Cómo la revolución abolirá la opresión nacional y la desigualdad

Obrero Revolucionario #824, 24 de septiembre, 1996

Carl Dix, vocero del Partido Comunista Revolucionario, EU, habló en una reunión de estudiantes en lucha contra los ataques a los programas de acción afirmativa. Este artículo se basa en su intervención.


La solución del problema de la opresión del pueblo negro se ha presentado como un asunto candente varias veces en la historia de Estados Unidos; por ejemplo, al concluir la guerra de Secesión y cuando ardían el movimiento de los derechos civiles y de liberación negra. Bob Avakian, Presidente del PCR, dice algo muy interesante sobre esos momentos de la historia. Dice que en cada uno de esos momentos la respuesta de la clase dominante fue seguir sometiendo a los negros y efectuar cambios superficiales. Así que este sistema ya ha tenido varias oportunidades para resolver el problema: ¡ya tuvieron su chance!

Hoy se oye mucho que si el gobierno se mete a resolver los problemas sociales, la cosa se va a empeorar. Pero el problema no es que en un sentido general el gobierno sea incapaz de resolver los problemas sociales. El problema es que la misma clase dominante que es responsable de esos problemas-la clase capitalista que saca provecho de las injusticias que comete contra la gran mayoría de la población-es la que está al volante de este gobierno. Por eso es que sus soluciones no acabarán con la pobreza ni con la opresión del pueblo negro, ni ningún otro problema social. Pero eso no quiere decir que no se puedan resolver esos problemas.

Es posible alimentar a los que se mueren de hambre, dar techo a los sin techo, cuidar a los ancianos, educar a la población, dar una bienvenida a los inmigrantes, tener servicios médicos, guarderías y más. Pero para tener una sociedad así, primero hay que hacer una revolución. Millones de personas tendrán que levantarse en una revolución armada, tumbar al gobierno capitalista, barrer de la faz de la tierra a este sistema genocida y construir un mundo completamente nuevo. Comprendo que para muchos este suene como una solución bastante extrema, pero hay que ver que los problemas son extremos y nada más una revolución podrá resolverlos.

Se necesita una revolución

¿Cómo acabaría una sociedad revolucionaria con la opresión de las nacionalidades y naciones? ¿Por qué lo puede hacer una sociedad socialista? Permítanme empezar respondiendo a la segunda pregunta.

La revolución de la que hablo es la revolución proletaria: una revolución que se basa en los del fondo de la sociedad. Para llevarla a cabo habrá que unirse con otros sectores sociales, pero tiene que fundamentarse en la clase obrera, la clase que, objetivamente, no tiene nada que perder más que sus cadenas. Para emanciparse a sí mismo y a toda la humanidad, el proletariado tiene que acabar con el sistema capitalista y construir una sociedad completamente nueva.

Tenemos que barrer a la clase capitalista monopolista, que es dueña y controla todos los medios de producción y los recursos sociales. Tenemos que derrocar a la clase capitalista de Estados Unidos, que explota y oprime a pueblos por todo el mundo. Tenemos que deshacernos del sistema capitalista, que es la fundación de la opresión nacional, y tenemos que acabar con la división capitalista del trabajo, que es la base material de la opresión de la mujer.

Este sistema tiene miles de leyes que prohíben la discriminación, sin embargo, la discriminación infecta todo aspecto de esta sociedad. Eso se debe a que los capitalistas obedecen a una ley más fuerte: la ley de la mayor ganancia, y esa ley sujeta y tergiversa a toda la sociedad. Pero en el socialismo, cuando el Poder esté en manos del pueblo, se podrá construir una sociedad completamente nueva. Será posible descartar el motivo de la ganancia y no dejar que gobierne la sociedad, y esta se podrá manejar de una manera que beneficie a las amplias masas populares.

Para lograr eso, no es posible simplemente poner un nuevo grupo en el Poder y esperar que cumpla lo que prometió. No se le puede decir al pueblo que se ha levantado para hacer la revolución: "Bueno, ya terminó su parte, pueden regresar a casa. No se preocupen, que el Partido Comunista Revolucionario se encargará de todo". No, no será así. Nosotros instaremos y dirigiremos al pueblo a atacar toda la injusticia y degradación que quedará de la vieja sociedad capitalista.

Tendremos que hacer eso porque nuestra meta es construir el socialismo como una etapa transitoria hacia el comunismo, la sociedad sin clases, en la que los medios de producción serán propiedad colectiva, pertenecerán al pueblo. Será el pueblo quien decidirá, colectivamente, lo que se producirá y cómo se distribuirá. Será una sociedad en la que la gente no tendrá que entrar en relaciones de dominación ni opresión para poder vivir. Será una sociedad que erradicará las ideas y prejuicios atrasados y no, como esta, que los fortalece.

Después de la revolución

Ahora, pasemos a cómo el socialismo dirigirá al pueblo a acabar con la opresión de los negros y otros pueblos oprimidos. Para empezar, lo haremos sin pedir disculpas. No vamos a decir: "Pues, hay que hacer algo sobre esta opresión pero no es justo pedir a los blancos que dejen de ser racistas". Tampoco vamos a decir: "Tenemos que hacer algo sobre lo que pasa con las compañeras, pero no se vayan a preocupar jovenazos, que ustedes no tendrán que dejar de ser machistas". Vamos a dirigir al pueblo a revolucionarizar toda la sociedad y, por medio de esa lucha para transformar la sociedad, las personas también tendrán que cambiar. Eso será duro para unos y algunos se opondrán con toda el alma. Pero las amplias masas le darán la bienvenida, porque al fin y al cabo es un proceso verdaderamente liberador.

En el Programa del Partido Comunista Revolucionario decimos que después de la revolución pondremos en efecto un firme programa de acción afirmativa. El Programa dice:

"Puesto que la historia del desarrollo del capitalismo en Estados Unidos ha sido una historia de la represión más salvaje contra el negro, el indígena, el méxico-americano, el puertorriqueño, el asiático y otros pueblos oprimidos, abordar esta cuestión para resolverla es algo crítico para la revolución proletaria en Estados Unidos.

"La discriminación, por ejemplo, será inmediata y forzosamente prohibida en el empleo, la vivienda y todas las otras esferas. Como parte de este proceso general en la sociedad, el ejército policíaco que impone todo esto a través del terror sistemático en los ghettos, barrios y toda la zona donde las nacionalidades oprimidas están concentradas, habrá sido destruido, un castigo justo habrá sido aplicado a estos hampones, y en su lugar, habrá milicias organizadas y armadas, compuestas por las masas en estos vecindarios y zonas.

"La segregación en los vecindarios, escuelas, etc., también será prohibida y la integración será promovida. Los grupos segregacionistas serán disueltos.... Y si, por ejemplo, alguien en alguna fábrica se lanza a hacer alguna agitación racista, aunque probablemente no será encarcelado, a menos que realmente esté organizando un movimiento reaccionario, las masas de trabajadores serán movilizadas ahí mismo para librar una aguda lucha contra todo esto y para aislar y derrotar este veneno reaccionario.

"El nuevo Estado proletario tomará medidas inmediatas y especiales para cambiar la situación de desigualdad en cada esfera de la sociedad.... Todos tendrán la urgente sensación de que su propia condición debe ser mejorada de esta fea devastación del capitalismo. Sin embargo, los miembros del Partido y otra gente consciente de clase tendrán que luchar por ganarse a los demás y dar un ejemplo en la práctica de autosacrificio y de trabajo voluntario, para asegurar que los vecindarios más bajos sean reconstruidos-y mejorados-primero, mientras la gente en otras zonas estará en un segundo orden de prioridad y en ciertos casos aún tendrá que vivir por la mayor parte y durante un tiempo con lo que tiene, hasta que se puedan dedicar los recursos a resolver sus problemas también. Si el Estado proletario no aplica esta política entonces la base del Poder proletario será seriamente minada, porque la gente oprimida diría, y con razón: `¿Qué diferencia hay entre esto y lo anterior? Todavía seguimos siendo los de más abajo' ".

Ejemplo revolucionario de la China maoísta

Ahora bien, sabemos que eso no será nada fácil, pero el proletariado tiene experiencias.

Vean lo que se logró en China bajo la dirección de Mao Tsetung. Cuando triunfó la revolución china en 1949, más del 80% de la población era campesina, pobre y analfabeta, y en las ciudades había extrema pobreza.

Dentro del Partido Comunista de China se debatió mucho cómo seguir adelante. Unos líderes decían que para reconstruir la sociedad había que apoyarse en la pequeña cantidad de profesionales y premiarlos continuamente con privilegios. Pero Mao Tsetung rechazó esas ideas y movilizó al pueblo para borrar las diferencias sociales: entre el campo y la ciudad, entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, entre las diferentes nacionalidades, y entre los hombres y las mujeres.

Algunos de ustedes tal vez han visto la película "Rompiendo con las ideas viejas". Fue filmada durante la Revolución Cultural y tiene que ver con la lucha para desarrollar la educación revolucionaria en el campo.

Como dije, la lucha que estamos librando hoy plantea el problema de qué clase de sociedad queremos. Así que esa película da una buena idea de cómo las masas en el Poder pueden transformar verdaderamente la sociedad.

"Rompiendo con las ideas viejas" muestra cómo los campesinos pobres lucharon contra toda una tradición discriminatoria y elitista en el sistema de educación y cómo revolucionarizaron el sistema de educación. Descartaron el viejo e inútil currículo, cambiaron los criterios de admisión y así, por primera vez, le dieron la oportunidad a los campesinos y obreros de ingresar a la universidad. Derrotaron a los directores retrógrados que favorecían el elitismo y la discriminación.

Las masas se preguntaron a quién admitir a la universidad. ¿Solo a los hijos de los intelectuales y altos funcionarios del Partido? Si hubieran hecho eso, hubieran reproducido una sociedad de clases, no muy diferente a la vieja sociedad. ¿O sería que lo que necesitaban era su propia versión de la acción afirmativa?

¿Qué clase de educación se les iba a dar? ¿La que les enseña a memorizarse datos y a repetirlos como loros? ¿O una educación que les ayude a resolver los problemas sociales? ¿Para qué debe ser la educación? ¿Para ganar dinero y privilegios? ¿O para servir al pueblo y para construir una nueva sociedad libre de opresión?

Bajo la dirección de Mao y su línea revolucionaria, el pueblo empezó a transformar el sistema educativo como parte de la revolucionarización de la sociedad entera. Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, los campesinos y los obreros decidieron colectivamente quién debía ingresar a la universidad, y no se basaron en quién sacaba las mejores notas en los exámenes de admisión ni en quién había leído más libros. El criterio fue: quién regresará para contribuir a la comunidad y ayudar a resolver los problemas sociales.

Los revolucionarios lucharon para combinar la educación con el trabajo manual y lanzaron la consigna: "todo estudiante trabaja, todo obrero estudia". A los estudiantes no los dejaban ir a aprender teorías abstractas. Tenían que solucionar problemas concretos del pueblo. A los campesinos que tenían bastante experiencia práctica los invitaban a dar conferencias en las universidades agrícolas y los intelectuales iban a trabajar en el campo.

A lo largo de ese proceso de transformación, la China revolucionaria le prestó mucha atención a las minorías nacionales.

Muchos no saben que cuando el proletariado tomó el Poder en China en 1949, en el país había 30 nacionalidades. Los jan eran el 90% de la población y a lo largo de la historia habían oprimido y discriminado contra las otras nacionalidades.

Ya antes de 1949, Mao luchó para unificar a las minorías nacionales en la revolución. Dijo que se tenía que respetar sus culturas, religión y costumbres, que no se les debía obligar a aprender a leer y escribir el jan sino más bien ayudarlas a desarrollar su cultura y educación en su propio idioma, y que había que tratarlas como iguales y prohibir todas las prácticas y manifestaciones que las insultaran o despreciaran.

Después de la liberación, el gobierno invirtió en la construcción económica priorizando las regiones de las minorías nacionales. Se les concedió buena cantidad de ayuda económica para la educación y servicios médicos, así como ayuda, materiales, cuadros del Partido y personal técnico para impulsar la industria y la agricultura.

Antes de 1949, la educación en las regiones de minorías nacionales era pésima o inexistente. Pero en la China socialista los departamentos de educación de los gobiernos central y local le prestaron especial atención a desarrollar la educación de las minorías nacionales. Ciertas escuelas ofrecían clases especiales preparatorias para ayudar a los estudiantes minoritarios a alcanzar a los otros estudiantes y seguir estudios superiores. Mandaron más maestros a las regiones de minorías y prepararon maestros de entre ellas, y se establecieron institutos especiales para preparar cuadros revolucionarios de las minorías para que pudieran regresar a su región y dirigir la lucha revolucionaria.

Todo eso demuestra que bajo el socialismo las masas pueden resolver de una manera consciente los problemas de la opresión nacional y la discriminación.

¿Qué se necesita para parar los ataques a la acción afirmativa?

Bueno, quiero concluir con el tema de lo que va a ser necesario para derrotar los ataques contra la acción afirmativa.

El sistema quiere polarizar a la sociedad de tal manera que se le facilite llevar a cabo sus ataques contra la acción afirmativa. Pero nosotros necesitamos crear una polarización muy diferente: una que unifique a las nacionalidades de todas las capas sociales en la lucha contra los ataques a la acción afirmativa. Esa es una polarización que hace posible ganar esta lucha y nos pone en una mejor situación para ir más allá. Pero para lograr eso, tenemos que desarrollar una lucha consecuente en toda la sociedad. Tenemos que movilizar a mucha gente y luchar por unir diferentes fuerzas sociales. Pero, la lucha tiene que ser consecuente y hasta el fin, y tenemos que impedir que se descarrile.

Bill Clinton dice "remendarlo pero no terminarlo", Jesse Jackson dice que tenemos que inscribirnos para votar, maestros y miembros de directorios dicen, no se preocupen, nosotros nos encargaremos de la situación, no vayan a hacer nada radical o terminarán aislándose de los demás. Nosotros tenemos que estar en medio de todo eso y aprender a navegar entre todas esas fuerzas.

Tenemos que trazar planes que nos permitan unirnos con quienes verdaderamente quieren defender y extender la acción afirmativa. Tenemos que unirnos con quienes están impulsando la lucha, y tenemos que aprender cómo luchar con quienes quieren entorpecer la lucha.

Como estudiantes, todos ustedes pueden desempeñar un importante papel en esta lucha. Tienen la oportunidad y responsabilidad de hablar y actuar en nombre de otros sectores del pueblo a quienes el sistema está atacando. Una vez que inicien la lucha, muchos otros se unirán a ustedes porque esta es una lucha justa.

Tenemos que sacar lecciones del pasado y del presente. ¿Cómo fue, al fin de cuentas, que se logró tener programas de acción afirmativa? No fue porque el sistema quiso acabar con la discriminación, ni los conseguimos en las urnas. Esos programas los logramos como resultado de los levantamientos de la década de los 60 que asustaron a la clase dominante, y la única manera en que vamos a impedir que nos los arrebaten es librando una lucha igualmente tenaz.

Compañeras y compañeros, sí se puede. Miren lo que pasó con la lucha para impedir que maten a Mumia Abu-Jamal. El enemigo quiso matarlo el 17 de agosto, pero la lucha del pueblo lo obligó a aplazar la ejecución, aunque la lucha no ha terminado porque no le han dado un nuevo juicio y todavía lo quieren matar. Pero lo que hemos aprendido de esta victoria inicial es que la única manera de impedir que lo maten y conseguir su libertad es seguir desarrollando una lucha amplia, diversa y resuelta.

Ahora bien, hay quienes dicen que no es necesario lanzarse a las calles para librar esta lucha. En estos momentos los reaccionarios están tratando de poner a voto en 1996 una propuesta contra la acción afirmativa. Por eso unos dicen que la única manera de ganar es inscribiendo a la gente para que vote. Pero uno tiene que preguntarse: ¿qué clase de sistema pone al voto programas reaccionarios? Si vienen a decirnos: "Queremos poner a voto el retorno de la esclavitud", ¡¿debemos ponernos a inscribir a la gente para votar?!

¡Claro que no! ¡Tendríamos que lanzarnos a las calles para organizar un movimiento de masas resuelto a pararlo! Y eso es lo que tenemos que hacer con respecto a la acción afirmativa, y al hacer eso tendremos un impacto positivo en diferentes sectores sociales.

Si aprehendemos el momento y libramos esta lucha sin vacilaciones, nos ganaremos a nuestro lado a mucha más gente. Al mismo tiempo le estaremos asestando golpes a este sistema de opresión y degradación. Eso también nos permitirá entrar en otras luchas contra el sistema con mayor fuerza.


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