Amy Coney Barrett sobre el calentamiento global — una amenaza existencial para la humanidad
| revcom.us
La senadora Kamala Harris le preguntó a Amy Coney Barrett: “¿Usted cree que el cambio climático está ocurriendo y amenazando al aire que respiramos y al agua que bebemos?” En respuesta, Barrett se quejó de que Harris estaba tratando de “obtener una opinión de mí que aborda un asunto muy controvertido de debate público y no lo haré. No expresaré una opinión sobre un asunto de política pública, especialmente uno que es políticamente controvertido”.
Greta Thunberg, una lideresa del movimiento sobre el cambio climático (o calentamiento global), respondió apropiadamente y de manera burlona en un tuit : “Para ser justa, yo tampoco tengo ningún ‘punto de vista sobre el cambio climático’. Al igual que no tengo ninguna ‘opinión’ sobre la gravedad, el hecho de que la Tierra es redonda, la fotosíntesis o la evolución... Pero entender y conocer su existencia realmente hace de la vida en el siglo 21 algo mucho más fácil”.
El calentamiento global es real, y “está ocurriendo”, como se ha demostrado más allá de toda duda razonable. No es un asunto de “política pública” o “asunto controvertido de debate público”. Es una cuestión de ciencia y de realidad.
El cambio climático no es “una cuestión controvertida” entre los científicos o entre inmensos sectores de la población en Estados Unidos y en todo el mundo que se basan en la ciencia y en la realidad o que sienten los efectos del aumento de las temperaturas, el nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos. Pero sí es controvertido entre los fascistas cristianos anti-ciencia como Barrett, o aquellos que tergiversan la realidad al servicio de una concepción del mundo según la que está totalmente bien saquear el planeta y la gente en su afán de conseguir ganancias. Esto probablemente se traducirá en dar el “visto bueno” a las iniciativas para eliminar las regulaciones ambientales, abrir tierras forestales prístinas para el saqueo y aumentar la “huella de carbono” de Estados Unidos en un momento en que el mundo se está deslizando al borde de una catástrofe climática.
Las respuestas de Amy Barrett —o las no respuestas evasivas— tanto pasan por alto como revelan una concepción del mundo que es existencialmente amenazadora para la humanidad, dada la posición dominante de Estados Unidos en el mundo y en la cima del sistema capitalista-imperialista, no sólo en materia de las emisiones reales de carbono que causan el calentamiento global, sino en el establecimiento de términos y políticas para el resto del mundo.