Una introducción más amplia a la nueva síntesis del comunismo de BA ...

De EL COMUNISMO: EL COMIENZO DE UNA NUEVA ETAPA, Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos:

Cuando los revisionistas tomaron el poder en China en 1976 y se pusieron a restaurar el capitalismo, por cierto tiempo no sólo se hacían pasar por comunistas en un sentido general sino en particular se decían continuadores de la línea y el legado revolucionarios de Mao. En esa situación, lo que los comunistas del mundo necesitaban hacer fue mantener un espíritu y una orientación críticos, hacer un análisis científico y objetivo de lo que pasó en los hechos y por qué, y distinguir claramente entre el comunismo y el capitalismo, entre el marxismo y el revisionismo, tal como todo eso se manifestaba de manera concentrada en esas circunstancias concretas y complejas. No fue fácil hacerlo en ese entonces, y la mayoría de los comunistas del mundo que habían considerado a la China de Mao un modelo y faro revolucionarios no lo lograron y por ende o siguieron a ciegas a la cola de los nuevos gobernantes revisionistas de China y tomaron el camino al cenagal, o de otra manera abandonaron el punto de vista y los objetivos de la revolución comunista. Respondiendo a esa gran necesidad, rechazando el camino de aceptar lo que había pasado en China meramente porque se hacía a nombre del comunismo y apropiándose del gran prestigio con que la China revolucionaria y Mao con razón contaban entre los revolucionarios y comunistas del mundo —y al costo de una importante escisión en nuestro propio Partido—, Bob Avakian emprendió la tarea de hacer un análisis científico de lo que pasó en China y por qué, y luchó por el análisis de que efectivamente se habían dado un golpe de estado revisionista y la restauración del capitalismo. Además, desarrolló una presentación sistemática de cómo Mao había desarrollado la ciencia y la estrategia de la revolución comunista9. En esos tiempos de gran desorientación, desmoralización y confusión en las filas de los “maoístas” del mundo, la obra de Avakian tuvo un papel crucial en el establecimiento de la base ideológica y política para el reagrupamiento de los comunistas que quedaban tras la pérdida de China y sus efectos devastadores sobre el movimiento comunista y revolucionario en todo el mundo.

Pero en aquel momento se presentaban necesidades aún mayores. En el proceso de dirigir en general a nuestro Partido, en los últimos 30 años Bob Avakian ha seguido profundizando un análisis científico de la experiencia del movimiento comunista internacional y la orientación estratégica para la revolución comunista. De ese trabajo ha salido una nueva síntesis, un mayor avance del marco teórico para hacer avanzar esta revolución.

Tal como señala la Constitución de nuestro Partido, la situación en el mundo actual —incluida la derrota de la ola inicial de la revolución comunista— “presenta, de nuevo, la gran necesidad para el comunismo”. Y:

Si bien no existen países socialistas en el mundo, existen la experiencia de las revoluciones socialistas y el rico caudal de teoría científica revolucionaria que se desarrolló mediante la primera ola de revoluciones socialistas. Pero para hacer frente a los retos de la nueva situación, hay que hacer avances en la teoría y en la práctica de la revolución comunista, a fin de tratar de manera científica la experiencia general de la primera ola de revoluciones socialistas y las implicaciones estratégicas de los enormes cambios que se están operando en el mundo, y de sacarle las necesarias lecciones.

Bob Avakian ha asumido esta responsabilidad y ha desarrollado una obra, método y enfoque comunistas que responden a estas grandes necesidades y retos.

En esta obra, método y enfoque, en la nueva síntesis desarrollada por Bob Avakian, se halla una analogía a lo que hizo Marx al comienzo del movimiento comunista: establecer en las nuevas condiciones que existen, después del fin de la primera etapa de revolución comunista, un marco teórico para el renovado avance de esa revolución. Pero hoy, con esta nueva síntesis, muy categóricamente no se trata de “volver a empezar”, como si lo que se necesita fuera echar por tierra tanto la experiencia histórica del movimiento comunista y las sociedades socialistas que esta generó, como “el rico caudal de teoría científica revolucionaria” que se desarrolló en el curso de la primera ola. Eso sería un enfoque acientífico y de hecho, reaccionario. Al contrario, lo que se requiere —y lo que Avakian ha emprendido— es avanzar sobre la base de todo lo que ha pasado antes, en la teoría y en la práctica, sacarle las lecciones positivas y negativas y elevarlo a un nivel superior y nuevo de síntesis.

Otras presentaciones y publicaciones de nuestro Partido han tratado de manera más extensa y sistemática esta nueva síntesis10. A continuación describiremos en pocas palabras unos elementos principales.

» En filosofía y método, la nueva síntesis, en un sentido importante, está refundamentando el marxismo más plenamente sobre sus raíces científicas. También comprende aprender de la rica experiencia histórica desde los tiempos de Marx, defendiendo los objetivos y los principios fundamentales del comunismo, que se ha demostrado son correctos en lo fundamental, criticando y descartando los elementos que se ha demostrado son incorrectos o que ya no son aplicables, y estableciendo el comunismo aún más plena y firmemente sobre una base científica.

En la concepción original del desarrollo histórico de la sociedad hacia el comunismo, incluso en las formulaciones de Marx, había una tendencia —si bien claramente muy secundaria— a tener una visión un tanto estrecha y lineal. Por ejemplo, se manifiesta en el concepto de la “negación de la negación” (la idea que las cosas se desarrollan de modo que a una cosa particular la niega otra cosa, lo que a su vez lleva a otra negación y una síntesis que encierran elementos de las cosas anteriores, pero a un nivel superior). Se tomó este concepto del sistema filosófico de Hegel, cuya filosofía tuvo una importante influencia en Marx (y Engels), aunque, en un sentido fundamental, estos reconfiguraron y pusieron sobre una base materialista la concepción de Hegel sobre la dialéctica, la que en sí se caracterizó por el idealismo filosófico (la idea de que la historia consta en esencia del desarrollo de la Idea). Como ha sostenido Bob Avakian, la “negación de la negación” puede tender hacia el “inevitabilismo” — como si a una cosa la tuviera que negar otra cosa de una manera específica, llevando a lo que es casi una síntesis predeterminada. La tendencia hacia el reduccionismo con respecto al desarrollo histórico sumamente complejo y variado de la sociedad humana, la tendencia hacia un “sistema cerrado” y hacia el “inevitabilismo”, se vuelve más marcada y más problemática cuando se aplica al panorama histórico de la sociedad, de modo que se aproxima a ser una fórmula simplista — por ejemplo en la concepción: la sociedad de clases negó la sociedad primitiva sin clases (comunal); a su vez el surgimiento de otra sociedad sin clases negará esta sociedad de clases, pero sobre una base superior con la realización del comunismo en todo el mundo.

Para repetir, eso fue una deficiencia secundaria del marxismo, en sus cimientos (tal como Bob Avakian también ha sostenido: “El marxismo, el comunismo científico, no encarna, sino que de hecho rechaza, cualquier idea teleológica… de que la naturaleza o la historia están dotadas de una especie de voluntad o propósito”11). Pero semejantes tendencias se manifestaron más plenamente a medida que iba desarrollándose el movimiento comunista y eran particularmente notables, y tuvieron un efecto negativo en el pensamiento de Stalin, quien a su vez ejerció una influencia en las ideas filosóficas de Mao, aunque este rechazó e hizo una ruptura de manera importante con las tendencias de Stalin hacia la “rigidez” y al materialismo mecánico y un tanto metafísico. La nueva síntesis de Bob Avakian conlleva una continuación de las rupturas de Mao con Stalin pero en algunos aspectos conlleva una ruptura más allá de las formas en que Mao mismo estuvo sujeto a la influencia, si bien de manera secundaria, del modo de pensar que había llegado a dominar en el movimiento comunista bajo la dirección de Stalin.

» El internacionalismo. A comienzos de los años 80, en la obra ¿Conquistar el mundo?12, Bob Avakian hizo una extensa crítica a las tendencias erróneas en la historia del movimiento comunista y, en particular, a la tendencia hacia el nacionalismo, hacia la separación entre la lucha revolucionaria de un país específico y la lucha revolucionaria mundial general por el comunismo, e incluso de elevar la primera por encima de la segunda. Examinó cómo se había manifestado esta tendencia en la Unión Soviética y en China, cuando eran socialistas, y la influencia que tuvo en el movimiento comunista en general, incluyendo en las acciones a veces marcadas de subordinar la lucha revolucionaria de otros países a las necesidades del estado socialista existente (primero la Unión Soviética y luego China). Además, Avakian analizó más la base material del internacionalismo: por qué, en un sentido fundamental y general, la arena mundial es la más decisiva, incluso respecto a la revolución en un país específico, sobre todo en esta época del imperialismo capitalista en tanto sistema mundial de explotación, y cómo hay que incorporar esa orientación en la manera de hacer la revolución en países específicos y a nivel mundial.

Si bien el internacionalismo siempre ha sido un principio fundamental desde que nació el comunismo, Avakian resumió cómo se ha transigido este principio en la historia del movimiento comunista y fortaleció los cimientos teóricos para llevar a cabo la lucha por eliminar tales desviaciones del internacionalismo y hacer avanzar la revolución comunista de una manera más plenamente internacionalista.

» Sobre el carácter de la dictadura del proletariado y la sociedad socialista como transición al comunismo. Si bien ha estudiado profundamente los grandes avances de Mao acerca de la naturaleza de la sociedad socialista como transición al comunismo —y las contradicciones y las luchas que caracterizan esta transición y cuya resolución, en una u otra dirección, determinará si el avance continúa hacia el comunismo o que la situación vuelve hacia atrás al capitalismo—, ha aprendido de esos avances, los ha defendido firmemente y los ha propagado, Bob Avakian ha reconocido y subrayado la necesidad en la sociedad socialista de tener un papel mayor para el disentimiento, de promover más la efervescencia intelectual y de tener un ámbito más amplio para la iniciativa y la creatividad en las artes. Ha criticado la tendencia hacia la “reificación” del proletariado y otros grupos explotados (o anteriormente explotados) de la sociedad — una tendencia que considera que las personas específicas de estos grupos, como individuos, representen los intereses generales del proletariado como clase y, en el sentido más amplio, la lucha revolucionaria que corresponde a los intereses fundamentales del proletariado. A menudo a esta tendencia la han acompañado puntos de vista y enfoques positivistas, pragmáticos y estrechos, que restringen lo que se considera pertinente o lo que se puede determinar (o declarar) que es cierto, a lo que tiene que ver con las experiencias y las luchas inmediatas en que las masas populares están participando y a los objetivos inmediatos del estado socialista y el partido dirigente en un momento dado. Eso, a su vez, ha acompañado tendencias —que constituyeron un aspecto marcado en la Unión Soviética y también en China cuando era socialista— hacia la noción de la “verdad de clase”, la cual de hecho se opone a la orientación científica de que la verdad existe objetivamente, no varía de acuerdo a los diferentes intereses de clase y no depende del punto de vista de clase que uno tenga en la búsqueda de la verdad. El punto de vista y método científico del comunismo —asumido y aplicado correctamente como ciencia viva y no como dogma— en un sentido general da el medio más global, sistemático y consecuente para llegar a la verdad, pero decir eso no es lo mismo que decir que la verdad en sí tiene carácter de clase ni que los comunistas llegarán a conocer la verdad acerca de un fenómeno específico mientras que las personas que no aplican o incluso se oponen al punto de vista y método comunista no son capaces de llegar a conocer importantes verdades. Tales concepciones de la “verdad de clase”, que han existido en diversas formas y en diversos grados en el movimiento comunista, son expresiones del reduccionismo y del materialismo vulgar y van en contra del punto de vista y el método científicos del materialismo dialéctico.

En otro aspecto relacionado de la nueva síntesis, Bob Avakian ha criticado un punto de vista unilateral en el movimiento comunista acerca de los intelectuales: de verlos solamente como un problema y no reconocer plenamente las formas en que pueden contribuir al rico proceso mediante el cual los integrantes de la sociedad en general llegarán a tener un conocimiento más profundo de la realidad y una mayor capacidad de llevar a cabo una lucha cada vez más consciente por transformar la realidad hacia el comunismo.

De nuevo, como explica la Constitución de nuestro Partido:

Esta nueva síntesis también conlleva una mayor valoración del papel importante que juegan los intelectuales y los artistas en este proceso, dedicándose a sus propias visiones así como contribuyendo sus ideas a esta efervescencia más amplia — todo lo que, para repetir, es necesario para alentar un proceso mucho más rico….

En esta nueva síntesis desarrollada por Bob Avakian, en resumen, tiene que haber un núcleo sólido, con mucha elasticidad. Esto viene siendo, ante todo, un método y un enfoque que tienen muy amplia aplicación…. Es necesario tener un firme conocimiento de los dos aspectos [el núcleo sólido y la elasticidad] y cómo se influyen mutuamente, para conocer y transformar todas las esferas de la realidad y es de importancia fundamental para hacer las transformaciones revolucionarias en la sociedad humana….

Aplicar a la sociedad socialista el enfoque del núcleo sólido con mucha elasticidad abarca la necesidad de tener un núcleo dirigente que se vaya expandiendo, que entienda claramente por qué se necesita la dictadura del proletariado y el objetivo de continuar la revolución socialista como parte de la lucha mundial por el comunismo, y que esté decidido a llevar a cabo esta lucha a través de todos los vaivenes, curvas y giros. A su vez, necesariamente habrá muchas diferentes personas y tendencias en la sociedad socialista que influyen en muchas diferentes direcciones — y a la larga todo eso puede contribuir al proceso de llegar a conocer la verdad y de llegar al comunismo. En ciertos momentos, este proceso se pondrá intenso, y la dificultad de abrazarlo todo —mientras que se dirija en amplio sentido todo el proceso hacia el comunismo— dará la sensación, como dice Avakian, de ir al borde de ser descuartizado, una y otra vez. Todo eso es difícil pero necesario, y es un proceso a que darle la bienvenida.

Un tema que unifica todo eso es la orientación de ser “emancipadores de la humanidad” que ha señalado Avakian: la revolución que hay que llevar a cabo, y en que las masas tienen que ser la fuerza motriz consciente, no tiene por objeto tomar venganza ni cambiar de posición en un marco estrecho (“los últimos serán los primeros, y los primeros, últimos”), sino de transformar el mundo entero de modo que ya no haya personas que sean “las primeras” ni otras que sean “las últimas”; el derrocamiento del actual sistema, el establecimiento de la dictadura del proletariado y la continuación de la revolución en esas condiciones tienen por objetivo y propósito abolir todas las divisiones opresivas y relaciones explotadoras entre los seres humanos y avanzar hacia una época completamente nueva de la historia humana.

» La orientación estratégica de la revolución. La nueva síntesis de Avakian ha refundamentado el trabajo comunista y lo ha enriquecido a partir del análisis básico de Lenin de que se necesita que las masas populares desarrollen una conciencia comunista no exclusiva ni principalmente por medio de su propia experiencia y luchas inmediatas sino mediante amplias denuncias de la naturaleza y los rasgos del sistema capitalista imperialista y una clara exposición de las convicciones, objetivos, punto de vista y método del comunismo, una conciencia que un partido de vanguardia organizado lleve a las masas de manera cabal y sistemática, vinculando la lucha en cualquier momento dado con el objetivo revolucionario estratégico y dirigiéndola hacia el mismo, y a su vez “planteando ante las masas” los asuntos y problemas fundamentales de la revolución e integrándolas en el desarrollo de los medios para solucionar estas contradicciones y hacer avanzar la lucha revolucionaria. Con la dirección de Bob Avakian, se ha desarrollado, y se está desarrollando más, la orientación estratégica básica necesaria para llevar a cabo el trabajo revolucionario en un país imperialista, de acelerar mientras que se aguarda el desarrollo de una situación revolucionaria y el surgimiento de un pueblo revolucionario de millones y millones y aprovechar tal situación cuando por fin se presente — y poder luchar y ganar en esas circunstancias. (En esta conexión, ver Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos, un folleto de Revolución [Chicago: RCP Publications, 2008]).

Todo eso refuta de manera viva a aquellos que sostienen que la revolución no es posible en los países imperialistas o que el trabajo práctico y teórico de los comunistas ahí debe centrarse en la lucha por reformas y “soluciones” a los problemas inmediatos de las masas, de modo que esa lucha quede desvinculada de los objetivos revolucionarios y del punto de vista comunista — y que, en los hechos, se alejará de todo eso y, en la medida que tenga un efecto en las masas populares, las llevará a un callejón sin salida desmoralizante y a la larga a acomodarse con el actual sistema de opresión.

Mientras que la nueva síntesis ha ido desarrollando la orientación estratégica básica para hacer la revolución en los países imperialistas como Estados Unidos, Avakian ha señalado los nuevos retos ante la lucha revolucionaria y la necesidad de ir desarrollando la estrategia revolucionaria en los países dominados por el imperialismo en vista de los grandes cambios que en las últimas décadas se han operado en el mundo y al interior de esos países.

Con sus muchas dimensiones fundamentales (que solamente hemos mencionado de paso aquí), esta nueva síntesis ha puesto a la revolución y al comunismo sobre cimientos científicos más sólidos. Como el mismo Avakian ha señalado:

[E]s muy importante no subestimar el significado y la fuerza positiva potencial de esta nueva síntesis: criticar y romper con errores y deficiencias importantes y defender y reconfigurar lo que ha sido positivo de la experiencia histórica del movimiento comunista internacional y los países socialistas que han existido hasta la fecha; en un sentido verdadero, revivir —sobre una base nueva y más avanzada— la viabilidad y, sí, la deseabilidad de un mundo totalmente nuevo y radical, y hacerlo sobre una base aún más firme de materialismo y dialéctica….

Así que no debemos subestimar el potencial de esto como fuente de esperanza y osadía sobre una base científica sólida13.