Celebremos el 25 aniversario del PCR

Obrero Revolucionario #1086, 14 de enero, 2001, en rwor.org

Declaraciones de Los Angeles con motivo del 25 aniversario del PCR:

Declaración de una chava chicana que participó
en la investigación

Diciembre 12, 2000.

Bueno, hace poco me pidieron hacer una investigación sobre los chicanos. Resulta que yo mismo provengo del movimiento chicano y fui nacionalista por unos cuatro años debido a que tenía mucha rabia y coraje. Odiaba cómo mis padres se mataban trabajando solo para sobrevivir. Odiaba el hostigamiento y la discriminación a mi gente por tener piel morena. Estaba llena de rabia. Siempre pensé que los blancos eran la causa de mi opresión, porque eso es lo que te salta a la vista al leer la historia, y los culpaba por todo.

Pensaba que la solución era crear un lugar para los chicanos lejos de los blancos. Nunca entendí el problema ni la solución. Cuando estaba en el movimiento encontré muchos obstáculos y no entendí ciertas cosas, como la participación de la mujer en la lucha. Tenía muchos interrogantes que me consumían. No sabía adónde preguntar y no podía ver hacia dónde iba este movimiento. Después de un tiempo me desilusioné. Me decía a mí misma que nada se puede hacer y estamos destinados a vivir en esta jodida sociedad. Pensaba que las cosas nunca cambiarían y de fondo sabía que la solución a mi opresión no era deshacernos de la gente blanca. Así que me di por vencida. Dejé de buscar las respuestas y me conformé con lo que tenía.

Por supuesto que la historia no termina allí. Encontré al Obrero Revolucionario y me asombró. Y después de leer el asunto del Programa, imagínate cómo me sentí. La rabia y coraje que en un tiempo tenía regresó y esta vez con ganas. Al principio tenía conflicto con el hecho de que Bob Avakian era blanco. Pero después de conectarme con el partido, ingresar a la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria y haber estado involucrada por más de tres años, todo aquello cambió. La gente blanca no son el problema y he conocido más gente blanca chula y dispuesta a morir por la gente, todas las gentes. Quiero a mis compañeros blancos y tengo gran cariño por los proletarios blancos. Ahora sé cuál es el problema y ahora sé cuál es la solución, y por supuesto esta es la revolución proletaria. Mi vida ha sido transformada a causa del partido. ¡Cuando un camarada me dijo que el partido quería que yo laborara en este programa fue un pinche honor muy grande! No podía creerlo. Fue tan conmovedor que me dio ganas de llorar.

Haciendo la investigación acerca de los chicanos, aquellos interrogantes que tenía en un tiempo, que me consumían, ahora han sido resueltos y siguen siendo resueltos mientras sigue la investigación. Entiendo más las cosas y ahora, si tengo interrogantes, sé adónde ir para bregar con ellos. Poner al día este programa es algo tremendo, muy importantísimo. Se dirigirá a la juventud chicana de hoy y todos los jóvenes, no importa de dónde sean. La gente chicana de hoy también ha de enfrentar los mismos dilemas y los mismos interrogantes, pero tendrán la oportunidad de tener el programa al día y que sus interrogantes sean abordados. Me ha enseñado mucho llevar a cabo esta investigación. La neta, doy las gracias al partido de brindarme la oportunidad de laborar en un proyecto tan grande e importante. He aprendido cosas que nos las hubiera aprendido en otros lados, como el marxismo-leninismo-maoísmo, nuestra ciencia, la cual, por supuesto, está chingona y no enseñan en ningún otro lugar.

Y describir cómo me siento por dentro, pues, déjenme intentar contarles. Lo que puedo decir es que tengo tanto cariño por este partido, y no pasa un día en que no le doy las gracias a Bob Avakian por crear un partido tan masivo, tan fuerte para el pueblo. Un partido que guiará a las masas en revolución proletaria. Un partido que traerá la destrucción del capitalismo e imperialismo y en su lugar ha de crear una sociedad comunista para el pueblo. Vivo por la revolución proletaria y esta corre por mis venas. Sin esta, moriría. Admiro y respeto y quiero a este partido. Haría lo que sea por el partido si me lo piden. Así lo quiero. Cuando llegue el momento, y el sistema se desplome, y si es que estoy viva, no importa qué edad tenga, estaré al frente, hombro a hombro con mis camaradas y el pueblo, luchando para derrumbar a este monstruo. Y si muero, sabré que ha de ser por el pueblo y por la creación de algo nuevo. ¡Viva el programa! Y ya que estoy en la BJCR, por supuesto, ¡viva la BJCR! Y por supuesto, ¡viva el PCR!

Investigación social y encuentro con el verdadero proletariado

Hace unos meses participé en un equipo que realizó investigación sobre el proletariado inmigrante latino de Los Angeles. La investigación se llevó a cabo en dos etapas. En la primera leímos libros e investigamos en bibliotecas. Aprendimos mucho sobre los grandes cambios de la inmigración desde los años 80, y que la mayoría de los inmigrantes latinos han sido y siguen siendo pobres. Para la gran mayoría el servicio médico está fuera de su alcance. ¡Varios artículos nos hicieron recordar al niño que murió porque sus padres temían que los deportaran si lo llevaban al hospital!

Al empezar la segunda etapa solo tenía una idea vaga de si existía el verdadero proletariado, de quién es y dónde está. Pero por medio de entrevistas conmovedoras y a la vez bellas e inspiradoras se manifestó esa clase de la que Marx dijo que "no tiene nada que perder más que sus cadenas".

Durante todo el proceso sentí ira, pero fue algo emancipador. Da ira cuando una joven dice que se "siente desesperanzada y agobiada" porque el sistema le cerró las puertas a la universidad por ser indocumentada. Pero también sentí inspiración y emancipación cuando exclamó: "¡Es una mentira que esta es la tierra de la oportunidad!"

Me dio ira cuando una criada mayor contó airada que la patrona "me registró la cartera" porque cree que es ladrona, y lo "humillante, degradante y vergonzoso..." que es, y que la trata como "esclava y objeto". Pero me inspiró y emancipó oírle decir que en varias ocasiones se le ha plantado y ha exigido que la trate con respeto.

También dio ira escuchar los temores y los detalles de vivir en las sombras. Pero fue hermoso oír y sentir las esperanzas y los sueños, los sueños de un mundo mejor.

Da ira ver que hay toda una clase que trabaja demasiado y gana muy poco, que criminalizan, humillan y degradan. Sin embargo, ¡inspira y emancipa saber que esa misma clase, esos millones de proletarios, romperán las cadenas y dejarán de ser esclavos!

Desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución

Soy una de las muchas jóvenes de la nueva generación revolucionaria y a mucho honor estoy aquí como militante de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria para acelerar la forja de ese nuevo mundo. Lo primero que me atrajo al partido fue su posición con respecto a la mujer. Fue como ver ante mí todo un mundo nuevo lleno de distintas posibilidades. Por primera vez no me sentí sola y todo me pareció posible. Antes, era todo lo contrario.

No soy diferente a ninguna otra mujer de esta podrida sociedad que ha tenido que lidiar en carne propia con el machismo. Pregunten a cualquier mujer en esta sala o en cualquier sala en cualquier parte del mundo y escucharán relatos que claman por la revolución. Cuando tenía 16 años, a todas mis conocidas las habían violado, manoseado, agredido u hostigado. Así es la vida de una joven en esta sociedad. Piensen en lo que es ser joven y odiada, agredida y humillada por ser del sexo femenino. Cuando sales tienes que preocuparte de qué ropa ponerte, y no es porque las mujeres sean vanas por naturaleza. O te cubres para que ni quede huella del cuerpo y no te presten mucha atención, o tratas de parecerte a otra porque, como se nos dice tantas veces al día, la mujer no vale nada sin un hombre. Es fácil que las jóvenes que aceptan ese criterio se sientan inútiles y se cansen de vivir. En un mundo así, ¿qué va a sorprender que cada segundo las mujeres se maten de hambre, se mutilen y se suiciden? La mitad del mundo se odia porque se ha dejado adoctrinar con los disparates que este sistema sangriento necesita para sobrevivir. Este sistema no vale ni una gota de sangre, pero sí vale muchas para derrocarlo y enterrarlo de una vez por todas.

¿Por qué estoy aquí hoy?... ¿No son razones suficientes? Aun si ese fuera el único problema, sería más que razón suficiente para hacer la revolución y reemplazar el sistema con algo mejor. Qué suerte haber dedicado mi vida a servir al pueblo y hacer la revolución en las entrañas de la bestia, porque la necesitamos, porque la necesitan los pueblos del mundo y la necesitamos ya. No puedo imaginarme una vida mejor. Ya he visto los resultados que ha tenido en mi vida, en la vida de muchas mujeres. Ser comunista revolucionaria enriquece muchísimo la vida, y me encanta ver cambiar para siempre a una joven cuando encuentra la revolución. Me parte el corazón oír relatos de jóvenes que se suicidan, y me pongo a pensar que si hubieran encontrado la revolución podría ser la solución que necesitaban.

Nada de esto hubiera sido posible sin el Partido Comunista Revolucionario. Cuando el partido dice desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución, no lo dice porque suena bonito sino porque toma la revolución en serio, y su posición con respecto a la mujer lo demuestra. El partido sabe que no puede haber revolución si la mujer no desempeña un papel dirigente en ella. Muchas mujeres dirigen el partido porque el papel de la mujer en la revolución es crucial. Basta ver las batallas de Seattle, D.C., Filadelfia y Los Angeles, para ver que las mujeres estuvieron en las primeras filas dirigiendo. Si no hubieran participado en esas luchas, probablemente no podríamos decir hoy que fueron victorias. La burguesía tiene dos lugares para la mujer y ya sabemos cuáles son. El partido también tiene un lugar para la mujer, y es erguirse hombro a hombro con los hombres en la lucha para acabar con esta bestia y construir un mundo nuevo.

¡Romper las cadenas, desencadenar la furia de la mujer
como una fuerza poderosa para la revolución!


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