¡Celebración de la vanguardia!
¡La revolución es la esperanza de los desesperados!

Una charla de Carl Dix

Obrero Revolucionario #1085, 7 de enero, 2001, en rwor.org

En octubre de 2000 se cumplió el 25º aniversario del PCR,EU. Se ha celebrado por todo el país y en este número publicamos declaraciones y saludos que hemos recibido.

En Nueva York, la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria patrocinó la fiesta y con un lleno en la librería Libros Revolución dio la bienvenida: "¡Vivir por el pueblo! ¡Morir por el pueblo! ¡Luchar por el pueblo! Poder al pueblo". A continuación presentamos un pasaje del discurso que dio Carl Dix en esa celebración.

Cuando se formó nuestro Partido, prometimos con solemnidad a los pueblos del mundo que sería la última vez que se tendría que formar una vanguardia en este país. Con la dirección precursora y cabal de nuestro Presidente, Bob Avakian, hemos cumplido esa promesa.

Tener un partido como el nuestro es crucial ahora, no solo para el futuro. El Partido ha jugado un papel importante en las luchas del pueblo contra la brutalidad policial, el derecho de la mujer al aborto, por Mumia y otras cuestiones. Mucha gente ve lo duro que luchamos los militantes y partidarios del PCR en las batallas contra el enemigo. Les diré por qué somos tan resueltos, persistentes y combativos: por nuestra línea marxista-leninista-maoísta.

Con esta línea podemos sintetizar la experiencia de las luchas de las masas en este país y en el mundo. Podemos identificar los obstáculos y problemas de la lucha, y distinguir amigos de enemigos. Podemos elaborar políticas e iniciativas para unir a todos los que pueden ser unidos en la lucha contra el enemigo, y como parte de preparar mentes y organizar fuerzas para el embate final.

Con esta línea forjamos una estrategia para hacer la revolución en un país como este: el Frente Unico con Dirección Proletaria. En países como China o Perú, la revolución se hace librando una guerra popular prolongada y cercando las ciudades desde el campo. En un país como este, con sus comunicaciones avanzadas, es necesario lanzar insurrecciones armadas coordinadas en importantes zonas urbanas y, luego, pasar de las regiones conquistadas a librar una guerra civil y derrotar las fuerzas militares enemigas.

Realizamos preparativos para la revolución hasta que tales insurrecciones armadas estén a la orden del día. Eso quiere decir basar el movimiento revolucionario en quienes no tienen nada que perder: el proletariado; movilizar a las masas para combatir los ataques del enemigo; forjar una organización para sostener la resistencia de hoy y pasar de la defensiva a la ofensiva a la hora de la verdad; transformar los lugares donde vivimos y trabajamos en plazafuertes de resistencia revolucionaria; forjar alianzas entre diferentes sectores de la sociedad, cruciales para lanzar una insurrección armada en un país como este con verdaderas posibilidades de ganar.

En un sentido, se lleva a cabo una revolución hoy mismo en el trabajo que el Partido y las masas bajo su dirección realizan. Nuestro Programa analiza cómo es posible lograr todo esto y nuestro nuevo Programa profundizará mucho más ese análisis. Si quieres conocer cómo los preparativos de hoy aceleran los cambios que harán posible la revolución, tienes que adentrarte en nuestro nuevo Programa.

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¿Cómo nació el Partido que ha desarrollado esta estrategia y dado estos líderes? Nace de las batallas de los años 60 en este país y en el mundo. La Gran Revolución Cultural Proletaria de China jugó un papel muy importante porque nos dio una visión del mundo por la estamos luchando.

Mientras trabajábamos para formar el Partido en 1975, las luchas que pusieron al sistema a la defensiva entraron en reflujo y surgieron fuertes dudas sobre cómo seguir adelante. Algunas fuerzas revolucionarias, como el Partido Pantera Negra, se disolvieron y otras querían seguir luchando con una orientación estrecha, diciendo que cada grupo oprimido tenía que luchar por sí mismo. Hacía falta una vanguardia para trazar el camino a la revolución y para llevar a cabo los preparativos en medio del reflujo de la resistencia. La Unión Revolucionaria, encabezada por Bob Avakian, tomó la delantera para formar la vanguardia.

Los jóvenes muchas veces me preguntan: "¿Como entraste a la lucha?" Soy miembro fundador del PCR, pero el PCR y el Presidente Avakian es lo que me ha permitido seguir en el camino revolucionario. Yo era una de esas personas medio perdidas en el reflujo de las luchas de los años 60. Militaba en un grupo llamado "Congreso de los Trabajadores Negros", que trabajó con la Unión Revolucionaria para formar el nuevo partido, pero sus líderes se retiraron del proceso.

Retrocedieron a una posición de "mi nacionalidad primero". Dijeron que el líder principal del nuevo partido comunista tenía que ser negro, y cierta cantidad de líderes. Creyeron que era la única manera de que el partido llevara a cabo una lucha resuelta contra la opresión del pueblo negro. Algo de lo que decían me gustaba, pero sabía que al proletariado le hacía falta una vanguardia multinacional para encabezar la lucha contra la opresión.

Mientras yo bregaba con todo esto, por casualidad fui a Nueva York y busqué dónde alojarme. Fui a la casa de un amigo de la UR. No sabía que Bob Avakian se hospedaba ahí también. Comenzamos a platicar sobre el movimiento revolucionario. Al principio discutíamos, pero comencé a ver que lo que él decía tenía sentido. Cuando le dije que el presidente del partido tenía que ser negro para representar los intereses de los negros, me preguntó: "Si solamente un líder negro puede representar los intereses de los negros, ¿quiere decir que no puede representar a los puertorriqueños o a los chicanos? Si es hombre, ¿quiere decir que los intereses de las mujeres no tendrán representación? ¿Qué es lo más importante: la línea y la práctica de la vanguardia o la nacionalidad de su presidente?"

Eso era un deslinde en nuestro movimiento entonces... y hoy. ¿Cuál debe ser nuestra perspectiva, el nacionalismo o el internacionalismo? Las luchas de liberación nacional, como Vietnam entonces o Palestina hoy, son aliados clave para el proletariado. Junto con la revolución proletaria, son las dos corrientes de la lucha revolucionaria en el mundo. Pero si uno quiere acabar con toda explotación y opresión, no puede hacerlo con una perspectiva nacionalista. Hay que partir del internacionalismo.

Con el nacionalismo no se pueden identificar los distintos intereses de clase, quiénes deben de encabezar la lucha y cómo la clase obrera se relaciona con otras clases. El nacionalismo revolucionario se solidariza con las luchas de otros países, pero no ofrece un análisis general de la lucha para hacer avanzar a la humanidad a una nueva etapa de la historia. El nacionalismo tampoco puede ofrecer soluciones liberadoras para los problemas apremiantes y profundos de la sociedad y el mundo... por ejemplo, cómo ponerle fin a la opresión de la mujer.

La ideología comunista no tiene lealtad hacia ningún país, sino a la causa de la emancipación de toda la humanidad. El comunismo es internacionalismo. La revolución comunista no solo busca abolir la división de la sociedad en clases y superar las desigualdades y las relaciones opresivas entre pueblos y nacionalidades; en lo fundamental, busca ir más allá de las divisiones de los pueblos del mundo en naciones separadas y reemplazarlas con una comunidad de la humanidad.

Seguimos nuestra platica toda la noche, pero ya no discutíamos. Debatíamos sobre el camino hacia adelante. No dormí esa noche, pero me sentí bien al día siguiente, como si hubiera dormido ocho horas. Aprendí mucho sobre la importancia de llevar a cabo nuestra misión: acabar con el sistema imperialista. La manera en que Avakian me ayudó a ver el camino hacia adelante me dio una pequeña muestra del papel que él desempeñó en la lucha para formar un partido proletario de vanguardia basado en una línea marxista-leninista-maoísta correcta, aquí en las entrañas de la bestia.

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Una vez formado el Partido, mantenerse en el camino revolucionario fue un proceso con vueltas y revueltas. Cuando Mao Tsetung murió, los perros capitalistas de China dieron un golpe de estado, traicionaron la revolución y llamaron a los pueblos del mundo a seguir su camino. Izaron la bandera blanca y la hicieron pasar como bandera roja. Hoy vemos que con ese golpe de estado contrarrevolucionario han regresado muchos males que la revolución había eliminado: desempleo, drogadicción, infanticidio de niñas, hambre en masa y penetración imperialista.

Este gran cambio ocasionó una división en nuestro Partido. Un sector quería llevarnos al fracaso, pegados a la cola de los nuevos emperadores de China. Decía que la meta de la revolución, sea en Estados Unidos o en China, era solo cambiar algunas cosas. ¡La meta de la revolución comunista es borrar el capitalismo de la faz de la tierra! El comunismo es luchar por un mundo que ya no se divide entre naciones opresoras y oprimidas; que no tiene grandes riquezas en un polo y gran pobreza en el otro; donde los blancos no dominan a los negros y otras nacionalidades oprimidas; donde no hay leyes y valores odia-mujeres; donde no existe una división opresiva entre el trabajo intelectual y el manual, las diferencias de edad o entre las ciudades y el campo.

Tras esa lucha entre dos líneas, captamos mejor cómo "trazar el camino no trazado" para la revolución en un país imperialista avanzado. Aprendimos que no podíamos hacer la revolución en este país guiando a los obreros a luchar por mejores condiciones de trabajo bajo el capitalismo. Teníamos que construir un movimiento revolucionario y enseñar a los obreros y los oprimidos internacionalismo proletario. Profundizamos nuestro análisis de las fuerzas de clase a favor de la revolución en este país y de las capas de la clase trabajadora, lo que formó la base de nuestro Programa actual. Para elaborar el Programa que saldrá esta primavera estamos profundizando ese análisis, tomando en cuenta sucesos como el enorme aumento de la población inmigrante y su unión con el proletariado de este país.

Por medio de esa lucha también captamos más el internacionalismo proletario. En consecuencia, buscamos más unidad con otras fuerzas maoístas del mundo. Esta labor y la de otras fuerzas dieron fruto con la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista en 1984, que agrupa partidos y organizaciones maoístas de todo el mundo.

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Quiero destacar los logros que celebramos en este 25º aniversario. Tenemos una vanguardia marxista-leninista-maoísta en las entrañas de la bestia, que hace todo lo posible para prepararse a sí misma y a las masas para hacer la revolución. Tenemos un partido con la línea, la dirección, la estrategia y el tino táctico para hacer lo necesario hoy y prepararse para las tormentas por venir. Tenemos un partido que cuenta con las tres armas mágicas necesarias para atraer a los proletarios y a otras personas hacia la causa revolucionaria: nuestra posición de lucha intrépida, nuestra posición a favor de la emancipación total de la mujer y nuestra posición internacionalista hacia la lucha contra el enemigo imperialista.

Podemos celebrar el hecho de que esta vanguardia está elaborando un nuevo plan de batalla en las entrañas de la bestia. El nuevo Programa hablará, como el anterior, de cómo podemos unir a todos los que pueden ser unidos para hacer la revolución y de cómo desencadenar a las masas para transformar la sociedad después de la toma del poder. Hablará de cómo, después de tomar el poder, habremos de desmantelar las estructuras del gobierno capitalista y crear nuevos órganos de poder para representar y servir al proletariado a fin de que gobierne y transforme la sociedad.

Si uno considera en serio que se necesita una revolución, surge una gran pregunta: ¿qué se necesita para acabar con este monstruoso sistema y poner en su lugar algo completamente diferente? Para lograr eso, se necesita un partido de vanguardia, no hay de otra.

El PCR es esa vanguardia. Combina la experiencia de los militantes experimentados con la impaciencia de la nueva generación de luchadores. En lo político, ideológico y organizativo, representa la continuación y desarrollo de lo mejor de los años 60. Y seguiremos aprendiendo y haciendo mayores avances. Estamos forjando lazos con las grandes masas, a partir de nuestra ideología y política, para llevar a cabo la más alta forma de lucha y tener una verdadera oportunidad de ganar.

Quiero cerrar parafraseando lo que Bob Avakian dijo en su reciente carta a la juventud. Dijo que en los meses venideros, la elaboración del nuevo Programa es la tarea principal y que es clave para acelerar y a la vez prepararnos para la revolución. Con el nuevo Programa, presentaremos a las personas de inclinaciones revolucionarias y, fundamentalmente, a las grandes masas nuestras metas básicas, plan estratégico y métodos: la visión de la sociedad por la cual luchamos y cómo proponemos lograrla por medio de nuestra lucha revolucionaria y nuestra vanguardia marxista-leninista-maoísta... cómo luchar para concretar ese sueño y lo que eso significa para el pueblo, en este país y en todo el mundo. Este Programa será nuestra guía general para la acción. Dará las pautas básicas para llevar a cabo todos los diversos elementos del trabajo y lucha revolucionarios conforme a nuestra meta revolucionaria.

¿Estás harta o harto de este sistema podrido y cruel? ¿No aceptas que este es el mejor mundo posible? ¿Buscas como tantos otros un mundo mejor, aunque no sabes si la revolución proletaria es la solución o si se puede lograr? Si cabes entre estos rebeldes, ¡te invitamos a trabajar con el PCR, asumir el nuevo Programa y llevarlo al pueblo!

¡Viva el internacionalismo proletario! ¡Viva la revolución!
¡Viva el PCR,EU!


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