Verano de Libertad de 2001 en Filadelfia:

"¡Mumia es intrépido y nosotros también!"

Obrero Revolucionario #1115, 19 de agosto, 2001, en rwor.org

Recibimos esta carta de un militante de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria (BJCR) que participó en el Verano de la Libertad, Filadelfia:

Los años de represión y brutalidad policial del fascista alcalde-policía Frank Rizzo; el salvaje bombardeo de la casa de MOVE en 1985; el arresto de 420 manifestantes en la Convención Nacional del Partido Republicano el año pasado; la injusta condena a muerte del periodista revolucionario Mumia Abu-Jamal. ¡BIENVENIDOS A FILADELFIA!

A Filadelfia, una ciudad gobernada por una bola de archirreaccionarios, llegaron casi 50 chavos de todo el país, de Alemania y de Canadá a participar en el séptimo Verano de la Libertad del 23 de julio al 3 de agosto.

Cuando el gobernador de Pensilvania firmó la primera orden de ejecución de Mumia en 1995, ¡Rehusar y Resistir! convocó a chavos de todo el país a reunirse en Filadelfia para salvar a Mumia. Hoy, el gobierno sigue tratando de ejecutarlo. Por siete años, durante dos semanas de cada verano, han venido voluntarios a luchar por Mumia. Este año llegaron de Hawai, Connecticut, Seattle, L.A., Boston, Nueva York, Atlanta, Cleveland, Alemania, Canadá y de la misma Filadelfia. Vienen a hablar con la gente, a debatir, luchar, escuchar, hablar, hacer marchas y aprender sobre Mumia y la ciudad donde nació, se politizó y donde lo acusaron y condenaron de un crimen que no cometió. ¡Son dos semanas gruesas!

Orientación

La primera noche es de orientación: todos nos reunimos a hablar de nuestra orientación política, de las metas del Verano de la Libertad y de las reglas. Unos llevan años luchando por la libertad de Mumia; otros oyeron hablar de él hace poco.

Cuando nos conocimos, teníamos mucha curiosidad. Uno no sabía que el chavo sentado al lado hace pintas chidas y nació en una granja de Connecticut, ni que unos vinieron desde Hawai, ni que otros eran de Filadelfia y desde niños han oído hablar de Mumia, ni que la chava sentada al otro lado peleó en Seattle. Tampoco sabía que había militantes de la BJCR (uno de Brooklyn vino porque quería hablar de que el caso de Mumia muestra que todo el sistema es una porquería), ni que una chava pudo venir de Minneapolis porque la coalición de Mumia juntó lana.

¡Y faltaban más! Todos teníamos muchas ganas de conocer a los compañeros de Estudiantes Activos por Mumia, de Hamburgo, Alemania, para que nos contaran de las manifestaciones de 8000 personas que han hecho en Berlín. Iban a venir de paso unos chavos de los grupos que están difundiendo el Borrador del Programa del PCR a repartirlo en los barrios proletarios y hablar de tumbar el sistema. Una chava de Boston que se sintonizó con Mumia y ¡R&R! en el website de Rage Against the Machine iba a llegar pronto. No se sabía del todo cuántos más venían.

Durante la orientación, nos metemos a fondo en la política y la historia del Verano de la Libertad. El precedente fue el Verano de la Libertad de Misisipí en 1964, cuando más de mil estudiantes viajaron al Sur a inscribir a los negros para que votaran. También hablamos de que Filadelfia es el epicentro del caso de Mumia. Un voluntario de Hamburgo dijo: "Estar en Filadelfia es como meterse a la boca del lobo". Cuando hablamos de por qué Mumia estimula, y del impacto que el Verano de la Libertad ejerce en la ciudad y en el movimiento, vemos el fondo político del asunto.

M es mayor que los demás voluntarios. Es vieja amiga de la familia de Mumia y ayudó a criar a sus hijos y nietos cuando lo metieron a la cárcel. Nos contó de la vida de Mumia antes, ¡cuando muchos de nosotros no habíamos nacido! A M le dio mucho entusiasmo vernos. Cuando entró a la reunión dijo: "Imagínense que su familia tiene un problema y que entran a una sala llena de caras desconocidas dedicadas a resolver ese problema". ¡Y ella nos entusiasmó mucho a nosotros! Nos describió a Mumia parado en el porche de su casa cargando en hombros a su hijo Mazi con una olla de arroz y frijoles para los niños. Nos imaginamos a Mumia cuando era libre y hablaba sin temor contra el sistema, por lo que ha pasado 20 años condenado a muerte. Los relatos de M nos aguaron los ojos y todos sentimos la urgencia de sacar a Mumia de la cárcel.

Al final habló Pam Africa, quien está a cargo de Familiares y Amigos Internacionales de Mumia. Se presentó como Ministra de Confrontación de MOVE. Teníamos muchas ganas de conocerla y de oírla hablar en persona. Nos habló de los otros Veranos de la Libertad, de la gran labor que han realizado, y dijo que las autoridades los ven como una amenaza seria. También habló de la importancia de la juventud en el movimiento pro Mumia y para cambiar el mundo, y nos hizo ver la importancia del trabajo que íbamos a hacer.

Esa noche nos dividimos en dos escuadras (a la semana siguiente seríamos tres). Una se quedaba en Germantown, un barrio proletario negro que nos ha servido de base en años anteriores. La otra se quedaba en la calle 52 en West Philly, en pleno corazón de la principal zona comercial negra de la ciudad. Cuatro líderes eran responsables de las escuadras, dos por cada una, y se reunían a comentar experiencias y trazar planes. Otros cinco encargados del proyecto rotaban por ambas escuadras.

Después de la orientacion, siguió una reunión de líderes de escuadras y el equipo de encargados. Era la primera oportunidad de sentarnos a hablar del proyecto y conversamos de la importancia de conectarnos con la gente de la ciudad, del impacto del caso de Mumia y de si creíamos que esta batalla se puede ganar. La reunión se prolongó hasta las 4 de la madrugada. La cita era a las 9 a. m. para empezar a trabajar con las escuadras a las 10.

¿Por qué estamos aquí?

Antes de salir el primer día, hablamos de por qué Mumia es importante para nosotros y de por qué vinimos al Verano de la Libertad. Se oyeron muchas respuestas. Un chavo habló de lo jodida que es la situación de los negros hoy y de que Mumia es un ejemplo de eso. Una chava comentó que el caso de Mumia es de importancia crucial y que quería juntarse con gente que pensara lo mismo. Otra dijo que venía de un sitio donde no se sabe mucho de Mumia y que quiso venir a ver qué piensa la gente aquí en Filadelfia. Un chavo contó que es periodista y que su alma gemela es Mumia: un escritor que no compromete la verdad. Otra chava expresó que para ella Mumia es un líder revolucionario que encarna los intereses más excelsos del pueblo, que insta a luchar por ellos, y que por eso hay que defenderlo.

Al terminar, estábamos listos para nuestro primer día de trabajo en la calle.

A la calle

Conectarse con el pueblo es la razón de ser del Verano de la Libertad, ¡porque sin el pueblo no podemos ganar! La parte más importante de las dos semanas es ir a los barrios populares de donde salió Mumia, hablar de él y aprender de las experiencias de la gente que Mumia retrata en sus escritos. Vinimos a hablar con gente que sufre represión, brutalidad policial, discriminación, recortes del welfare y corrupción oficial, que recuerda al alcalde fascista Frank Rizzo y que sabe de Mumia.

Este año queríamos continuar la campaña de afiches de Mumia con el lema "Alto a la ejecución": vamos de puerta en puerta y urgimos que lo pongan en la ventana de casas y negocios. El afiche tiene mucho impacto porque patentiza el apoyo comunitario a Mumia y permite tomar una posición colectiva.

Algo fabuloso de los voluntarios son las pilas para repartir el afiche. La vida y las palabras de Mumia los trajeron a Filadelfia, pero a diario tienen que ver cómo acercarse a la gente y cómo hacerle ver el trasfondo político del caso de Mumia. Ir a los barrios populares, hablar con la gente, luchar con su propia manera de ver la situación, pensar por qué los mueve Mumia y cómo hacer que mueva a los demás transforma a los voluntarios. Empiezan a ver de lleno los lazos entre la vida de un hombre y el futuro de todos nosotros. Hablar con la gente de Filadelfia refuerza su compromiso de luchar por la vida y la libertad de Mumia.

Una voluntaria de Seattle dijo: "Hablando con la gente conocí a un taxista que trabajó con Mumia; conocí a una amiga de la familia que sabía un montón de anécdotas de esa época. Eso concretó para mí por qué estamos aquí y por qué luchamos por esto… La respuesta ha sido muy positiva. Mucha gente sabe anécdotas de Mumia; él tiene un apoyo inmenso en esta ciudad. Oír hablar de él concreta la lucha.

Muchos voluntarios dijeron lo mismo. Todos conocemos las injusticias contra Mumia, pero ver y oír hablar de la vida del pueblo en Filadelfia muestra la importancia de Mumia para la comunidad. Un voluntario de Hamburgo dijo: "Aprendí mucho sobre la vida de la gente de Filadelfia. Antes lo leía de lejos, pero verlo aquí es otra cosa. Puedo imaginar un día normal: las experiencias de brutalidad policial, que matan a un amigo, las cosas normales que ocurren cada día. Ver que esa es la realidad ha reforzado mi deseo de lucha".

Programa cultural

En Germantown no hay veladas culturales. Es un barrio olvidado: cuando se rompen los bombillos de la calle, quedan rotos; en la acera hay frasquitos vacíos de crack. En este lugar olvidado queríamos abrir un espacio cultural para la generación olvidada; queríamos amplificar las voces de la comunidad.

Un viernes organizamos una velada en la YWCA de Germantown. Era una oportunidad para hablar de las injusticias de la sociedad y de los problemas de la comunidad. Nos concentramos en el caso de Mumia. La noche se llenó de poesía, rolas y palabras del corazón. Con el fondo musical de JB y Nonsense, varios chavos de Germantown rapearon sobre la vida de los negros, la importancia de Mumia y por qué hay que apoyarlo.

Sin pelos en la lengua

El sábado fue un día importante para la escuadra de la calle 52: iba a haber una reunión de la comunidad en el parque Malcolm X con todos los voluntarios para decir la neta. Llevaron limonada y agua, y colgaron una preciosa manta de Justicia para Mumia que trajeron los voluntarios de Alemania. En menos de 10 minutos todos los que estaban en el parque tenían su afiche de Mumia.

La BJCR entra al parque marchando con una bandera roja y coreando: "¡Vivir por el pueblo, morir por el pueblo, luchar por el pueblo! ¡Poder al pueblo!". Los maestros de ceremonias son una compañera de la red juvenil de la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación y un compañero de ¡R&R! de Hawai. Explicaron por qué estabamos reunidos y animaron a pasar al frente a hablar. Leyeron una declaración de la Coalición 22 de Octubre de padres de víctimas de brutalidad policial, que conectaba la lucha por salvar a Mumia y la lucha por la parar el asesinato policial. Varias personas pasaron al micrófono y atacaron la brutalidad policial, el racismo, los ataques a los gays y otros ejemplos de opresión. Los voluntarios hablaron de la importancia de la lucha por salvar a Mumia y de sus experiencias en Filadelfia. Los vecinos criticaron la brutalidad policial y contaron cómo es la vida de los negros en esta sociedad racista. La reunión terminó con fuertes porras de: "¡Mumia es intrépido y nosotros también! ¡Lucharemos hasta ganar su libertad!".

Marcha y barbacoa en Germantown

Este es el séptimo año que el Verano de la Libertad se reúne en Germantown y nos sentíamos como en nuestra propia casa. La gente nos reconoce y se alegra de ver que seguimos luchando y que volvemos año tras año.

El martes por la noche, en las calles de Germantown, me encontré con una señora que ha puesto varios años el afiche de Mumia en la ventana. Nos pusimos a recordar otros años, como la vez que hicimos una marcha el día más caluroso del verano y la vez que los niños de la manzana pintaron una manta que decía "¡Mumia es intrépido y nosotros también!". Nos reímos recordando que nos mojó con la manguera para refrescarnos y dijo que le da mucha alegría vernos llegar cada año a luchar por Mumia, por esta comunidad y por el futuro. En Germantown recuerdan nuestras marchas con brillo en los ojos y dicen que les gusta ver que nos tomemos las calles (cosa poco común en este barrio).

Decidimos organizar una marcha por la comunidad y barbacoa. La decisión del juez federal que no quiso oír nuevas pruebas de la inocencia de Mumia nos encabronó y queríamos anunciar que Mumia se presentará al tribunal el 17 de agosto.

Salimos del parque Vernon y recorrimos la avenida Chelten (la principal) parando el tráfico; después nos metimos por una callecita residencial, donde se veía el afiche de Mumia en muchas ventanas. La marcha terminó en un lote baldío y armamos un asado con gente del barrio.

Colgamos una manta con la pregunta "¿Por qué futuro vas a luchar?"; en un extremo tenía un dibujo de George Bush rodeado de klanistas, cowboys, darth vader y otros por el estilo; en el otro extremo tenía un grupo de chavos corriendo con una manta de Mumia. Esa era nuestra respuesta: luchamos por el futuro que representan Mumia y toda esta nueva generación.

Podemos vivir de otra forma

A lo largo de esas dos semanas, vimos claritito que la situación no tiene que ser como es actualmente, que podemos vivir de otra forma. Eso se palpa en las palabras de una compañera de L.A.: "Las mujeres no teníamos que cocinar y limpiar todo el tiempo. Hombres y mujeres lo hacían juntos; teníamos listas de oficios: quién cocinaba, lavaba platos y barría cada día". Pero, naturalmente, no es algo automático; hay que crearlo.

Pasábamos todo el día en la calle en una de las batallas más importantes de nuestra generación; por la noche comíamos y pasábamos horas discutiendo cómo será nuestro futuro y cómo vamos a llegar allá. En medio de todo eso, varias noches se reunían los líderes y el equipo encargado hasta las 4 de la mañana para examinar el trabajo y las metas. Era una mezcla emocionante y agotadora de trabajo y discusiones. Un líder de escuadra comentó: "Trabajar en las escuadras fue una experiencia increíble para mí. No me lo esperaba así. Bueno, sabía que íbamos a vivir en el mismo lugar, pero no sabía de la dinámica… Vivir en un espacio tan reducido, y trabajar, cocinar y vivir colectivamente. Fue increíble y nos dio un vistazo del futuro que queremos".

En resumen

Una cosa que todos aprendimos en las dos semanas que pasamos en Filadelfia es que se necesita que toda clase de gente luche por Mumia, y día tras día vimos que eso es posible.

Un voluntario de Canadá habló de su experiencia en Filadelfia: "Aunque uno no duerme ni come mucho y es duro para el cuerpo… a mí me energizó. Uno se llena de entusiasmo, un largo entusiasmo; alienta las esperanzas para muchas otras cosas. Uno sabe que los compañeros de todo el país sienten lo mismo, que van a regresar con muchas pilas".

Todos prometimos continuar lo que empezamos en Filadelfia. Hicimos planes de repartir el afiche de Mumia en otras partes y de ayudar con los preparativos del Día de Protesta para Parar la Brutalidad Policial el 22 de octubre. Unos querían organizar capítulos de ¡R&R! cuando regresaran. Aunque nos daba tristeza irnos, nos íbamos llenos de pilas y energía.

¡Fue un proyecto increíble! La fuerte combinación de chavos entusiasmados por la voz de Mumia y de la gente del fondo de la sociedad: los que no tienen voz, a quienes Mumia da voz. La variedad de cosas que hicimos y la participación de gente diversa. Y la militancia, la onda de "¡A la chingada! No vamos a hacer lo que nos digan" de esta generación. Parados sobre los hombros de todo lo que ha hecho el movimiento pro Mumia, vimos el potencial de desatar un movimiento que obligue a la mayor superpotencia imperialista del mundo a soltar al preso político más famoso del mundo: Mumia Abu-Jamal.

La última noche, M nos cocinó arroz y frijoles, en honor de Mumia, y mientras hacíamos un balance de las dos semanas de trabajo pasó una foto de Mumia con su hija y su nieta, de cuando le permitían recibir visitas. Pasó de mano en mano y a todos nos emocionó. Unos pensaron en los nietos que le han nacido después, a los que no ha podido tocar ni alzar. Otros pensaron en Shaka Sankofa, un revolucionario fuerte e inocente a quien Bush ejecutó el año pasado en Texas. Otros pensaron en la parranda de celebración que vamos a hacer cuando saquemos a Mumia de la cárcel. Y otros pensamos en todo el cariño que le tenemos y en cuánto fortalecieron ese cariño las últimas dos semanas. Una voluntaria plasmó en palabras los distintos sentimientos del grupo: "No voy a dejar que Mumia muera ahí, no voy a dejar que lo maten. Voy a hacer todo lo que humanamente pueda. ¡Ni de peligro vamos a dejar que lo maten!".


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