¿Por qué la línea es importante?

Bob Avakian, presidente del PCR,EU

Obrero Revolucionario #1102, 13 de mayo, 2001, en rwor.org

¿Acaso la línea y la ideología son tan importantes? Esto se plantea una y otra vez en los movimientos de resistencia y en la lucha popular. Muchos dicen: si la gente se opone a la opresión y lucha con ganas, debemos unirnos a ella. ¿Qué caso tiene dañar la unidad lanzando polémicas contra ideas y líneas incorrectas? A fin de cuentas, "todos jalan, todos están en la lucha y eso es bueno", ¿no?

La respuesta de Mao fue tajante: el que sea correcta o no, la línea ideológica y política lo decide todo. De ello depende el curso y el desenlace de la lucha y, en última instancia, el destino de las masas.

¿Por qué es importante que las masas de Latinoamérica y el tercer mundo se movilicen en una guerra popular maoísta, como en Perú y Nepal, en vez de seguir la línea del Che Guevara, que proponía que un foco librara la lucha armada, sin mayor contacto con los campesinos y sin movilizarlos como fuerza principal de una auténtica guerra revolucionaria de las masas, una guerra popular de a de veras? ¿Acaso esa cuestión de línea es tan importante? Sí, lo es. La línea correcta es de suma importancia, es determinante. Es una cuestión de vida o muerte. De ella depende la liberación de las masas, el avance de la revolución o, en su defecto, hacer la revolución a medias y terminar bajo la bota del viejo orden, donde las masas viven en la esclavitud.

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Otro ejemplo que me late es el de Peter Tosh, el gran cantante de reggae. Me encantaba su música y siempre lo escuchaba. Era rastafario y yo, desde luego, no lo soy, pero Tosh fue muy combativo, incluso más, a mi juicio, que otros como Bob Marley. Condenó la opresión y tomó partido con los oprimidos, aunque es cierto que no tenía una posición tan buena sobre la opresión de la mujer porque estaba muy metido en la onda religiosa y la religión fomenta el patriarcado, pues así es desafortunadamente. Pero en muchos aspectos estaba del lado de los oprimidos. Condenó duro a los opresores y a los oprimidos que no tenían la valentía de luchar por su liberación.

Me cayó superbien la canción "Equal Rights" (Plenos derechos) que dice: "Todo mundo clama paz, pero ninguno clama justicia. Todo mundo clama paz, digo, pero ninguno clama justicia. Yo no quiero la paz, hombre. ¡No! Necesito mis plenos derechos y justicia...". Y sigue: "Todo mundo quiere ir al cielo, pero ninguno quiere morir". En esa estrofa no hablaba propiamente del cielo y de morir--o quizás sí--pero era una metáfora para decir que la gente quiere la libertad, pero no quiere pagar el precio. ¡Me encantaba esa canción! La tocaba a toda hora.

Cuando asesinaron a Peter Tosh, me partió el corazón. Se me soltaron las lágrimas, de veras, y me dolió más leer un artículo que salió después. Una reportera de una revista de música lo entrevistó en Jamaica poco antes de que lo mataran. Se me quedó grabada una parte de la entrevista; ella le dijo: Mire, usted habla de los opresores y de luchar por los oprimidos, y a los ricos y poderosos eso no les cae nada bien. De pronto le van a hacer algo. ¿No le da miedo? Y su respuesta me partió el corazón, me destrozó totalmente: "No me da miedo porque las balas no me penetrarán. Jah me protegerá". Cuando leí eso, ya estaba muerto.

La neta es que Jah no existe y las balas sí lo penetraron. No lo digo por machacar. Repito, eso me dolió mucho y obviamente Jah no lo podía proteger porque no existe. Esas son cuestiones de vida o muerte. Su ideología lo inmovilizó, lo dejó ciego; sus creencias religiosas lo aturdieron. Claro, los opresores lo hubieran atacado y quizás lo hubieran matado en todo caso, pero estaba completamente indefenso porque creía que Jah lo iba a proteger y que las balas no podían hacerle daño.

A lo largo de la historia y hasta hoy--en Myanmar, por ejemplo (que antes se llamaba Birmania), y en muchas partes del mundo--hay cultos religiosos que pregonan lo mismo. En Myanmar, la líder de un culto cristiano les dice a sus seguidores que son invulnerables, que el enemigo no puede hacerles nada, no puede matarlos... pero los están masacrando. Ese culto tiene un programa que no sirve para nada, pero más que eso quiero subrayar que a lo largo de la historia muchos cultos y movimientos de los oprimidos han pregonado que sus seguidores serán invencibles si practican tales ritos, bailan tales bailes, se ponen ropa tradicional, cantan ciertas canciones, rinden culto a este o aquel dios, o siguen a tal líder. Han pregonado que el enemigo no les podrá hacer nada, que sus armas no les harán daño. Una y otra vez a lo largo y ancho del planeta, el pueblo ha seguido esos cultos, ha creído en ellos... y las fuerzas del orden lo han masacrado.

Así que como comunistas, no debemos sentir timidez de luchar por la línea, y muy concretamente por la línea e ideología del proletariado, que es la línea revolucionaria más consecuente y permitirá que la lucha de las masas lleve a la liberación.

Sí, la línea y la ideología tienen una gran importancia. Al final de cuentas son decisivas. Podríamos dar muchos ejemplos de la contienda entre varias líneas que se da en los debates de los movimientos de oposición y resistencia, y en toda la sociedad. Se da en las magníficas protestas contra la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y se dio en las protestas contra las convenciones de los partidos Demócrata y Republicano. Se da en la lucha por salvar la vida de Mumia, la lucha contra la opresión de la mujer y por el derecho al aborto, etc., etc. En todas esas luchas se da una lucha de líneas, y las cuestiones de línea son fundamentales.

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Mao señaló que en la sociedad de clases, todas las ideas y formas de pensar llevan el sello de una clase u otra, aunque la gente no lo tenga perfectamente claro. Ese planteamiento de Mao es sumamente importante. Un libro de un seguidor de los revisionistas decía: ¡todos los horrores empezaron con esa afirmación de Mao! Pero en realidad, al darse cuenta de que en la sociedad de clases todo modo de pensar lleva el sello de una clase, nuestra clase adquiere un gran arma para luchar contra el enemigo de clase. Precisamente por eso, a ese revisionista no le gustó para nada.

Por ejemplo, ¿qué clase dice: "Si queremos que la policía reconozca sus errores, debemos reconocer los nuestros"? Lo dice una persona que no entiende el papel del estado o que no deslinda claramente entre el pueblo y el enemigo. O, ¿qué punto de vista de clase afirma: "Puede haber gente de negocios consciente y podemos fomentar un `capitalismo benévolo'"? Eso lo plantea gente como Ben y Jerry, los dueños de una cadena de heladerías, que buscan hacer algo por el mundo y a veces apoyan causas progresistas. O, ¿qué punto de vista de clase habla aquí: "Debemos construir un movimiento poderoso para contrarrestar el poder de las corporaciones y hacer florecer la verdadera democracia"? O, por ejemplo: "No necesitamos líderes; necesitamos un movimiento sin líderes y una sociedad sin líderes; no necesitamos partidos ni estados porque son jerarquías opresivas. El pueblo por sí solo, sin líderes y sin `vanguardia', captará sus propios intereses y actuará de acuerdo a ellos". Otro ejemplo: "Quiero que todos los pueblos oprimidos se unan, pero antes que todo me preocupo por mi raza". Todas esas líneas existen en los movimientos populares y se ven en las protestas, rebeliones y movimientos de resistencia. Representan un punto de vista de clase opuesto al concepto completamente revolucionario del proletariado, y tendremos que luchar contra ellas y derrotarlas en el proceso de unirnos con todos los que sea posible unir contra el sistema y sus mil y un atropellos e injusticias.

Así que es cierto que "todos jalan, todos están en la lucha y eso es bueno", o sea, hay muchas fuerzas diversas con sus propios puntos de vista de clase y programas, y tenemos que unirnos con ellas en la lucha. Pero si lo dejamos así simplemente, no "es bueno" porque no llevará a una liberación auténtica. La cuestión decisiva es: ¿cuál línea va a dirigir? Es decir, ¿la línea de qué clase, la línea que representa qué programa, qué relaciones sociales y qué tipo de sociedad? De eso depende, en última instancia, el curso y el desenlace de la lucha, y si llevará a la revolución o a otra cosa.

Eso se opone a la noción de que lo que importa es quién plantee la línea o el programa, o cuántas personas de un sector oprimido--mujeres, latinos, negros, etc.--participen en un grupo en un momento dado. Porque según ese criterio, tendríamos que decir que el Partido Demócrata es de las organizaciones más progresistas, pues tiene mucha gente de grupos oprimidos y lleva una cantidad de representantes de esos grupos a las convenciones. De hecho, hace mucho hincapié en eso. O podríamos decir que la NAACP (Asociación Nacional para el Avance de los Negros) es la organización más adecuada para representar y luchar por los negros porque tiene muchos negros... (con un solo pero: ¡tiene una línea burguesa!). Según esa lógica, hasta podríamos decir: olvídense del Partido Demócrata, y vamos con los republicanos, pues en su convención había muchos oprimidos. ¡A lo mejor ellos son los mejores representantes del pueblo!

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Para examinar esta cuestión desde otro ángulo, veamos un ejemplo crucial de la historia del movimiento comunista internacional. En el golpe en China (tras la muerte de Mao en 1976), los revisionistas tomaron el poder, y engatusaron al pueblo y movilizaron a millones y millones contra la "banda de los cuatro" (los camaradas de Mao que lucharon decididamente hasta el final por su línea revolucionaria). Parecía que esos revisionistas tenían mucha más gente que la "banda de los cuatro" y los revolucionarios del mundo que estábamos decididos a defender la línea de Mao y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo. No obstante, ¡condenamos rotundamente a los revisionistas! Nuestro partido lo hizo aunque un grupo de militantes y líderes se deslindó y apoyó a los revisionistas chinos, argumentando: "Miren, el pueblo chino está en la calle condenando a la `banda de las cuatro'. ¿Cómo podemos oponernos a eso?". Pero nosotros no nos basamos en "la mayoría" del momento ni en lo que se veía en la superficie. Nos basamos en el marxismo-leninismo-maoísmo, y lo aplicamos para determinar los intereses fundamentales y estratégicos de las masas del mundo y de China (donde el pueblo actualmente sufre las terribles consecuencias de ese golpe revisionista).

Otro ejemplo me vino a la mente al oír hablar acerca de qué organización "tiene" más gente de este o aquel grupo oprimido. Cuando recién entré al movimiento en la época de los 60, fui a la convención de la "Nueva Política" en Chicago, un grupo de gente algo radical pero que todavía quería reformar al sistema, parecida a los que apoyan a Ralph Nader actualmente (o al Partido Verde). Querían echar a andar un nuevo movimiento político, principalmente un movimiento electoral. Y el gran interrogante era: ¿deberían romper con el Partido Demócrata?

Como asistía gente de todo el país, fuimos con unos compañeros a repartir un volante de apoyo al Partido Pantera Negra y, ya que estábamos ahí, participamos en los debates. En cierto momento parecía que iban a romper con el Partido Demócrata, pero los revisionistas del viejo Partido Comunista (en particular varios negros de ese partido) se unieron con la P Stone Nation para oponerse. (La P Stone Nation era una de las pandillas más fuertes de Chicago. Posteriormente, la clase dominante logró desmantelarla y actualmente sus dirigentes están en la cárcel, pero en esa época era muy fuerte).

De veras parece raro que el Partido Comunista (PC) y la P Stone Nation se unieran, pero esos tipos del PC estaban dispuestos a todo y a unirse con cualquiera para imponer su línea revisionista. Tenían dinero, tenían palancas, lazos con politiqueros burgueses, etc. Así que se aliaron con la P Stone Nation (y otras fuerzas), formaron una fracción negra y exigieron poder de veto. A partir de ese momento, todo fue una farsa, pues el PC maniobró entre bastidores y apagó el debate.

La fracción negra redactó una serie de demandas y una de ellas, recuerdo muy bien, era que los blancos formaran "comités para civilizar a los blancos", o sea, para ir a los barrios blancos y civilizar a los blancos. En ese momento, acababa de trasladarme a Richmond, California, donde vivían un chingo de blancos pobres. Por eso precisamente estábamos allí, para hacer trabajo político, según nuestro entender, luchar contra el racismo y promulgar una posición radical y antirracista. Pero, ¿a poco iba a tocar la puerta y decirles: "Buenas tardes. ¿Cómo están? Vengo de parte del comité para civilizar a los blancos. Estoy aquí para civilizarlos"? ¡Háganme el favor! Al final de la convención estaba en el fondo del salón desternillándome de la risa, ¡pues era una farsa total! Pero en realidad no tenía gracia porque la línea apestaba. No iba a ayudar en nada, iba a causar mucho daño. No iba a ayudar a los negros ni a la lucha contra la opresión. En el fondo, lo que buscaba el PC era evitar que la gente de la "Nueva Política" rompiera con el Partido Demócrata porque no quería que se amolara su trabajo revisionista con "gente progresista" de ese partido. Así de sencillo. Ese era el motivo de todas sus maniobras y manipulación. Parece increíble, pero es cierto.

Así que cuando encontramos cosas así, nuestra orientación fundamental debe ser analizar la línea que se plantea y a qué clase beneficia.

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Ahora, es muy legítimo preguntar: ¿hay suficientes negros, latinos, asiáticos, amerindios y jóvenes proletarios en la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria (BJCR)? De plano, no. No hay suficientes jóvenes de todas las nacionalidades y capas sociales en la BJCR, ni tampoco hay suficientes militantes del partido. Necesitamos muchos más para poder cumplir nuestra misión revolucionaria; habrá que reclutar muchísimos más camaradas de los sectores oprimidos y de otros sectores a la BJCR y al partido. Si necesitamos más, ¡pues habrá que reclutarlos! Y como parte de ese proceso debemos prestar atención sistemática a las contradicciones concretas que hay que resolver para reclutar a jóvenes de los ghettos y barrios pobres, y a jóvenes de otros sectores oprimidos. Eso es muy importante. Pero lo más fundamental es que hay que hacerlo con una línea correcta, hay que plantearles la revolución, llevarlos a abrazar el punto de vista comunista y formarlos como líderes comunistas revolucionarios. ¿Acaso algo menos servirá al pueblo y nos permitirá lograr avances en lo que el pueblo necesita más que nada: la revolución proletaria?


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