Sabo rechaza nuevas pruebas en el caso de Mumia

Obrero Revolucionario #918, 10 de agosto, 1997

El 24 de julio, el juez-verdugo Albert Sabo anunció su decisión sobre las nuevas pruebas que se presentaron en el caso del preso político Mumia Abu-Jamal en una dramática serie de audiencias del 26 de junio al 1º de julio. En esas audiencias, Pamela Jenkins (testigo de la defensa) dio nuevas pruebas de una conspiración oficial contra Mumia en el juicio de 1982, cuando lo condenaron y lo sentenciaron a morir por la muerte de Daniel Faulkner, un policía de Filadelfia. Pero Sabo decidió que el testimonio de Jenkins no se incluirá en el acta de la apelación de Mumia, que actualmente está ante la Suprema Corte de Pensilvania.

Esta es otra de una larga lista de infamias de parte de Sapo, quien presidió el juicio de 1982 y ha saboteado sistemáticamente la petición de un nuevo juicio.

Como ya saben los lectores del OR, la apelación está actualmente ante la Suprema Corte de Pensilvania. En marzo, los abogados de Mumia presentaron una declaración jurada de Jenkins a la Suprema Corte, y esta ordenó que Sabo oyera las nuevas pruebas.

Las audiencias se realizaron en Filadelfia en el juzgado de Sabo del 26 de junio al 1º de julio. En ellas se examinó el testimonio de una testigo de la fiscalía, Cynthia White, su credibilidad como testigo y sus conexiones con la policía. White fue la testigo principal contra Mumia Abu-Jamal en el proceso en su contra por homicidio en 1982 y la única testigo que dijo que vio a Mumia con una pistola en la mano acercándose al policía Daniel Faulkner la noche que cayó muerto en 1981. En ese entonces Cynthia White trabajaba como prostituta en ese barrio de Filadelfia. Es decir, si es cierto que el preso revolucionario Mumia Abu-Jamal es inocente, hay que sacar la conclusión de que Cynthia White no dijo la verdad en el juicio de 1982. Por esto, el equipo de defensa de Mumia se ha empeñado en comprobar que Cynthia White fue presionada por la policía a dar el testimonio falso que llevó a la condena de un hombre inocente.

Cynthia White no estuvo presente en las audiencias porque no se la puede localizar; hace varios años que está desaparecida en circunstancias harto misteriosas.

La testigo principal de las audiencias fue Pamela Jones. Explicó cómo la policía explotaba y manipulaba a las prostitutas, presionándolas a ser informantes y a dar testimonio falso en muchísimos casos. A principios de los años 80 la misma Pamela Jones era una de tales prostitutas. Ultimamente se ha sabido que la policía de la delegación 39 en el norte de Filadelfia entrampó así a centenares de personas con falsas acusaciones de homicidio y drogas.

Desde el banquillo, Pamela Jones dio información altamente explosiva:

  • Dijo que fue reclutada como informante policial en 1981 cuando tenía 15 años y explotada sexualmente por el policía Tom Ryan. También dijo que dos policías, Tom Ryan y Richard Ryan, trataron de coaccionarla a declarar que vio a Mumia balacear al policía Faulkner a pesar de que sabían muy bien que ella ni remotamente estaba en el lugar de los hechos. El testimonio de Pamela es una nueva prueba muy contundente de la conspiración policial para condenar a Mumia a base de perjurio y pruebas inventadas.
  • Jenkins declaró que a fines de 1981 Cynthia White le dijo que a ella también la presionaron para dar testimonio contra Mumia y que temía que la mataran. Asimismo, en el otoño pasado otra testigo de la fiscalía, Veronica Jones, declaró que dio testimonio falso en el juicio de Mumia en 1982 porque la policía la amenazó con muchos años de prisión.
  • Además, Jenkins declaró que en el año 1981 Cynthia White ya era una informante a sueldo de la policía. Este hecho es sumamente importante porque lo ocultaron tanto del jurado como de la defensa en el juicio de 1982. Leonard Weinglass, abogado de Mumia, señaló recientemente que el ex Pantera Geronimo ji Jaga salió libre tras 27 años en la cárcel "porque se corroboró que el testigo central contra él era informante, y que no pusieron esa información a la disposición de la defensa. Es la misma situación en que se encuentra Mumia".
  • Finalmente, Pamela Jenkins hizo una afirmación inesperada y muy significativa: dijo que ella y el investigador de la defensa vieron a "la desaparecida" Cynthia White en marzo de este año en una casa de crack en el norte de Filadelfia. White iba acompañada por los mismos dos policías, Tom Ryan y Richard Ryan, y los tres huyeron cuando reconocieron a Pamela Jenkins. Esta nueva prueba hace pensar que Cynthia White no está "desaparecida"; al contrario, parecería que la policía la tiene escondida para que la defensa no pueda hablar con ella y desenmascare por completo las trapisondas que condenaron falsamente a Mumia.

    Después del testimonio de Pamela, el juez Sabo no permitió que la defensa presentara otros testigos para corroborarlo. La Suprema Corte estatal ordenó que se escuchara el testimonio de Pamela, y Sabo decidió que lo iba a tomar en un sentido estrictamente literal y no escuchar nada más por parte de la defensa. No así con la fiscalía: en seguida le permitió presentar sus testigos para rebatir el testimonio de Jenkins.

    La fiscalía dijo que Cynthia White había fallecido en 1992, y por esta razón concluyó que Pamela Jenkins había mentido al decir que vio a White en marzo de 1997. Añadió que por ese mismo hecho se debería ignorar todo el testimonio de Pamela Jenkins. Aparte dijo que Jenkins había dado "testimonio falso": una nada velada amenaza de acusarla de perjurio por haber tenido la valentía de declarar ante el tribunal.

    Un testigo de la fiscalía, el detective de homicidio Raleigh Witcher, dijo que Cynthia White falleció en la ciudad de Camden en Nueva Jersey en 1992 y que el fallecimiento se registró bajo el nombre de "Cynthia Williams alias Mildred Saunders". Ofreció como pruebas un certificado de defunción y un "documento" con datos de las computadoras del FBI. Afirmó que corroboraba que las huellas digitales de la difunta "Williams" eran las mismas de la desaparecida Cynthia White.

    El juez Sabo aceptó todas esas afirmaciones. Sin embargo, cuando la defensa tuvo la oportunidad de repreguntar al detective Witcher, rápidamente quedó en claro que en realidad no tenía ninguna prueba concreta sobre las huellas digitales. La defensa demostró que el tal "documento" de Witcher en realidad era una compilación de distintas fuentes para dar la impresión de ser un solo informe oficial, cuando de hecho tal informe no existía. Además, el certificado de defunción ofrecido como prueba del fallecimiento de "Cynthia Williams" en 1992 tenía un sello oficial por detrás con la fecha "21 de abril de 1997".

    Cuando la defensa estaba descuartizando las "pruebas" de la fiscalía, Sabo anunció que iba a "prolongar" las audiencias un día más para examinar más "pruebas" de la fiscalía. Sin embargo, el 1º de julio la fiscalía no pudo presentar ninguna prueba que vinculara las huellas digitales a Cynthia White. Es más, como señaló el equipo de la defensa, los propios documentos de la fiscalía comprobaron que las huellas digitales de la difunta de Nueva Jersey no eran las mismas que las de Cnythia White.

    El día final de las audiencias se reveló además que la información del FBI originalmente contenía la frase "La comparición entre las huellas digitales no confirma esta respuesta", ¡pero la fiscalía la borró del documento que presentó como prueba ante el tribunal de Sabo!

    En fin, la fiscalía manipuló documentos para sustentar su afirmación de que Cynthia White ya falleció y que por eso no era posible que Pamela Jenkins la hubiera visto en marzo de 1997. De hecho, el testimonio de Pamela Jenkins fue muy verosímil; por su parte, la fiscalía demostró una vez más que es una bola de mentirosos vulgares y gachos que maniobran a lo loco para que no se revele su complot contra Mumia.

    Estos últimos sucesos dan lugar a una nueva preocupación: es probable que la vida de Cynthia White corra extremo peligro. Habiendo anunciado ante el tribunal que está muerta, puede que la fiscalía y la policía de Filadelfia no quieren verla viva. *****

    Antes de que Sabo presentara su conclusión sobre el testimonio, el equipo de defensa de Mumia entabló un memorial de protesta contra las acciones del juez, quien no permitió que se presentaran las pruebas que ordenó la Suprema Corte. El memorial corrobora con pruebas el testimonio de Jenkins, refuta la versión de la fiscalía sobre lo que le pasó a Cynthia White y detalla una red de intrigas y falsificaciones policiales. También contiene las pruebas que Sabo no permitió presentar en la audiencia, como una declaración de un testigo presencial que corrobora la declaración de Jenkins de que Thomas Ryan le dijo que había varios policías en el lugar de los hechos cuando Mumia fue herido y Faulkner murió.

    El memorial dice: "Al impedir que la defensa presentara estas pruebas y rechazar sus comparendos y su derecho de pedir datos de la fiscalía, y al permitir que la fiscalía presentara documentos no autenticados y parciales y le negara a la defensa pruebas e información pertinentes, una vez más esta corte ha negado al solicitante una audiencia completa y justa".

    En su decisión de 20 páginas, Sabo rechazó todas y cada una de las pruebas de los abogados de Mumia y aceptó todo lo que dijo la fiscalía. Su memorial se le presentará a la Suprema Corte de Pensilvania, que está considerando una apelación a la decisión de 1995 de Sabo de no darle un nuevo juicio a Mumia.

    Pero no se puede permitir que este Sapo tape la historia de mentiras policiales, intrigas y corrupción que es el telón de fondo del ataque contra Mumia. El pueblo tiene que hacerla conocer.


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