Informe directo de la guerra popular de Nepal

Parte 6:
Paro general en Katmandú

Li Onesto

Obrero Revolucionario #1019, 22 de agosto, 1999

El 13 de febrero de 1996, una serie de ataques armados coordinados inició un nuevo capítulo en la historia de Nepal. Bajo la dirección del Partido Comunista de Nepal (Maoísta), miles de hombres y mujeres dieron inicio a una guerra popular con el fin de barrer el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático de la faz del país. Durante tres años, la revolución se ha extendido, ha echado raíces y ha logrado mucho en Nepal. Es un acontecimiento significativo, pero altamente desconocido en Estados Unidos. Los que hemos tratado de mantenernos al tanto de esta guerra popular hemos obtenido información valiosa, pero es escasa.

Ahora el Obrero Revolucionario/Revolutionary Worker presenta un reportaje exclusivo. Hace poco nuestra corresponsal Li Onesto regresó de un viaje de varios meses a Nepal, donde recorrió el país con el Ejército Popular, se reunió y platicó con dirigentes del partido, guerrilleros, activistas de las organizaciones populares y habitantes de muchos pueblos... o sea, con los que están librando una auténtica guerra popular maoísta y empiezan a ejercer el nuevo poder popular. Damos un saludo rojo "lal salaam" a todos los de Nepal que hicieron posible este viaje.

A continuación publicamos la sexta parte de una serie de artículos sobre Nepal. (Vea las partes 1-5 en el OR No. 1014-1018.)

Bandh en Katmandú

Se ha convocado un paro general, o bandh; el viernes amanezco con ganas de salir a ver qué onda. En la víspera, hubo una acción armada en el campo; los titulares de primera plana dicen: "Maoístas matan a siete policías en Dang". Según el Kathmandu Post es "el mayor revés para la policía desde el inicio de la insurgencia maoísta". Ocurrió en el puesto policial de Chiragar del Comité de Desarrollo de Shartinagar, unos 39 kilómetros al oeste del cuartel general de Ghorahi. El subjefe de policía a cargo de operativos contra los maoístas le dice al Post que "el incidente indica que los maoístas están cobrando fuerza". Por su parte, un alto oficial de Sahabir Thapa dice que "es más grave que los incidentes que han ocurrido en otros lugares". El Post agrega: "Son las mayores bajas sufridas por la policía desde el surgimiento de los maoístas en febrero de 1996".

Newa Khala, una federación del pueblo newar (una nacionalidad oprimida), ha convocado un paro general en el valle de Katmandú. Se informa que los motivos de la protesta son "el desempleo, el aumento de precios y las actividades terroristas [se refiere a la represión del gobierno contra el pueblo]", además de "la discriminación racial". El Ministro del Interior advierte de la posibilidad de "violencia" debido a la participación maoísta; según la prensa, han arrestado a más de 80 personas por fomentar el bandh.

Las calles están desiertas, pues los comerciantes han acatado el bandh. Caminamos por la ciudad con un amigo; al llegar a la zona comercial de New Road, todas las tiendas están cerradas. Generalmente hay un chingo de taxis, pero no veo ni uno. Me han comentado que alguna gente-vendedores ambulantes, carros de culí y farmacias-no tiene que observar el paro. Pasamos por otra zona donde ayer había muchísimo tráfico y las calles estaban atascadas, pero hoy no hay carros, solo bicicletas, motos, carros de culí y mucha gente a pie. La ciudad se ve rarísima, ¡por una vez cruzo la calle sin mayor problema!

Veo a los comandos, la policía antimotín, desplegados en plena calle con cascos, cachiporras, etc. Luego veo a otros pertrechados con rifles, chalecos a prueba de bala y una especie de espinillera en las piernas, ¡parecen porteros de hockey armados hasta los dientes! Mi amigo comenta que en las últimas 48 horas ha habido centenares de detenidos a raíz del bandh y del ataque al puesto policial de Chiragar.

Observo banderas rojas con una pluma y estrella en los postes de alumbrado. Mi amigo dice que es el símbolo de la organización estudiantil maoísta; las han colocado estudiantes revolucionarios.

Hace unos días vi esas banderas en varias universidades de la capital y quería investigar el apoyo estudiantil al paro. En una escuela vi muchos carteles y una pinta firmada por el Movimiento Revolucionario Estudiantil pro Libertad, la organización maoísta estudiantil que apoya la guerra popular: "El gobierno está asesinando al pueblo, está vendiendo el agua. Los intelectuales se oponen a la policía. Los partidos y estudiantes deben unirse contra el gobierno". En la facultad de derecho, donde había muchos estudiantes (todos hombres), vi carteles de un grupo estudiantil reaccionario pro gobierno, pero me fijé que los habían arrancado, tachado y cubierto con carteles revolucionarios.

Un editorial del Kathmandu Post aborda "el grave problema de la insurgencia maoísta". Las autoridades están alarmadas porque la guerra popular en el campo está "invadiendo" la ciudad. El editorial, titulado "Se necesita un nuevo enfoque", afirma que el ataque a la casa del Ministro del Interior esta semana "es el último de una serie de bombazos que han sacudido la ciudad en estos meses". Critica "el deterioro del estado de derecho", la falta de guardias de seguridad en la residencia, y el hecho de que el gobierno no tiene pistas. Continúa: "Los bombazos son producto de la insurgencia maoísta, que el gobierno no ha podido frenar por la fuerza, precisamente porque tiene causas más profundas, es decir, la penuria, la miseria, la privación y la explotación que sufren las grandes mayorías nepalesas. Los gobiernos de turno del período democrático no han abordado los grandes problemas del país y ese hecho ha atizado la insurgencia. Es natural que el pueblo se sume a la lucha armada contra las grandes desigualdades y la injusticia social, pues el gobierno no ha efectuado ningún cambio; ni siquiera se ha hecho sentir en las regiones más atrasadas del país. No es de sorprenderse que la insurgencia, prácticamente desconocida antes de la restauración democrática, hoy haya llegado a ser una grave amenaza".

Ahora que la guerra popular está avanzando y ganando el apoyo de las masas del campo y la ciudad, es muy común leer comentarios con esos matices. El gobierno tiene que fortalecer su fachada "democrática", sobre todo ahora que se avecinan las elecciones; por otra parte, la defensa del "estado de derecho" le sirve de pretexto para lanzar salvajes ataques contra los maoístas.

Por la tarde, camino dos horas hasta llegar a Lalitpur; en el camino la mayoría de los comercios están cerrados, los coches no circulan. Si hubiera llegado a Katmandú hoy, me habría parecido una ciudad tranquila. Pero todo tiene un aire de "normalidad", o sea, no es evidente que está en marcha una masiva protesta política. Los camaradas cuentan que aquí en la ciudad hay mucha oposición al gobierno y simpatía hacia la guerra popular, pero también una represión bárbara contra cualquiera que apoye a los maoístas. El bandh es una forma de protesta masiva que facilita la participación y hace difícil identificar a los partidarios de la guerra popular.

Newa Khala

Me interesa tener mayor información sobre Newa Khala, la federación del pueblo newar que convocó el bandh; tengo la oportunidad de entrevistarme con Delip Maharjan, el presidente de Newa Khala. Dilip me saluda y esboza las metas de la federación, establecida hace apenas nueve meses:

"Nos planteamos solucionar las reivindicaciones del pueblo newar por medio de la lucha; en particular nos ocupamos de elevar la conciencia acerca de la opresión que sufrimos a manos del Estado: supresión de nuestra lengua, religión y cultura; supresión económica; dominación social por otras religiones, principalmente de la clase dominante. En fin, el Estado oprime al pueblo newar de muchas formas y para entender eso es necesario examinar la historia de Nepal. Los antepasados del rey unieron el país, que estaba dividido en muchos reinos, y establecieron el gobierno central feudal. Antes, los newar tenían su propio reino, lengua y cultura; tenían estabilidad cultural y económica, pues desempeñaban un papel estratégico en el comercio entre China e India, y por eso gozaban de un estatus privilegiado en el valle hasta que el poder central los subyugó.

"El pueblo newar tiene su propia cultura muy digna, pero el gobierno central fomenta la discriminación, es decir, da un trato preferencial a las religiones hindú y aria, y el nepalés es el idioma oficial de las oficinas, escuelas, etc.; a los newar se les prohíbe leer su lengua materna. Nuestro pueblo practica el budismo, pero la religión oficial es el hinduismo. O sea, los arios, el hinduismo y el idioma nepalés son vistos como superiores, y los newar sufrimos opresión y enormes dificultades para conservar nuestras tradiciones y valores. Somos el pueblo autóctono del valle, pero nos están desplazando los maruwari (la casta de comerciantes de India). Los newar no encuentran trabajo ni tienen la oportunidad de ingresar al ejército ni a las fuerzas policiales ni de participar en la política. El Estado discrimina a los newar de tantas formas; queremos sacar eso a la luz y librar una lucha para garantizar nuestros derechos. Los newar sufrimos la opresión del feudalismo, del capitalismo y de la intervención imperialista.

"Hace un tiempo se decidió permitir el uso de la lengua newar en Katmandú, o sea, si uno no hablaba nepalés podía entablar una apelación en su lengua materna. Pero hace un año, la Suprema Corte anuló esa decisión; ahora no podemos usar nuestro propio idioma, tenemos que usar el nepalés. Además, a los niños no se les enseña la lengua materna en las escuelas".

Le cuento a Delip que en Estados Unidos las nacionalidades oprimidas también sufren discriminación y supresión sistemática de su lengua y cultura; se han prendido grandes luchas contra los ataques a la educación bilingüe, la acción afirmativa y los estudios étnicos.

Delip tiene muchas ganas de platicarme del exitoso bandh. Primero, habla del motivo de la acción: "Estamos convencidos de que el actual poder estatal no nos concederá el derecho de la autonomía ni la autodeterminación para defender nuestra lengua, cultura, religión y tradiciones. Planteamos 15 demandas; el objetivo central del bandh fue presionar por la autonomía y la autodeterminación. Como el gobierno central nos discrimina, necesitamos la autonomía. Asimismo, planteamos un estado secular, con igualdad de religiones. En el comunicado de prensa se mencionan varios partidos e individuos que apoyan el bandh: el Partido Comunista de Nepal (Maoísta), el Frente Unido de Nepal, el PCN (ML) Mashal y Centro de Unidad. Se unieron muchas fuerzas; más del 80% de la población del valle es newar.

"Sacamos volantes y distribuimos 100.000 carteles. Visitamos muchos hogares; nos reunimos con dirigentes comunitarios; hubo programas, entrevistas a nuestros líderes, etc. Varios grupos, particularmente organizaciones indígenas, hicieron declaraciones de apoyo. Arrestaron a 500 personas (o más, en realidad es difícil precisar). Detuvieron a los compañeros que repartían volantes y carteles. Desde el comienzo hubo una represión muy fuerte y los líderes tuvieron que pasar a la clandestinidad. Han hecho grandes redadas en la comunidad, donde arrestan a mucha gente para sembrar terror; muchos todavía están presos".

Le pregunto si otros grupos étnicos apoyaron el paro:

"Tenemos relaciones fraternales con organizaciones de las nacionalidades oprimidas. Solo con la unidad podemos triunfar; construimos la solidaridad de nuestras luchas. Partimos de la cuestión de clase y no de criterios de casta, religión o comunidad. Analizamos la casta opresora de acuerdo a ese punto de vista. Debemos oponernos a la opresión indochovinista, que además existe en el seno de la comunidad newar. No olvidemos que algunos newar son opresores y la casta hindú, por su parte, refuerza el chovinismo. Somos partidarios de la clase oprimida. Debemos forjar lazos de amistad con los oprimidos y oponernos a los opresores, aunque estos sean de un grupo étnico oprimido.

"Existe mucho apoyo para nuestras demandas y el bandh nos dio la oportunidad de plantearlas a los demás grupos indígenas y exhortarlos a unirse a la lucha. Fue un gran acontecimiento, el primer paro general en el valle que planteó las reivindicaciones de los newar".

Continuará.


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