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El 29 de enero de 1979, Bob Avakian,
Presidente del PCR,EU, habló ante centenares de revolucionarios maoístas en Washington,
D.C. Esto sucedió diez años antes de la infame masacre de la plaza Tienanmen, que
dirigió Deng Xiaoping, pero Deng ya había cometido crímenes de proporciones históricas
en China.
Deng estaba en Washington para consolidar una nueva alianza con el imperialismo yanqui. Su visita fue una declaración de aprobación de los más altos niveles del gobierno estadounidense a los siniestros cambios que Deng estaba llevando a cabo. Pero no se realizó sin oposición: los maoístas condenaron su traición en las mismas calles de la capital imperialista. La policía atacó la march y se convirtió en un incidente internacional. ***** Tres años antes, después de la muerte de Mao Tsetung en 1976, las fuerzas derechistas en el seno del Partido Comunista de China lideradas por Deng conquistaron el poder. Eso puso a los revolucionarios de todo el mundo a prueba. ¿Aceptarían el camino capitalista de los nuevos dirigentes chinos? Algunos dijeron que sí, entre ellos unos dirigentes del PCR,EU, de esa época. En esa época difícil, el Presidente Avakian dijo que no. Denunció a Deng y a toda la nueva dirección china como "seguidores del camino capitalista", y defendió a Mao y la causa revolucionaria. La clase dominante respondió tratando de destruir la dirección revolucionaria del PCR. Arrestaron al Presidente Avakian en la protesta de Washington (junto con otros manifestantes, que se llamaron los Acusados Mao Tsetung); y amenazaron con meterlo a la cárcel centenares de años. Tuvo que exilarse en 1980. A continuación publicamos extractos de la charla histórica del 29 de enero de 1979 del Presidente Avakian: La auténtica libertad en la China revolucionaria de MaoYo recuerdo una canción, creo que salió en los 60, de Nina Simone. Recuerdo las palabras claramente: "Yo quisiera saber cómo es ser libre". Es una canción muy emocionante, pero la canción misma no provee una respuesta a la pregunta. Sin embargo, nosotros sabemos que tenemos la respuesta. No es una respuesta que solo obtenemos de libros, sino que fue una respuesta que se estaba realizando en vivo por la lucha y los logros del pueblo chino y la revolución china, llevando a nuestra clase y los pueblos oprimidos de todo el mundo a las alturas más grandiosas que hasta ahora hemos alcanzado.... El pueblo china sabía, como nosotros anhelamos saber; ellos gozaron de la libertad y sabían lo que es ser libre. Todavía no libres de todas las clases. Todavía no libres de todos los señorones que quieren oprimir al pueblo, pero libres de la locura, el infierno diario, que confrontamos en este, dizque el más grandioso de todos los países. ¡Y Deng Xiaoping quiere decir al pueblo chino y a los pueblos del mundo que ellos deben ambicionar vivir así como nosotros en este infierno! El pueblo chino... ellos sabían lo que era sentir que podían andar derechos sin tener que agacharse para nadie. Estaban saboreando y estaban realizando lo que nosotros todavía solo podemos soñar, aunque cada día estamos trabajando para hacer de nuestro sueño una realidad. Ellos conocían ese sueño, y a veces parece un sueño imposible, de que los malditos puercos no anden en las calles golpeándonos y disparándonos nada más que por caminar con un poco de orgullo. Ellos sabían lo que es ser libres de la discriminación. Ellos sabían lo que es ser libres de trabajo que agota el cuerpo y la mente, trabajo matadero, para algún patrón que no se merece nada más que un hoyo en la tierra. Ellos sabían lo que es ser libres de la decadencia, el deterioro y la humillación. Ellos sabían lo que es ser libres de una sociedad que lleva tanto a la locura que la gente se mata por un sitio para estacionar. Así es este, el "más grandioso de todos los países"; lo sabemos porque probamos su amargura todos los días. Por eso es que lo vomitamos y queremos la revolución. El pueblo chino lo sabía, no por medio de un regalo mágico de un salvador condescendiente o de un dios que bajó de los cielos, sino por su propia lucha en la tierra, que ellos mismos, a millones, alimentaron con su propia sangre. Pero había otros, culebras escondidas, traidores de doble faz, alcahuetes sietemesinos como Deng Xiaoping, y el resto de esos arrogantes pavos reales a quienes tarde o temprano les bajará los humos el pueblo chino. Seguidores del camino capitalista como DengHabía unos que probablemente tomaron parte en la revolución, que hicieron saber a todos sus logros como si fueran capital, diciendo a todos: pónganse en fila y escúchenme porque yo soy un veterano de la revolución. Tal vez tomaron parte en ella, tal vez fueron héroes en ella hasta cierto punto, pero su concepción del mundo todavía era la misma, el viejo egoísmo. Pensaban que la revolución era quitarle a Chiang Kai-shek los tanques para que ellos los manejaran. Eso es lo que pensaban: que la revolución era quitarles a los viejos explotadores las casas elegantes para que ellos pudieran vivir en ellas.... Así pensaban... que era una cuestión de emplear las luchas de las masas para beneficio propio.... Así que no les gustó el camino que la revolución china estaba tomando. No creyeron cuando Mao dijo: tenemos que avanzar hacia el comunismo, este es solo el primer paso. Ellos dijeron: "Oh no. Esto es suficiente. Estoy cansado". "Quiero acomodarme y tener todo esto para mí. Por eso fue que hicimos la revolución, ¿no es cierto?".... Avanzar la revolución
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