avak4.gif (9211 bytes)

 

.


El Presidente Bob Avakian sobre la revolución y la contrarrevolución en China

OR #1009, 6 de junio, 1999

 

Después del golpe de estado de 1976 en China, Bob Avakian, Presidente del Partido Comunista Revolucionario,EU, escribió varias obras para desenmascarar a los seguidores del camino capitalista y defender el estandarte revolucionario de Mao Tsetung. Estas citas son de unas de esas obras; recomendamos estudiar estas obras.

Por medio de la Gran Revolución Cultural Proletaria en China, la clase obrera y las masas populares, dirigidas por Mao y otros comunistas revolucionarios, llevaron a cabo cambios sin precedentes. Fueron reducidas las divisiones y desigualdades entre las diferentes capas y sectores de la sociedad, inclusive entre el campo y la ciudad. Centenares de millones de las masas se levantaron, desarrollando y fortaleciendo nuevas relaciones económicas y sociales, la revolucionarización de la cultura, del modo de pensar de la gente, etc., y asimismo las diferentes formas de luchas características de la Revolución Cultural: cartelones de grandes caracteres, crítica pública de masas a personas en posiciones de Poder, la organización de brigadas de la juventud, conocidas luego como los Guardias Rojos, etc. Mao apoyó entusiastamente las luchas e iniciativas de las masas y no se cansó de alentarlas a que perseveraran en su levantamiento revolucionario.

Las contribuciones inmortales de Mao Tsetung y Balas, pág. 268

La Revolución Cultural no tuvo precedente, no solo en general o en China, sino en toda la historia del socialismo. Se opuso a todas las "normas" de lo que supuestamente debería ser el socialismo, de lo que supuestamente debería hacer un partido comunista, etc.

No tenía precedente que el presidente de un partido comunista llamara a las masas a levantarse y derribar a personas poderosas en el partido. Había en el seno del partido dos cuarteles generales. Los seguidores del camino capitalista poseían su propia maquinaria y su propio cuartel general, y esto era lo que se necesitaba para desalojarlos y prevenir que China fuera llevada hacia el capitalismo.

Es por eso que Mao resumió que no era suficiente hablar de reconocer el papel dirigente del partido, etc. A menos que las masas fueran movilizadas para reconocer, sacar a la luz del día y derrocar a los altos funcionarios que intentaban transformarlo en un partido burgués, y para someter a los cuadros dirigentes en general a la crítica y la supervisión de las masas, entonces, por la fuerza de la costumbre y la acción consciente de los altos funcionarios revisionistas, el partido se volvería un instrumento de la burguesía y la sociedad sería llevada "pacíficamente" por el camino capitalista bajo su liderato.

Las contribuciones inmortales de Mao Tsetung y Balas, pág. 277

Cuando Mao murió, las masas populares de China estaban librando otra batalla conmovedora y decisiva. Con el apoyo y la dirección de Mao estaban luchando contra la ofensiva contrarrevolucionaria de Teng Xiaoping y otros altos líderes del Partido Comunista que provocaban un gran viento revocatorio contra las grandes victorias y los logros, especialmente de la Revolución Cultural. Esta última batalla en 1976 no fue un debate académico sobre cómo evaluar los eventos y resultados sin precedente de la Revolución Cultural, sino una lucha de vida o muerte sobre cuál clase gobernará en China, el proletariado o la burguesía y sobre cuál camino seguir, el camino revolucionario del socialismo o el camino contrarrevolucionario de la restauración de la vieja sociedad con toda su miseria para las masas.

El 6 de octubre de 1976, menos de un mes después de la muerte de Mao y menos de tres semanas después del fin del luto oficial por Mao, los revisionistas, usando las partes del Poder que le habían arrebatado a la clase obrera, especialmente en el ejército, dieron su golpe de Estado, antes de que la lucha de las masas se desarrollara más y golpeara más duro sus posiciones de Poder.

Con este acto los revisionistas ascendieron al Poder, tomando el control del Partido Comunista y el Estado. Este golpe de Estado marcó el punto decisivo y un cambio fundamental; inició el proceso de suprimir a los auténticos revolucionarios y las masas, revocar toda la revolución y restaurar el capitalismo.

La pérdida en China y el legado revolucionario de Mao Tsetung y Balas, pág. 299

Este artículo se puede encontrar en español e inglés en La Neta del Obrero Revolucionario en:
http://rwor.org
Cartas: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654
Teléfono: 773-227-4066 Fax: 773-227-4497
(Por ahora el OR/RW Online no se comunica por correo electrónico.)