cerca de un millón de aves que representan más de 200 especies establecen su hogar durante al menos una parte del año en la ANWR. Según la Sociedad Audubon, “Las aves migratorias son muy sensibles a cualquier cambio en su entorno. Si el hábitat estacional se ve comprometido en la Reserva Nacional Ártica de Vida Silvestre, esos impactos se producirán en cascada a lo largo de los corredores migratorios, desde América del Sur hasta la costa del Golfo y las Grandes Llanuras de América del Norte”.

Siete punto siete millones de hectáreas de naturaleza espectacular y virgen, especies únicas con historias sorprendentes, una de las últimas zonas verdaderamente salvajes que quedan en el planeta, ecosistemas que han evolucionado a lo largo de millones de años. Todo esto es lo que Trump se propone destruir. Estas son cosas que no es posible reemplazar. Una vez que una especie se extingue, se ha ido para siempre.

Para el capitalismo, las zonas silvestres como la ANWR no tienen valor a menos que sean explotadas por sus recursos o se conviertan en sitios para el turismo. Impulsado por la competencia despiadada y el afán de ganancias, este sistema no puede lidiar con el medio ambiente de manera sustentable y racional. Los fascistas cristianos, que están en el núcleo del régimen de Trump y Pence, hacen de la subyugación de la Tierra y de la destrucción del medio ambiente no sólo un imperativo económico (el que apoyan fervientemente) sino que, más allá de eso, un mandato de Dios. Ralph Drollinger, jefe de los Ministerios del Capitolio, ha escrito: “En la jerarquía de la creación de Dios, el hombre está en la cima y le incumbe gobernar sobre toda la creación y sojuzgarla (Génesis 1:25 y 28)”. Drollinger dirige sesiones de estudio de la Biblia de las que son patrocinadores y asistentes 12 miembros actuales y antiguos del gabinete de Trump.

Trump está rompiendo con la destrucción ambiental “normal” de la sociedad capitalista al desatar y destrabar brutalmente las fuerzas del capitalismo para poder saquear el medio ambiente de una manera cualitativamente más destructiva, conduciendo a este planeta hacia una catástrofe ambiental que amenaza a todos los seres vivos.

¡ALTO
a la destrucción del planeta por parte del capitalismo-imperialismo!

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