El partido de vanguardia y el ejercicio del poder del proletariado: Lecciones histórocas

Bob Avakian

Obrero Revolucionario #1061, 1 de julio, 2000
En octubre de 1999, el Partido Comunista Revolucionario,EU, anunció un proyecto de un año: elaborar un nuevo Programa-un Programa marxista-leninista-maoísta-que trazará el camino hacia el triunfo de la revolución en Estados Unidos.
En ese anuncio invitamos a unirse a este proyecto y solicitamos la colaboración de mucha gente en el trabajo de investigación socioeconómica y de la estructura de clases de este país, así como la oportunidad de debatir nuestro análisis político y nuestra visión de la nueva sociedad y la estrategia para crearla. Pedimos comentarios y observaciones sobre el actual Programa (de 1981), así como sugerencias para el nuevo.
Para contribuir a este proceso, el Obrero Revolucionario está publicando una serie de artículos: pasajes del actual Programa, escritos de Bob Avakian (Presidente del PCR,EU) y otros escritos de los órganos del Partido, con el fin de explicar ciertos principios marxista-leninista-maoístas, así como el análisis del Partido de la sociedad y el proceso revolucionario.
A continuación continuamos la serie con un pasaje del libro Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr? de Bob Avakian. Examina la experiencia de la dictadura del proletariado en la Unión Soviética bajo la dirección de Lenin y Stalin, y en China bajo la dirección de Mao, y saca lecciones para nuestra clase. Explica cómo gobiernan las masas, y por qué el proletariado necesita un partido de vanguardia para gobernar y transformar la sociedad y el mundo. También explica la diferencia entre el concepto proletario de libertad y la noción burguesa de democracia electoral. Este artículo salió por primera vez en la revista Un Mundo Que Ganar No. 17, marzo de 1992. Es una crítica del documento "Sobre la democracia proletaria", escrito por el Comité de Reorganización Central (CRC) del Partido Comunista de la India (Marxista-Leninista), un grupo marxista-leninista de India cuyo secretario lanzó un ataque contra Lenin, Mao y la dictadura del proletariado en 1990-91, y luego abandonó el camino revolucionario.
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Lenin habla abiertamente de que la nueva República Soviética existía en una atmósfera pequeñoburguesa y que tenían que buscar una forma de acomodarse con los sectores pequeñoburgueses, particularmente del campesinado, sin comprometer los intereses básicos del proletariado. Discute el problema en términos históricos: que se puede expropiar a la gran burguesía y aplastar la resistencia de esta y de los grandes terratenientes relativamente rápido una vez que se toma el Poder, pero que se tiene que aplicar una norma de coexistencia a largo plazo y lucha con los productores de pequeña escala y en general con la pequeña burguesía. Como dice Lenin, uno tiene que vivir con la pequeña burguesía y transformarla, en sus condiciones materiales y en su punto de vista, como parte de avanzar hacia la eliminación de las diferencias de clase (tal discusión se encuentra, por ejemplo, en El "izquierdismo", enfermedad infantil del comunismo, escrito en los primeros años de la República Soviética). Así que las obras y discursos de Lenin en aquellos años-incluso algunos citados en forma distorsionada en el documento del CCR-ponen muy en claro cuál era la orientación básica de Lenin y que no era que a la persona que criticaba al gobierno y a los bolcheviques había que reprimirla ni negarle sus derechos políticos.
En lugar de pensar en serio lo que dice Lenin sobre estas difíciles contradicciones, el documento se guía por las críticas descaminadas de Rosa Luxemburgo.1 Buena parte del problema de estas críticas, y su orientación subyacente, se ve en la declaración de Luxemburgo de que la libertad es "siempre únicamente la del que piensa de otra manera". Esto, naturalmente, se vincula con su demanda de libertad "sin restricciones" de prensa y reunión, etc. Y concuerda con la democracia burguesa clásica, que identifica la libertad con los derechos de la minoría en contra de "la tiranía de la mayoría". Por ejemplo, esto es muy similar a las formulaciones de John Stuart Mill y Alexis de Tocqueville en sus escritos sobre la democracia y la libertad individual. Para responder a esto, se tiene que hacer la pregunta: ¿quién, bajo la dictadura del proletariado "piensa de otra manera", más que todos-si no son la burguesía y los contrarrevolucionarios? No estoy hablando en broma: la "conclusión lógica de la lógica" de Luxemburgo es que ellos, sobre todo, deben tener plena libertad y derechos políticos. Y entonces, ¿en dónde está la dictadura del proletariado?
Es muy instructivo contrastar la declaración de Rosa Luxemburgo sobre qué es libertad, "siempre únicamente", con las profundas declaraciones de Mao Tsetung sobre lo que constituye la libertad, o los derechos fundamentales de los trabajadores, en la sociedad socialista: el derecho de ejercer control sobre la sociedad, el derecho de ser amos de la economía, el derecho de controlar y reprimir las fuerzas antagónicas que tratan de restaurar el capitalismo, el derecho de ejercer su completo dominio en todas las esferas de la superestructura. Todo emana de esta libertad, o de esos derechos fundamentales, que plantea Mao. Esto representa algo mucho más profundo y correcto que la definición de libertad de Rosa Luxemburgo; de hecho, es lo opuesto al formalismo democrático de Rosa Luxemburgo y va a la esencia del asunto:
"Quien controle los órganos y las empresas tendrá una importancia tremenda para la garantía de los derechos del pueblo. SiÊlosÊmarxista-leninistas tienen el control, estarán garantizados los derechos de la gran mayoría. Si los derechistas o los oportunistas de derecha tienen el control, estos órganos y empresas pueden cambiar cualitativamente, y los derechos del pueblo con respecto a ellos no pueden estar garantizados. En suma, el pueblo debe tener el derecho de manejar la superestructura". (Mao, Una crítica de la economía soviética, p. 59, énfasis añadido)
Aquí Mao, igual que Lenin antes de él, enfatiza la manera correcta, dialéctica y materialista de ver la relación entre el ejercicio de la dictadura del proletariado por las masas, y la dirección de su vanguardia comunista....
El modelo electoral burgués vs.
la dirección de las masas para
transformar el mundo
Sí, es verdad, el partido no debe confiarse en su posición de autoridad, debe apoyarse en las masas; pero eso no significa degenerarse y jugar un papel como cualquier partido socialdemócrata de viejo tipo, yendo a la zaga de las masas y reduciendo su actividad al marco y los límites democrático burgueses y al proceso electoral, y no asumir su responsabilidad de vanguardia y dirigir a las masas en la revolución.
Que la visión del CCR acerca del funcionamiento del "sistema democrático proletario" no es cualitativamente diferente del sistema democrático-burgués clásico, debe estar claro. Su "modelo", donde el "derecho a gobernar" del partido comunista "debe estar basado estrictamente en el apoyo electoral ganado por su plataforma, al igual que cualquier otra plataforma", en el mejor de los casos, llevaría a una situación en que centros rivales de poder, con sus respectivas plataformas, competirían por el voto de las masas. El resultado de esto (otra vez, en el mejor de los casos) sería un gobierno de "coalición" donde "socialistas" y "comunistas" de todo tipo se unirían con representantes de tendencias democráticas más abiertamente burguesas y pequeñoburguesas, y en donde comprometerían los intereses fundamentales de las masas y no se llevaría a cabo ninguna transformación radical de la sociedad (y cualquier intento de hacerlo sería reprimido rápida y eficazmente por tal gobierno de "coalición"). ¿Es que no ha habido suficiente experiencia, por no decir demasiada, en el mundo que ilustre esto?
La idea que de alguna manera este proceso electoral expresará el "deseo político" de las masas solo puede provocar una sonora carcajada cínica de cualquiera que esté familiarizado con estos procesos electorales y que no sufra de "amnesia política". Esta idea solo la pueden sostener quienes creen en la democracia burguesa más que la burguesía misma, que no han aprendido o han "olvidado" que tal democracia, con su proceso electoral, es un instrumento de la dictadura burguesa sobre las masas. Esto no significa que las elecciones no pueden jugar un papel legítimo en la sociedad socialista, pero tal papel debe basarse en el reconocimiento de que las elecciones formales no pueden representar la más alta ni más esencial expresión de la "voluntad política" de las masas; que las elecciones deben subordinarse al proceso general a través del cual esa "voluntad política" se expresa; que a las elecciones, como todo lo demás en la sociedad de clases, las condicionarán y moldearán las relaciones de clase; y por último que en una sociedad socialista, las elecciones deben servir al ejercicio del Poder político del proletariado bajo la dirección de su partido.
En contraste con esto, la siguiente caracterización del papel de las elecciones en la sociedad burguesa también se aplica al proceso electoral democrático (burgués) que el documento propone para su versión de la sociedad "socialista" y su "sistema democrático proletario":
"El proceso electoral tiende a ocultar las relaciones de clase básicas-y los antagonismos de clase-de la sociedad, y sirve para darle una expresión formal e institucionalizada a la participación política de los individuos atomizados en la perpetuación del statu quo. Dicho proceso no solo reduce al pueblo a individuos aislados, sino también los reduce a una posición políticamente pasiva y define la esencia de la política como tal pasividad atomizada-en que cada persona, individualmente y aislada de los demás, aprueba esta o aquella opción, todas las cuales han sido formuladas y presentadas por un poder activo que se alza por encima de esas masas atomizadas de `ciudadanos'". (Avakian, Democracy, p. 70, énfasis en el original)
En el documento del CCR encontramos muchas referencias a la "voluntad política" del pueblo o del proletariado. Pero en ninguna parte se encuentra el concepto (de hecho, lo rechaza) de que no hay manera de concretar y es más, no hay más forma de determinar la "voluntad política" del proletariado y de las masas que a través del papel dirigente del partido, a través de su práctica de la línea de masas y la aplicación de una línea política e ideológica comunista.
Y, como hemos visto, el documento insistentemente pone el papel de vanguardia del partido contra la actividad consciente de las masas. Es indiscutiblemente claro en su afirmación de que, una vez que el ejército permanente haya sido abolido y remplazado por el pueblo armado y una vez que el partido y su "papel de vanguardia" se hayan reducido a la lucha del partido por los votos electorales que gane basándose en su plataforma ("al igual que cualquier otra plataforma"), entonces, "a diferencia de las formas de dictadura del proletariado practicadas hasta ahora, en la nueva estructura política, al tener el pueblo el verdadero poder en sus propias manos, también con las armas en la mano, estará jugando un papel realmente activo en la totalidad de la vida política de la sociedad, constituyéndose por lo tanto en la mejor garantía contra la restauración y garantizando también las mejores condiciones para retomar el poder si tiene lugar la restauración". (párrafo 10.9, énfasis añadido)
¡Qué declaración tan increíble! Por ejemplo, ¿cómo es posible que gente conocedora de la Gran Revolución Cultural Proletaria asegure que las masas de China no jugaron "un papel realmente activo en la totalidad de la vida política de la sociedad" en general y en particular al combatir el revisionismo y la restauración capitalista? Si comparamos la Revolución Cultural con las recientes "protestas democráticas" (burguesas) en China, podemos decir sin ninguna duda que la actividad consciente y la iniciativa revolucionaria consciente de clase de las masas del pueblo chino se expresó "un millón de veces más fuertemente" en la Revolución Cultural. Y esto se debe a que durante esta las masas tenían la dirección de una vanguardia comunista, mientras que en la actual lucha no.2 En esta lucha ha habido factores positivos y la participación de fuerzas progresistas, incluso revolucionarias (se dieron abiertas expresiones de apoyo a Mao y su línea revolucionaria; se hicieron marcados deslindes entre Mao y sus seguidores revolucionarios, y los gobernantes revisionistas y corruptos actuales). Pero, a pesar de todo eso, en un sentido general, las fuerzas y líneas políticas que ocuparon las posiciones dirigentes en los levantamientos de las masas representaban los intereses de la burguesía.
Aquí, es conveniente repetir lo siguiente sobre el papel del partido leninista y su relación con las masas, que se aplica después de la conquista del Poder y a lo largo de la transición socialista, tanto como en la lucha por la conquista del Poder:
"Lenin forjó y aplicó estos principios más allá de lo que habían elucidado previamente Marx o Engels y además rompiendo con los preceptos establecidos y la práctica preponderante del movimiento marxista, pero lo hizo partiendo de la base de los principios marxistas fundamentales, adhiriéndose a su metodología básica, y de una manera completamente consistente con su espíritu crítico y revolucionario. Plantear, en oposición a estos principios, la experiencia de la Comuna de París3, que fue derrotada-en parte, y secundariamente, debido a la falta de un partido de tipo leninista-o de la II Internacional, que degeneró y se convirtió en un franco instrumento del imperialismo, es pensar patas arriba y al revés, para no decir más. Sostener que la degeneración de la Revolución Rusa se puede deducir de la naturaleza y el papel del partido leninista, es en primer lugar contrario a los hechos y además una evasión del problema fundamental. El argumento de Lenin en ¿Qué hacer?-que cuanto más altamente organizado y centralizado sea el partido, cuanto más sea una organización de vanguardia real de revolucionarios, tanto mayor será el papel y la iniciativa de las masas en la lucha revolucionaria-quedó poderosamente demostrado en la misma Revolución Rusa y ha sido demostrado en todas las revoluciones proletarias. En ninguna parte se ha hecho una revolución proletaria sin semejante partido y en ninguna parte la falta de dicho partido ha contribuido al desencadenamiento de la iniciativa de las masas de los oprimidos en lucha revolucionaria consciente. Y...sostener que una vanguardia, que un partido leninista puede degenerarse, puede convertirse en un aparato opresivo de las masas, y que por lo tanto es mejor no tener dicho partido, en la práctica se reduce a propugnar que no haya revolución en primer lugar; esto no eliminará las contradicciones que hacen que dicho partido sea necesario, es decir, las condiciones materiales e ideológicas que se tienen que transformar con la dirección de dicho partido para abolir las diferencias de clase y con eso, finalmente, la necesidad de un partido de vanguardia". (Avakian, Para una cosecha de dragones, Bogotá: Asir Editores, 1989, pp. 77-79, énfasis en el original)
 
1 Rosa Luxemburgo, revolucionaria alemana y partidaria de la revolución rusa que dirigió Lenin, luego lo criticó diciendo que sus métodos eran "antidemocráticos". A Luxemburgo la asesinó el ejército alemán en 1919.
2 Además, se debe notar que la Revolución Cultural logró desencadenar a las masas porque era producto de la dictadura del proletariado, mientras que los sucesos de 1989 los reprimió un estado burgués, una dictadura de la burguesía.
3 La Comuna de París de 1871 fue un gran levantamiento armado de las masas de Francia. Los trabajadores se apoderaron de la ciudad y llevaron a cabo cambios políticos y sociales radicales. La burguesía contraatacó y ahogó la Comuna en la sangre de miles de muertos.


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