Obrero Revolucionario #1165, 1 de septiembre, 2002, posted at http://rwor.org
"Pero hay que recalcar que los imperialistas han puesto en marcha cosas que no retrocederán, y será difícil controlarlas. Sin lugar a dudas, cualquiera que sea la resolución de todo esto, cuando finalmente se dé, la situación habrá cambiado enormemente en el mundo y también en lo que ha sido Estados Unidos. Es decir, vendrán grandes cambios y Estados Unidos no será igual: puede pasar algo terrible o algo muy positivo para el avance de la revolución proletaria mundial e incluso la conquista del poder por las masas en Estados Unidos."
Bob Avakian, "Los grandes retos de la nueva situación"
"Debemos plantear la visión de un movimiento contra los actos de guerra y represión de "nuestro propio" gobierno que llegue a todo rincón del planeta, un movimiento tan recio y pujante que no sea posible ocultarlo de las masas del mundo, ni de las masas de los países y regiones que son blancos de la agresión del imperialismo yanqui y que justamente son "semilleros" de odio "a América".
Imaginemos lo que significaría, lo que significará, para esos millones y millones cuando vean a miles y miles --y con el tiempo a millones-- de personas en Estados Unidos luchando contra la agresión (y represión) de su propio gobierno y, hombro a hombro con los pueblos del mundo, oponiéndose a lo que este gobierno representa, y lo que hace e impone al mundo.
Imaginemos las grandes inquietudes que eso despertará para un montón de gente, el "diálogo" (aun indirecto) que provocará entre gente del mundo entero y gente de Estados Unidos.
Imaginemos cómo atizará la lucha y el potencial para una nueva configuración de fuerzas en que la gente común del mundo entero luche por una cause común contra los opresores y gandallas del mundo, sobre todo la clase dominante de Estados Unidos, que --quedará más claro con cada día que pase-- no habla ni actúa de acuerdo a los intereses ni en nombre de una creciente mayoría del pueblo estadounidense..."
Bob Avakian, otoño de 2001,
de "Los grandes retos de la nueva
situación"
El Obrero Revolucionario lleva dos meses publicando pasajes de una entrevista y diálogo entre Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, y Carl Dix, vocero nacional del PCR: "Entrevista a Bob Avakian por Carl Dix: Sobre la guerra y la revolución, Sobre ser revolucionario y cambiar el mundo". Esta semana, al acercarse el aniversario del 11 de septiembre, interrumpimos la entrevista para volver a publicar pasajes de la primera parte: "La nueva situación: La `guerra contra el terrorismo'".
La entrevista está disponible en su totalidad en la Internet en rwor.org. La décima parte saldrá en el número 1166.
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Carl Dix: Nos encontramos en una situación muy seria. Estados Unidos ha lanzado una "guerra contra el terrorismo": bombardeó sin piedad al pueblo de Afganistán y ha mandado tropas a Filipinas y Yemen; amenaza con atacar a Irak, Irán y Corea del Norte; y ha extremado las medidas represivas de una manera casi sin precedentes. Abordaste todo esto en el número especial del Obrero Revolucionario que salió hace poco ("Los grandes retos de la nueva situación"), pero quisiera que resumieras algunos aspectos de la nueva situación.
Bob Avakian: ...es muy importante que captemos que esta ofensiva, como la hemos llamado, esta arrolladora ofensiva de guerra y represión, no es simplemente (o en lo esencial) una respuesta a lo que ocurrió el 11 de septiembre. Más bien aprovecharon los ataques del 11 como pretexto para "la guerra contra el terrorismo". Veamos el caso que acabas de mencionar, el caso de Irak: ni siquiera se han molestado en dar ninguna prueba de que Irak estuviera inmiscuido en el 11 de septiembre. Y aunque inventen una conspiración de Irak y todo el rollo, en realidad vienen hablando de "sacar" a Saddam Hussein desde mucho antes del 11 de septiembre. Desde entonces le han dado otro contexto. Para ellos lo importante es que hay que sacarlo; y dicen que en parte es porque quiere desarrollar armas de destrucción masiva, pero como todos sabemos, ellos mismos las han desarrollado a una escala mucho mayor y las han empleado : ellos lanzaron bombas atómicas contra las ciudades japonesas de Nagasaki e Hiroshima en la II Guerra Mundial.
Así que es un pretexto, porque lo fundamental es que hace tiempo vienen diciendo que hay que sacar a Saddam Hussein. Como buenos capos de la mafia que son, a un nivel enorme en todo el mundo, tienen que barrer con cualquiera que los desafíe, como Saddam Hussein lo hizo en la guerra del Golfo cuando los desobedeció. No por eso quiero decir que debemos apoyarlo ni que representa los intereses de las masas porque no es así, pero en realidad es una pulga al lado de los monstruos imperialistas, es como el cacique de un pequeño rancho al lado de los grandes opresores mundiales que son los imperialistas yanquis.
Pero a lo que voy es que no hacen todo esto principalmente ni fundamentalmente en respuesta a los ataques del 11 de septiembre, sino como parte de planes más grandes (lo que llamamos sus grandes ambiciones de reconfigurar el mundo entero), y tumbar al gobierno de Irak, al igual que amenazar a Irán y Corea del Norte, es parte de esos planes. Asimismo, buscan presionar a importantes países imperialistas como Rusia, los europeos y Japón a aceptar la nueva reconfiguración que la única superpotencia del mundo, Estados Unidos, impone para pisotear más a todos. Están aprovechando los acontecimientos del 11 de septiembre para proclamar guerra ilimitada contra el terrorismo y otorgarse el derecho de atacar a cualquiera, en cualquier lugar y en cualquier momento, y lanzar una guerra sin fin en cualquier parte del mundo.
Obviamente, no es apenas una represalia por el 11 de septiembre y no tiene nada que ver con la justicia en nombre de las víctimas de los ataques, sino que responde a sus propias necesidades, intereses y proyectos de potencia imperialista que busca aprovechar la victoria política de la Guerra Fría para reconfigurar el mundo bajo su dominación...
CD: Me parece importante que hables un poco sobre la visita hace poco de Colin Powell a Nepal, de la ayuda que le ofreció al gobierno en su lucha contra la guerra popular dirigida por el partido maoísta y de su declaración de que es la misma clase de enemigo de la guerra contra el terrorismo y los movimientos terroristas. ¿Cuáles son las implicaciones de incluir la lucha de Nepal como blanco de la guerra contra el terrorismo?
BA: Está bien (se ríe). Cuando salió la noticia, lo primero que me vino a la mente fue: "¿Con qué derecho este cabrón Colin Powell viaja 16,000 kilómetros al otro lado del mundo para decirle al pueblo de Nepal que no debe alzarse contra el gobierno opresor y luchar contra las fuerzas del orden -la policía y las fuerzas armadas- para liberarse de una opresión y explotación centenaria? Nepal es uno de los países más pobres del mundo y las masas sufren terriblemente, y es evidente que se trata de un movimiento que tiene una gran base de apoyo de millones y millones de personas. Eso es innegable. Y Colin Powell tiene las agallas de presentarse... y lo que ningún artículo explica es: ¿Por qué diablos va a opinar? ¿Qué derecho tiene?
Claro, se otorga el derecho como amo imperialista que da órdenes al mundo entero y eso demuestra nuevamente que la supuesta guerra contra el terrorismo es simplemente un pretexto para los intereses imperialistas porque, como mencionaste, la guerra popular de Nepal la dirige un partido maoísta y no tiene ninguna conexión al 11 de septiembre. Con cualquier criterio objetivo, no tiene nada que ver con el terrorismo. No atacan a civiles por motivos políticos y, con ese criterio, los más grandes terroristas del mundo, sin duda, son los imperialistas yanquis...
CD: Junto con lo que están haciendo en el plano internacional, han escalado la represión en Estados Unidos: tras el 11 de septiembre, han extremado las medidas represivas, pero muchas de ellas ya las tenían pensadas. Analizando la Ley Patriota, por ejemplo, se ve que buscaban instituirlas antes del 11 de septiembre. Aparte, hay nuevos elementos, como las redadas de inmigrantes musulmanes, árabes y del sur de Asia; han detenido a más de mil y todavía están presos centenares, aunque no han podido demostrar que ninguno tenga vínculos con los ataques del 11 de septiembre. ¿Cómo debemos ver esto?
BA: Bueno, volviendo a lo que mencionamos antes, tenían la necesidad de responder... si es que ellos mismos no idearon los ataques. Vuelvo a repetir, que para mí el Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista atinó cuando dijo que en el mundo tenebroso y tramposo de los servicios de espionaje tal vez nunca se conocerá con precisión quién organizó los ataques del 11 de septiembre.
¿Quién es Osama bin Laden? Tenía vínculos con Estados Unidos y ahora dicen que les ha dado la espalda. Tal vez sea cierto, pero no está del todo claro cuáles han sido los tratos, cuáles son los vínculos entre los varios servicios de espionaje estadounidenses, israelíes o lo que sea. Suponiendo que los ataques que mataron a miles de civiles en Estados Unidos los organizaron fuerzas que no estén directamente ligadas a dichos servicios de espionaje (independientemente de lo que el gobirno de Estados Unidos u otras fuerzas ligadas a instituciones del gobierno supieran o no), el hecho es que tenían que responder. Vuelvo a repetir, como los monstruos de la mafia a nivel mundial que son, no pueden permitir que esto pase ni que se dé la apariencia de que son vulnerables. Las víctimas no les importan un comino, pero sí les importa que se ponga en tela de juicio su capacidad de mantener orden en su propio país.
Los muertos no les importan ni pío y los aprovechan para hacer cosas monstruosas, pero más que eso es evidente que ya tenían planes en marcha, y los acontecimientos del 11 de septiembre han sido un buen pretexto para apretar el pedal y avanzar a toda máquina. Por eso hablamos de una ofensiva arrolladora: una guerra ilimitada en el plano internacional acompañada de una gran escalada interna de represión, como mencionas, porque al lanzar una guerra sin fin de esta clase es necesario instituir muchos mecanismos de represión y preparar toda una maquinaria represiva, anticipando que puede haber mucha resistencia y que las cosas se les pueden salir de las manos en el plano internacional o en el propio Estados Unidos. Dadas las fuerzas que están desatando y la situación que están creando, es muy posible que las cosas se les salgan de las manos. Por eso necesitan instituir represión ahora y prepararse para extremarla más en el futuro.
Han lanzado una guerra ilimitada y están creando una situación en que el país está más o menos permanentemente en pie de guerra, es decir, la guerra va a ser un rasgo permanente de la sociedad estadounidense. Y eso requiere represión de corte fascista y un ambiente de represión e intimidación, porque la guerra y la represión van de la mano por las razones que he señalado. Evidentemente en muchos sentidos todo esto se desprende de sus metas y ambiciones de imperio que ya estaban en juego, de lo que ya hacían en esa región del mundo (donde está Afganistán) en cuanto al petróleo y los oleoductos. El Obrero Revolucionario ha analizado estas cuestiones e invito a todo mundo a checarlo, pero es evidente que la contienda no solo entre corporaciones sino entre países imperialistas por el petróleo... Abarca a Rusia y también a Alemania. Y países como Japón dependen de fuentes de petróleo en el exterior: el golfo Pérsico y ahora las regiones que colindan con Afganistán a través de las cuales piensan construir el oleoducto.
Todo eso estaba en marcha mucho antes del 11 de septiembre. Estaban colaborando con el Talibán en eso, pero decidieron que, primero, no podía estabilizar la situación y, segundo, no era tan indispensable una vez que empezaron a aliarse con los gobiernos que antes integraban el imperio soviético en Asia Central...
Así que cambian de aliados. Es decir, cuando les conviene, colaboran con ciertas fuerzas y, cuando las cosas cambian, las descartan o las pisotean. Así hicieron con Saddam Hussein: le dieron armas y lo soltaron contra Irán, y atizaron la guerra entre Irán e Irak a fin de debilitar a los dos. Es lo que siempre hacen, y tenían muchas cosas así en marcha mucho antes del 11 de septiembre, pero obviamente han aprovechado esos acontecimientos para acelerarlas, para reprimir a cualquier fuerza o sector de la sociedad que pueda oponerse, para sentar las bases para una represión mucho mayor y más amplia, y para crear un ambiente de intimidación que tilda de traición (o de ayudar a los terroristas) cualquier cuestionamiento o manifestación de disentimiento. ¿Por qué dicen: "O están con nosotros o están con los terroristas"? Obviamente para intimidar y aplastar cualquier cuestionamiento, y ni hablar de disentimiento o resistencia...
CD: El partido se ha dedicado a platicar con mucha gente de la necesidad de forjar una resistencia mucho mayor a los horrores que el gobierno comete en nuestro nombre, por decirlo así, y yo personalmente he participado en esta tarea. Hemos tenido una respuesta muy positiva y mucha gente está de acuerdo, pero también ha planteado ciertas dudas que me gustaría comunicarte. Son varias. Bueno, empecemos por esta: algunos se oponen a lo que hace el gobierno en Estados Unidos y por todo el mundo, pero dicen: "No es el momento de forjar oposición, sobre todo contra la guerra; ahorita toca educar a la gente y posiblemente oponerse a algunas medidas represivas. La guerra tiene mucho apoyo y no conviene oponerse directamente a ella en este momento". ¿Cómo respondes?
BA: Bueno, por una parte, obviamente es muy importante forjar oposición a la represión en Estados Unidos, y varias fuerzas, entre ellas nuestro partido, estamos trabajando con mucha energía en la tarea de forjar, extender y profundizar esa resistencia. Y es cierto que algunos sectores de la población se oponen más en este momento a la represión y los ataques a las garantías constitucionales, los ataques a los inmigrantes y las redadas de inmigrantes de los países árabes y países donde predomina el Islam. Así que es muy importante unirnos con esto y construir sobre esta base.
En cuanto al aspecto negativo de que dicen que no es posible forjar oposición a la guerra ahora, lo toqué antes, pero me parece importante volver a tocarlo. Consideremos esto: ¿cuáles serán las consecuencias de no forjar oposición ahora? Me parece muy importante entrarle más a fondo a esto. Si esta ofensiva sigue en marcha en el plano internacional, ¿cuáles serán las consecuencias? Si siguen por ese camino, prácticamente sin oposición, si no se forja un pujante movimiento de oposición ahora, ¿acaso será más fácil hacerlo después? La respuesta es obvia: si permitimos que sigan por ese camino prácticamente sin oposición, si no forjamos un pujante movimiento de oposición y si no empezamos desde ahora, será mucho más difícil oponerse a la guerra u oponerse a la represión en Estados Unidos. Eso, por el lado negativo.
Por el lado positivo, como señalé, cuanto más forjemos y movilicemos oposición, mayor será la respuesta; nuestro trabajo con las masas, ya sea en los multifamiliares subsidiados por el gobierno, en la costura, con los estudiantes y otros sectores del pueblo, comprueba que existen grandes inquietudes y mucha oposición. Así que cuanto más organicemos la resistencia, mayor será la respuesta del pueblo. Es muy importante educar, pero si la información está divorciada de la resistencia no va a llegar muy lejos; más bien la gente puede sentirse amilanada, sentirse aislada y derrotada. Es importante manifestar la oposición, y obviamente un elemento muy importante es educar a la gente para que capte lo que ocurre y se movilice. Pero la educación a secas no puede reemplazar a la movilización de una oposición masiva.
El movimiento contra la guerra de Vietnam y, como muchos han señalado, los primeros años del movimiento de derechos civiles, nos enseñan lo mismo. No es correcto pensar que la correlación de fuerzas favorable que tiene la clase dominante en un momento dado, con todos sus órganos de poder y opinión pública e influencia, determinará hasta dónde podemos llegar. Nuestro objetivo es transformar el terreno político y transformar el punto de vista de muchísima gente para transformar sus acciones...
Así que el chiste no es fijarnos en "¿cómo es el terreno político y cuál es la correlación de fuerzas actualmente?" ni "¿qué opina la gente y qué está haciendo en este momento para oponerse?". Más bien fijémonos en las posibilidades. ¿De qué manera pueden transformarse radicalmente el clima y el terreno político, la correlación de fuerzas y la participación de las masas? Para eso el primer paso es agrupar a los que captan la necesidad de forjar resistencia para que se manifiesten enérgicamente: hay que movilizar oposición, como algunos ya están haciendo, y unir y elevar las diversas corrientes, tomar una posición firme y decir: ¡No! ¡No en nuestro nombre!; vamos a oponer la más resuelta resistencia. Vamos a poner un hasta aquí: esto no se hará en nuestro nombre; ¡no lo permitiremos! Vamos a movilizar oposición y vamos a convencer a mucha gente por medio de información y también por medio de lucha, movilizando al pueblo, para que vean que hay gente que se opone.
Todo mundo sabe que la mejor manera de educar es manifestarse, porque entonces los demás preguntan: "¿Por qué lo hacen? ¿Por qué motivo? ¿Por qué no lo aceptan? A lo mejor tienen información que yo no tengo". Claro, no todo mundo piensa así, pero mucha gente sí y cuanta más resistencia ven, tanto más se abren a la educación. Antes quizás no les interesaba la educación, pero ahora sí. Repito, es importante educar a la gente y eso logra convencer a algunos, pero es mucho más cuando se plasma una oposición amplia y decidida que plantee una posición firme y diga: "No lo permitiremos. Nos oponemos rotundamente. Esto no se hace en nuestro nombre. De plano no permitiremos que se haga. Lo vamos a parar". Y si gente con una trayectoria de lucha, gente que ha ganado el respeto del pueblo por oponerse a la injusticia, el saqueo y la agresión imperialista, por ser rectos y justos, y por su labor en varias luchas, si esa gente se une y se manifiesta abiertamente, esto crea (o fortalece) la base para que otros entren al movimiento de oposición. Abre un espacio para que mucha más gente cuestione y se incline a oponerse, a enterarse de por qué debe oponerse.
CD: ... Quisiera volver a las dudas que algunos plantean, particularmente los que dicen que no es posible forjar oposición a esta guerra. Dicen, por ejemplo, que mucha gente siente que su propia seguridad está en juego y, si nos oponemos a la guerra o a las medidas del gobierno que supuestamente protegen a la población, no estará de acuerdo. ¿Cómo respondes?
BA: Bueno, eso es un trato con el diablo (para usar la jerga de Bush y compañía) porque, ¿quiénes son los malvados más terribles del mundo? Los imperialistas yanquis, que cometen barbaridades masivas y monstruosas. Y piden que hagamos un trato con ellos, un trato con el diablo, y que en la práctica digamos: "No me importa lo que hagan con los pueblos del mundo. No me importa lo que hayan hecho ni lo que hagan para fortalecer, extender y profundizar los horrores que desatan contra ellos. Bien pueden reforzar todo eso, aumentarlo y demás, siempre y cuando yo esté a salvo". Así que llamémoslo por su nombre.
Pero además, no dará el resultado deseado; eso no llevará a una situación en que uno se salve porque como dijo Mao: "Donde hay opresión, hay resistencia". Al fin y al cabo, ¿por qué ocurrieron los ataques del 11 de septiembre? Independientemente de Osama bin Laden, independientemente de las fuerzas reaccionarias fundamentalistas religiosas que actúan de acuerdo a sus propios objetivos, es innegable que existe un odio masivo hacia el gobierno estadounidense por lo que hace en el mundo. Es un hecho innegable y profundo. No es el capricho de unos cuantos ni que los haya alborotado la propaganda antiyanqui. La experiencia acumulada de muchos años de opresión Made in USA hace que muchos busquen devolver el golpe. Y... la cuestión viene siendo: ¿con qué bandera, al servicio de qué programa y con qué tácticas? ¿Los moviliza una fuerza positiva o una fuerza reaccionaria como Osama bin Laden y los talibanes, por ejemplo? Pero más que todo... todo esto ha puesto de relieve lo que ocurre en el mundo, y el 11 de septiembre forma parte de eso, e intensificarlo, expandirlo, suscitará mayor opresión y resistencia en el mundo entero y muy probablemente en Estados Unidos también...
CD: ¿Qué clase de movimiento se necesita para contrarrestar esta ofensiva de guerra y represión que han desatado contra los pueblos del mundo?
BA: Ya hemos tocado algunos aspectos de eso y has platicado de tu experiencia en la labor de forjar el movimiento. Como venimos señalando, tiene que ser un movimiento que una a la más amplia gama de gente posible y que movilice a la gran cantidad de gente que tiene inquietudes o que está preocupada por la situación, o sea, que plasme todo eso en oposición activa. Tiene que abarcar muchas formas muy diversas de lucha y movilización en oposición a varios aspectos de la ofensiva, obviamente en contra de la guerra y también contra los ataques a inmigrantes en Estados Unidos, el profiling [discriminación y hostigamiento] de inmigrantes árabes y de países islámicos, contra los ataques a los derechos de la gente en Estados Unidos, contra la escalada de represión. Debe abarcar todos esos frentes y unir a una amplia gama de gente en oposición a todo eso y a los varios frentes de ataque, y debe fomentar unidad-lucha-unidad en sus filas sobre las cuestiones clave en un momento dado y cómo movilizar a las masas; pero también tener una base de unidad muy clara que trace correctamente los deslindes para que tenga el potencial de movilizar a la mayor cantidad posible de gente. No tenemos que unir a la mayor cantidad de gente en este momento sino sentar las bases para movilizar y ganar a la mayor cantidad, como acabo de destacar, y apuntar la lucha contra el gobierno estadounidense y los imperialistas yanquis (no importa cómo lo conciban o lo llamen), contra el gobierno y su guerra ilimitada, su ofensiva de guerra y represión...
El movimiento abarcará diversas corrientes, actividades, opiniones y puntos de vista sobre muchas cuestiones, entre ellas la solución a todos estos problemas. Se caracterizará por contienda, lucha, debate y diálogo vigorosos sobre estas cuestiones, y sobre cómo forjar el movimiento de la manera más eficaz y cómo manejar los problemas que surjan. Tiene que ser un movimiento vibrante con el potencial de unir y movilizar a muchísima gente, pero que tenga una posición consecuente. Esto es muy importante, especialmente en Estados Unidos. Los ataques del 11 de septiembre no se hicieron en nombre del pueblo estadounidense, pero el gobierno está respondiendo en su nombre, lo cual subraya que el pueblo debe apuntar su energía y lucha política contra el gobierno; además este tiene que ser el blanco político porque es en realidad el más grande opresor y el más grande perpetrador de devastación del ambiente y destrucción de los pueblos del mundo entero.
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