Aplazan la ejecución

Mumia Abu-Jamal: La batalla por la verdad

Obrero Revolucionario #1029, 7 de noviembre, 1999

El martes 26 de octubre, el juez federal encargado del caso de Mumia aplazó la ejecución, fechada para el 2 de diciembre. Trece días antes el gobernador de Pensilvania, Thomas Ridge, firmó la orden de ejecución. (El 2 de diciembre se cumplen 140 años de la ejecución de John Brown, un abolicionista blanco, por organizar un levantamiento armado de los esclavos.) Cuando Ridge firmó la orden, metieron a Mumia en lo que se llama la "Fase 2", que Amnistía Internacional considera una forma de tortura. Con el aplazamiento, lo sacaron de la Fase 2.

El aplazamiento estará en vigor hasta que el juez dé su dictamen sobre la petición de habeas corpus de Mumia. El equipo defensor informa que la primera audiencia ante el tribunal distrital federal podría ser a comienzos de marzo.

Con la apelación federal, la lucha por la libertad de Mumia ha entrado en una nueva etapa urgente y de más calibre. Empezó el 15 de octubre, cuando el equipo defensor entabló la orden de habeas corpus. Ahora es de suma importancia la demanda de celebrar una audiencia para presentar las pruebas que no se oyeron en el juicio. Es crucial hacer que por toda la sociedad retumbe el nombre de Mumia y que el enemigo tenga que batirse en retirada.

El movimiento en defensa de Mumia ha convocado manifestaciones regionales el sábado 11 de diciembre. También recomienda pegar el afiche de Mumia y la convocatoria de las manifestaciones por todas partes.

Que oigan las pruebas

La petición de habeas corpus consta de más de 160 páginas. Tiene más de 600 párrafos de acusaciones de mala conducta oficiales en el proceso de condenar y sentenciar a Mumia en los tribunales de Pensilvania. Identifica 29 violaciones constitucionales federales, cada una de las cuales sería suficiente para anular la condena. Leonard Weinglass, el principal abogado de Mumia, ha dicho: "Este enorme historial demuestra que no se puede justificar una ejecución, ni ahora ni en el futuro". (Los lectores pueden leer la petición de habeas corpus en el website de ¡Rehusar & Resistir! en: www.calyx.com/~refuse)

La petición solicita que se ordene una audiencia ante el tribunal distrital federal que le daría a la defensa la oportunidad de presentar importantes pruebas y testigos que los tribunales de Pensilvania rechazaron. Eso sería decisivo. Hasta la fecha, el juez Albert Sabo ha presidido todas las audiencias en los tribunales estatales. Sabo se conoce como el "juez-verdugo" por la cantidad de presos que ha sentenciado a muerte.

Como escribió Mumia en la revista Source en febrero: "Imaginemos el caso de un acusado: no le permiten representarse a sí mismo; a los testigos de la defensa los arrestan en el banquillo. Le imputan el homicidio de un policía y el juez es miembro vitalicio de la Orden Fraternal de Policía (FOP). Después rechaza su apelación una corte donde cinco de los siete jueces han recibido contribuciones o el endoso de la FOP para su candidatura. Inventan una `confesión'. Para mí, no es cuestión de `imaginemos' porque todo eso me pasó tal cual".

Así que una audiencia ante un tribunal federal sería la primera oportunidad para presentar y ver las pruebas y los testigos de la defensa. Por otro lado, también sería la última oportunidad posible para presentar esas pruebas. La Ley de la Pena de Muerte Efectiva de 1996, que firmó el presidente Clinton, disuade a los tribunales federales de examinar y anular sentencias de muerte estatales. Los tribunales federales superiores al distrital pueden examinar las actas de los juicios estatales pero no pueden recibir nuevas pruebas.

El pueblo tiene que salvar la vida de Mumia

Es una profunda injusticia que Mumia esté condenado a muerte. El sistema ya le ha robado 17 años. Mumia ha dedicado su vida al pueblo, sobre todo a los que viven en los ghettos y barrios pobres, y en los penales. No lo han quebrado la brutalidad, el aislamiento, las calumnias ni la censura; ha mantenido su conciencia y firme compromiso revolucionario. La injusticia cometida contra Mumia es mucho más que la historia de un solo hombre: es una concentración del tratamiento rutinario de los negros a manos de la policía, los tribunales, las cárceles y los medios de comunicación. Además, muestra cómo el gobierno trata a la oposición política, especialmente a los revolucionarios que logran conectarse con los del fondo de la sociedad. Lo que le han hecho a Mumia demuestra patentemente por qué este gobierno y sistema judicial no debe tener el poder de ejecutar a seres humanos.

Poderosas fuerzas del gobierno han dejado en claro que quieren ejecutar a Mumia. Firmar la orden de ejecución fue una señal de que están resueltas a callar la voz de este revolucionario negro.

Ahora le toca al pueblo redoblar la lucha para salvar la vida de Mumia. ¿Qué significa esto? Carl Dix, vocero nacional del PCR,EU, ha dicho: "Un aspecto de nuestra meta inmediata es romper el silencio para que millones de personas sepan quién es Mumia. La lucha para parar la ejecución tiene que ser tan poderosa que el gobierno se vea obligado a anular la decisión de los tribunales de Pensilvania para no tener que encarar la indignación y furia de millones de personas. Tenemos que convertir nuestros barrios, escuelas y lugares de trabajo en centros de lucha para que millones de personas se enteren de la historia de Mumia y de lo que está en juego, y para que participen en esta batalla por la justicia".

¡ALTO A LA EJECUCION DE MUMIA ABU-JAMAL!


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